Todos sabemos que hay personas, sobre todo mujeres, que viven siempre ocupándose y preocupándose por los demás (familia, pareja, cuestiones sociales, animales…). Personas que se embarcan en todo tipo de cruzadas y por lo que, en principio, podrían parecer admirables, pero que, vistas con ojos psicodinámicos, no lo son. Por eso las llamamos «salvadoras». Porque se trata de neuróticos/as afectados por una especie de «síndrome del salvador».
Por Olga Pujadas