Ayer me enteré del bloqueo de la cuenta de Juan Gérvas* en twitter. Esta incidencia de censura es muy coherente con el signo de los tiempos. El complejo decisional del capitalismo epidemiológico se cierra sobre sí mismo e instaura el monolitismo y la obediencia debida, recuperando y reformulando los elementos principales que forman parte de las malas artes del veto imperantes en los distintos autoritarismos del pasado. La explicación que el propio Gérvas da de esta incidencia se puede encontrar en https://saludineroap.blogspot.com/2021/07/la-ciencia-crea-monstruos-al.html
Por Juan Irigoyen
22 de julio de 2021
Mensaje personal a twitter:
Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo digital
Me llama poderosamente la atención que casi nadie se haya enterado del asunto. Hoy he publicado un tuit lamentando su ausencia y muchas personas seguidoras de los textos de Gérvas no sabían nada. La voz de Gérvas es imprescindible en la medicina española. Se trata de un independiente que transita en el compulsivo escenario del siglo XXI. En este tiempo ser independiente de los poderes instituidos, que adquieren la forma de lo que se ha denominado como complejo médico-industrial, representa un valor fundamental.
Su papel en twitter es continuado, prolífico y generoso. Casi todos los días distribuye un conjunto de informaciones, noticias y textos procedentes de la inteligencia médica crítica basadas en fuentes difícilmente accesibles para los no especialistas. Asimismo, sus posicionamientos y valoraciones respecto a distintas cuestiones críticas. En estas están presentes su lucidez y valor cívico, en tanto que no pocas de estas van a la contra del pensamiento único y la verdad oficial instalada. No puedo dejar de evocar los SIAP donde lo conocí, en los que la fase de debate virtual producía tantos textos de apoyo a distintas posiciones que era imposible seguirlos.
La pandemia ha agudizado su frágil posición periférica. Entre las múltiples respuestas que he recibido en las cuatro horas desde que he publicado el tuit lamentando su ausencia, apenas hay médicos. Solo he visto un tuit de Mónica Lalanda lamentándolo. Esta fue precisamente mi fuente. Este silencio denota precisamente las condiciones existentes derivadas de la fusión de la situación preexistente con la dinámica de la pandemia. Gérvas es seguido por muchos profesionales pero estos guardan un silencio estruendoso, que es una señal inequívoca del autoritarismo reactivado y reactualizado por la llegada de la Covid.
El bloqueo de la cuenta de twitter de Gérvas no es una señal aislada sino un indicio premonitorio de la configuración de un nuevo complejo epidemiológico-industrial global. Es la primera vez que lo escribo, pero lo pienso desde hace varias semanas. El oro líquido que sustenta el negocio colosal de Pfizer, Moderna y los demás gigantes industriales necesita sustentarse en una mediosfera obediente que garantice la uniformidad y la disciplina. Este nuevo dispositivo industrial puede instaurar un nuevo macartismo. Por eso me pregunto acerca de si esta es una de las primeras señales de la sofisticada persecución de disconformes, disidentes y otras voces críticas.
Ahora presento la explicación que el propio Gérvas da tomada de la página de No Gracias, no sin antes enviarles a él y su compañera Mercedes un abrazo imposible, porque si lo hiciera efectivo terminarían en las manos de los traumatólogos. Nunca mejor dicho eso de “seguimos”, porque cualquier macartismo epidemiológico-industrial encontrará mi férrea oposición.
LA CIENCIA CREA MONSTRUOS AL CONVERTIRSE EN RELIGIÓN. UN EJEMPLO: CENSURA SIN LÍMITES EN TWITTER
Por Juan Gérvas
Los bulos y las noticias falsas (“fake news”) han existido siempre y probablemente van parejos al desarrollo del lenguaje y de la comunicación (1,2). Es buen ejemplo el generado por Octavio Augusto para desacreditar a Marco Antonio en su pugna por el poder para convertirse en el que sería el primer emperador romano, hace más de dos mil años. A su modo, ya existían los medios de comunicación y las mentiras con fines políticos y económicos, que en este caso se transmitieron a través de frases cortas impresas en monedas.
Los libelos han sido frecuentes y transmitidos por todos los medios posibles pero la invención de la imprenta permitió su difusión mundial y por escrito, ya hace más de quinientos años.
La invención de la prensa de masas y de los periódicos diarios, a finales del siglo XIX, hizo más fácil la manipulación, que llegó a ser el lema de William Hearts (1863-1951), el empresario estadounidense que se proclamaba “creador de noticias” («make news»”) y que sirvió de arquetipo para la crítica de Orson Welles en su película Ciudadano Kane, en 1941.
La radio y la televisión se sumaron al repertorio de medios de masas para difundir noticias falsas, y a finales del siglo XX la aparición de Internet y de las Redes sociales añadió la espontaneidad a la instantaneidad, de forma que cualquiera puede difundir universalmente bulos y noticias falsas.
