“El hombre es llamado un animal racional, pero está dando su raciocinio para fomentar sus propensiones animales en vez de buscar liberarse de esa situación desgraciada”. A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada
¿Libertad & alcohol? (¿pueden estar en la misma frase estas dos palabras?)
Por Crimethinc
Éxtasis o intoxicación:
“Herido, roto, botado, sobrecargado, arruinado, perdido, fracturado, explotado, maltratado, bombardeado… Cada quien tiene descripciones de muchas cosas usando cientos de palabras; nosotros también tenemos cientos de palabras para describir un borracho”
“Perpetuamos nuestra propia cultura de la derrota”.
Estoy seguro que muchos rostros en este momento estarán fruncidos preguntándose ¿Qué hacen para la diversión? ¿Acaso está mal buscar relajarnos y tener un buen rato en parte de nuestras vidas? además nos difaman por que nos preocupamos en divertirnos.
No nos entienda mal: no estamos en contra de la diversión y la vida, sino a favor de ella. Estamos a favor de desarrollar un gusto superior, ¡Entonces no estamos en contra de la embriaguez, sino en contra de la bebida y a lo que nos lleva! Para los que abracen a la bebida como ruta a la embriaguez, también abrasaran el engaño en su vida apartándola de un verdadero encantamiento. No descartamos el baile, la risa, el romance, la música, pero artificialmente intervenida para nosotros no tiene mucho sentido.
La bebida, como la cafeína o el azúcar en el cuerpo, sólo juega un papel importante en la vida si usted proporciona en ella tal importancia. La mujer que nunca bebe el café no requiere de ello, ya que por la mañana cuando ella despierta, su cuerpo produce la energía y su propio enfoque, tal como la naturaleza durante miles de años lo ha hecho. Si ella bebe café con regularidad, pronto su cuerpo deja al café asumir aquel papel, y ella se hace dependiente a el. Así el alcohol artificialmente asegura momentos temporales de relajación y de pseudo liberación, empobreciendo la vida de todo lo que sobriamente podría sentir al sinceramente descansar, estar alegre, relajado y sentirse realmente libre.
Si alguna gente sobria en esta sociedad no parece tan inspirada y no explora sus emociones e ideales, ése es un accidente mero de la cultura, es una mera evidencia circunstancial. No nos confunda con las personas que al despreciar el alcohol desprecian todo lo bello de la vida, sumidos en una profunda auto-dogmatizacion, aquellos que agotan y le acaban al mundo toda magia quitándole la importancia a las cosas sencillas de la vida tal como un amanecer, un hermoso prado o bosque que no sean propiedad privada e incluso al hecho de defender un ideal de vida que no esté sujeto a los mezquinos intereses del mercado tales como: capitalismo, jerarquía y miseria, que ayudan a mantener la única diferencia, es que ellos auto-renuncian a esa falsa magia y al genio de la botella que perturba los corazones. Pero otras personas “cuerdas y sobrias”, orientan su vida en descubrir mejor el encanto y el éxtasis, la abundancia y la plenitud, fijándose bastante en su entorno. Para nosotros la vida es una celebración constante, es esa celebración que no necesita ningún aumento de drogas, de sustancias psicoactivas y en la cual no necesitamos ningún horario para sentirnos libres.
El alcohol, como el Prozac y el resto de las medicinas para el “control de la mente” (mente-control) que actualmente aumentan los ingresos monetarios del “gran hermano” (corporaciones, estados, etc.), solo sustituyen el tratamiento sintomático para la curación; en otras palabras, quitan el dolor de una existencia embotada y monótona, eso solo por algunas horas (en el mejor de los casos), haciéndolo dos veces más intenso, creando una notable dependencia, la dependencia al egoísmo y la pérdida de tiempo. No sólo sustituye las acciones positivas que surgirían del tratamiento de las causas originales de nuestras dependencias y frustraciones, si no que previene el hecho de que nuestra mente reaccione y use nuestra energía en la realización de proyectos que harían que cada vez fuera más evidente nuestra razón al proponer una vida libre de intoxicación.
Cada vez más lento nos recuperamos del estado de emborrachamiento.
Así como el turismo de la época de vacaciones, la bebida es una válvula de presión que afloja la tensión mientras que mantiene al sistema que la crea.
