Cuando alguien interpreta como despectivo casi todo lo que se dice de él (o acerca de grupos con quienes se identifica), concluimos que tiene sentimientos de inferioridad o baja autoestima. Esta tendencia está pronunciada entre los defensores de los derechos de las minorías, tanto si pertenecen como si no a la minoría cuyos derechos defienden.
Por Freedom Club (Theodore Kaczynski)*
No es la clase de personas que tienen un sentido interior de confianza en sus propias habilidades para resolver sus propios problemas y satisfacer sus propias necesidades. El izquierdista es antagonista al concepto de competición porque, interiormente, se siente como un perdedor.
Así, si una persona es «inferior» no es su culpa, sino de la sociedad, porque no ha sido educada correctamente.
Alegamos que todos, o casi todos, los fanfarrones y los competidores despiadados sufren sentimientos de inferioridad. Pero el izquierdista está demasiado lejos para eso. Sus sentimientos de inferioridad están tan arraigados que no puede concebirse como un individuo fuerte y valioso. De ahí el colectivismo del izquierdista: sólo puede sentirse fuerte como miembro de una organización grande o un movimiento de masas con el cual identificarse.
Si nuestra sociedad no tuviera ningún problema social, tendrían que inventar problemas con objeto de proporcionarse una excusa para organizar un alboroto.
Enfatizamos que lo precedente no pretende ser una descripción exacta de todo el mundo que pueda considerarse un izquierdista. Es sólo una indicación tosca de una tendencia general.
Fragmento del ‘manifiesto’ La sociedad industrial y su futuro (1995) Versión original en inglés publicada por The Washington Post y The New York Times.
*También conocido como Unabomb, que fue el apodo que le puso el FBI al autor de los atentados y del manifiesto.
fuente: https://lapiedradesisifo.com/2019/02/03/la-sociedad-industrial-y-su-futuro