Miguel Grinberg dialogó en un programa de radio de la provincia de Córdoba, Argentina, sobre el cambio climático y la connivencia entre instituciones locales, nacionales e internacionales y la sociedad de consumo. Y dejando en claro que el comercio y el mercado están al servicio de la producción de miles de cosas inútiles que la gente verdaderamente no necesita.
Por Fabiana (Bajo el Mismo Sol)
21-10-2013
_Fabiana: A diario en este programa hablamos acerca de conflictos socioambientales y ponemos aquí a los protagonistas, decimos esos ciudadanos que se ven afectados en su barrio, en su comunidad, en su ciudad por distintas cuestiones que tienen relación con el modelo productivo actual, que va por todos nuestros bienes naturales. Sabemos porque te hemos leído de tu perspectiva ciertamente esperanzadora, cuando decís ‘somos la generación que estábamos esperando’ un poco habla de eso, verdad?
_Miguel Grinberg: Efectivamente y… la experiencia me dicta que la situación es tan compleja y tan intimidante a veces oye la palabra ecología y se desenchufa porque, generalmente, y eso debido a la prensa amarilla, se ha vuelto esto una especie de sintomatología. La palabra ecología va acompañada ahora de malas noticias, si?, entonces lo que de verdad hay que tratar de entender es que nuestro planeta es un planeta finito, finito quiere decir que tiene límites, no está en condiciones de producir más allá de lo que la naturaleza permite y al mismo tiempo no está en condiciones de absorber toxinas y basura que la humanidad produce en su expansión en lo que se da por llamar desarrollo o progreso.
Entonces eso nos remite a una ciencia que viene siendo promovida desde hace años por algunos pioneros, no con mucho éxito, que se llama la ciencia del diseño, que se requiere así como uno planifica su hogar, cuando va a vivir con su familia y mira las ventanas y mira el estado de las cañerías y mira el estado del techo para no tener goteras y no le llueva cuando hay tormentas; del mismo modo que uno planifica su casa tiene que planificar el planeta; y eso es una responsabilidad que lamentablemente no están cumpliendo ni desde Naciones Unidas, ni desde los gobiernos particulares en todo el planeta por la simple razón de que estamos, como ciudadanos de nuestros respectivos países, sujetos a una carrera hacia un concepto, repito, que se llama el desarrollo, el crecimiento económico ilimitado que nos está llevando al suicidio, por lo tanto el hecho de planificar una ciudad, un país, una provincia, requiere tomar los problemas uno por uno, por ejemplo: en Argentina se practica la política del bombero, no se hace ecología preventiva, se sabe que en algún momento va a haber un incendio de bosques o un derrame de petróleo o una camada de gas venenosos que se escapa de algún lado y se busca resolver en el momento en que sucede, mientras no sucede los responsables de turno miran hacia otra parte; y dos o tres cosas que en Argentina habría que fomentar, primero es una campaña de reforestación masiva, mientras que al revés, está sucediendo todo lo contrario, hay una deforestación masiva, con lo cual hemos oído hablar muchas veces la imagen de que los bosques son los pulmones del planeta, las selvas son los pulmones del, además son los riñones del planeta, son fundamentales para la retención del agua de lluvia y cuanto más se deforesta más se fomenta la desertificación y nuestro país.
Si uno se fija en los mapas del Programa de Naciones Unidas Para el Medio Ambiente (PNUMA) (1), aparece en negro que es la peor situación y al mismo tiempo hay algo descontroladísimo en Argentina que son los efluentes cloacales, de los cuales nadie habla, los efluentes se tiran a los ríos, a los lagos y ya, a medida que aumenta la población, una cosa es un país con quince millones de habitantes, otros países con cuarenta millones de habitantes y si seguimos en esta proporción y con la enorme inmigración que tenemos ahora de los países limítrofes, que están sobresaturados de gente, al 2050 probablemente estemos con 60 millones de habitantes y uno pregunta ¿de dónde vamos a extraer el agua potable? y estamos ahí en medio de un baile a merced de los intereses políticos sectoriales y no de los intereses sociales masivos, yo no sé si fui claro.
