«Según nuestros más anteriores, al cielo hay que sostenerlo para que no se caiga. O sea que el cielo no mero está firme, sino que cada tanto se pone débil y como que se desmaya y se deja caer así nomás como se caen las hojas de los árboles y entonces puras calamidades que pasan porque llega el mal a la milpa y la lluvia lo rompe todo y el sol castiga al suelo y es la guerra quien manda y es la mentira quien vence y es la muerte quien camina y es el dolor quien piensa. Dijeron nuestros más anteriores que así pasa porque los dioses que hicieron el mundo, los más primeros, tanto empeño pusieron en hacer el mundo que, después de terminarlo, ya no muy tenían fuerza para hacer el cielo o sea el techo de nuestra casa y le pusieron ahí nomás lo que se les ocurrió y entonces el cielo está puesto sobre la tierra nomás como un techo de ésos de plástico. Entonces el cielo no está mero firme, sino que a veces como que se afloja. Y has de saber que cuando esto pasa, se desarreglan los vientos y las aguas, el fuego se inquieta y la tierra da en levantarse y caminarse sin encontrar donde estarse sosiega.»
Categoría: • Control
Cuando el poder fantasmal crece en eficacia y tamaño sospechando de todos y todas
La cámara del poder tiene (mucho) más alcance
Una foto de la toma de posesión de Barak Obama, el nuevo presidente ‘progresista’ en América, pero esta vez del mayor estado delincuente del planeta.
Esta foto fue tomada con una cámara robot de 1474 Megapixeles https://secure.wikimedia.org/wikipedia/es/wiki/Megapixel, es decir 295 veces más potente que las fotos de 5 megapixeles de nuestras cámaras caseras.
Apunten a donde sea y comparen! 🙂
http://gigapan.org/viewGigapanFullscreen.php?auth=033ef14483ee899496648c2b4b06233c
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Lo que sigue son enlaces a deficiones de organismos necesariamente propiciadores del actual (y antiguo) Orden Mundial, aunque no hay que ser tan ilus@s como para creer que estas instituciones son las unicas responsbles del exterminio de la libertad y la autonomia -cualquiera sea su forma, color, extension y definicion- y los cuerpos de los oponentes y/o los peligrosos (definicion antojadiza que cada forma de poder adecua a sus propios intereses). Observen, como detalle interesante, el año de creacion de dichos organismos. Tengan en cuenta, ademas, que Wikipedia sólo es el puntapié para ahondar sobre muchos temas, y como es una herramienta que se construye (en teoria) grupalmente, y a veces, los puntos de vista son bastante ‘livianos’ y ‘benevolentes’ con las definiciones ‘objetivas’, que son, siempre opiniones, o sea ideologia, por lo tanto arbitrarias.
Los siguientes organismos estan ordenados cronologicamente de acuerdo a la fecha de creacion.
:: Oficina Federal de Investigación- Federal Bureau of Investigation (FBI)
Creada en 1908
Página oficial
La Oficina Federal de Investigación es el principal brazo de investigación del Departamento de Justicia de los Estados Unidos de América.
leer más https://secure.wikimedia.org/wikipedia/es/wiki/Federal_Bureau_of_Investigation
:: Banco Mundial- World Bank
Creado en 1944
Página Oficial
El Banco Mundial (WBG World Bank Group) es uno de los organismos especializados de las Naciones Unidas. Su propósito declarado es reducir la pobreza mediante préstamos de bajo interés, créditos sin intereses a nivel bancario y apoyos económicos a las naciones en desarrollo. Está integrado por 185 países miembros. Fue creado en 1944 y tiene su sede en la ciudad de Washington, Estados Unidos.
leer más https://secure.wikimedia.org/wikipedia/es/wiki/Banco_mundial
:: Organizacion de las Naciones Unidas (ONU) United Nations
Creada en 1945
Página oficial
La Organización de las Naciones Unidas es la mayor organización internacional existente. Se define como una asociación de gobiernos global que facilita la cooperación en asuntos como el Derecho internacional, la paz y seguridad internacional, el desarrollo económico y social, los asuntos humanitarios y los derechos humanos.
https://secure.wikimedia.org/wikipedia/es/wiki/Naciones_Unidas
:: Fondo Monetario Internacional- International Monetary Fund (IMF)
Creado en 1945
Página oficial
El Fondo Monetario Internacional como idea fue planteado el 22 de julio de 1944 durante una convención de la ONU en Bretton Woods, New Hampshire, Estados Unidos; y su creación como tal fue en 1945. Sus estatutos declaran como objetivos principales la promoción de políticas cambiarias sostenibles a nivel internacional, facilitar el comercio internacional y reducir la pobreza.
leer más https://secure.wikimedia.org/wikipedia/es/wiki/Fondo_Monetario_Internacional
:: Organización para la Alimentación y la Agricultura (OAA) Food and Agriculture Organization (FAO)
Creada en 1945
Página oficial
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación es una organización específica de la ONU, creada el 16 de octubre de 1945, en la ciudad de Quebec. La FAO reagrupa 191 miembros (189 estados más la Unión Europea y las islas Feroe). Su divisa: Ayudar a construir un mundo sin hambre.
Conduce las actividades internacionales encaminadas a erradicar el hambre. Brinda sus servicios tanto a países desarrollados, como a países en transición a modernizarse y mejorar sus actividades agrícolas, forestales y pesqueras, con el fin de asegurar una buena nutrición para todos.
leer más https://secure.wikimedia.org/wikipedia/es/wiki/FAO
:: Departamento de Defensa de los Estados Unidos- United States Department of Defense.
Creado en 1947
Página oficial
El Departamento de Defensa de Estados Unidos es el ministerio del gobierno de Estados Unidos encargado de las fuerzas militares del país, todo el tiempo.
leer más https://secure.wikimedia.org/wikipedia/es/wiki/Departamento_de_Defensa_de_los_Estados_Unidos
:: Agencia Central de Inteligencia -Central Intelligence Agency (CIA)
Creada en 1947
Página oficial
La Agencia Central de Inteligencia (CIA, Central Intelligence Agency) es, junto con la Agencia de Seguridad Nacional, la agencia gubernamental de los Estados Unidos encargada de la recopilación, análisis y uso de «inteligencia», mediante el espionaje en el exterior, ya sean gobiernos, corporaciones o individuos que pueda afectar la seguridad nacional del país.
leer más https://secure.wikimedia.org/wikipedia/es/wiki/CIA
:: Organización Mundial de la Salud (OMS)
Creada en 1948
Página oficial
La Organización Mundial de la Salud es el organismo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) especializado en gestionar políticas de prevención, promoción e intervención en salud a nivel mundial. Organizada por iniciativa del Consejo Económico y Social de la ONU que impulsó la redacción de los primeros estatutos de la OMS. La primera reunión de la OMS tuvo lugar en Ginebra, en 1948.
leer más: https://secure.wikimedia.org/wikipedia/es/wiki/Organizaci%C3%B3n_Mundial_de_la_Salud
:: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
Creada en 1948
Página oficial
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe es el organismo dependiente de la Organización de las Naciones Unidas responsable de promover el desarrollo económico y social de la región. Sus labores se concentran en el campo de la investigación económica.
