«Con la inteligencia en primer lugar, gracias a los métodos de la ciencia, el hombre aplicaría a todos los organismos vivos, sobre todo a sí mismo, las mismas reglas que ha aplicado al mundo físico. En la búsqueda de la economía y el poder, crearía una sociedad sin otros atributos que los que podrían asociarse a la máquina. En realidad, la máquina es, precisamente, la parte del organismo que puede ser proyectada y regulada por la inteligencia sola. Al establecer su organización fija y su comportamiento predecible, la inteligencia producirá una sociedad similar a la de ciertos insectos que no han cambiado en sesenta millones de años: porque cuando la inteligencia llega a una forma definitiva, no permite ninguna divergencia a su solución acabada». Lewis Mumford*
Etiqueta: Megamáquina
Homo Technomorphis (tecnohombre)
Durante varias décadas he procurado aferrarme a mis desgastados ejemplares de The Myth of the Machine (El mito de la máquina, dos volúmenes, 1967 y 1970). Y hace pocas noches, alterado por las pesadillas en las que bien despiertos estamos forzados a “vivir”, me encontré una vez más inmerso en ese trabajo monumental y fascinante. En su análisis histórico, comparativo brillantemente abarcativo, Mumford demostraba como los sistemas de poder centralizados –digamos por caso el del antiguo Egipto o el de la Alemania nazi− se han valido de medios técnicos para la regimentación militar y burocrática de enormes poblaciones humanas (“la gran Máquina”). (Para el último ejemplo, véase el reciente estudio de Edwin Black, IBM y el Holocausto).
Por William Manson*
Counterpunch
14 de marzo de 2014
Jaulas
Cuando pensamos en encierro y sufrimiento pensamos en cárcel; cuando pensamos en la cárcel, pensamos en castigo. Por desgracia nadie piensa en las personas (y resto de seres vivos con sentimientos y esperanzas) que se encuentran presos.
Por Antón FDR
De la protección a la destrucción *
Siendo en parte una expresión de angustia y agresión intensificadas, la ciudad amurallada reemplazó una imagen más antigua de tranquilidad rural y paz. Los primitivos bardos sumerios volvían la memoria hacia una edad de oro preurbana, cuando «no había serpiente ni escorpión, ni hiena ni león, ni perro salvaje ni lobo»; cuando «no había miedo ni terror, y el hombre no tenía rival».
Por Lewis Mumford
La megamáquina y la destrucción del vínculo social
Lewis Mumford, y aún más Cornelius Castoriadis, nos enseñaron que la máquina más extraordinaria inventada por el genio humano no es otra que la organización social misma. Después de la metáfora del organismo, la metáfora de la máquina ha sido utilizada ad nauseam para referirse a la sociedad. Lo cierto es que, conforme a la visión cartesiana del animal máquina, las dos metáforas remiten a una misma visión mecanicista de la sociedad.
Por Serge Latouche
1998