Tren maquínico de esperanzas super idiotas
 apabulla el entendimiento pasivo y pacifico de los veedores
 que son mayoría en este laberinto del terror entrópico apodado tierra,
 desarrolla la gran estructura de poder invisible
 que todo lo toca y adormece hasta el paroxismo diabólico.
Placentas de virus de laboratorio adoquinean con taladro
 las mentes creyentes en la fabula fabulosa del circo mediático
 cercando los cientos de otros caminos basureados en el trayecto
 enfermando para curar las hipocondrías corporativas
 de miles de santos sádicos en busca de réditos rápidos.
Luchadores de paquete televisado luchan para sobresalir
 y golpear la inocencia de seres que serán payasos medicados
 pintarrajeados con semen de plomo a boca rojo vivo mostrados
 como víctimas en el show jolgorioso del masivo medio de fines en globo
 asesinadores de mujeres parvulentas que desean trompadas y dinero.
Matadores de ilusión se empecinan en descreer de lo tangible
 para aferrarse a mitos coloridos que huelen a lotería descompuesta
 invadiendo la atmósfera del humus de productos que luego se ofrecen
 a compañías sedientas de sonora adquisición compulsiva
 ante la panorámica vista de ventanas cerradas con pegamentos que sobran.
Guerra estética global engloba la podredumbre de mundos
 diseñados y aniquiladores listos para usar una noche
 para enterrarse al finalizar el coctel de caretas, alcohol y pastillas
 que formatean los discos duros de agentes de bolsa y comerciantes
 ávidos de mostrar toda su biblia de números y esqueletos lejanos.
Jugadores políticos apuestan en el árbol invertido de la ruleta fantasma
 susurrando verdades de plástico para millones sin piso ni fondo blanco
 sacuden las torres embelesadas de aguas termales y pantallas oblicuas
 para poder saltar al vacío olímpico de la obsolencia planificada
 dirigidas por triangulación aplastan las veredas limpias del invernadero urbano.
Cementeros despojan voluntades vencidas antes del embarazamiento
 para encorsetarlas con mentiras a medias disponen golpizas furiosas
 generando llantos que no sacuden ni el polvo móvil de monitores con internet
 estropeando fiestas privadas ajenas y descontinuadas en el tiempo
 para no sucumbir al espejo devuelto como pobreza débil encubierta.
Grosores espantados de tanto reír usan anteojos para no ver el sol
 gimotean exclamando los escalones de la pizarra repleta de productos
 que sobreviven a la experiencia de una conciencia muerta en vida
 presificando la memoria inmemorial de tiempos añejos
 para invadir de violenta violación con antenas el espacio aéreo virgen.
Sufragios sufrientes de largas hileras de títeres escamotean vergüenza
 para disponer de la libertad de glamoroso libre mercado
 ofrecida por la soldadesca estéril de fuerzas enfermas consagradas
 al imperio de lo hábil masculino y a la quietud de las formas con veña
 carecen de músculos habilitados para la salud de una voluntad que no poseen.
Masas de cotillón adornan los templos de la barbarie establecida
 mientras estatuas de vidrio templado hablan rectificando jaulas
 justificando los edificios de piedra a prueba de razones
 que salpican las muecas de padres y madres entontecidas con trabajo y reloj
 para no mirarse las caras y seguir reproduciendo plaga para el cosmos.
Perversidades que vociferan el anuncio de un tiempo en otro cuerpo celeste
 posteriores a la arquitectura bélica y evolutiva de la sistémica decadencia
 del epilogo de criaturas sin voz ni voto arrojadas como regalo
 a los dioses del progreso involutivo de mentes sin fruto posible
 envalentonadas por los galardones que ofrecen las clínicas con titulo.
Carreteras desoladas y peces que ya no laten abundan después del caramelo de neutrones
 estigmatizada previamente por religiosos poderes a la izquierda del mapa
 cierran el paso a las animas que se animan a seguir zigzagueando
 en el destierro de la metástasis universal que termino de crecer a la sombra
 de muchedumbres agolpadas en entradas de castillos de naipe. 
raas
raas@riseup.net
29-5-2010
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