_Fabiana: Clarísimo Miguel, clarísimo. Bueno qué hacemos?
_Miguel Grinberg: Bueno, qué hacemos? Tenemos inminentemente una campaña electoral donde los candidatos de todos los partidos omiten la problemática ecológica, primero porque es demasiada compleja y segundo porque no saben qué se puede hacer; y la presión que hay que poner sobre los políticos en campaña y una vez que sean electos, es un cuerpo a cuerpo empezando a reclamar medidas de prevención para el agua potable, para que se cumpla la Ley de Basura Cero con el reciclaje perentorio y obligatorio donde se empiece a invertir en el manejo de los residuos cloacales, que a su vez son una fuente de abono, se usa como abono el excremento del ganado, de las vacas, de los caballos, y no se usa el humano que, pasando por una purificación química está en condiciones de servir también como abono y también servir como biogás, productor de gas metano. En India y China no se perfora para sacar gas de la tierra sino que se usan los biodigestores que procesan las materias fecales, y se fermentan y producen gas metano; son una serie de tecnologías que están totalmente probadas pero que exigen decisión política, inversiones proporcionales y profesionales capacitados para manejar todo eso, por lo cual urgiría también la creación de una universidad nacional para el medio ambiente para formar profesionales y no políticos que de oído le encargan a algún investigador un documento y repiten como loro en los micrófonos en las entrevistas de televisión. Y vuelvo a lo del principio, es la ciencia del diseño, pero eso hay que enseñarlo antes de practicarlo, no se puede improvisar.
_Fabiana: Se está hablando mucho… nosotros, u otro tipo de ciudadanos más concientes o los afectados de cambiar la matriz energética, esto no está en el discurso de los políticos a los que hacías referencia, cuando se está cuestionando, por ejemplo, duramente, sobre todo la comunidad mapuche en la Patagonia, en Neuquén, en Río Negro, sobre el fracking, este modo de explotación no tradicional o convencional del gas o del petróleo que va a traer muchísima más contaminación y más daño y no solamente al ambiente, sino a los ciudadanos; no se habla, no se cuestiona la matriz energética ni en los políticos, ni esté en la boca de los ciudadanos comunes.
_Miguel Grinberg: Bueno, yo escribí un libro hace algunos años que ahora lo ha reeditado la Fundación Ros, de Rosario, que es una librería tradicional que se llama Ecofalacias, donde, por un lado, señalo de qué manera las corporaciones transnacionales se han apoderado de los poderes decisorios en la organización de Naciones Unidas, que está completamente copada por las corporaciones transnacionales, por un lado y nosotros, en un momento donde se debería estar negociando la minimización de la emisión de gases carbónicos por quema de petróleo, de gas y de carbón, estamos yendo en dirección de la quema del petróleo, de gas en la misma medida en que los países avanzados han contribuido a crear el efecto de invernadero y los cambios climáticos y los fenómenos extremos que el planeta entero está padeciendo, estamos en una disonancia absoluta, por falta de conocimiento y por falta de información y más que nada por falta de responsabilidad.
Porque el tema del fracking, si bien en sí mismo, es una tecnología nociva hay que tener en cuenta lo siguiente: no se trata de producir energía eléctrica para hacer funcionar miles y miles más de fábricas, sino de buscar la posibilidad de replanificar lo que es la producción industrial y lo que es el consumo para aprovechar las fuentes naturales, solamente con el sol no podemos hacer funcionar el planeta, porque con el sol no podemos reemplazar los noventa millones de barriles de petróleo que se queman por día en la tierra para que la tierra funcione. Yo no soy tan tonto como para decir que hay que dejar de quemar petróleo, porque si dejamos de quemar petróleo en dos meses muere la mitad de la población del mundo por falta de alimento, por falta de comunicación, por falta de electricidad, tiene que ser progresivo, gradual, no solamente para un gobierno sino para la política integral de la nación y nuestra nación, lamentablemente, está metida tanto en lo coyuntural, en la próxima elección, en la próxima campaña, que verdaderamente, no sólo no tenemos políticos dotados, sino que a nadie se le ocurre que hay que ir en esa dirección. Y ese es el desafío que tenemos los comunicadores sociales de reclamar a los candidatos electos que empiecen a protagonizar el futuro, pero aquí y ahora, no esperando que pasen las tragedias.