En esta cultura de apretar el botón, nos hemos acostumbrado a concebirnos como simples maquinas para ser manejadas: agregar la sustancia química apropiada a la ecuación para conseguir el resultado deseado.
En nuestra búsqueda de la salud, la felicidad, el significado de vida, funcionamos a partir de constantes medicamentos: Viagra, vitamina C, vodka etc., en vez de acercarnos a nuestras vidas, nuestro entorno y a observar la dirección de nuestros problemas desde sus raíces sociales y económicas.
Esta actitud orientada por los productos es el fundamento de nuestra sociedad de consumo y de alienación: ¡Sin consumir productos, no podemos vivir! Intentamos comprar la relajación, la comunidad, la seguridad en sí mismo, ¡ahora incluso el éxtasis viene en una píldora!
Queremos el éxtasis como un modo de vivir, no como un envenenamiento en el hígado producido por el alcohol diario.
“La Vida es Beber, Emborráchate” es la esencia del argumento que entra en nuestros oídos por las lenguas de nuestros amos y luego pasa a nuestras propias bocas babeando, y pronunciando mal las palabras (por causa de la droga), perpetuando cualquiera de las verdades fortuitas e innecesarias a las que nos referimos, nuestro argumento es: en total estado de adormecimiento neuronal (un bonito concepto para decir: completamente idiotizado) repetimos motivados por un extraño orgullo: ¡no nos caemos, seguimos por más, en busca de más, totalmente domesticados!
¡Contra la embriaguez inmadura y por la embriaguez del éxtasis consciente, libre de sustancias! ¡Ignorar las tiendas de licores, y sustituirlas por patios para disfrutar la vida en naturaleza!
¡Para una sobriedad festiva y por una vida lúcida llena de éxtasis!
Rebelión falsa
Prácticamente cada niño en la establecida sociedad Occidental crece con la visión del alcohol como “La fruta prohibida” que complace a sus padres o adultos, pero que a la vez se le niegan. Esta prohibición sólo hace que la bebida sea más fascinante a los ojos de la gente joven, y cuando ellos consiguen la oportunidad, inmediatamente afirman su independencia al hacer exactamente lo que les decían que no hicieran: irónicamente, la juventud se rebela haciendo exactamente lo que sus acartonados padres siempre hicieron y de esta manera perpetra el juego del sistema de domesticación humana. ¡Tómalo como un juego pero para nosotros, no lo es!
Este patrón hipócrita es estándar para cualquier niño en esta sociedad y trabaja para reproducir un número de comportamientos destructivos; no olvides que si alguien no se comporta así, sería agresivamente rechazado por sus compañeros de generación.
Esta falsa moralidad se ve reflejada incluso en las tradiciones religiosas de los bebedores, un discurso santurrón disfrazado de una vida de permitidos desenfrenos por supuesto artificiales y vacios generados por una sustancia química dando vueltas en tu organismo.
Esta moralidad se refleja también en los hijos de los bebedores que pierden todo respeto por lo hermoso y natural, sumergidos en la idea de que un par de oraciones en domingo y unas monedas en la bolsa de limosnas solucionaran cualquier situación desagradable producida por el efecto de la sustancia, de cualquier manera: ¡No recuerdo lo que paso anoche…!
Los tristes rituales alcohólicos parecen divertidos ¿pero en realidad existe una necesidad de hacerlos? No es una austeridad rígida, más bien abogamos al sentido común, tan escaso en nuestros días. No somos amargados, estamos proponiendo una “sobriedad extática” que combata la monotonía melancólica de un mundo acabado por sustancias antinaturales y el cansancio constante del emborrachamiento.
El falso placer, al igual que la falsa auto-represión son análogos a las corrientes de vida que enfrentan la falsa libertad ofrecida por el capitalismo desmedido y la falsa comunidad ofrecida por el comunismo monarquista.
Pocas fuerzas interfieren con nuestra comunicación como lo hace el alcohol. En esta cultura de la negación, se nos anima a utilizar el alcohol como un lubricante social para ayudarnos a deslizarnos más allá de nuestras inhibiciones; muy a menudo, esto significa simplemente la negligencia de nuestros propios miedos y cicatrices psicológicas las cuales no podemos ocultar.
¿Cuán peligroso es ese alguien que esta borracho? Se es imprudente e incoherente.
