El epíteto “hombre posthistórico” fue empleado por primera vez por Roderick Seidenberg en un lúcido libro publicado bajo ese título. Su tesis, esquematizada al máximo, es que la vida instintiva del hombre, dominante a través de todo el largo pasado animal del mismo, ha ido perdiendo fuerza en el curso de la historia, a medida que su inteligencia consciente ha ido conquistando dominio sobre una actividad tras otra.
Por Lewis Mumford