Carlos de Prada* es presidente del Fondo Para la Defensa de la Salud Ambiental (FODESAM) (1). Habla sobre los tóxicos sintéticos que la industria crea casi sin ningún tipo de control y de los efectos sobre el ser humano y el planeta en general. Se cree que existen cien mil productos sintéticos, de los cuales fueron estudiados sólo (y no siempre a fondo) el 1% de los mismos.
La lucha contra la desnaturalización del mundo
«Una de las facetas es la desnaturalización de su naturaleza química, que está siendo muy profundamente alterada, mucho más de lo que la gente piensa, y además con unos efectos no solamente ya de la naturaleza misma, de la fauna, sobre la flora, sino también sobre el ser humano.»
La epidemia química
La crisis de salud producida por la contaminación química cotidiana. Hay desatada una epidemia derivada de la exposición a contaminantes químicos en nuestro planeta. Lo que pasa es que no se habla mucho de ella, por ejemplo en los medios de comunicación, sí por contra se habla mucho de ella, por ej. en las publicaciones científicas, hay millares de publicaciones científicas que nos habla de estos efectos de los contaminantes químicos sobre la salud de la personas, asociándolo, según los casos a enfermedades como el cáncer, las enfermedades autoinmunes, el asma, las alergias, los problemas de fertilidad, los problemas neurológicos de los niños, etc; es decir una serie de interminable, muy larga, de problemas sanitarios asociados, también la diabetes, incluso hay una corriente científica que explica que está asociado al incremento de la obesidad, con mayor o menor medida, con los contaminantes químicos, por alteraciones que se producen cuando un ser humano está dentro del seno de su madre y se expone a una serie de contaminantes, por ejemplo contaminantes de acción hormonal, que son mucho problemas de salud, que están además en crecimiento.
Si uno observa las gráficas del cáncer, del asma, de las alergias, de las enfermedades autoinmunes, los problemas de reproducción, estos problemas están creciendo de una manera extraordinaria, precisamente desde los años 50, de manera muy especial, es decir cuando empieza el boom de la industria química, que se ha multiplicado prácticamente de forma exponencial desde entonces.
Crecimiento exponencial de la industria en algunas décadas
Hasta ese momento, prácticamente, sí había una industria química, pero no era gran cosa, y en estos momentos se ha multiplicado cientos de veces el volumen de sustancias químicas; más de cien mil sustancias químcias sintética ha producido el hombre, sustancias químicas que no había en la naturaleza, de esas más de cien mil sustancias, solamente se ha estudiado, medianamente, de manera adecuada, si acaso, y sin siquiera, en torno a menos del 1% de esas sustancias. El otro 99 no se ha estudiado debidamente, como digo es que no llega al 1%, y digo más o menos debidamente porque tampoco de manera completa; es decir está poco estudiado; lo que sí se ha estudiado sobre las centenares de sustancias que hay estudios realizados pues es lo que hemos comentado.
Sustancias químicas esparcidas por todo el ambiente
Son sustancias que pueden ser encontradas prácticamente en todo lo que nos rodea. Es como lo de los microbios, hasta ahora se ha venido preocupando la medicina en enfermedades, sobre todo, producida por microorganismos pero hay otros agentes patógenos que son las sustancias químicas, que también son onmipresentes, están por doquier, por ejemplo, pueden ser sustancias aplicadas como retardantes de llama a unas cortinas, estos retardantes de llama han aparecido, por ejemplo, en los osos polares del Aŕtico, donde por supuesto allí los osos no tienen cortinas, ni tienen sofás ni tienen nada donde se hayan aplicado retardantes de llama.
Hay muchas formas por las cuales estos tóxicos se diseminan o acaban en nuestro entorno, una de ellas son las emisiones industriales, por ejemplo una planta de incineración de residuos emite dioxinas a la atmósfera, esas dioxinas se depositan luego en los pastos, son comidas por los animales y a través de la cadena alimentaria nos llega.
El mercurio de una central térmica o una planta de producción de cloro o de fabricación de plásticos con celdas de mercurio contamina las aguas, acaba en los peces (de río y de mar). Hay especies marinas que tienen alto contenido de mercurio, que también a través de la cadena alimentaria nos llega.
La casa como un nicho de expansión química tóxica
Otras sustancias pueden estar en los productos de limpieza que se aplican en los hogares, que luego quedan formando parte del polvo doméstico o bien, son compuestos volátiles que respiramos. No nos damos cuenta de que, con independencia de la contaminación industrial que la que la gente está más familiarizada con ella, muchas veces el lugar donde más nos podemos exponer a tóxicos de manera inadvertida es el propio hogar; tóxicos que pueden a haber llegado a través de fragancias, de perfumes, de ambientadores, de cosméticos, de productos de aseo, de productos de limpieza, de las pinturas que se utilizan en las casas que pueden contener una serie de sustancias, los plásticos que pueden liberar sustancias como los ftalatos, aunque a veces a la gente le suena muy raro.
Los ftalatos (2) son un grupo de sustancias entre las que se encuentran las más problemáticas, es innumerable la cantidad de fuentes de exposición que uno pueden tener a estas sustancias.
