En mi opinión, lo terrible no son los lobos, pues muchas ovejas lúcidas y con coraje podrían debilitarlos gravemente. Lo dramático son las ovejas, ya que nunca hay suficientes para ello y, si las hay, a menudo son dirigidas/engañadas por lobos con piel de cordero, y/o financiadas por lobos sin disfraz.
Por José Luis Cano Gil