leer más: https://secure.wikimedia.org/wikipedia/es/wiki/CEPAL
:: Agencia de Seguridad Nacional- National Security Agency (NSA)
Creada en 1952
Página oficial
La Agencia de Seguridad Nacional es una agencia del gobierno de los Estados Unidos responsable de obtener y analizar información transmitida por cualquier medio de comunicación, y de garantizar la seguridad de las comunicaciones del gobierno contra otras agencias similares de otros países
leer más https://secure.wikimedia.org/wikipedia/es/wiki/NSA
:: Banco Interamericano de Desarrollo (BID)
Creado en 1959
Página oficial
El Banco Interamericano de Desarrollo es una organización financiera internacional con sede en la ciudad de Washington D.C. (Estados Unidos), y creada en el año de 1959 con el propósito de financiar proyectos viables de desarrollo económico, social e institucional y promover la integración comercial regional en el área de América Latina y el Caribe. Es la institución financiera de desarrollo regional más grande de este tipo y su origen se remonta a la Conferencia Interamericana de 1890.
leer mas https://secure.wikimedia.org/wikipedia/es/wiki/Banco_Interamericano_de_Desarrollo
:: Banco Europeo de Inversiones – European Investment Bank
Creado en 1958
Página oficial
El Banco Europeo de Inversiones es el órgano financiero comunitario de la Unión Europea (UE). Fue creado en 1958 en el marco de los Tratados de Roma y su sede está en Luxemburgo. Tiene por misión contribuir al desarrollo equilibrado del territorio comunitario a través de la integración económica y la cohesión social.
leer más https://secure.wikimedia.org/wikipedia/es/wiki/Banco_Europeo_de_Inversiones
:: Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio- National Aeronautics and Space Administration (NASA)
Creada en 1958
Página oficial
La Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio es la agencia gubernamental responsable de los programas espaciales del gobierno de los Estados Unidos.
leer más https://secure.wikimedia.org/wikipedia/es/wiki/NASA
:: La Administración de Drogas y Narcóticos- Drug Enforcement Administration (D.E.A.)
Creada en 1973
Página oficial
Drug Enforcement Administration es la agencia del Departamento de Justicia de los Estados Unidos dedicada a la lucha contra el contrabando y el consumo de drogas en los Estados Unidos. Pese a compartir jurisdicción con el FBI en el ámbito interno, es la única agencia responsable de coordinar y perseguir las investigaciones antidroga en el extranjero.
leer mas https://secure.wikimedia.org/wikipedia/es/wiki/Drug_Enforcement_Administration
:: El Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD) European Bank For Reconstruction and Development
Creado en 1991
Página oficial
El Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo se estableció en Enero de 1990 siendo su inauguración en Abril de 1991 en Londres, donde se encuentra su sede, siendo este acto refrendado con la asistencia de 41 represantes de gobiernos correspondientes a los miembros que formaban parte inicialmente de esta institución.
:: Unión Europea- European Union
Creada en 1993
Página oficial
La Unión Europea (UE) es una comunidad singular de veintisiete Estados europeos que fue establecida el 1 de noviembre de 1993, cuando entró en vigor el Tratado de la Unión Europea (TUE), siendo la sucesora de facto de las Comunidades Europeas, creadas en los años 50 del siglo XX.
leer más https://secure.wikimedia.org/wikipedia/es/wiki/Uni%C3%B3n_Europea
:: Programa de Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia- High Frequency Active Auroral Research Program (HAARP)
Creado en 1993
Página oficial
El proyecto HAARP (Programa de Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia) es una investigación financiada por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, la Marina y la Universidad de Alaska para «entender, simular y controlar los procesos ionosféricos que podrían cambiar el funcionamiento de las comunicaciones y sistemas de vigilancia»
leer más https://secure.wikimedia.org/wikipedia/es/wiki/HAARP
:: Organización Mundial del Comercio (OMC) World Trade Organization
Creada en 1995
Página oficial
La Organización Mundial del Comercio fue establecida en 1995, la OMC administra los acuerdos comerciales negociados por sus miembros (denominados Acuerdos Abarcados), en concreto el Acuerdo General sobre Comercio y Aranceles (GATT en inglés), el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios AGCS, el Acuerdo sobre los Aspectos de Propiedad Inttelectual Relacionados con el Comercio ADPIC.
leer más: https://secure.wikimedia.org/wikipedia/es/wiki/OMC
:: Banco Central Europeo – European Central Bank (ECB)
Creado en 1999
Página oficial
El Banco Central Europeo (BCE), es el banco central de la moneda única europea, el Euro, y constituye el principal eje del Eurosistema. El BCE es parte integrante del Sistema Europeo de Bancos Centrales y está sometido a las disposiciones del Tratado de la Comunidad Europea y a sus Estatutos.
leer más https://secure.wikimedia.org/wikipedia/es/wiki/Banco_Central_Europeo
:: Iniciativa de Integración Regional Sudamericana (IIRSA)
Creada en 2000
Página oficial
La Iniciativa de Integración Regional Sudamericana, es el foro de diálogo, entre los 12 países de Sudamérica (actual Unión de Naciones Suramericanas), que tiene como objetivo la planificación y desarrollo de proyectos para el mejoramiento de la infraestructura de transporte, energía y telecomunicaciones.
leer más https://secure.wikimedia.org/wikipedia/es/wiki/IIRSA
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Lo que sigue a continuación son (algunas de) las formas (a través de las cosas) que posibilitan el control y el saqueo de la autonomía de las personas, los grupos, los animales, los ríos, las ciudades y el mundo entero aunque muchas de ellas estén más que contentas con el manejo cotidiano de las cuestiones irresolublemente sociales.
:: Sistema de posicionamiento global- Global Positioning System (GPS)
Creado en 1993
Página oficial
El Sistema de Posicionamiento Global es un Sistema Global de Navegación por Satélite (GNSS) que permite determinar en todo el mundo la posición de un objeto, una persona, un vehículo o una nave, con una precisión hasta de centímetros, usando GPS diferencial, aunque lo habitual son unos pocos metros. Aunque su invención se atribuye a los gobiernos francés y belga, el sistema fue desarrollado e instalado, y actualmente es operado por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos.
leer más https://secure.wikimedia.org/wikipedia/es/wiki/GPS
:: Sistema global de navegación por satélite- Global Navigation Satellite System (GNSS)
El Sistema Global de Navegación por Satélite es una constelación de satélites que transmite rangos de señales utilizados para el posicionamiento y localización en cualquier parte del globo terrestre, ya sea en tierra, mar o aire. Estos permiten determinar las coordenadas geográficas y la altitud de un punto dado como resultado de la recepción de señales provenientes de constelaciones de satélites artificiales de la Tierra para fines de navegación, transporte, geodésicos, hidrográficos, agrícolas, y otras actividades afines.
leer más https://secure.wikimedia.org/wikipedia/es/wiki/Sistema_global_de_navegaci%C3%B3n_por_sat%C3%A9lite
:: Satélite espía
Un satélite espía es un satélite artificial de observación terrestre o de comunicaciones destinado a uso militar o para inteligencia.
leer más https://secure.wikimedia.org/wikipedia/es/wiki/Sat%C3%A9lite_esp%C3%ADa
:: Echelon
Echelon es considerada la mayor red de espionaje y análisis para interceptar comunicaciones electrónicas de la historia. Controlada por la comunidad UKUSA (Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Australia, y Nueva Zelanda).
leer más https://secure.wikimedia.org/wikipedia/es/wiki/ECHELON
:: Criptoanálisis
Criptoanálisis (del griego kryptós, «escondido» y analýein, «desatar») es el estudio de los métodos para obtener el sentido de una información cifrada, sin acceso a la información secreta requerida para obtener este sentido normalmente.
leer más https://secure.wikimedia.org/wikipedia/es/wiki/Criptoan%C3%A1lisis
:: Ataque de pulso electromagnético- Electromagnetic Pulse (EMP)
El ataque de pulso electromagnético es un método de ataque militar realizado con armas generadoras de importantes cantidades de energía electromagnética ambiental que destruyen total o parcialmente el equipamiento eléctrico y electrónico dentro de su radio de acción.
