«Los abrazos y el cuidar de nuestros mayores nunca han puesto en peligro la vida de nadie. Todo lo contrario: forma parte de la vida misma y nos mantienen vivos. Y una sociedad adulta y responsable nunca usa a los niños como parapeto para proteger a los demás, somos los demás quienes tenemos que proteger a los niños de intervenciones innecesarias.
Y lo de acabar con el virus es la definición de un objetivo imposible que hace que empieces a perder una guerra desde el primer minuto en el que fijaste éste como tu objetivo (siguiendo la terminología belicista habitual de quienes nos dirigen). Los virus respiratorios han producido pandemias desde que el mundo es mundo. Y estamos aquí como especie no gracias a nuestra inteligencia ni a nuestra fuerza sino a nuestro sistema inmunitario perfeccionado por una evolución de millones de años». Juan Simó*