Si habláramos sobre los géneros nos daríamos cuenta del papel que el licor ha jugado en el dinamismo del establecimiento del parámetro patriarcal en la civilización, por ejemplo ¿En cuántas familias el alcoholismo ha ayudado que exista una distribución desigual de la energía y de la presión? Creo que en muchas, incluso podríamos afirmar que la fomenta.
La autodestrucción del hombre borracho, se incrementa por tratar de sobrevivir a los horrores del sistema de producción y consumo al cual estamos tan encadenados; el fenómeno del alcoholismo impone aún más carga a la mujer, quien a causa de esto asume el mantener de alguna manera a la familia unida a menudo soportando en la mente y/o en el cuerpo una violencia constante.
Y a propósito de dinámica…
La tiranía de la apatía
Cada proyecto, cada sueño o idealismo animado a manifestarse ha sido arruinado o casi arruinado por el alcohol. Tú estableces un colectivo, un ideal conjunto, una comunidad, viviendo la situación diaria y luego unos cuantos empiezan a beber, después, aun el hacer las tareas básicas es tan complicado y es notable como nos vamos quedando atrás; sin hablar de lo difícil que es mantener una actitud de respeto. Notamos profundas depresiones, motivadas por el efecto secundario de la ingesta de licor, así, ¿cómo vamos a pensar que existe algo mejor que el sistema establecido el cual cada día nos enajena? Queremos mostrar en nuestros diferentes movimientos algo motivante que las personas digan ¡existe algo mejor! … algo muy difícil de decir si estas rodeado constantemente de vidrios rotos, con ese sonido casi metálico, asfixiante que hace que perdamos el tiempo, cada minuto va contra nosotros; ya que las personas, los animales, la tierra, todos nosotros sufrimos a diario las consecuencias de este mundo que explota y que es cada instante tan explotado.
Se dice que cuando el renombrado autor Oscar Wilde oyó por primera vez el viejo lema, “si es humillante ser gobernado, cuanto más humillante es elegir las reglas”, él Respondido: “si es humillante escoger sus amos, ¡humillante es querer ser el amo de alguien!” Él pensó esto como una crítica de las jerarquías dentro de uno mismo, así como el estado democrático; tristemente, su chiste podría ser aplicado literalmente a algunas de nuestras tentativas en la creación de actitudes y de situaciones liberadoras.
En ciertos círculos, especialmente algunos en los cuales las palabras anarquía, rebelión, resistencia en sí, son más “moda” que cualquiera de sus varios significados, la libertad se concibe como termino negativo: “¡no me digan qué hacer!” En la práctica, esto significa nada más que una justificación del derecho individual de ser perezoso, egoísta o el tener un comportamiento inexplicable teniendo en cuenta los ideales que nos planteamos en la vida.
El estar borracho y ser desordenado todo el tiempo es coactivo, obliga a otros a que limpien después de que usted se enajena, que piensen después de que usted claramente no lo hace, de absorber la tensión y el estrés que se generó por su comportamiento cuando impide que se dé un dialogo coherente. Estas dinámicas se manifiestan de dos maneras; los que toman toda la responsabilidad en sus hombros y los que dejan que su pereza simplemente los domine con la mejor justificación de todas,… no recuerdo lo que paso anoche; perpetuando ambos el mismo patrón.
Piense en la energía que podríamos tener si toda la motivación y el esfuerzo del mundo estuvieran a nuestra disposición, disponible para la creatividad para la construcción y generación de proyectos. Intente sumar todos los ciudadanos que gastan y gastan dinero de forma inútil en drogas, en la bebida, en desperdiciar sus fuerzas, en perder gradualmente su salud física y mental, que como consecuencia lo que logran es duplicar con esto los ingresos a las corporaciones que se benefician con el consumo y el vicio de la comunidad. Ese mismo dinero puede pagar un equipo musical (música consciente), un documental para un foro o un alimento para un prisionero (que uso bien la rebeldía y sus ganas de cambiar esto) o tal vez para comprar los materiales para hacer una acción por nuestro bienestar. En vez de seguir financiando esta guerra que está contra todos nosotros, mejor imagínate la vida en un mundo donde, ¡Los presidentes de la enajenación, control, drogadicción, mueren de sobredosis mientras que los músicos y los rebeldes creativos viven en edad avanzada y madura!