leer más https://secure.wikimedia.org/wikipedia/es/wiki/Ataque_de_pulso_electromagn%C3%A9tico
:: GLONASS
Es un Sistema Global de Navegación por Satélite (GNSS) desarrollado por Rusia y que representa la contrapartida al GPS estadounidense y al futuro Galileo europeo.
leer más https://secure.wikimedia.org/wikipedia/es/wiki/GLONASS
:: Galileo
Es un Sistema global de navegación por satélite (GNSS) desarrollado por la Unión Europea (UE), con el objeto de evitar la dependencia de los sistemas GPS y GLONASS. Al contrario de estos dos, será de uso civil.
leer más https://secure.wikimedia.org/wikipedia/es/wiki/Sistema_de_posicionamiento_de_la_Uni%C3%B3n_Europea_Galileo_____________________________________________________________________________________________________________
En la siguiente lista se encuentran los organismos encargados de la ‘seguridad’ de nuestras vidas, sea cual sea nuestra forma de percibir, sentir y vivir dichaa vida. Cada cual podra sacar sus propias conclusiones del por qué estas organizaciones delictivas permanecen ocultas deliberadamente para el gran público, y lo que es peor aun, con fines aun más ocultos. Aunque, como sabemos, las cosas permanecen ocultas hasta que se pueden (y quieren) visualizar.
Agencias de Seguridad nacionales
Chile
::Agencia Nacional de Inteligencia de Chile
leer más https://secure.wikimedia.org/wikipedia/es/wiki/Agencia_Nacional_de_Inteligencia
Argentina
::Secretaría de Inteligencia del Estado
leer más https://secure.wikimedia.org/wikipedia/es/wiki/Secretaria_de_Inteligencia_del_Estado
Alemania
::Bundesnachrichtendienst
leer más https://secure.wikimedia.org/wikipedia/es/wiki/Bundesnachrichtendienst
Israel (interno)
::Shabak
leer más https://secure.wikimedia.org/wikipedia/es/wiki/Shabak
Israel (externo)
::Mossad
leer más https://secure.wikimedia.org/wikipedia/es/wiki/Mossad
Reino Unido (interno)
::MI5
leer más https://secure.wikimedia.org/wikipedia/es/wiki/MI5
Reino Unido (externo)
::MI6
leer más https://secure.wikimedia.org/wikipedia/es/wiki/MI6
España
::Centro Nacional de Inteligencia
leer más https://secure.wikimedia.org/wikipedia/es/wiki/Centro_Nacional_de_Inteligencia
¿Conclusiones?
A todas estas descripciones y enumeraciones aribitrarias de cosas debemos agregar al aporte inestimable de Microsoft en el control de las personas y organizaciones a lo largo y ancho del mundo, ya que sin las diferentes versiones de Windows no seria tan facil conseguir datos de los usuarios con internet. Ni que mencionar a las muchisimas empresas que se dedican a la fabricacion de software de control y vigilancia a nivel domestico, laboral, publico y privado. Pero tampoco hay que olvidar a todas las compañias de telecomunicaciones (telefonia fija y movil, internet, etc.) que son el soporte fundamental del control y que por un tema de espacio y desconocimiento del compilador es imposible justamente enumerar y analizar en este escrito. El dispositivo GPS incluido en celulares y otros aparatos, que por las mentes desprevenidas es percibido como un fabuloso progreso, es solo la punta de uno de los varios icebergs que tiene en la manga el gran complejo belico-industrial-corporativo mundial para saber como ‘cuidarnos’ en todo momento.
raas
raas(arroba)riseup.net
2009
Crónica del operativo policial que allanó La Sala
«… La fase expansiva de la ciudad concluye y se inaugura otra de recuperación de los centros urbanos por parte de las clases medias por medio de toda una serie de políticas urbanísticas encaminadas a una «vuelta al centro» que tendrá en el diseño urbano y en la gentrificación la excusa para desplazar a las clases trabajadoras y/o marginales a los espacios residuales de las viviendas en bloques». Andeka Larrea (1)
Motivaciones que motivaron la virulencia
Sabido es que el G.C.B.A. uso la excusa (para arrasar a oscuras y sin previo aviso la Huerta Orgazmika), reproducida automatamente por Marcelo Iambrich, Jefe del CGPC N°6 y por los voceros cómplices de revista Horizonte, y todos los organismos e instituciones que repiten irresponsablemente los comunicados del poder fue que había un foco de dengue, ¿acaso alguna vez escucharon o vieron reportear a la persona baleada y muerta en la calle tras un ‘enfrentamiento’ con las fuerzas de seguridad? Y si de motivaciones hablamos veamos de lo que dice Luis E. Sabini Fernandez (2) al respecto:
«…Arrasamiento, con topadoras, policías, malos tratos y golpes, de una huerta vecinal, donde se había hecho florecer una cantidad de especies botánicas, bastante inhabituales en el paisaje porteño… ¿Las razones? Sanitarias: el dengue. El mosquito de marras sí que sirve para un barrido y un fregado. Claro que se trató de razones ‘sanitarias’, pero las verdaderas no son la ridícula excusa del dengue, que no existía en la Huerta Orgázmika. Si tal hubiera sido el motivo de lo que resultó el aplastamiento literal de la experiencia se podría haber solucionado con una inspección ocular o un análisis del agua allí presente. Es lo que se acostumbra en sociedades diz que democráticas. – La operación ‘sanitaria’ fue política, ideológica. Ya el mismo nombre de la huerta, debe despertar las más terribles reacciones en vecinos bienpensantes… – El baño seco instalado y ya listo para funcionar puede resultar subversivo… para las cloacas de la ciudad y quienes las administran; imaginen si el 15 % de los hogares con jardín de la capital se decidieran a instalar baños secos para compostar en sus terrenos, hacer verdura orgánica y achicar así la contaminación acuática… – el trabajo de herboristería que venía realizando la huerta es peligrosísimo; imaginen si trajinando con yuyos se descubren algunas mejoras en la salud como se lograba en siglos o milenios anteriores… el mundo de los laboratorios y su producción no tanto de medicamentos sino de enfermos, podría flaquear… – en la Huerta Orgázmika se construyó un horno de ladrillo y a leña… si tuviera efecto ejemplarizante podría hacer temblar los cimientos de la comida preparada… ¿qué van a decir Findus, AGD, Knorr si se extendiera la costumbre, –se recuperara– de “hacer la comida” en lugar de (sólo) consumirla? La gente sabría mejor qué come y eso nos haría más autónomos y menos heterónomos… que es el pecado mayor en que podríamos caer. Esta vez dijeron la palabra correcta aunque con un significado falso: la salud de los que tienen la sartén ‘y el mango también’ es nuestra enfermedad».
La protesta y posterior cacería
El operativo conjunto de La Policía Federal y La Guardia de Infantería no cabe en los discursos demócratas del poder neoliberal que arrasó, en este caso, el C.C. La Sala (3) en busca de personas a las que (además) les habían quitado de cuajo la huerta (4) desde donde pensaban, sentían y habitaban el mundo; ni mas ni menos que eso, pero con otro golpe artero: después de manifestarse unos minutos en el CGPC N°6 en busca de algún gesto, alguna disculpa, alguna palabra siquiera, un grupo aproximado de 20 personas fueron perseguidas por efectivos policiales hasta Avellaneda al 600 donde lograron refugiarse, al menos por unos instantes.
