Los nativos las utilizaban en ritos, para relajarse, como estimulante… El «hombre blanco» las patentó como crecepelos o para el párkinson. Todas por apenas nada
Por Juan C. De la Cal
2006
Imagine que un indio amazónico se presenta en una oficina de patentes con un diente de ajo y solicita su registro porque ha descubierto que es muy beneficioso por su poder bactericida. Imagine también a un agricultor mexicano patentando en EEUU las hamburguesas de McDonalds porque le han curado la anemia. O a un filipino tratando de registrar el sushi japonés porque le ha reducido el colesterol. ¿No le resultaría extraño?
Sin embargo, esto sí sucede a la inversa: un norteamericano es el dueño de un sacramento indígena; un japonés posee la exclusiva del nombre de un fruto usado en Brasil durante milenios; y un italiano patenta una vacuna que le aplicaron miembros de una tribu amazónica.
Eufemísticamente, se podría decir que estos son los daños colaterales de la globalización. Se estima que las plantas medicinales provenientes del Sur y utilizadas por la industria farmacéutica del Norte suponen 40.000 millones de euros anuales. Los primeros descubren las plantas. Los segundos, sus preparados. Pero a aquéllos apenas les llegan las migajas de los ingentes beneficios de las patentes registradas por multinacionales occidentales sin su consentimiento.
De eso es de lo que se habló esta semana en la ciudad brasileña de Curitiba durante la Conferencia del Convenio de Biodiversidad Biológica celebrada allí: repartir los réditos de las despensas naturales. ¿Quién controla a los biopiratas? CRONICA les presenta diez tristes ejemplos…
AYAHUASCA / Unico caso en el que una patente ha sido revocada
La Banisteriopsis Caapi es una liana amazónica utilizada por los indígenas para hacer una infusión que consumen como sacramento sagrado en sus rituales religiosos. En 1986 el norteamericano Loren Miller, presidente de la International Plant Medicine Corporation, obtuvo la patente 5.751, de la Oficina de Marcas de su país, tras asegurar que «era una nueva variedad descubierta en la selva ecuatoriana». En realidad le fue regalada por el jefe de la tribu de los Secoya. Tras una lucha sin precedentes, que logró unir a los indios americanos -que se manifestaron en Washington diciendo que era como si ellos registrasen la hostia cristiana-, la patente fue revocada en 2004.
MACA / El viagra natural de los Andes, en manos norteamericanas
La maca, Lepidium Peruvianum, es una planta que crece en la cordillera de los Andes, a más de 4.000 metros de altura, cuyas raíces tienen gran valor nutritivo y que siempre fue considerado como un afrodisíaco por los nativos. De hecho, en la actualidad se la llama popularmente viagra natural, ya que sus productos son promovidos como complementos sexuales y de fertilidad, creciendo su demanda en Occidente.Hace 25 años, los indios pidieron ayuda al Consejo Nacional de Investigación de EEUU para salvar a la planta de su extinción.Lo consiguieron a cambio de una patente adjudicada a la Biotics Research Corporation, de cuyos beneficios apenas les llega nada.
KAVA / Los nativos no pueden tomarla por la voracidad del mercado
La Piper Methysticum, un cultivo ritual del Pacífico, es un desintoxicante que se utiliza para aliviar el estrés. A comienzos de los 90 era desconocida, pero ahora se vende en una increíble variedad de formas. Incluso se está plantando en diversas partes del mundo. Por ello, la industria fitomedicinal de varios países -EEUU, Francia, Alemania y Japón- ha solicitado las patentes sobre el procesamiento, preparación y uso. L Oreal, por ejemplo, para la caída del cabello. El problema es que el aumento de precio por esta demanda ha hecho que los agricultores desvíen todas sus cosechas al exterior, por lo que sus usuarios ancestrales han recurrido al alcohol como sustitutivo.
CUPUAÇU / Si usted utiliza este nombre puede ser multado
El Cupuaçu, Theobroma Grandiflorum, es un árbol pequeño o mediano localizado en la selva tropical brasileña que pertenece a la familia del cacao y puede alcanzar hasta 20 metros de altura.Su fruta ha sido una fuente primaria de alimento en la selva tropical para habitantes indígenas y para animales. La compañía japonesa Asahi Foods la ha patentado y su supuesto inventor es el señor Nagasawa Makoto. Además, registraron también el nombre de la planta como una marca para varias clases del producto (inclusive chocolate) en Japón, en la Unión Europea y en EEUU. Así cualquiera que use este nombre tradicional indígena puede ser multado con 10.000 euros.