Sobriedad y solidaridad
Ponga la sobriedad estática en la acción en su vida y en el trabajo, los/las que quieren sinceramente cosas similares se unirían a esto. No nos interesa criticar y esperamos que a usted tampoco, mas importante para nosotros es establecer un lazo de solidaridad y que se de cuenta cuantas personas(inlcuco muy cercanas a usted) estan dispuestas a dejar el alcohol y no solo eso, si no a apoyar a quien quiera dejarlo tambien. Proponemos que esto sea de importancia extrema, hay que resaltarlo. Sobre todo en el caso de los que luchan para liberarse de adiciones no deseadas, tal solidaridad es suprema, ahí sentiremos si queremos sinceramente luchar con el flagelo de la drogadicción lícita e ilícita y además queremos propagar alternativas accesibles.
Además, la mayor parte de nosotros quien no somos adictos a sustancias podemos agradecer a nuestro privilegio y la fortuna pero esto nos da aún más la responsabilidad de ser buenos aliados de los que no han tenido tales privilegios o suerte, aun con todo esto dejemos que la tolerancia, la humildad, la accesibilidad, y la sensibilidad sean las calidades que nutramos en nosotros, no el fariseísmo o el orgullo. ¡Ninguna moderación separatista! ¡Revolución de consciencia!
De todos modos ¿qué vamos a hacer si no vamos a los bares, no nos unimos a los partidos, no nos sentamos delante de la televisión con nuestras botellas de 350 ml? ¡Algo más, siempre hay algo nuevo que hacer, la revolución, cambiar el mundo!, El impacto social de la fijación de nuestra sociedad en el alcohol es por lo menos tan importante como sus efectos mentales, médicos, económicos, y emocionales. El consumo estandarizado de alcohol en nuestras vidas sociales, va ocupando algunas de las ocho horas por día que no son ya absorbidas por el trabajo.
Localizándonos espacialmente en salas de estar, salones de cócteles, en antros, cantinas, restaurantes “elegantes” y según los diversos contextos, en comportamientos tan monótonos al extremo de ser ritualizables, todas se podrían considerar como diferentes maneras en la cual los sistemas explícitos de control han desarrollado un excelente trabajo de alienación mental y física. A menudo cuando uno de nosotros realmente logra evitar el papel de trabajador/consumidor, la bebida esta allí, el mantenimiento obstinado de nuestro tiempo libre colonizado por la enajenación, llenando un espacio prometedor que nos abre, haciéndonos creer que nos llevan al fin de la rutina pero que a la vez nos fija constantemente acorralándonos en un consumo incesante.
Libres de estas rutinas, nosotros podríamos descubrir otros modos de utilizar nuestro tiempo, la energía y buscar el placer consciente, sentir la verdadera libertad, los caminos que podrían dañar peligrosamente al sistema que nos enajena día a día.
¡No nos embriaguemos y así seremos un gran problema para el sistema de explotación mundial!
Y todo esto es para decir que “No hay tontos que se niegan a la embriaguez, es porque somos listos que lo hacemos…es porque nos negamos a adormecernos… queremos ser embriagados pero por la vida, por la creatividad”. Cuando usted lea, trate de luchar contra la inseguridad, el miedo de hacer algo radicalmente opuesto a los diseños de este sistema y trate de no leer esto como un trabajo personal sino como una expresión de algo universal.
Escusa previsible
Como en el caso de cada texto Pariksit, éste sólo representa las perspectivas de quien quiera que concuerde con el mismo en aquel momento, no es un evangelio o un dogma !NO, NO LO ES!, es un intento por compartir algo que es bueno para nosotros y como tal queremos ofrecerlo para quien lo aprecie en la misma forma ¡Beban si quieren pero no olviden que son los consumidores los que hacen el trabajo sucio del capitalismo desmedido! ¡Y eso no lo pueden negar!!
Cómo la Civilización llego a ser Demoniaca o Cómo lo Demoniaco llegó a ser Civilizado
La historia de la civilización es la historia de la cerveza. En cada era y área no tocadas por la civilización, no ha habido cerveza; opuestamente, por todas partes donde la civilización ha golpeado, la cerveza ha llegado acompañándola.
La civilización (considerada como, estructuras sociales jerárquicas y relaciones consecuentes de competición, del desarrollo tecnológico desenfrenado, y de enajenación universal) parece estar ligada inseparablemente al alcohol.