Estuvieron, muchos de los perseguidos, intentando frenar la embestida por la puerta principal del local cultural. Claro esta que la única respuesta que puede ofrecer un gobierno es esta, no llegaron las palabras, no se le puede pedir nada -mucho menos hechos- al mausoleo laberíntico del poder: neofascista, intolerante, agresivo, neoliberal, derechista, ilegalista, patoteril del ingeniero civil Mauricio Macri, que es el responsable máximo del atropello cotidiano -que no es nada nuevo- contra las personas y grupos que molestan a la vista, al paso y/o a los intereses del imperturbable ascenso de la construcción de cárceles del consumo, el control, el hacinamiento y la dependencia: torres que harán mas desgraciados (pero felices) a los seres que allí vivirán, mas cercados, mas dependientes de todo tipo de ‘servicios’ (de los ‘favorecidos’) a costa de derrumbar, arrasar, demoler lo que sea a su paso, como un huracán de grueso calibre, pero con intención y mucha estupidez.
Voces y gritos de la persecución
Tras descartar a la puerta principal como posible lugar de ingreso, la policía recurrió al acceso por edificios y casas aledañas. Tras dudar unos instantes, ya en el piso de la terraza, los uniformados ingresaron con la fuerza por la puerta de la terraza (4), repartiendo gritos, palos, pisotones, amenazas y otras sutiles acciones. Uno a uno, una a una fueron cayendo en los brazos de estos imbéciles serviles que a fuerza de disfraces, pura obediencia y entrenamiento psicológico de amedrentamiento rompieron instrumentos musicales -sobre todo-, se hicieron con una cámara digital, y como si esto fuera un eufemismo, se llevaron comida de la cooperativa Consumando que funciona en el lugar.
Las suelas de las botas sobre los cuerpos de los infortunados fueron una constante en los 15 minutos que duro la razzia, golpes de puño fueron repartidos a piacere mientras estaban maniatados/as en el piso y algo que no podía faltar a la cita: el chiste idiota del verdugo policial, practicando el sadismo que Eric Fromm (5) veía en el movimiento que apoyo el nacionalsocialismo de la Alemania nazi (en particular) y en la vida humana en general. Finalmente, muchos de los presos (de 22) fueron capturados en La Sala. Posteriormente trasladados a la comisaria N° 11 donde continuaron los hostigamientos, primero con reiterados insultos y cargadas varias (aunque cuesta imaginar que nivel humorístico puede tener un policía en funciones), después con filmaciones y fotos. Inclusive a muchos y muchas las hicieron desnudar, lo que se agrega a la lista de procedimientos ilegales y sobre todo ilegítimos.
Pero el sadismo no termino ahí, ya que Martín, uno de los 6 heridos del día martes, presentaba una hemorragia interna (ocasionadas por los golpes) que no fue atendida hasta pasada los noventa minutos dentro de la comisaria, que finalmente accedió a sacarlo por la puerta de atrás de la comisaria, en un auto particular con vidrios polarizados y sin registrar la entrada en la guardia del Hospital Durand donde quedo internado alrededor de dos días. A esa altura, en el recinto policial comenzaron a transpirar de nervios, ya que en la puerta se había congregado un buen numero de personas que a base de cánticos, aplausos e insultos hizo decaer el fervor represivo. Lucas, uno de los veintidós detenidos, fue al que peor parte le toco, ya que le abrieron una causa por daños y lesiones; todos y todas las demás salieron de la comisaria sin causa alguna.
Cabe destacar que algunos de los médicos que atendieron a los lastimados comentaron que la policía les había sugerido de mala manera (¿de que otra forma sino?) que no los atendieran.
La encuesta de los precarios mentales
Se comento en el barrio que, días después del megaoperativo, se vio a varios sujetos, con métodos ostensiblemente policiacos, preguntar con avidez a vecinos lindantes con La Sala sobre la actitud e intenciones de las personas que trabajan y/o habitan el Centro Cultural La Sala, como si estuvieran recabando pruebas en contra de los varios veces reprimidos y atacados. Se dice también que la fuerza policial entro sin orden de allanamiento al domicilio de varios vecinos y vecinas con el conocido fin de ingresar al lugar por la terraza (6). También se supo que antes de arremeter en el centro cultural los policías allí presentes avisaban que ahí vivía gente que los podía lastimar (sic) y que los dejaran pasar de inmediato.
Un anuncio de lo que ya es (hace mucho) una gran maquinaria de recaudación y control
«Casi desde su primer momento de existencia, la ciudad, a pesar de su apariencia de protección y seguridad, fue acompañada no sólo de la previsión de un asalto desde afuera sino también de una lucha intensificada en su interior: un millar de pequeñas guerras se hicieron en la plaza del mercado, en los tribunales…. Heródoto fue testigo ocular de una sangrienta lucha ritual con garrotes entre las fuerzas de la Luz y las de las Tinieblas, que se celebraba en el interior de un templo egipcio. Ejercer el poder en todas las formas era la esencia de la civilización; y la ciudad halló decenas de modos de expresar la lucha, la agresión, la dominación, la conquista… y la servidumbre» Lewis Mumford (7)
No es de extrañar, entonces, que este nuevo auge de la construcción no sea un fenómeno local. Hay ciudades como Valencia, España, que están siendo objeto de parecidas embestidas del capital de la construcción y especulación inmobiliaria. Y no hay que irse tan lejos de la ciudad de Buenos Aires para percibir el mismo desplazamiento de casas bajas, lugares verdes y sitios ‘improductivos’ para el emplazamiento compulsivo de torres, negocios ‘top’, lo que configura un aterrador espectáculo social, pero un gran show estético, habilitado para todo habitante bienpensante que se precie de tal: Lomas de Zamora, Adrogue, Banfield… Rosario, Córdoba también avanzan en este sentido de verticalización de lo social. Santiago y Sao Paolo son también dos muestras latinoamericanas de una onda expansiva que parece que no tener freno.
«La experiencia en la ciudad posmoderna es un habitar en lo incierto, en la falta de identidad, en el fragmento y en la velocidad… la desaparición de la geografía y de la posibilidad de establecer un vínculo con la naturaleza (con la humana, propiamente). La permanente confusión entre el mundo de las imágenes y la realidad es la nota característica de muchas de las grandes aglomeraciones urbanas de nuestros tiempos. En sus espacios (¿calles?) es difícil distinguir el simulacro urbano de la ciudad misma, la imagen publicitaria lo invade todo, la experiencia del ciberespacio se hace cada vez más presente. Es imprescindible estar conectado permanentemente para habitar en el sueño de la indiferenciación digital. Sin embargo, este sueño es sólo una parte muy pequeña del mundo de las realidades contemporáneas contra el que se levanta: Pobreza, miseria, desmantelamiento del estado de bienestar, terrorismo empresarial, exclusión, vigilancia, violencia institucional… Precisamente la realidad». Andeka Larrea (1)
Autómatas serviles o de la vieja costumbre de ‘ser alguien’ pisando o otro
«… Es necesario notar lo siguiente: la mecanización y la sistematización no son fenómenos nuevos en la historia: lo que es nuevo es el hecho de que esas funciones hayan sido proyectadas e incorporadas en formas organizadas que dominan todos los aspectos de nuestra existencia.» Lewis Mumford (8)
«… Las multitudes como tales tienen sus propias formas de diversiones colectivas: las luces que brillan en las avenidas, las que iluminan las fachadas de los teatros y los escaparates de los restaurantes y de los cabarets son para ellas, aun cuando no les sea permitido el acceso a estos centros; los millares de bulbos eléctricos coloreados de los anuncios comerciales son para ellas, tentándolas a beber wiski, comprar este automóvil, o renovar su vitalidad endeble con ‘píldoras rosadas para personas pálidas… Sin esas exhibiciones las realidades amargas de la pobreza y de la impotencia serían casi intolerables para la masa de los metropolitanos; esos espectáculos contribuyen a compensar el sentido inferior de masculinidad y de femineidad que se desarrolla bajo la presión de la mecanización, y asimismo contribuyen a anestesiar, debido a que las masas participan en ellos, el sentido de soledad que obsesiona al individuo atómico de la gran ciudad” Lewis Mumford (9)
Se sabe que el control que pretende ejercer el Estado-empresa por doquier es oculto, aunque a veces es mas bien explicito, máxime si se trata de espacios o rubros aun no colonizados para los que se usara el aparato ‘legal’ (si se cree que es posible la victoria) o el aparato para-legal en casos o situaciones donde o no es posible vencer o no se puede ‘blanquear’ la actividad extracurricular, extorsión por impuesto a cambio de seguridad extra (tarea que ya fue ocupada por las agencias de seguridad privada, otro sector polifuncional al servicio de la ‘inmóvil’, es decir del poder). Impuesto que pagan muchos comerciantes en la ciudad de Buenos Aires a la Policía Federal Argentina, a cambio de silencio y protección contra zonas liberadas y/o potenciales (y muy posibles) robos.
