¿Qué es hiperstición? Hiperstición es un acrónimo entre “superstición” e “hiper”, donde el relato hipersticioso supera su condición de imaginación y desde la ficción se convierte en real. Es, pues, una idea performativa que provoca su propia realidad, una ficción que crea el futuro que predice.
Por Juan Gérvas*
16-12-2021
Se refiere al fenómeno por el cual un conjunto de creencias, representaciones y construcciones narrativas imaginarias se hacen reales (“se producen vínculos causales entre el campo semiótico de la ficción y el terreno efectivo de la realidad”).
El efecto Pigmalión
El efecto Pigmalión, el impacto de las expectativas positivas. Por ejemplo, se seleccionan al azar unos niños en una clase y se le comunica al maestro que esos niños son excepcionales. Al cabo del curso tales niños realmente estarán por encima de la media pues se produce un cambio de conductas docentes, de estímulos y premios, que lleva a conseguir una media por encima de la esperada sin la hiperstición.
El efecto Golem
El efecto Golem, el impacto de las expectativas negativas. Por ejemplo, en una clase de niños se les separa en dos grupos, el de ojos azules al que se considera más inteligentes y educados, y el de los ojos marrones y de otros colores, a los que se considera torpes y brutos (y se les señala poniéndoles un brazalete marrón). En poco tiempo los niños de ojos no azules rinden menos académicamente, aunque previamente fueran de los mejores (y los de ojos azules desarrollan superioridad moral para discriminar, incluso violentamente, a todos los demás).
El diagnóstico médico como hiperstición. También la Medicina Basada en la Evidencia (en Pruebas) como hiperstición
El diagnóstico médico puede ser una hiperstición que, siendo falsedad presente, su simple enunciado cambie el futuro de forma que finalmente sea cierto.
Así, si un desempleado ha perdido el ánimo y está preocupado por su situación de pérdida de trabajo y consulta con su médico puede ser etiquetado como deprimido. Si le prescribe un psicofármaco, en lugar de recomendarle un sindicato, en el futuro será fácil que dicho paciente acabe con una verdadera depresión y “enganchado” a los psicofármacos y/o terapias psi.
En una situación todavía más esperpéntica, quizà más allá de la hiperstición, el médico puede llegar a utilizar los diagnósticos para justificar sus previas decisiones terapéuticas, como se ha demostrado respecto al uso de antibióticos en el dolor de garganta.
El médico utiliza el diagnóstico de “amigdalitis” si ha decidido emplear antibióticos, lo cual puede depender, como también se demostró, del contexto, como la ansiedad de la madre tratada con medicamentos. Así, una madre tratada con psicofármacos se asocia a un niño con dolor de garganta tratado con antibióticos y diagnosticado de “amigdalitis” para justificar la medicación.
Podemos ver, también, el movimiento de Medicina Basada en la Evidencia (en Pruebas) como la promoción hipersticiosa de ilusiones vendidas, literalmente, a través de los ensayos clínicos, una forma pseudocientífica de promoción comercial de medicamentos y técnicas médicas.
Así, en medio siglo de existencia formal de la Medicina Basada en la Evidencia, no se ha demostrado su impacto en la salud de los pacientes y poblaciones, pese a su aplicación constante y creciente a través de guías de práctica clínica, algoritmos y protocolos.
Las verdades que promociona la Medicina Basada en la Evidencia se transforman en hechos diarios, pero sin lograr cambios beneficiosos en quienes sufren, sólo mejoras en los dividendos de los accionistas de las empresas. Es, pues, una hiperstición que causa graves daños.
La estructura social como hiperstición
Gran hiperstición es la existencia del propio Estado, creación política que se impone como realidad opresiva por su aceptación generalizada.
La sociedad se estructura de determinada forma y ello implica generar un futuro posible y convertir en improbables los futuros alternativos, hasta hacerlos imposibles en muchos casos al segar las ideas y las vidas (incluso) de quienes osan enfrentarse a “lo inevitable” de la hiperstición.
Sirvan de ejemplo de denuncia de esta “predestinación” los determinantes sociales de la salud que impactan de tal manera que podemos decir que la mala salud se hereda, al tiempo que la pobreza. Así, en España, el lugar de los apellidos en el siglo XIX explica más del 30% del lugar social de los tataranietos en el siglo XXI, casi doscientos años después.
En mucho, tal hiperstición se mezcla con la expropiación de la salud y con la prevención sin límites, con la biopolítica, cuya mejor expresión es la inyección de vacunas de bajo/nulo valor, la biometría (percentiles y demás) y el control del cuerpo y de la sexualidad de las mujeres.
El dinero
El dinero es una ficción de hoy que crea la realidad de mañana. Es decir, el dinero no es nada más que una especie de hiperstición en la que estamos de acuerdo todos y por ello permite modificar el futuro. El dinero es una “realidad” sino una hiperstición que se torna válida únicamente por nuestra aceptación tácita de su valor, meramente ideal, supersticiosa en cierta forma.