Mirando hacia atrás y adelante en el tiempo tratamos de ver más allá de los límites de tal cultura perniciosa, usamos una parábola acerca de nuestro pasado para explicar este lazo: La mayoría de los antropólogos consideran los principios de la agricultura como el principio de la civilización. Fue este primer acto de control sobre la tierra que llevo a los seres humanos pensar en sí mismos a diferencia de la naturaleza, su amplitud y su generosa distribución, eso los forzó a ser sedentarios y posesivos, eso llevó al desarrollo eventual de la propiedad privada y el capitalismo. Pero, ¿Por qué los cazadores y recolectores, cuyo ambiente ya les proporcionó todo el alimento que ellos necesitaron, se enfocan en sí mismos?, ¿Por qué ocuparon un lugar y abandonan la vida nómada y la existencia que ellos habían practicado desde el principio de el tiempo? Parece más probable (y aquí, hay muchos antropólogos que concuerdan) que lo primero que hicieron para domesticarse a sí mismos fue elaborar la cerveza.
Esta reorganización tan drástica por la embriaguez debe haber sacudido notoriamente las estructuras y sus modos de vida de las tribus originarias. Dónde estos pueblos “primitivos” habían vivido una vez en una relación relajada y atenta con la tierra que los protegía (una relación que les proporcionó autonomía personal, sostenibilidad y apoyo; así como mucho tiempo libre para usar en la admiración del mundo encantado que los rodeaba) ellos ahora alternaron los períodos de trabajos forzados serviles con períodos de incompetencia y alienación o borracheras. No es duro imaginarse que esta situación aceleró, sin necesidad, el surgimiento de amos, los supervisores que se aseguraron que las tareas laboriosas de la vida fija fueran realizadas por las gentes de las tribus con frecuencia embriagadas e incapaces.
Sin estos jefes y los sistemas judiciales primitivos que ellos instituyeron, debe haber parecido que la vida misma sería imposible: y así, bajo los auspicios asquerosos del alcoholismo, el estado embrionario fue concebido. Una manera tan patética de la vida no podría haber siquiera haber tentado a los vecinos de los agricultores alcohólicos; pero como cada historiador sabe, en la extensión de la civilización fue todo menos voluntario. Careciendo las maneras y la gentileza de sus compañeros anteriores en la tierra virgen, estos salvajes, en sus excesos e infracciones borrachas, deben haber provocado una serie de guerras (las guerras que, tristemente, los borrachos podían ganar, debido a la eficiencia militar de sus ejércitos autocráticos y el suministro constante de alimento que sus tierras de subyugados aborígenes proporcionaba).
Aún con estas ventajas no habrían sido suficientes, si las bestias no hubieran tenido un arma secreta en su posesión: el alcohol mismo. Los adversarios que de otro modo se habrían sostenido en el campo de batalla se cayeron indefinidamente ante el violento ataque “cultural” de el libertinaje y el apego a emborracharse, cuando el comercio (una de las invenciones de los agricultores, que también los llevo a ser los primeros avaros, los primeros comerciantes) trajo este veneno a sus vidas. Un patrón de conflicto, de vicio, de apego, de derrota, y de asimilación fue puesto en marcha, y fue trazado a través de la historia al concebir la cuna de la civilización marcada por las guerras romanas por el Imperio, todo un holocausto perpetrado sobre los nativos del nuevo mundo por los asesinos colonizadores europeos.
Pero esto es apenas una historia, especulación. Consultemos los libros de historia (leyendo entre las líneas de “donde debemos”, libros de historia de los que nos hacen conocer los asesinos de antaño y sus esclavos obedientes… esos, los historiadores)
Para ver si la bebida aliena con evidencia comenzaremos en los años tempranos de la agricultura, cuando las primeras tribus se establecieron (en las tierras fértiles alrededor de ríos, donde el trigo y la cebada crecían fácilmente y se fermentaban en cantidades masivas).
La domesticación del hombre por el alcohol
Enkidu, un hombre primitivo, casi brutal, despeinado y peludo, que comía hierba y podía ordeñar animales salvajes, quiso probar su fuerza contra Gilgamesh, el Dios rey. Gilgamesh envió a una prostituta a Enkidu para aprender de sus fuerzas y debilidades. Enkidu disfrutó de una semana con ella mientras ella le enseñó de civilización. Enkidu no sabía que era el pan, incluso tuvo que aprender a beber cerveza. Ella le dijo a Enkidu: “Come el pan ahora, pertenece a la vida. También bebe cerveza, como es costumbre en la tierra”. Enkidu bebió siete tazas de cerveza y su corazón se elevó. En esta condición él se baño y llegó a ser un “civilizado”.