La Huerta Orgázmika representaba, para el orden establecido, un caso casi imposible de sortear por vías legales, cuando la gente de la huerta lo demostró’ con pruebas y el Juzgado Nacional en lo Correccional N°5 ratifico que la huerta no había incurrido en delito de usurpación, es entonces cuando el poder de turno recurre a la opción B, o sea la conquista por la fuerza (y por la noche), del espacio recuperado en 2002 por los y las huertistas. En definitiva, la fuerza es la única oportunidad viable para convertir el ex-baldío y ex-huerta en una extensión de la plaza Giordano Bruno y/o en otro proyecto estático-comercial. Todo esto posibilitado por dos grandes actores: el primero, formado por parte del vecindario quebrado y disperso de seres que, fueron co-participes y cómplices en la destrucción de la huerta, y que además alentó y aplaudió cada desalojo y ‘puesta en valor’ de cuanto espacio de Caballito estuviera ‘afeado’ por pobres, linyeras, cartoneros; que por otra parte (para esa visión del mundo), nunca alcanzaron ni alcanzaran la categoría de seres humanos. Otra parte del vecindario, la mas numerosa quizá, formada por una gran masa gris de gente que ‘no sabe ni contesta’ en los asuntos que no los atañan a ellos mismos. Solo un minúsculo grupo, fue el que aporto fotos, videos, (10)lamentos, apoyos varios y cartas, como las que escribió el Secretario General de AASIPRO Jorge Garcia Roel (11), del Hospital Julio Mendez, ante el patoteril procedimiento policial también dentro del hospital después de la cacería en La Sala.
El día de la violencia (con topadoras incluidas al mejor estilo israelí)(12) entre sombras llego un lunes 18 de mayo. Atrás quedaron los intentos de la gente de la Huerta por permanecer en ese pequeño terreno sembrando un gran variedad de plantas, armando hornos de barro, baño seco, intercambio de semillas, cursos de permacultura, proyecciones de cine y mucho mas. Llego el tiempo del silencio, de las armas y de la repartija de las personas e instituciones participantes en el atraco.
¿Un mundo que no desea otros mundos?
“Decir: prefiero tal régimen a tal otro, es flotar en lo vago; sería más exacto afirmar: prefiero tal policía a tal otra. Pues la historia, en efecto, se reduce a una clasificación de policías; porque, ¿de qué se trata el historiador sino de la concepción del gendarme que se ha hecho el hombre a través de los tiempos?” Emile M. Cioran
Ya no hubo tiempo de análisis, hipótesis, ideas, planes, pero la rueda siguió girando, los bolsillos de varios funcionarios se siguen agrandando, así como también la cuota de responsabilidad, ¿pero a quienes le imputamos responsabilidad? ¿Se puede señalar al status quo inmoral, indiferente, psicópata? ¿Es posible buscar responsabilidad sin tener que recurrir a la vía legal del pasillo, el turno, el forreo y, finalmente, la desilución y el hastío? ¿Es necesario recordar que todo el gran aparato de organismos de Derechos Humanos enfocado hacia el encarcelamiento de ex-represores haya podido lograr solo 28 condenas de mas de mil causas abiertas? (13) ¿Es acaso miope no ver a donde llegó (y a donde va a llegar sobre todo) el pedido de Justicia por los 194 muertos de la causa de la tragedia de Cromañón? ¿Y de los 62 muertos y 34 heridos que dejó el vuelo 3142 LAPA en 1999? (14)
¿No es tal vez, el caso de Enrique Piñeyro (15) una excepción de lucidez y responsabilidad poco frecuente en las sociedad tecnológicamente modernas? ¿No es quizá cotidianas, este estilo de vida, que tiene muchos siglos de existencia, una compleja red de complicidad la que permite la mas variada gama de exacciones, vejamenes y arbitrariedades que bajan desde el poder unimodo y que son aceptadas, y muchas veces, alentadas y patrocinadas por las ‘clases’ conservadoras primero y por las demás capas sociales después, las que en definitiva perpetuán los actos mas vandálicos e inhumanos de esta nueva guerra global que se retroalimentan y entrecruzan fatídicamente?
¿Se puede creer seriamente que el estado de Israel (o el de Estados Unidos, o el de Inglaterra, etc) es solo una dirigencia desquiciada, mafiosa y militarista la que ocupa, cerca, persigue, mutila y asesina a las poblaciones palestinas? ¿O es que acaso la estructura empresario-gubernamental sionista israelí mantiene en el terror y el engaño, al mejor estilo de Eurasia (16) a su propia población con tal de ejecutar el plan sin inmutarse? ¿Que cosas motivaron los cientos de genocidios, limpiezas étnicas, desplazamientos a lo largo del tiempo (17) en todo el planeta? ¿Las ganas de poseer mas solamente? ¿La sensación que produce ver sufrir a un otro diferente, molesto, eliminable? ¿El capricho de un loco, algunos, muchos? ¿O es el deseo de identificarse con el lastimador, el agresor (el que ostenta el poder) mas fuerte que otras pulsiones humanas? ¿O el Síndrome de Estocolmo esta muy arraigado en el alma humana que imposibilita que cualquier intento de modificación sustancial (mínima, pequeña, grande) de la situación sea percibida como una amenaza que vale la pena borrar del mapa sin que ello represente siquiera un pequeño rubor en las mejillas del terrorismo de ocasión? (18)
Una guerra final y total contra todo lo que represente una molestia (que no tiene un limite preciso), ya que la Luna y Marte están siendo estudiados por expertos de agencias internaciones y gobiernos poderosos (que casi con seguridad libraran batallas por el control del espacio extraterrestre)(19) ‘preocupados’ por la situación global de una especie que le pone precio a la vida, a la muerte, a la destrucción y reconstrucción de ciudades, a los órganos, al placer, al amor, a la solidaridad…
En la antigua China, hacia el siglo VI, la creencia popular (20) aseguraba que a los gobernantes, que incurrieran en actos deshonestos y/o de corrupción probada, por acción de los espíritus infortunados, se les caía literalmente el techo encima (mientras dormían) como acto de justicia. Visto como involuciono aceleradamente el mundo, tendríamos que acomodar esa fabulosa creencia a estos tiempos.