No sería la primera vez que se cambia artificialmente el valor del dinero, y no te sirve de nada. Por ejemplo el dinero de la República de España, cuando se acabó la Guerra Civil con el triunfo de los golpistas. O el dinero en Argentina, con el “corralito”. Etc.
¿Podríamos utilizar ideas como las de Tomás Moro en “Utopía” y volver ridículo el dinero y sus posibilidades para cambiar los valores sociales?
Podríamos sí. Para Tomás Moro el dinero es «Esa bestia infernal que se introduce en los corazones de los hombres y les impide seguir el recto camino de la vida; está tan enraizada en los pechos humanos que no puede ya ser arrancada.»
Volver ridículo el dinero, y en general la propiedad, sería un ejercicio de hiperstición en contra de los valores capitalistas hipersticiosos que gobiernan nuestro presente y nuestro futuro.
De hecho la acción colectiva performativa busca eso, el cambio del futuro mediante su enunciación presente. Tomás Moro imaginó un mundo en que se trabajara seis horas, y esa hiperstición ha servido de referente transformador.
“Todo lo que puede ser imaginado es real”
Ya lo dijo Alfred Hitchcock: «Hay algo más importante que la lógica: es la imaginación». Lo corroboró Pablo Picasso: “Todo lo que puede ser imaginado es real”.
La diferencia entre la ficción y la realidad es la hiperstición, que transforma la primera en la segunda. Tenemos que ser capaces de imaginar alternativas y utopías porque de esa manera modelamos el futuro. Se trata de desarticular la “verdad única” que nos encorseta y modela el futuro en nuestra contra.
La propaganda política, científica y/o la fe religiosa requieren una creencia que puede llegar a ser impuesta por la fuerza y transformarse en hiperstición, en una realidad forzada que adquiere tal solidez social que no creer en la idea política, en la propuesta científica o en el credo sagrado significa convertirse en anti-sistema, terraplanista o hereje.
Por ejemplo, en el caso de las vacunas covid19, debatir sobre su obligatoriedad significa convertirse en anti-vacunas pues la fuerza de la hiperstición ha convertido en verdad “las vacunas son la solución” y transforma en apestados a quienes dudan y/o se oponen.
La pandemia covid19 ha generado condiciones favorables para que el poder del capitalismo imagine futuros inmediatos y nos aboque a ellos con sus hipersticiones (que se transforman en las únicas alternativas posibles, y de facto en las únicas opciones).
El miedo a la incertidumbre, y el miedo a la enfermedad favorecen el control de las masas y el cumplimiento profético de las hipersticiones.
¡Esto enlaza con aquello del 68 de “la imaginación al poder”!
Sí, en cierta forma. La imaginación es la política por otros medios. Tiene poder transformador de la realidad la imaginación de ideas y mundos performativos, fuera de la única verdad.
Así, en la respuesta a la pandemia covid19 el capitalismo ha llevado las de ganar porque ha tenido gran poder de hiperstición, ha establecido ideas performativas, ideas teóricas de hoy que se transforman en realidades mañana, como el control digital (introducido a través del certificado covid19 y los códigos QR, Quick Response code, «código de respuesta rápida», una especie de código de barras evolucionado).
Si, exacto. Por ejemplo, ha sido hiperstición la idea de que de la pandemia sólo se salía con la vacunación. Tal idea es falsa pero performativa y ha logrado convertirse en cierta sólo porque la hemos aceptado como “verdad única” que está llevando a aceptar la tercera dosis (y quizá cuarta y siguientes) y la posibilidad de imponer obligatoriamente la vacunación covid19, como en Alemania, Austria y Francia.
Es decir, las industrias y sus políticos (y expertos) se han negado a aplicar políticas inteligentes que han controlado la pandemia antes de tener vacunas, como en Cuba, Japón, Taiwán y Vietnám. Se han negado a aplicar vacunas “sociales” y políticas solidarias.
Esta negativa ha sido implícita pues han logrado convencernos de que era imposible, de que la única solución eran las vacunas. Por consecuencia se cumple la hiperstición y aquí estamos, deseando que todo el mundo se vacune para volver a la normalidad (en Baleares, por ejemplo, Salud Pública ha pedido activismo guerrillero contra los no vacunados, a los que pronto veremos lapidados).
Es la vacuna “sí o sí” y ni siquiera se comentan otras cuestiones simples, como fomentar la afiliación a sindicatos entre los profesionales sanitarios. Por ejemplo, en Nueva York se demostró el impacto en menor infección y mortalidad covid19 en ancianos en asilos al aumentar el grado de implantación de los sindicatos.
Es muy anormal la nueva normalidad que nos proponen como hiperstición (esperando que se transforme en realidad)
La nueva normalidad es muy anormal ya que se limitan derechos humanos básicos, y la propia vida social a los no vacunados, al exigir el certificado covid19, que ni se justifica científicamente ni cumple con la ética y sólo se explica por el cumplimiento de la hiperstición (de las grandes industrias farmacéuticas, tecnológicas, de ventas/formación a distancia, de distribución y otras) que nos lleva a un control social digital.