La primera narrativa escrita de civilización, la Epopeya de Gilgamesh escrito en 3000 a.c, describe la domesticación de Enkidu el Primitivo por medio de la cerveza.
Hace miles de años en Sumeria, en Babilonia, a través del mundo Occidental, en el antiguo Egipto, aún en regiones tan remotas como Finlandia, la cerveza jugó un papel crucial en la “civilización” y su relación con el establecimiento de las jerarquías y los gobiernos, fácil de reconocer; si no como es que el Kalevala, el antiguo poema épico finlandés, tuvo el doble de versos dedicados a la cerveza que a la creación de la tierra.
La elaboración de la cerveza puede ser encontrada donde quiera que la civilización estuviese, de las rudimentarias aldeas de los bárbaros alemanes a los Dioses-emperadores de la antigua China. Sólo esos bendecidos seres humanos que vivieron en armonía con lo natural, como los pueblos indígenas de Norteamérica y algunos sectores de África, se quedaron sin alcohol por algún tiempo (lamentablemente corto). Las “Civilizaciones Clásicas” de Grecia y Roma estaban empapadas de alcohol así como lo estaban de sangre (el antiguo mundo fue perdido en una resaca colectiva). Esto debe haber ayudado a nobles y a filósofos a lustrar el hecho de que su “limpia democracia” fue basada en el sometimiento de mujeres y masas de esclavos.
El Imperio romano finalmente se desplomó, como todos los imperios lo hacen finalmente (inclusive éste, seamos pacientes y ¡luchemos!), después de una orgía borracha durante todas sus largas generaciones de decadencia y de degeneración. Los dos sobrevivientes más influyentes fueron las cervezas y el cristianismo.
La elaboración de la cerveza había sido una vez el dominio de las mujeres pero con la subida de la Iglesia Católica y su notable influencia patriarcal las órdenes monacales agarraron ese dominio para sí mismos, destruyendo uno de los últimos bastiones del matriarcado primitivo. Los monjes, dejaron de lado la oración y se refugiaron en el negocio de la bebida; y así, no sorprendentemente, el consumo de cerveza no fue considerado una infracción a los votos de abstinencia, siendo para todos claro que en todas las tradiciones místicas se encuentran innumerables citas que condenan el consumo de licor y bebidas embriagantes. El consumo de la cerveza en monasterios alcanzó niveles altísimos, por ejemplo; a los monjes se les fue permitido consumir hasta cinco litros de cerveza al día. Los Papas y emperadores tempranos como Carlomagno supervisarían personalmente el proceso de su elaboración, esperando crear la bebida perfecta para arrasar su conocimiento y el conocimiento de sus sentidos.
El nacimiento del consumo injusto empezó con la comercialización de la cerveza. Los monasterios, produciendo más cerveza de la que ellos mismos podrían consumir, comenzaron a vender a las aldeas circundantes. Los monasterios tenían doble rol, de noche habrían como bares y pubs, y estos monjes, hombres de Dios, crearon parte de las primeras empresas rentables mejor administradas en la época. Con el debilitamiento del poder de la Iglesia y la subida del estado moderno (nación), los reyes y Duques quisieron sacar provecho de ella, captando casi toda su productividad, poniendo impuesto a su comercialización. Imponiendo este impuesto a la elaboración de cerveza, a la clase mercantil que crecía poco a poco, se aceleró la centralización del poder y la riqueza en estas naciones. La cerveza llegó a ser el foco de cada noche y el sostén de cada celebración.
Navidad “Yuletide,” por ejemplo, deriva de la “marea de la Cerveza Inglesa” la cual era usada para calmar a mujeres en su noche de bodas, una “Cerveza extra poderosa para la novia” fue hecha. Por todas partes el triunfo de la embriaguez, por todas partes el triunfo del negocio del capital y la domesticación humana.
Por el alcohol la gente común fue dominada, y de paso para la vida en la Edad Media llegó a ser desagradable, bruta, y sobre todo borracha.