“Idiota: Un miembro de una enorme y poderosa tribu cuya influencia en los asuntos humanos se ha ejercido siempre de manera dominante y autoritaria. La actividad del Idiota no está restringida a un campo especial del pensamiento o de la acción, sino que ‘invade y regula el todo’. Tiene la última palabra en todo; su decisión es inapelable. Establece las modas de opinión y de gusto, dicta las limitaciones de lo que debe decirse y circunscribe la conducta con firmeza” Ambrose Bierce (21)
raas / raas(@)riseup.net
24-5-2009
notas:
1) La ciudad invernadero, revista Ekintza Zuzena N° 35 www.nodo50.org/ekintza/article.php3?id_article=457
3) Los mensajes de los poderosos: a propósito del doble discurso: Parole, parole, parole… www.argentina.indymedia.org/news/2009/05/672890.php
3) www.cclasala.blogspot.com
4) Desalojo de la Huerta Orgázmika de Caballito www.anred.org/article.php3?id_article=2991
5) El arte de la vida , compilación de entrevista radiales, de 1983
6) www.flickr.com/photos/glifosato
7) De la protección a la destrucción www.revistacontratiempo.com.ar/mumford.htm tomado de La Ciudad en la Historia (The City in History) de 1961
8) Técnica y Civilización (Technics and Civilization) de 1934
9) La Cultura de la Ciudad (The Culture of Cities) de 1938
10) www.youtube.com/watch?v=1kwQmo8WBSI
11) No se difundió la carta digitalmente, pero si se hizo en el hospital y en La Sala, sita a escasos metros del mismo.
12) Revista futuros N°11 ‘Topadoras israelíes abren camino a colonos en Cisjordania’, de Nora Barrows-Friedman www.revistafuturos.com.ar/index.php/los-pueblos-palestinos-e-israelies/39-los-pueblos-palestinos-e-israelies/67-topadorasisraeliesabrencamino
13) Revista Devenir N°13, ‘Perdiendo en Juicio’ www.colectivodevenir.com.ar//index.php?option=com_content&task=view&id=179&Itemid=2
14) www.es.wikipedia.org/wiki/Vuelo_3142_de_LAPA
15) Piloto de avión, que renuncio un año después de haber entrado en LAPA, y denuncio con probada documentación las severas irregularidades y connivencia de la Fuerza Aérea Argentina y la empresa LAPA. Película Whisky Romeo Zulu, de Enrique Piñeyro, de 2004 www.es.wikipedia.org/wiki/Whisky_Romeo_Zulu
16) 1984, de Geroge Orwell, de 1949 www.es.wikipedia.org/wiki/Eurasia_(1984)
17) Relaciones entre limpieza étnica, migración forzosa y genocidio en el caso palestino-israelí, de Luis E. Sabini Fernandez www.argentina.indymedia.org/news/2008/12/643443.php
18) Destruyeron con topadoras la Huerta Orgazmika de Caballito, de raas www.argentina.indymedia.org/news/2009/05/671947.php
19) La Guerra Fría continúa en el espacio, de Roberto Palmitesta D. www.analitica.com/va/internacionales/opinion/8675840.asp
20) La Venganza de los Espíritus, de Yan Zhitui www.lenguadetrapo.com/00005-RE-ficha.html
21) El Diccionario del Diablo (The Devil’s Dictionary) de 1911
El nuevo orden mundial, el cártel petrolero y farmacológico y la fabricación de vacunas o una nueva forma de esclavitud humana
En un artículo anterior mencioné que se avecinan grandes catástrofes en la humanidad, y no me refiero a los tan anunciados virus que ocasionaran una “pandemia”, sino debido a la forma como los gobiernos tratan el desarrollo de las naciones. Desarrollos que ponen énfasis en la industrialización, energía y comercio y olvidan el equilibrio de la naturaleza y la alimentación de la población. No solo el hecho de sembrar, sino cómo se siembra y el tipo de alimentos que deben ser sembrados y comercializados para garantizar la salud del territorio y de sus nacionales, en caso contrario las defensas de la naturaleza y del cuerpo humano se verán diezmadas y vulnerables ante el ataque de las tradicionales bacterias, virus y los nuevos monstruos de laboratorio creados por la mafia médica.
Johnny Bielostotzky*
bielostj@gmail.com
21/7/2008
Gaza, Qassam y reacciones
Héctor Amodio Pérez era considerado, en tiempos que era un capitanejo tupamaro un militarista dentro de la organización, uno de los que siempre buscaba los caminos de enfrentamiento radical y/o violento. Ensalzado tras algunos operativos por sus camaradas, en particular por las mujeres tupas que fueran liberadas de la cárcel del Buen Pastor mediante un operativo del que se atribuyó responsabilidad a HAP (aunque justo es consignar que dicho operativo fue limpio e incruento).
Por Luis E. Sabini Fernández*
Estamos refiriéndonos al tupamaro condenado a muerte por el MLN luego de establecer, que el mismo había colaborado expresa y extensamente en el desmantelamiento de buena parte de la infraestructura de que disponía la organización, y todos recordamos entre tales “descubrimientos” “la cárcel del pueblo” que había instaurado el MLN donde retenía “preso” al impresentable Ulises Pereyra Reverbel.
Años después, y aparentemente ya arrojado al estrellato internacional, Peter Torbjörnsson, fotógrafo sueco, lo denunció como el autor material del atentado contra Edén Pastora, que no terminó con la vida de Pastora, apenas sufrió heridas en las piernas pero sí con la de otros cinco presentes en la conferencia de prensa. Aunque poco efectiva la operación, el “trabajo” fue sin duda agresivo y contundente.(1)
Si HAP era un infiltrado que había escalado posiciones dentro del MLN, como induce a pensar su actuación posterior internacional, o si HAP fue un tipo inicialmente reclutado por el MLN y luego trasvasado mediante tortura o seducción a los aparatos represivos oficiales es, para lo que me interesa destacar en este momento, secundario.
Lo que me importa es destacar que los más combativos no tienen porque ser trigo limpio. Por lo menos, hay que aprender a no ser estúpido y creer que la combatividad prueba la limpieza del trigo. Aunque en muchos casos marchen juntos el mayor arrojo y la mayor lealtad, como lo prueban ejemplos formidables como el de Di Giovanni en Argentina y tantísimos otros.
En el trágico concierto palestino, están los actores que circulan mediáticamente como el Hamas y Al Fatah, pero están los que no circulan mediáticamente que son todas las agrupaciones de palestinos o palestinos a secas que luchan con medios no violentos para mantener sus derechos (a la vida, al suelo, a los alimentos), como Marwan Barghouti, Mohammed Omer, Kawther Salam o en su momento Edward Said. En medio de toda la población de Gaza, un millón y medio de seres humanos, casi, hay un puñado de combatientes o guerrilleros que se empeñan en enviar cohetes Qassam a territorio israelí, pero como las famosas bombas Imparcial de tiempos de la guerra civil española, pueden caer indistintamente en territorio israelí o palestino y que en la cantidad de años en que han sido arrojados han matado, según la organización B’Tselem, israelí, a once israelíes y a cinco palestinos. La mayor parte de sus envíos han resultado totalmente incruentos, como por ejemplo el envío de un cohete Qassam el 4 de noviembre de 2008 caído en el desierto, que sirvió para que el Estado de Israel proclamara rota la tregua de seis meses establecida y y matara a varios palestinos. Cohetazo que las propias fuentes israelíes declararon no había siquiera herido a alguno.
Los Qassam estarían entonces entre los proyectiles más inseguros e inútiles que se conocen dentro de las armas de guerra. Los voceros pro-israelíes hablan de los palestinos como terroristas. Los que pretenden tener una voz independiente las más de las veces siguen, sin saberlo, “la voz del amo”. Sistemáticamente remiten a la Autoridad Palestina como el gobierno palestino con asiento en Cisjordania y a un golpe de mano de Hamas para adueñarse del gobierno en Gaza. Nada más falso. En enero de 2006, el Hamas le arrebata el gobierno a los que lo habían detentado por décadas con Arafat y tras él con Abbas. El Hamas ganó en elecciones con amplia participación, por mayoría abrumadora y perfectamente controlada por veedores internacionales como Jimmy Carter y su gente, con todos los condicionamientos que corresponde tener en cuenta por la ocupación israelí.
