“Una vez que una sociedad se organiza para una cacería preventiva de enfermedades, otorga proporciones epidémicas a la diagnosis. Este triunfo último de la cultura terapéutica convierte la independencia del individuo sano en una intolerable forma de desviación. A la larga, la actividad principal de tal sociedad de sistemas dirigidos por dentro conduce a la promoción fantasmal de la expectativa de vida como una mercancía. Al equiparar al hombre estadístico con hombres biológicamente únicos se crea una demanda insaciable de recursos finitos. El individuo se subordina a las ‘necesidades’ mayores de la sociedad como todo, los procedimientos preventivos se hacen obligatorios y el derecho del paciente a negar consentimiento a su propio tratamiento se desvanece al argumentar el médico que debe someterse a la diagnosis, ya que la sociedad no puede permitirse la carga de procedimientos curativos que serían incluso más costosos”. Ivan Illich, Némesis Médica* (1976)
Mes: noviembre 2020
Una inteligencia incapaz de revisar y transformar sus pautas de comportamiento, ¿puede llamarse inteligencia?…
“Una inteligencia incapaz de revisar y transformar sus pautas de comportamiento, ¿puede llamarse inteligencia? La finalidad última de nuestras orgullosas prótesis tecnológicas, ¿consistirá en calcular el momento exacto de la destrucción de nuestra especie?”. Alba E. Nivas*
Memoria de siglos
El ser humano, solo podrá culparse a sí mismo. Nada nos amenaza, salvo lo que provocamos
“Hace sesenta y cinco millones de años, los dinosaurios, los helechos gigantes, los ammonites desaparecieron bruscamente de la superficie de la tierra. No tenemos certeza alguna sobre las causas de esa catástrofe. Podría tratarse de un súbita e importante llegada de materiales extraterrestres (meteorito gigante o nube interestelar). Con toda verosimilitud, sin embargo, esos animales no fueron responsables de su desaparición. La naturaleza no solicitó su opinión. Pero el ser humano, solo podrá culparse a sí mismo. Nada nos amenaza, salvo lo que provocamos”. Hubert Reeves, El sentido del universo ¿Tiene futuro la vida?
La unión por la conformidad no es intensa y violenta; es calma, dictada por la rutina…
«La unión por la conformidad no es intensa y violenta; es calma, dictada por la rutina, y por ello mismo, suele resultar insuficiente para aliviar la angustia de la separatidad. La frecuencia del alcoholismo, la afición a las drogas, la sexualidad compulsiva y el suicidio en la sociedad occidental contemporánea constituyen los síntomas de ese fracaso relativo de la conformidad tipo rebaño. Más aún, tal solución afecta fundamentalmente a la mente, y no al cuerpo, por lo cual es menos efectiva que las soluciones orgiásticas. La conformidad tipo rebaño ofrece tan sólo una ventaja: es permanente, y no espasmódica. El individuo es introducido en el patrón de conformidad a la edad de tres o cuatro años, y a partir de ese momento, nunca pierde el contacto con el rebaño. Aun su funeral, que él anticipa como su última actividad social importante, está estrictamente de acuerdo con el patrón». Erich Fromm, El arte de amar (1956)
Vivimos una vida de contradicción y conflicto hasta que morimos…
“(…) La mayoría de nosotros vive una vida privada y una vida pública. Una vida pública está rota en fragmentos; en público actuamos con diferentes máscaras, diferentes actitudes, poses distintas. Tenemos tantas máscaras que nos ponemos con suma facilidad, y nos las quitamos únicamente en la intimidad de nuestras mentes y corazones. Si se tiene alguna seriedad, si nos damos cuenta, vemos que en la vida privada también hay varias máscaras: nos ponemos una frente a los amigos, otra en la intimidad de la familia, y si alguna vez estamos solos, usamos una máscara totalmente distinta.
Cada una de ella están en contradicción con las demás, tantos las públicas como las privadas. Los más de nosotros ni siquiera nos damos cuenta de ellas. Simplemente nos dejamos llevar, ajustándonos a las varias influencias y presiones, actuando y reaccionando de acuerdo con lo que dichas máscaras dictan. Y así vivimos una vida de contradicción y conflicto hasta que morimos». Jiddu Krishnamurti (1966)
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Un ambiente psicopatógeno que se acompaña de la autoexplotación y la zombinización humana…
«Un aspecto particularmente opaco de estas modalidades de destrucción es la producción de una «subjetividad zombi»; la procuración de sujetos que asuman acríticamente las metas de este capital mórbido. La subsunción de la mente en el actual proceso de valorización capitalista desata una presión competitiva, aceleración de los estímulos y estrés de atención constante que provoca un a duras penas reparable deterioro del ambiente mental.
Un ambiente psicopatógeno que se acompaña de la autoexplotación y la zombinización humana. Así, si el capitalismo industrial necesitó de la importación de fuentes energéticas para sus obreros mal alimentados (azúcar, café, té, cacao…), el capitalismo degenerativo precisa de toda una batería de drogas, unas legales, otras no, para mantenernos flexiblemente explotables». Andrés Piqueras, prólogo de Abecedario zombi. La noche del capitalismo viviente (2016)
La vacuna de la gripe en tiempos de COVID19
Ni en la pandemia tiene sentido la vacunación antigripal. Ante el sinsentido de la vacuna contra la gripe estacional, incluso en este momento de la pandemia de Covid19, el autor ha preparado este texto didáctico con una sólida base documental, de la mejor ciencia, que se resume en la bibliografía que va al final. Se puede leer el texto sin más, o se pueden consultar los trabajos científicos y decidir con criterio propio. En todo caso, puede acceder a las referencias apropiadas y numeradas en la versión en inglés.
Por Juan Gervás
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Trabajar con el silencio…
«No hay acto creativo verdadero que ocurra en un solo mundo. La creación es un compromiso con varios mundos. Y dos de esos mundos son el lenguaje y el silencio. Pero le tenemos pánico al silencio. Hay que recuperar la capacidad humana de trabajar con el silencio». Manfred Max Neef
►Imágenes para el Disenso Consciente
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Parrhesia es una actividad verbal en la cual un hablante expresa su relación personal a la verdad…
“Parrhesia es una actividad verbal en la cual un hablante expresa su relación personal a la verdad, y corre peligro porque reconoce que decir la verdad es un deber para mejorar o ayudar a otras personas (tanto como a sí mismo). En parrhesia, el hablante usa su libertad y elige la franqueza en vez de la persuasión, la verdad en vez de la falsedad o el silencio, el riesgo de muerte en vez de la vida y la seguridad, la crítica en vez de la adulación y el deber moral en vez del auto-interés y la apatía moral». Michel Foucault