El alcoholismo globalizado
Cuando la civilización imperial europea empezó su extensión cancerosa a través del mundo, la cerveza lealmente se dirigió a la carga. La colonización de Estados Unidos empezó cuando los Peregrinos aterrizaron en Piedra de Plymouth, en vez de ir aún más al sur como lo habían planeado, se alojaron ahí porque ellos se quedaron sin suministros: “Especialmente de cerveza”. Los fundadores, inclusive Washington y Jefferson, así como todos los aristócratas de la época, fueron todos elaboradores de cerveza y adictos a ella.
¿La coincidencia?
Las bases del genocidio colonial mantienen el hedor de una pesadilla de alcohol larga y prolongada, casi cada cultura indígena que los europeos encontraron fue destruida por el alcohol y las enfermedades europeas. La distribución de aguardiente entre las poblaciones indígenas de Norteamérica fue a la par con la distribución de mantas de viruela infestada y mortal.
Muchas de estas culturas, sin la experiencia de miles de años del alcoholismo, fueron aún más sujetas a la domesticación de los europeos, a los estragos de “la famosa infusión civilizada”. Entre el alcohol, la enfermedad, el comercio, y los fusiles, la mayor parte de ellas fueron rápida y totalmente destruidas. Este proceso no fue extraordinario en Norteamérica (fue repetido a través del mundo en cada tentativa colonial europea). Mientras la droga de elección variada (a veces fue el opio, por ejemplo, como en las “Guerras de Opio” que Gran Bretaña emprendió para controlar China), el alcohol fue usado en muchos países para ser el instrumento más socialmente aceptable de pacificación. La Revolución Industrial fue acelerada por la perspectiva de hacer cerveza durante todo el año, teniendo en cuenta que las temperaturas necesitadas para su fabricación ocurren naturalmente sólo en el invierno.
Después de la invención de la cadena de montaje (fabrica), la cerveza ha venido a ser fabricada en serie en una escala siempre más grande. Durante los dos siglos desde que, la industria de alcohol (como todas las industrias abusivas) ha sido consolidada por algunas compañías importantes controladas feudalmente por familias como el infame sindicado de cerveza de Anheuser Busch (infame y notorio para sus conexiones a grupos de derecha y fundamentalistas religiosos). En cuanto a otros lazos entre alcohol y de actividad de extrema derecha/fascista (quizás el lector recordará donde Hitler inició su toma de posesión de Alemania).
Resista al capitalismo despiadado ¡Renuncie al beber!
No es exageración, entonces, decir que el alcohol ha sido clave en la epidemia del fascismo, del racismo, del estatismo, del imperialismo, del colonialismo, del sexismo y el patriarcado, de la opresión de clases, del desarrollo tecnológico inútil desenfrenado, de superstición religiosa, y de todo lo que ha asqueado y arruinado la consciencia en la tierra durante los pasados milenios. La bebida continúa jugando hoy el mismo papel, como los pueblos del mundo entero, han sido domesticados universalmente y esclavizados por el capitalismo global, y se han mantenido calmados e impotentes por un suministro constante de bebidas.
Estas bebidas derrochan el tiempo, malgastan las oportunidades, el dinero, la salud, el enfoque real de la vida, la creatividad, el conocimiento, y la confraternidad de todos los que habitan este territorio universalmente ocupado, como Oscar Wilde dijo: “el trabajo es la maldición de las clases de consumición” No sorprende, por ejemplo, que los objetivos primarios de publicidad para la cerveza (un producto toxico debido a su elaboración, pero segunda mano en productos de intoxicación) son los habitantes de los ghettos en Estados Unidos y en Latinoamérica: personas que constituyen una clase que, si no estuvieran tranquilizados por el vicio e incapacitados por la autodestrucción, estaría en las primeras líneas de la guerra para cambiar el mundo.
El consumo desmedido y destructivo (y todo lo nocivo y funesto que se ha engendrado) se desmenuzará cuando un movimiento de resistencia aparezca que pueda contener la inundación del alcohol que inmoviliza las masas.
El mundo ahora espera una templanza de defensa, una visión inteligente del mundo, una sobriedad revolucionaria que nos devuelva a un estado natural de júbilo.
Nuestra herencia de la no autodestrucción.
Se recuerda extensamente que el vegetarianismo-vaginismo y la abstinencia estricta a la bebida han sido comunes en círculos donde se hacen los esfuerzos para cambiar el mundo.