En algún momento, allá por los ’80 se consideraba que el Hamas era confesional, islámico, y que Al Fatah era laico e izquierdista, pero al cabo de unos años, sobre todo luego de la mezquina capitulación en Oslo en 1993, lo que había que reconocer era que el Hamas atendía las necesidades de la gente, negadas y saboteadas por el estado israelí y olvidadas por la dirección palestina, que Al Fatah estaba definitivamente corrompido entre los compromisos de haber aceptado ser la policía israelí de su propio pueblo 2 y el manejo discrecional de los fondos que le llegaban a los palestinos desde Israel o desde el exterior y que servían para distanciar una claque “revolucionaria” de un pueblo cada vez más hambreado.
El Estado de Israel no pudo aceptar que el Hamas fuera la representación de la sojuzgada población palestina y como verdadero poder ocupante, inyectó todo tipo de ayuda a su títere Al Fatah y a su jefe, Abbas, a quien le ayudó a construir un “puesto presidencial” en Cisjordania barriendo con el gobierno legítimo, encarcelando a buena parte de sus parlamentarios y ministros. Por razones que desconozco, pero que tal vez tienen que ver con el principio físico de la “válvula de seguridad”, en Gaza el Hamas pudo reaccionar encarcelando a los putschistas que trataban de ganar mediante un golpe “ayudado” lo que habían perdido en las urnas. Por eso existe una autoridad política de Hamas en la Franja de Gaza. Que ha servido para que todo el tiempo “los periodistas independientes” peroren acerca del gobierno bien habido en Cisjordania y el de facto de Gaza. Cuando es exactamente al revés. El discurso como inversión de la verdad: para tener en cuenta.
Vayamos ahora un poco más lejos. El Maine, en 1898, en Habana voló por los aires y sirvió para que EE.UU. le “declarara” la guerra a España, mejor dicho para apropiarse de las islas caribeñas que, como fruta madura, estaba ansiando desde hacía siglos. Cuba y Puerto Rico. Curiosamente, el tipo de explosión que destruyó al Maine y llevó a la muerte a cientos de sus tripulantes fue interna, del tipo implosión, y una de las pruebas de ello son los escasos daños de varios barcos anclados en su proximidad. Si se tratara de una ex-plosión, éstos habrían sido mucho más averiados. Sabotaje español o autodestrucción yanqui, la implosión parece llevarse las palmas…
En Pearl Harbor, 1941, el comando estadounidense deja hacer a los japs. El ataque japonés les permite responder cayendo con todo su poderío no del todo todavía reconocido. Habían logrado lo mismo que en Cuba en 1898: responder a la agresión y casualmente quedarse con las perlas ahora del Índico como en Cuba las de la desflecada corona española.
En Nueva York, en el 2001, todavía no sabemos qué pasó. Pero sí sabemos que no pasó lo que nos contaron. Sabemos que los edificios implosionaron. Que implosionaron tres, aunque habrían sido atacados dos y que en Washington, en el Pentágono, no aparece del famoso “avión atacante” ni un trocito del fuselaje, de ruedas, de alas… Cuando Thierry Meyssan estaban investigando ese atentado, los serviciales anfitriones del Pentágono le ofrecieron la caja negra del presunto avión, prueba contundente del atentado, le explicaron buenamente. Claro que una caja negra milagrosamente preservada de un avión cuya existencia es lo que está puesta en duda no deja de ser un chiste. Meyssan declinó tomar contacto con semejante “prueba”.
Hay algo más, que revela que el modus operandi de construir operaciones que sirvan para “airadas respuestas de defensa” es ya un oficio de Ministerios de “Defensa” como el de EE.UU. En el escrito Rebuilding Americas Defenses de setiembre del 2000, escrito por la craneoteca neocon criticando el paréntesis pacifista [sic] de Clinton, un escrito que es toda una recopilación de la presunta pérdida de poder de fuego de los ejércitos de EE.UU. en el planeta, los Kagan y otros intelectuales que lo suscriben dicen que puede haber un modo de incrementar, de revitalizar, de acelerar y legitimar el rearme y es que se les cruce en el camino un nuevo “Pearl Harbor”. Así, descaradamente, los Pearl Harbor son vistos como métodos para dirigir una guerra, como excusas para “contraataques”. Vale la pena reparar en que Rebuilding… fue escrito un año antes de la caída de las Torres Gemelas, tan oportunamente convertidas en espectáculo televisivo de todo el día.
EE.UU. e Israel: una alianza cada vez más estrecha
Como la CIA, el MOSSAD ha desarrollado enormes operativos de camuflaje, de infiltración, para combatir secuestrar o matar a palestinos, nazis, u objetores de conciencia.
Estaría perfectamente dentro de su estrategia infiltrar a grupos de resistentes palestinos que practiquen actos que “legitimen” reacciones.
Los cohetes Qassam que apenas algunas veces alcanzan un blanco, disparados con trayectorias azarosas que estadísticamente tienen muchas más posibilidades de no encontrar blanco alguno que de encontrarlo, podrían ser una magnífica excusa para que el Ministerio de “Defensa” israelí reaccione y encuentre en ellos y sus escasas víctimas 3 la excusa óptima para desencadenar un castigo bíblico a los palestinos. Allí sí mueren cientos de seres humanos, en edificios en las calles, en autos. Allí sí mueren hombres, mujeres, niños. Incluidos, claro, entre tanto “daño colateral” algún comando o algún jerarca policial o algún miembro del gobierno “terrorista”.
Allí mueren despedazados por bombas arrojadas desde lejos y luego siguen muriendo en una sociedad a la que preventivamente se le han bombardeado usinas, hospitales, talleres y se le han bloqueado las importaciones: faltan gasas, desinfectantes, bisturíes…
No afirmamos que los cohetes Qassam sean teledirigidos por los israelíes. Sostenemos que puede ser así. Al fin y al cabo, hasta la autoría de tales envíos ha estado en debate; si se trata de grupos de combatientes del Hamas que procuran así responder a los castigos colectivos, verdadera política genocida del Estado de Israel, o si se trata de grupos de combatientes de Al Fatah que procuran con ello dirigir las iras israelíes hacia el gobierno de la Franja. Incluso ha habido escaramuzas entre grupos palestinos para acordar o impedir el envío de tales cohetes.
Porque en todos los casos, lo que más nos llama la atención es que cualquier cohetazo Qassam, hasta el más inocuo, despierta “la reacción”, ésa sí desproporcionada, criminal, genocida de los militares israelíes.
Porque hasta los más enardecidos asesinos y racistas deben justificar sus depredaciones, alegando defender, defenderse de algo: Hitler vociferaba contra quienes atacaban al pueblo alemán mientras arrasaba a los checos, a los polacos, a los judíos… Bush, por ejemplo, tan generoso o amplio en sus miras, anda siempre defendiendo la libertad, en todos los mares y suelos del mundo, con petróleo, al menos.
* Docente del área de Ecología y DD.HH. de la Cátedra Libre de Derechos Humanos de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, periodista, editor de futuros del planeta, la sociedad y cada uno.
notas:
1) Edén Pastora, durante décadas en la guerrilla neosandinista contra los Somoza, rompió, empero con la dirección luego de “la toma de poder” y a tal punto se produjo el enfrentamiento que se levantó en armas contra el FSLN, Ortega, Borges, etcétera. Por ese entonces, los somocistas habían armado “la contra” para recuperar el control de Nicaragua y llegó a haber tratativas para unificar el frente antisandinista que Pastora desechó considerando que “la contra”, la guardia somocista, era todavía peor que los neosandinistas comandados por Ortega. La CIA quiso escarmentar a Pastora por el fracaso de la operación unificadora y todo lleva a pensar que encontró en HAP el instrumento.