_Fabiana: Pero al igual que pasa, digo, que ni siquiera se cuestiona la matriz energética una alternativa o entrar en un proceso de transición, de la misma manera tampoco se cuestiona ni se piensa en entrar en un proceso de transición cuando hablamos, por ejemplo, del monocultivo de la soja, que está mañada a nuestra economía y que está directamente, o al menos eso nos hacen creer, que el presupuesto nacional o el Producto Bruto Interno está directamente relacionado con el ingreso del agro.
_Miguel Grinberg: Fabiana, voy a ser muy claro, los lucros de la soja transgénica no se reparten entre el pueblo sino entre las compañías detentoras de las patentes de las semillas y los intermediarios que están en el negocio de la producción y de la exportación. Entonces todo lo que podamos decir al respecto está sujeto a una irregularidad jurídica que es el país al servicio de las corporaciones y de los inversores. Entonces decididamente el pueblo que supimos conseguir que tiene pasta de espectador tiene que empezar a asumir que mientras no se haga escuchar en función de las necesidades reales de la gente, del bienestar, de la salud, de la alimentación y no del lucro de las corporaciones, vamos a ir de mal en peor, es decir, la electricidad, los combustibles son necesarios para que la sociedad funcione pero no hay un diseño de sociedad, no hay un diseño de país, todo es a merced del mejor postor.
_Fabiana; Cuando planteamos el tema del decrecimiento como los hacés vos, como lo hacen muchos otros pensadores en el mundo, también te corren por izquierda y te dicen, bueno, pero de qué van a trabajar los obreros, los laburantes de las fábricas, qué le vamos a dar de comer a la gente?
_Miguel Grinberg: Fabiana, la sociedad, el comercio y el mercado están al servicio de la producción de miles de cosas inútiles que la gente verdaderamente no precisa y… de qué va a trabajar la gente, yo al contrario, estoy pensando que hay que diseñar una sociedad y una industrialización que requiera que en vez de trabajar 8 horas por días, haya que trabajar 4 horas por día y la gente se pueda dedicar al cultivo de su alma, lo que pasa es que eso no tiene rentabilidad en el mercado ni se pueden imprimir título en las bolsas de valores y a los detentores del poder no les interesa, pero lo que hay que replantear es por completo para qué estamos en la tierra, estamos en un desafío en este momento filosófico y estructural de enorme envergadura, hemos llegado al límite del despilfarro y de la destrucción, de la contaminación y de la explotación de los recursos naturales y, además, le prueba candente que a nosotros nos está empezando a tocar es que de los 7 mil millones de habitantes que hay en la tierra, mil trescientos millones de habitantes, y esto lo dicen todas las agencias de Naciones Unidas, todos los bancos de desarrollo, todos los funcionarios de la ONU, hay mil tresciento cincuenta millones de personas que pasan hambre todos los días de todos los meses de todos los años, entonces estamos en medio de una hipocresía tan grande a lo cual contribuyen los grandes medios de comunicación, y es eso lo que hay que poner sobre el tapete, es eso lo que hay que discutir, es eso lo que hay que llevar a la política cotidiana, en el trabajo; las universidades están completamente aparte de todo esto, hay una omisión terrible.
_Fabiana: A pesar de todo este panorama que parece tan lamentable, podemos tener esperanza de que está naciendo una nueva conciencia, Miguel?