CURARE / La que más dinero ha dado a las multinacionales
La hierba Chondodrendon Tomentosum fue utilizada durante siglos con sigilo por los indios amazónicos para hacer un veneno con el que untan sus flechas para inmovilizar a sus presas. Sin embargo, después de que fuese aislado su ingrediente activo, el d-tubocurarine, en 1942 fue patentado por los laboratorios Glaxo y Wellcom y usado en la producción masiva de relajantes musculares y anestésicos quirúrgicos. Su aplicación supuso una revolución en la cirugía moderna. Es uno de los productos que más dinero ha generado a la industria farmacéutica y, que se sepa, no ha revertido nada a las tribus amazónicas que, ahora, reclaman sus derechos.
MAIZ OLEICO / Un alimento fundamental monopolizado por una empresa
DuPont, multinacional señalada por Greenpeace como «líder mundial en biopiratería» por haber registrado 150 organismos vivos, ha solicitado ante la Oficina Europea de Patentes la propiedad de una antiquísima y conocidísima variedad centroamericana de maíz de alto contenido oleico. De aceptarse tal patente, DuPont se haría con un virtual monopolio maicero global. La variedad de maíz patentada fue obtenida con procedimientos convencionales de hibridación y un tratamiento químico para provocar cambios genéticos. Tanto Greenpeace como el Gobierno mexicano han recurrido esta patente para evitar que todo el que use este maíz tenga que pagar a la multinacional.
MIRRA / El tesoro de los Reyes Magos es ahora japonés
Si los Reyes Magos levantasen la cabeza, verían con vergüenza como la Commiphora Molmol, el nombre de la mirra que regalaron al niño Jesús, pertenece ahora a un ciudadano japonés llamado Aamedo Ari Masoudo, que la patentó. Su uso tradicional para hacer perfumes, medicinas y embalsamamientos se remonta a los antiguos egipcios y actualmente es usada en el tratamiento de la esquistosomiasis, males en las encías o estómago. Se trata de una resina aromática exudada por árboles del noreste de Africa (Somalia), Arabia y Anatolia (Turquía). En la antigüedad valía más que el oro y, hoy, las empresas japonesas están ganando mucho dinero con ella.
FRIJOL AMARILLO / Lo patentaron y prohibieron venderlo a sus dueños legítimos
El caso de la patente sobre el frijol Enola tiene un lugar especial en el salón de la infamia de la biopiratería. El propietario de la patente -otorgada en abril de 1999 con el número US 8.894079-, presidente de una compañía semillera con sede en Colorado, Larry Proctor, la obtuvo sobre una variedad de frijol amarillo de origen mexicano, de alto valor nutritivo. Proctor compró una bolsa de frijoles en México, los plantó en su país, e hizo varias selecciones.Poco después, armado con su patente, acusó a los agricultores mexicanos de que estaban infringiendo su monopolio porque los vendían en EEUU y les impidió su comercialización. El asunto sigue en los tribunales.
KAMBO / La vacuna del sapo ha puesto en peligro a esta especie
El sapo verde o phyllomedusa bicolor es la mayor especie de este anfibio en la Amazonia. Segrega una sustancia utilizada en la llamada vacuna del sapo que aplican los indios del Valle del Juruá, en Brasil, para reforzar el sistema inmunitario. Los científicos han hallado en él propiedades antibióticas, contra el párkinson, el sida, la isquemia y el cáncer. Incluso han aislado dos sustancias, la dermorfina y la deltorfina, que venden por internet. Actualmente, hay auténticas peregrinaciones de occidentales enfermos hacia la selva en su busca. Un médico italiano la patentó hace años tras probarla él mismo y, como en el caso de la Ayahuasca, los indios se han movilizado.
ARBOL DEL NIM / La propiedad es de quien lo investiga, no de quien la usa
Para mucha gente en La India la Curcuma Longa, o árbol del Nim, es un remedio mágico que todo lo cura. Durante miles de años, esta raíz anaranjada se ha empleado para el tratamiento de desgarramientos musculares, esguinces, inflamaciones y tratamiento tópico de heridas. La cúrcuma es un elemento de uso ancestral en la medicina ayurvédica. En 1995 se otorgó a dos científicos de la Universidad de Misisipí una patente estadounidense de uso alegando que no se había investigado científicamente sobre sus aplicaciones.Pero el Gobierno de La India desafió la patente, que consideraba un robo descarado, y consiguió su revocación momentánea.
fuente http://www.elmundo.es/suplementos/cronica/2006/544/1143928806.html
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