El EZLN por ejemplo (que prohíbe el consumo de alcohol en acuerdo con el consejo de mujeres Zapatistas hartas de el comportamiento de los hombres (borrachos) y sus sandeces). Tiene que lidiar con el hecho de que gobierno de México ha tratado de socavar la actividad revolucionaria importando cerveza en aldeas como Ocosingo; mas en esa ciudad y en otras; los Zapatistas han respondido al establecer barricadas y luchar contra los soldados que impondrían este “libre cambio” sobre ellos.
Puede imaginarse usted ¿cuánto más progreso habríamos hecho en la lucha por un mundo mejor y más justo si algunos revolucionarios conscientes como Néstor Makhno, Guy Debord, Janis Joplin, e incontables activistas (como usted en potencia) hubiesen enfocado más su energía en la creación y no en la autodestrucción provocada por las sustancias conduciéndose a sí mismo a la muerte de la libertad y de sus sueños?
¡Suficiente historia! Permitamos que el futuro comience!
Quizás tanto hablar de tiempos y de pueblos lejanos le dejan frío. Seguro, la historia puede estar muerta (y la historia de Presidentes triunfantes, de ejércitos y autores de matanzas es verdaderamente la historia de la muerte).
Todos nosotros, podemos aprender a partir del pasado, y si aplicamos nuestro sentido común y un ojo afilado, podemos reflexionar que: ¡Nosotros no somos aquellos cuyos salarios dependen de patrocinios y patrocinio corporativo. Los historiadores profesionales y sus compañeros esclavos quizás llamen a este un relato subjetivo o influenciado, pero entonces ¿cuál de sus historias es real? y ¿cual no lo es?
Incluso si usted decide que esta historia del alcoholismo no es verdad, para consideración observe el pasado inmediato, mire a su alrededor, busque cuantos centros de rehabilitación de adicciones se encuentran cerca de su casa, analice una foto de su familia y trate de contar aquellos miembros que evidentemente tienen problemas con el alcohol, analice la publicidad del alcohol, no es difícil ¡está en todas partes!, solo abra su periódico del día, solo encienda el televisor, solo asómese por su ventana, piense como la bebida a intervenido con la obstrucción del desarrollo de sus sueños, solo sea sincero consigo mismo, es el único requisito para el análisis.
Al fin de cuentas, lo único que importa es lo que hacemos en el presente, la historia que nuestras acciones crean hoy. La historia es el residuo de tal actividad; no nos ahoguemos en ella con aliento a lupus y a levadura, aprendamos lo que debemos y entonces dejaremos muchas cosas atrás y veremos muchas cosas delante de nosotros y nosotras. ¡No deje que nada nos detenga, ni el alcohol, tan inculcado en nuestra cultura por aquellos que están en el poder! Esos déspotas borrachos y esos fanáticos de cerveza (hechos bolsa) que pueden destruir su mundo y sofocarnos bajo su historia, pero soportamos y llevemos un nuevo futuro en nuestros corazones (y la energía para poder realizarlo teniendo nuestros hígados y cerebros sanos.
Como mensaje y recordatorio dirigido al que escoge intentar llevar una nueva vida: recuerde que otro mundo es posible. ¿Quieres participar?
Poesía
Mirando con fijeza a través de la niebla detrás de sus ojos,
Él vio un holograma provocado por el alcohol
En un mundo de angustia,
En el cual la intoxicación era el único escape.
Odiándose aún más que él,
Odió a los asesinos corporativos que lo habían creado,
Él tropezó de nuevo y dirigiéndose de nuevo al almacén de licor se perdió.
Mientras tanto…
Instalados en sus áticos, ellos contaban los dólares invertidos por nosotros.
Había millones como él, capitalistas, asesinos y explotadores,
Corazones fríos alimentados del dolor de el pueblo
Se reían en silencio mientras pensaban en la facilidad con que toda la oposición fue aplastada.
Pero ellos, también, a menudo bebían para dormir en la noche pues pensaban…
Si alguna vez aquellos, “las masas vencidas”, dejaran de volver por más, los magnates moriríamos, y lo pagaríamos en el infierno.
Revolución de conciencia!
Tomado del colectivo Crimethinc publicado originalmente en ingles http://crimethinc.com
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