_Miguel Grinberg: Totalmente de acuerdo! permanentemente… la internet está contribuyendo a la creación de redes, se están fomentando redes de permacultura, que es agricultura permanente, tenemos gente que están prestando atención al sentido de la vida, no al lucro de la vida y esto uno lo puede comprobar poniendo las palabras ‘permacultura’ o ‘pueblos en transición’ por darte dos ejemplos, hace 6 años un permacultor europeo imaginó los pueblos en transición que redujeran su consumo y se atuvieran a la defensa de los medios naturales y ya hay mil lugares en el planeta donde hay gente que está tomando esta idea y viviendo una vida simple. Lo que pasa que la vida simple no tiene que ser una vida de carencias, tiene que sea una vida proporcionada, frugal, ajena al despilfarro, pero eso requiere la reeducación radical de la humanidad y es eso lo que exige en primera instancia también, no poner a los chicos en la escuela primaria y secundaria a estudiar botánica y zoología a medida que desaparecen las especies, sino a diseñar una sociedad ecológica; y estamos, en este momento, viendo que están apareciendo brotes en todos lados, aunque no sale una palabra en los diarios ni en la televisión.
_Fabiana: Y cómo nos preparamos desde el alma, desde la espiritualidad, sabemos que sos un iniciado en meditación, cómo a través de las palabras y de los pensamientos, cómo nos limpiamos también nuestras cabezas.
_Miguel Grinberg: Y bueno, hay que esclarecerse, no digo iluminarse porque es una palabra mucho más compleja. Hay que salir de la caravana de esclavos que siguen reproduciendo el sistema porque es lo único que conocen, y por eso yo escribo libros y traduzco y hago programas de radio, escribo artículos y participo en congresos y hay mucha gente que lo está haciendo y yo estoy comprobando que en todas partes hay núcleos de personas que están, es como la lucha contra la infección en una herida del cuerpo, los glóbulos blancos y las células reconstructivas van recreando el tejido para reemplazar el tejido muerto, el tejido emponzoñado o el tejido que ya cumplió su función y eso está pasando en el cuerpo de la sociedad, sólo que lo van a identificar los historiadores dentro de 200 años y van a decir: «Al principio del siglo XXI hubo una revolución espiritual portentosa en la tierra», y está sucediendo, yo hago mi modesto trabajo en mi jardincito.
_Fabiana: No sé si te habrás enterado que hay un grupo de vecinas y vecinos, ciudadanos y ciudadanas que están realizando un bloqueo en la localidad de Malvinas Argentinas, aquí a escasos kilómetros de la ciudad de Córdoba a la empresa Monsanto, que quiere instalar, una de las semilleras más grandes del mundo. Podría mandarles un mensaje a todos ellos?
_Miguel Grinberg: Yo no me opongo a las menifestaciones de repudio, pero considero que respresentan apenas la mitad del trabajo a realizar, hay una pregunta que todo ciudadano, además de protestar, reclamar y denunciar tiene que hacerse ante sí mismo, qué queremos poner en el lugar de lo que no queremos? Si no queremos a Monsanto, qué ponemos en el lugar de Monsanto? Cómo creamos fuentes de trabajo? Cómo hacemos la producción de alimentos seguros? Cómo dejamos de comprar en los supermercados cosas que no deberíamos estar comprando? Si nosotros y los de Malvinas Argentinas y todos los argentinos, seguimos reproduciendo el sistema en los términos en que está planteado, por más que protestemos hasta el siglo XXIV vamos a ir derecho al tacho, ese es mi mensaje.
_Fabiana: Muchísima gracias Miguel!
_Miguel Grinberg: Un gusto enorme! Hasta pronto!
notas:
1) https://www.un.org/ruleoflaw/es/un-and-the-rule-of-law/united-nations-environment-programme
Fuente (del audio): https://www.ivoox.com/entrevista-a-miguel-grinberg-audios-mp3_rf_2470251_1.html
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