En cierto sentido, con Internet, la manipulación se democratizó y en el siglo XXI no se requiere ser dueño o acceder a los medios de comunicación de masas (periódicos, radios, televisiones, revistas, etc) para difundir información parcial y/o interesada que manipule la realidad.
Frente a la manipulación, la contramanipulación (y la censura)
Son bulos y noticias falsas las “informaciones y noticias elaboradas deliberadamente para confundir o engañar a quien las lee” y suelen contar con un titular llamativo, un contenido emocional fácil de entender y un marco que las haga creíbles (2).
En general, los bulos y noticias falsas se han difundido en medio de un ambiente hostil, pues habitualmente expresan la reacción del débil y periférico frente al fuerte y central. Puesto que la verdad no existe, por definición es bulo y noticia falsa cualquier información, sea cierta o falsa, que discrepe de lo que sostenga el poder (político, económico, científico, religioso, etc).
Por supuesto, el poder también utiliza bulos y noticias falsas, pero se convierten en verdad por su origen.
Es buen ejemplo la contramanipulación de la Iglesia Católica intentando dominar la imprenta y la impresión de libros y panfletos desde la invención de la imprenta.
Han sido cuatro siglos de persecución para mantener la verdad oficial a través de la Santa Inquisición y en concreto del Índice de Libros Prohibidos (“Index librorum prohibitorum”) que duró hasta 1966 y contó con más de cuarenta ediciones, desde la primera en 1571 a la última de 1948 (3).
George Orwell alertaba en su novela ’1984′, publicada en 1949, sobre un Ministerio de la Verdad que decidía si las noticias eran ciertas o falsas según los intereses del poder. Setenta y un años después de la publicación de esta novela distópica, el Gobierno de España instauró algo similar, un órgano para “controlar a los medios” tras aprobar un protocolo contra las “fake news” por el que se atribuye la capacidad de “monitorizar y vigilar” las campañas de desinformación (y decidir cuáles lo son y cuáles no). Ello obedece a una estrategia europea para “luchar contra las injerencias externas” aprobada por la Unión Europea en 2018 (4).
A este ejemplo de España se suman otros muchos, especialmente de los grandes proveedores de servicios de Internet como Google o las Redes sociales como Facebook, Twitter, Linkedin e Instagram.
La pandemia covid19 ha incrementado el ansia de control para impedir el debate científico y la transparencia política respecto a las decisiones tomadas por las autoridades con el asesoramiento científicos de sus expertos. Así, se han implantado algoritmos que permiten el análisis de millones de comentarios diarios y la censura y bloqueo de todo lo que se considere bulo y noticia falsa.
Ese es el riesgo, que el Ministerio de la Verdad cuando funcione se convierta en una máquina de censurar que transforma a los expertos, científicos y políticos en sacerdotes de una nueva religión, la religión de la ciencia, en que se considere pecado y anatema todo lo que ponga en cuestión las normas establecidas.
Se declara bulo y falsa noticia todo lo que discrepe de las normas establecidas, políticas, científicas, epidemiológicas y virológicas, especialmente si proceden del “margen”, o incluso del mismo núcleo duro “verdadero” sin son de dudosa fe. La declaración de anatema se hace desde una inmensa suficiencia (a)moral pues anatema es la condena moral, prohibición o persecución que se hace de una persona o de una cosa (actitud, ideología, etc.) que se considera perjudicial.
Un ejemplo de censura por Twitter
La hidroxicloroquina fue tratamiento universal durante los primeros meses de la covid19, y millones de personas lo recibieron de rutina.
Nunca hubo ningún fundamento científico para su uso, y las agencias oficiales de medicamentos estuvieron en contra, destacando además sus efectos adversos. Por ejemplo, en abril de 2020 la Agencia Española del Medicamento decía literalmente sobre hidroxicloroquina y cloroquina: “Actualmente ningún ensayo clínico controlado y aleatorizado ha demostrado la eficacia de estos medicamentos para el tratamiento de pacientes con COVID-19” al tiempo que destacaba sus importantes efectos adversos como alteraciones del ritmo cardíaco (más probables si además se emplea azitromicina) y trastornos neuropsiquiátricos graves (5).
Sin embargo, los médicos y los protocolos sanitarios recomendaron el uso de la hidroxicloroquina y de otros muchos tratamientos de probada ineficacia y con efectos adversos graves (6).
Pues bien, son muchas las publicaciones científicas que han demostrado empíricamente tales daños, por ejemplo mentales (suicidios incluidos) por el uso innecesario de la hidroxicloroquina. Así, en octubre de 2020 con la base de datos VigiBase de efectos adversos de medicamentos de la Organización Mundial de la Salud (7).
Los mismos resultados, suicidios incluidos, se publicaban en un estudio español de farmacéuticos hospitalarios liderados por el del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, titulado: «Sospechas de ideación suicida y alucinaciones atribuibles a hidroxicloroquina en el tratamiento de la enfermedad por Coronavirus-19», publicado en julio de 2021 en la Revista de la OFIL (Revista de la Organización de Farmacéuticos Iberolatinoamericanos) (8).