Además, se facilita la creación de grandes bases de datos sobre los movimientos de los ciudadanos al no existir instrucciones, transparencia ni control suficiente del uso digital de la información generada por los certificados covid; ello significa de facto una vigilancia de masas que podría incluso ligarse a datos biométricos (identificación facial automática, por ejemplo) y a las historias clínicas electrónicas (fuente final de certificación del estado vacunal).
Todo ello incrementado la desigualdad y haciendo más ricos a los ricos. Por ejemplo, Pfizer podría sumar un beneficio de otros 33.300 millones de euroes “extra” de los contribuyentes de la Unión Europea en 2022 y 2023, al tenernos como rehenes. Se espera que en el año 2021 venda en total unos 81.000 millones de dólares.
Es el capitaloceno, el tiempo del capitalismo “de amiguetes” destructor del medio ambiente y de la solidaridad de la especie humana. Buen ejemplo es la mortalidad covid19 en los asilos (“residencias de ancianos”), en gran parte una mortalidad evitable si se hubiera contado con personal suficiente, atención médica apropiada, uso racional de medicamentos y espacio para evitar hacinamientos.
La codicia, el que unos vivan mejor, se logra a cambio de que otros mueran. Atahualpa Yunpanqui lo cantó como “Hay un asunto en la tierra/Más importante que Dios/Y es que nadie escupa sangre/Pa’ que otro viva mejor”. En el primer año de la pandemia covid19, 2020, los muertos los pusieron los pobres y los viejos hacinados en asilos al tiempo que se incrementó la riqueza del mundo en un 7%. Fueron los ricos los que la acumularon por lo que aumentó al tiempo el número de millonarios y el de millones de pobres.
De cómo la pandemia ha transformado el panorama
“Primo Levi dijo que después de Auschwitz sería raro que se volviera a dar a nivel europeo algo similar, que con ese tipo de eventos (campos de trabajo / campos de concentración) se había creado una especie de inmunidad que mínimo duraría unos 50-100 años según sus cálculos”.
Acertó por ahora respecto a Europa, pero se equivocó respecto a “Occidente” pues ya hay campos de concentración, desde noviembre de 2021 en Australia (Territorio del Norte).
La justificación actual en Australia es la misma que en la Alemania nazi: la eugenesia (la salud pública) y la pérdida de dignidad y derechos de los “desechos”. La vida corre peligro cuando la salud se convierte en el objetivo social, en una especie de religión laica.
Ahora es la “guerra” contra la pandemia la que justifica el internamiento forzoso, por el Ejército, de las personas contagiadas y sus contactos, habitualmente los pobres de los pobres (aborígenes que viven hacinados en el extra-radio de las ciudades).
Necesitamos hiperstición a tope
Sí. No es normal la nueva normalidad. Por ahora nos ganan los ricos, sus empresas y sus políticos que, con sus propuestas performativas, han impuesto una nueva normalidad que no es normal.
Para saber más:
¿Cambia el futuro las propuestas performativas del presente? Debate sobre hiperstición y pesimismo. Por Juan Gérvas & Marc Casañas
El proceso médico que expropia la salud, Ediciones Fantasma. Málaga. 2021.
https://edicionesfantasma.com/2021/12/01/el-proceso-medico
Hiperstición: cuando la ficción de hoy crea la realidad de mañana
https://www.actasanitaria.com/hipersticion-cuando-la-ficcion-de-hoy-crea-la-realidad-de-manana
Homo Tenuis de Francisco Jota-Pérez: las virtudes del Hombre Esbelto
https://www.achtungmag.com/homo-tenuis-de-francisco-jota-perez-las-virtudes-del-hombre-esbelto
Mortality rates from COVID-19 are lower in unionized nursing homes
https://www.healthaffairs.org/doi/10.1377/hlthaff.2020.01011
Nick Land
https://es.wikipedia.org/wiki/Nick_Land
Si la salud se convierte en religión, la vida corre peligro. Eugenesia y nazismo
notas:
1.- Este texto se enriqueció con los aportes en la sesión de las XXIII Jornadas Libertarias CGT-València, el 14 de diciembre de 2022.XXIII Jornadas Libertarias CGT-València. “Futuros posibles versus utopías amordazadas”. 13-17 diciembre 2021. Especialmente los aportes de Rafael Cid como ponente, y en el debate las preguntas de varias personas (Isabel-profesional sanitaria, Isabel-exprofesional sociosanitaria, Trini, Enric, Rosa y Lafur). Hay un registro en vídeo de tal sesión: https://www.youtube.com/watch?v=le4Hv0IpRsA
2.- También ha contribuido a este texto el debate organizado por NoGracias sobre la Medicina Basada en la Evidencia el 15 de diciembre de 2022. Hay un registro en vídeo de tal debate:http://www.nogracias.org/2021/12/08/tertulia-nogracias-59-segundos-la-medicina-basada-en-la-evidencia-a-debate
* Juan Gérvas, Doctor en Medicina, médico general jubilado, Equipo CESCA, Madrid, España. Ex-profesor de salud pública en la Escuela de Salud Pública de la Universidad Johns Hopkins (Estados Unidos) y Escuela Nacional de Sanidad En Telegram https://t.me/gervassalud