Aunque no lo creas, en los tiempos del abuelo, muchas personas torturaban a los canarios encerrándolos en pequeñas jaulas que colgaban en sus propias casas. Otros mataban a piedrazos a los pajaritos, tirándoles con una honda, porque sí, por desprecio, simplemente. Claro que en la misma época, los chicos jugaban libres y sin temor con sus pelotas y bicicletas en las calles de los barrios que parecían el patio común de todos los vecinos.
Eso era antes, mucho antes de nuestros tiempos, en que respetamos y cuidamos a los pájaros que ahora se mueven entre nosotros libres y sin temor, mientras algunos encierran a los chicos en las jaulas de sus propias casas, sin bicicletas ni patios y hay quienes los matan en las calles de los barrios, porque sí , por desprecio, simplemente.
Walter Rago
fuente: revista futuros nº 13
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