Difundí en Twitter, Facebook y Linkedin este artículo español el 12 de julio de 2021, lunes, literalmente con su título:
‘Sospechas de ideación suicida y alucinaciones atribuibles a hidroxicloroquina en el tratamiento de la covid19’ https://www.ilaphar.org/sospechas-de-ideacion-suicida-y-aluc inaciones-atribuibles-a-hidroxicloroquina-en-el-tratamientode-la-enfermedad-por-coronavirus-19/
De inmediato Twitter bloqueó mi cuenta por: “Incumplir la política relativa a divulgar información engañosa y potencialmente perjudicial en relación con la COVID-19”.
“Para restablecer la cuenta tenía que eliminar ese comentario, o apelar la decisión”. El martes 13 de julio apelé, recibí acuse de recibo, y hasta hoy, sin respuesta.
Twitter me escribió: “Hola Recibimos tu solicitud de apelación. Nuestro equipo de soporte revisará la información que proporcionaste en relación con tu apelación. Te responderemos por correo electrónico lo antes posible. Ten en cuenta que, mientras revisamos tu apelación, no podrás acceder a tu cuenta de Twitter. Si lo prefieres, puedes optar por cancelar tu solicitud de apelación y corregir los incumplimientos. Para ello, ve a Twitter y sigue las instrucciones que aparecen en pantalla para restablecer toda la funcionalidad de tu cuenta. Gracias, Twitter”.
Ni Facebook ni Linkedin han dicho/hecho nada al respecto, y en esas dos Redes sigo participando con normalidad.
Síntesis
Twitter considera que la difusión de un artículo científico español con datos de la práctica clínica sobre graves efectos adversos psiquiátricos (suicidios incluidos) de la hidroxicloroquina es información engañosa y potencialmente perjudicial en relación con la covid19.
Es decir, la ciencia crea monstruos al convertirse en religión y la censura en Twitter llega a extremos que ni en la novela “1984”. No pienso eliminar ese comentario que me parece relevante para médicos honrados y para pacientes necesitados de tratamiento.
Es hora de reconocer el error del uso de la hidroxicloroquina en el tratamiento de la covid19, de pedir perdón, de reparar el daño en lo que se pueda y de tomar medidas para que no se repita. Twitter está en la dirección opuesta.
*Juan Gérvas, médico general rural jubilado, Equipo CESCA, Madrid, España jjgervas@gmail.com www.equipocesca.org @JuanGrvas
Bibliografía:
1.- Una Breve Guía de la Historia de las «Noticias Falsas» y la Desinformación: Un Nuevo Módulo de Aprendizaje por ICFJ https://www.icfj.org/news/una-breve-guia-de-la-historia-de-las-noticias-falsas-y-la-desinformacion-un-nuevo-modulo-de
2.- Fake News. La verdad de las noticias falsas. Plataforma Editorial, Barcelona, 2018 https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7862262
3.- Index librorum prohibitorum https://es.wikipedia.org/wiki/Index_librorum_prohibitorum
4.- Alerta de periodistas y medios españoles por el “Ministerio de la Verdad” que impulsa el gobierno para combatir las “fake news” https://www.infobae.com/america/mundo/2020/11/15/alerta-de-p eriodistas-y-medios-espanoles-por-el-ministerio-de-laverdad-que-impulsa-el-gobierno-para-combatir-las-fake-news/
5.- Cloroquina/Hidroxicloroquina: precauciones y vigilancia de posibles reacciones adversas en pacientes con COVID-19 https://www.aemps.gob.es/informa/notasinformativas/medicamen tosusohumano-3/seguridad-1/2020-seguridad-1/cloroquinahidroxicloroquina-precauciones-y-vigilancia-de-posiblesreacciones-adversas-en-pacientes-con-covid-19/
6.- Los médicos como peligro mortal. Covid19 tratada con hidroxicloroquina, azitromicina, etc https://www.actasanitaria.com/los-medicos-como-peligro-morta l-covid19-tratado-con-remdesivir-hidroxicloroquinaazitromicina-etc/
7.- Psychiatric Disorders and Hydroxychloroquine for Coronavirus Disease 2019 (COVID-19): A VigiBase Study https://link.springer.com/article/10.1007/s40264-020-01013-3
8.- Sospechas de ideación suicida y alucinaciones atribuibles a hidroxicloroquina en el tratamiento de la enfermedad por Coronavirus-19 https://www.ilaphar.org/sospechas-de-ideacion-suicida-y-aluc inaciones-atribuibles-a-hidroxicloroquina-en-el-tratamientode-la-enfermedad-por-coronavirus-19
fuente: http://www.juanirigoyen.es/2021/07/juan-gervas-y-el-espectro-del.html