Poder y dinero, ¿pueden hacernos felices? Nuestro deseo constante de más es parte de nuestra naturaleza humana. ¿Cuál debería ser el límite?. Unos dicen que es un legado útil de la evolución; otros, que es un error en el programa genético. El viejo pecado capital de la codicia parece más actual que nunca. ¿Por qué algunos seres humanos no tienen nunca suficiente? ¿A dónde conduce tal desmesura? ¿Se puede romper el círculo vicioso de la satisfacción de las necesidades?
Por DW Documental
«A las personas les gusta poseer cosas, pues les da la sensación de vivir eternamente». Son palabras del psicólogo social estadounidense Sheldon Solomon, para quien el fetichismo de la mercancía y la fiebre consumista actuales son nefastos. En la era del ego, quien no consigue satisfacer sus deseos materiales, recibe el sello de «perdedor». Pero, con una población mundial de más de 7000 millones de personas, las consecuencias del consumo de recursos desmedido son manifiestas. ¿El estado deplorable de nuestro planeta no demuestra que el «programa de la codicia», que nos ha hecho adictos a la propiedad, al estatus y al poder, toca a su fin? O, ¿es la sed de poseer un ingrediente inseparable de la naturaleza humana? Indagamos en la esencia de la codicia. Y les contamos las historias de personas, que, de forma activa, como víctimas o consumidores desenfrenados, son partes integrantes de un paulatino cambio de valores.
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«Deseo, codicia y la presión permanente que tanto malestar y agresividad conllevan son para la filosofía budista el estado resultante de una persona que constantemente quiere ver algo que no es verdad». Jetsün Khandro Rinpoche
«Hablamos de tres verdades fundamentales: la primera es que las cosas son transitorias, la segunda; el principio fundamental de todo, es el vacío, la vacuidad. Pero desarrollamos algo en nosotros que nos hace olvidar lo anterior, intentamos hacer las cosas permanentes y esa lucha genera la tercera verdad: el sufrimiento, porque empezamos a aferrarnos a lo material. En el fondo hacemos constantemente cosas para reafirmar nuestro impulso de inmortalidad, de seguir viviendo y de no tener que cambiar nada. Y esa lucha permanente provoca muchas neurosis de las cuales la más grave es la codicia». Jetsün Khandro Rinpoche
introducción al documental: https://www.documentales-online.com/poder-dinero-y-felicidad-codicia