Por raas
raas@riseup.net
24-03-2007
Yo, el dueño del mundo
decido desde ahora
y para siempre
que la tragedia será
pan y castigo, escasez y desolación;
que los peces, los mares
las plantas y la gente serán
extintos a mi anotojo.
Trabajarán para mi a destajo,
y los que sobren
desaparecerán por obra
y gracia de mis ejecutores:
los gobiernos del mundo.
Yo, el camaleón azul, verde,
rojo, marrón o amarillo
comandaré, como un viento negro y frío
el trabajo, mi espada favorita,
con su brillo esencial que
tragará mujeres y hombres,
agua, plata, oro, bosques,
sal, tierra, seda y bronce
mandaré a plantar cercos
y brutos seres con
bastones, botas y soberbia
les obsequiaré miseria legal
a cambio de todo;
su espíritu y voluntad.
Yo y solo yo seré rey y amo;
donde haya esperanza e ideas
esparciré opresión, silencio y paz,
con prensa, con astucia,
con garrote y seguidores fieles
agotaré y exprimiré todo lo
que a mi alcance esté.
Mi nombre es uno y todos
ascendí al trono de las mentes
para catapultarme al castillo
del odio y la amenaza.
Los que dictan leyes serán
mis intérpretes, los generales
mis marionetas; mi idioma
es universal y la pobreza,
mi salvación eterna.
Estoy sin ser, palpito sin latir
y muerdo sin dientes.
Oh, yo soy religión y obediencia
fantoche que camina observando.
Yo, el monstruo más temible,
estaré en todas partes;
habrá templos en mi nombre
donde la gente luchará y luchará
y yo siempre venceré…
Soy el verdugo y la cárcel,
la escuela y el banco,
el orden y el caos:
yo, el cementerio volátil.
No habrá sobre este mundo
Carta Magna que no me contemple
seré espurio y contagioso
senil y competitivo
confundiré a locos y sabios
trabajarán para mi,
matarán por mi, con la ciencia
motorizaré el gran plan.
No existirá lugar donde
no hablen de mi.
Las mujeres parirán
para darme más poder.
Yo, soy número y eficacia
control y matanza
suicidio y bonanza
ilusión y progreso.
Se elogiará la paz
a través de la guerra,
se firmarán pactos
que romperán para mi,
por propia decisión.
Yo fabrico armamento
y ofrezco libre albedrío.
Yo gobernaré con sangre
por los siglos de los siglos
y todos gritarán
a coro mi sinfonía, sin tregua.
No tengo secretos
porque lo oculto me pertenece,
las ánimas serán mi advertencia,
el desierto mi testigo,
el tiempo mi aliado.
La jerarquía daré para engañar
a idiotas y guerrilleros:
mi pirámide de cristal líquido
seducirá por doquier.
Hágase mi voluntad
porque yo seré grande y papel,
tintura y fábrica
omnívoro y terrestre.
No existo más allá del mundo,
no tengo terrenos en Marte,
mi poder es inerte en Júpiter,
pero aquí seré fuego, terremoto y agua…
No hay nada, yo seré todo.