«El cerebro humano es un órgano sorprendente como productor de consensos. La aparición inteligente de mitos unificadores que finalmente degeneran en vulgares supersticiones, resulta algo asombroso ante los ojos de cualquier mirada atenta y perspicaz. Resulta llamativo que se tome por cierto todo aquello que precisamente constituye el sistema más fuerte de creencias y mitologías actual, lo que gira en torno a la tecnología y a la Ciencia, entendida ésta cómo mito y no como disciplina del conocimiento». Atanasio Noriega*