Hoy amanecimos con una de las noticias más importantes del mundo, de los últimos 62 años, desde la creación del Estado de Israel:
“El ministro Olmert anunció al mundo que el ejército de Israel no matará palestinos durante 3 horas por día, debido a los humanitarios esfuerzos de los presidentes Sarkozi, de Francia, y Mubarak, de Egipto. Y, también por un generoso y compasivo pedido del nuevo presidente de EE.UU., Barak Obama, quien ha mostrado así su preocupación por lo que pasa en el Medio Oriente. La medida fue tomada por decisión unánime del gabinete israelí, luego de las plegarias matutinas elevadas al dios de la guerra, Jehová, en agradecimiento por la protección de su ejército.”
La noticia ha sorprendido al mundo y en todas las calles de las capitales de Europa, EE.UU., América latina, Africa y Asia, ha habido manifestaciones de alegría y agradecimiento al gobierno del Estado de Israel, por haber decidido que, durante 3 horas por día, su ejército no matará a palestinos menores de 10 años, los cuales recibirán, en esas horas ayuda humanitaria.
La ayuda humanitaria fue decidida por los presidentes Sarkozi y Mubarak, a quienes dio su total apoyo el electo presidente de EE.UU., Barak Obama, y se cumplirá estrictamente durante todos los días que dure la invasión israelí.
El Estado de Israel se compromete a no matar a todos los palestinos, porque en tal caso no podría haber ayuda humanitaria. Todos los niños menores de 10 años, serán selectivamente excluidos de las bombas de racimo y de fósforo, que, inteligentemente dirigidas por los expertos y técnicos israelíes desde Tel Aviv, los dejarán indemnes.
Los comandantes darán órdenes a los oficiales que dirigen las tropas de asalto del ejército invasor y los comprometerán a cuidar de que sus soldados no maten a los niños menores de 10 años, para que pueda concretarse la ayuda humanitaria. En esas tres horas, un contingente de europeos, egipcios y estadounidenses, acompañados y supervisados por el ejército israelí, hará entrega de un pan, un caramelo y una coca cola a cada niño palestino menor de 10 años.
La prensa mundial debe informar que esas donaciones fueron realizadas por generosas empresas estadounidenses y europeas de dueños de confesión judía, y cuyo objetivo e interés es cuidar la salud de los niños palestinos menores de 10 años.
Además, se le entregará, en ese intervalo, a cada niño menor de 10 años, un juguete con la figura de Santa Claus, para que los niños palestinos sepan de la generosidad del Santa, y olviden al terrorista de Jesús de Nazaret, de quien, en las escuelas palestinas se enseñan sus ideas subversivas, como esa de que cuando les pegan en una mejilla deben poner la otra.
Debe saberse que los juguetes Santa Claus han sido donados también por empresas estadounidenses y europeas, cuyos dueños son de confesión judía. Eso sí, en señal de agradecimiento por tan generosa actitud, cada niño palestino deberá besar la mano del soldado israelí que acompaña al donante, europeo, egipcio o estadounidense, y volver al lugar de la fila que le correspondía antes de recibir el regalo.
Este maravilloso plan de ayuda humanitaria permitirá al menos, eliminar al grupo terrorista, y los niños que sobrevivan a la invasión, puesto que no deben descartarse los efectos colaterales de las bombas de fósforo y de racimo, podrán luego volver a sus escuelas, donde maestras y maestros israelíes les enseñarán hebreo, francés e inglés, para poder incorporarlos al mundo civilizado de Occidente.
Y el generoso plan de ayuda humanitaria incluye becas en dólares, euros y shekels, que serán entregadas a los alumnos más aventajados para que puedan continuar sus estudios de postgrado en Tel Aviv, El Cairo, París y Washington.
Estas consignas generosas de solidaridad con los niños palestinos menores de 10 años han sido publicadas en todos los diarios del mundo, y transmitidas por todas las radios y, además, los televisores muestran la reunión realizada en El Cairo, donde los presidentes, luego de afanosas conversaciones lograron la aprobación del plan de ayuda humanitaria.
Las madres palestinas, aprovechando las tres horas de tregua en las que no se matará a ningún palestino, han prometido salir a las calles de las ciudades y aldeas de la Franja de Gaza, en aquellas en las que se pueda caminar sin pisar una bomba de racimo, para agradecer a los presidentes Mubarak, Sarkozí y Obama, y también al primer ministro israelí, Olmert, por tan generoso plan de ayuda humanitaria.
Estas noticias maravillosas fueron el eje de todos los noticieros del mundo y los periodistas y los comentaristas de la invasión israelí a la Franja de Gaza, solicitaron un fuerte aplauso de agradecimiento a los presidentes que lograron semejante éxito:
No se matarán niños palestinos menores de 10 años, durante 3 horas por día mientras dure la invasión.
De lo que no se informó es cuando terminará la invasión y, se exige que, en la información que se difunda debe decirse que es una guerra entre la organización terrorista Hamas y el ejército regular del Estado de Israel, y no una invasión israelí. Le está totalmente prohibido a la prensa mundial hablar de invasión israelí.
Saad Chedid