Conciencia sobre la problemática
En España hay una conciencia bastante escasa, pero por ejemplo en el centro de Europa existe una conciencia mayor; por ejemplo el consumo ecológico es mayor en estos países que en España, que es uno de los mayores productores europeos de agricultura ecológica que no utiliza pesticidas y consiguientemente estos alimentos no contienen residuos de pesticidas y sin embargo todo va a exportarse. Lo que sí es que se consume comparativamente poco, como por ejemplo cosmética ecológica o pinturas ecológicas se consume poco porque hay poca conciencia.
O sea que existiendo alternativas, porque existen alternativas para prácticamente todo, a lo mejor no se está potenciando todo lo que se debiera, porque existe una escasa conciencia de la población, que sería muy importante, porque simplemente cambiando no para que se asuste o que diga ‘qué mal está el mundo’, ‘qué vamos a hacer!’, no; hay alternativas a todo, pero lo primero es cobrar conciencia del problema para luego pasar a esas alternativas. El consumidor tiene un poder mucho más grande del que imagina. Simplemente no comprando un producto no ecológico y comprando uno ecológico con eso estás consiguiendo que los que no producen ecológicamente acaben poniéndose las pilas para posteriormente intentar, hay muchos ejemplos de eso.
Normativas y reglamentaciones en Europa
Se hace bastante poco y las cosas más importantes que se han hecho, por ejemplo la normativa del Reglamento Reach (3) en Europa, fue bastante torpedeado por los poderes industriales. Incluso una vez ya aprobado, los primeros borradores eran muy buenos, muy exigentes, pero se fueron descafeinando bastante, finalmente se aprobó algo, que por lo menos era mejor que la situación precedente que era casi de descontrol en el tema de las sustancias químicas, pero luego tampoco se está haciendo mucho para que lleve realmente a efecto; puede quedar en papel mojado si no se ponen las pilas. Esta normativa Reach debería cambiar eso (de que sólo se hayan estudiado el 1% de las sustancias químicas). Entró en vigor en 2007 y va muy lentamente y son miles y miles de sustancias las que habría que evaluar.
Realmente hay un descontrol bastante grande y eso hay varias maneras de cambiarlo: uno es presionando a las autoridades y a las empresas y otro con las decisiones individuales que tienen un poder, también, muy importante.
Existen alternativas de productos no tóxicos?
Parece por la desinformación que existe que no hay otro remedio, claro, si no produces con pesticidas, cómo vas a producir? si hay millones de hectáreas de agricultura ecológica que producen perfectamente sin ningún problema, cómo vas a cambiar un producto de limpieza por uno que no contenga una serie de sustancias derivadas del petróleo, sintéticas que pueden producir, eventualmente, consecuencias.
Hay productos de limpieza que no contienen esas sustancias y con los cuales limpias exactamente igual la casa, cosméticos, productos de aseo personal que la gente pone sobre su piel haciendo pasar al torrente sanguíneo sustancias, en algunos casos conflictivas como los ftalatos. Hay toda una línea de cosméticos naturales que llevan adelante un montón de empresas, donde se puede también, sin incorporar al organismo esas sustancias. Hay alternativas a todo, lo que pasa es que no hay una debida información por parte de la gente para saber eso, tampoco se le facilita.
Consejos finales
No adopten esa táctica a veces tan utilizada, que no es la adecuada en ninguna situación, que es la del avestruz, que hay muchas gente que piensa que mejor no saberlo, pues no, es mejor saberlo. Es como si vas por un desfiladero en una montaña y dices ‘uy qué miedo!’, me tapo los ojos para no ver, bueno, pues te puedes caer por el barranco. Es mucho más fácil ver las cosas, saberlas, asumirlas y eso te da un mapa de la situación que luego te puede llevar a una solución. No es tanto lo que hay que saber, son una serie de cosas muy básicas y es sencillo, pues a lo mejor no evitando todos los tóxicos, que es muy complicado, tal y como se ha llegado a la situación, pero sí evitar por lo menos un porcentaje de ellos. Y si evitas un porcentaje estás dando ya al organismo una ocasión de recuperarse.
Que se tomen en serio estas cosas, que intenten saber acerca de estos asuntos, porque realmente es algo que puede tener unas implicaciones muy importantes para, por ejemplo, la salud de sus hijos. Por cierto los niños, son, además, particularmente sensibles a los contaminantes químicos, acumulan más tóxicos que nosotros, los eliminan peor; son más sensibles a sus efectos, aunque sea solamente pensando en los pequeños, yo creo que sería importante que la gente intentara saber un poquito de estas cosas.
* Carlos de Prada es naturalista, periodista y escritor. Autor de libros Manual de fauna de España y Europa (1992), Tierra Quemada: Políticos y Empresarios Contra la Naturaleza: el Negocio Verde (1995), Los Cisnes de Urd. Naturaleza y Mito en la Edda (1997) Paraísos Perdidos (2006), Sensibilidad Química Múltiple: el Riesgo Tóxico Diario (2010), Anti-tóxico, Vive una Vida Más Sana (2010), La Epidemia Química (2012), Hogar Sin Tóxicos (2013).
notas:
1) http://www.fondosaludambiental.org
2) Ftalato https://es.wikipedia.org/wiki/Ftalato
3) Reglamento Reach http://www.mapama.gob.es/es/calidad-y-evaluacion-ambiental/temas/productos-quimicos/reglamento-reach