2) Algo ya experimentado con éxito, aunque con avatares como rebeliones, por el imperio británico en la India, con los cipayos.
3) Lo de escasas es un vocablo difícil por no decir inaceptable en términos éticos puesto que una vida humana arrasada es siempre demasiado. Pero no estamos hablando desde nuestros corazones sino desde las estadísticas de militares.
Los formateadores
“No podrán controlarte por completo, porque no pueden estar dentro tuyo”, decía animada Julia a Winston, en medio del totalitarismo de 1984. Más de veinte años después del imaginado por Orwell, poco margen parece haber quedado para esa ínfima pero amenazante “libertad interior”. El viejo escenario en el que unos pocos vigilan el comportamiento de muchos ha dejado de ser funcional a un mundo en el que, alentadas por el espectáculo del consumo, las sociedades aprenden a internalizar los mecanismos de control.
Por revista La Brumaria
Como un canto de sirenas, el poder pone en circulación un discurso que promete la desaparición de la escasez e incita a entrar en el simulacro de una fiesta capitalista en la que tanto trabajadores como patrones serían anfitriones. Para asegurar la efectividad de esta falacia, existe además un ejército de administradores de la conciencia que se encarga de implantarla en la subjetividad de cada asalariado. Son los encargados de procesar conflictos, aguar tensiones, diluir reclamos. Guardianes del dominio, los Formateadores operan sobre el más mínimo vestigio de resistencia, buscando convertir a cada individuo en cifra, contraseña, dato almacenable.
”Los tipos se desquitan”
Con una enorme sonrisa y a paso apresurado, Hernán Salas entra al kiosco-bar de San Juan y Paso, donde lo esperábamos. No nos conoce pero se lo ve confiado. Seguramente Salas piensa (sigue pensando) que efectivamente vemos las cosas del mismo modo.”Déjenme tomar una Coca antes de empezar porque estoy muerto”, dice en un tono que revela cansancio. Y no es para menos: viene de jugar un partido de fútbol bastante agotador. “¿Ven acá?”, dice señalando unos moretones y lastimaduras. “Es que estamos jugando el campeonato que organizamos en la empresa”, explica. ”Los obreros siempre nos cagan a patadas. Los tipos se desquitan”.
Entre coca y coca, Hernán admite que su tarea no es sencilla. Para él, que trabaja en el departamento de Recursos Humanos de la empresa CONUAR (Combustibles Nucleares Argentinos SA), “es difícil romper la barreras rígidas que están metidas en la sociedad. Es difícil sacarle al empleado la idea de que la empresa lo quiere cagar. Para eso estamos nosotros, para quebrar la estrechez mental que te hace pensar que siempre alguien te quiere joder, que te quieren usar para su propio beneficio. El empleado tiene que entender que la empresa es un equipo y que tiramos todos para el mismo lado”.
”Hay que venderles nuestra filosofía”
“La tarea de Recursos Humanos implica romper con todos los estatutos”, dijo con la solvencia de quién parece estar convencido de cada palabra. Y agregó: “Hay que romper con el panóptico del que hablaba Foucault”. Nuestro asombro era máximo. Entre todos los comentarios esperables no cabía lugar para una respuesta de ese tipo (mucho menos viniendo de ese tipo). “¿Leen Foucault?”, nos lanzamos como quién se arroja sediento a un pozo con agua. “Si, claro”, contesta entusiasmado. “Sirve mucho para pensar como romper con el viejo sistema de control”, dice entre sorbos de Coca. “Con el panóptico el empleado siente que lo están mirando aunque no lo estén mirando, se siente vigilado. Entonces el tipo trabaja mal, porque está presionado, siente que su trabajo es algo que no le gusta y que tiene que hacer por obligación”, dice con tono de especialista. “¿Y cómo quiebran con ese panóptico?”, preguntamos como si nuestro interlocutor fuese un idealista de la liberación humana. “Cuando el empleado deja de creer que hay alguien que lo vigila y empieza a pensar que lo que hace es para su propio beneficio, no para el de otro. Así se trabaja mejor, se produce mejor”.
Había capturado la hilacha del asunto: la vieja empresa en la que el jefe implicaba un mecanismo de control externo, comienza a ser reemplazada por una en la que, armados de conocimiento sobre el funcionamiento social, un grupo de expertos se encarga de hacer que la vigilancia esté incorporada en la mente de cada empleado. “Cuando hay un compromiso con la empresa, la gente pierde la noción de que está trabajando una hora más de la que dice el contrato, porque ya no trabaja por obligación, sino que lo hace porque piensa que es para su propio beneficio”, dice Hernán sonriente. Sus palabras revelaban el verdadero objetivo de su tarea: lograr una mayor producción con la menor cantidad de conflictos posibles.
El trabajo de “adecuar” personas.
”La psicología sirve para pensar cómo hacer que el empleado actúe como yo quiero”. Hernán Salas
“El nuestro es todo un trabajo psicológico”, dice Hernán. Tiene apenas 25 años, pero sabe perfectamente que si el conflicto entre trabajadores y patrones no fuera real, su tarea cotidiana no sería la de llevar adelante una verdadera labor de manipulación, o lo que en lenguaje gerencial se denomina marketing dentro de la empresa: fiestas de fin de año, torneos de fútbol o cualquier otra simulación de unión que permita suavizar asperezas al interior de la empresa. “Es para estimular al personal”, explica, “en ese momento el empleado deja de pensar en la distancia que lo separa del gerente”. Lo dice con la certeza de un matemático, pero sus lesiones futbolísticas muestran que ninguna técnica es tan efectiva. “Adentro de la fábrica todo funciona como en la teoría, pero en la cancha se nota que los tipos siguen pensando que sos un garca”, se sincera.
Sus ojos se encienden a medida que avanza el relato, y detrás de las anécdotas, asoma una sonrisa sospechosa. Algo en su mirada revela placer. “Los tipos nunca se olvidan de que sos de Recursos Humanos”, dice con una mueca de yuppie.
El lapsus no dura mucho y rápidamente retoma el eje de su discurso. “Es toda una mentalidad muy estrecha la que hay que quebrar, y no es fácil”, dice ocultando el desliz. “Pero existen técnicas que ayudan a romper con esos límites”. Se trata de la puesta en marcha de lo que él llama procesos de motivación, que implican la exploración de mecanismos que impulsen al trabajador a “moverse” hacia un objetivo. “Lo que se busca es que fluyan psicológicamente del propio trabajador las ganas de decir: me gusta este empleo y voy a seguir para adelante, voy a seguir trabajando porque me gusta”.
El formateo comienza desde el mismo proceso de selección, buscando ahorrarle a la empresa cualquier “dolor de cabeza”. “Las herramientas psicológicas ayudan a ver qué valores tiene la persona. Si esos valores se adecuan a los de la empresa, a vos te conviene”, dice con un gesto de complicidad. Sus palabras revelan la fórmula: el empleado que ingresa a la fábrica es aquel que sobrevivió ileso al “detector de resistencias” al que fue conectado durante el proceso de selección. Varios años después de Darwin, los formateadores confirman la supervivencia del más apto de la forma más paradójica: aquel que sobrevive es el que menos resiste, el que carece de defensas, el más “adecuado”, en suma, a la lógica de la acumulación.
La empresa protectora
Al igual que el señor feudal ofrecía seguridad a sus siervos, la nueva empresa se presenta como tutora, amparadora, benevolente. Lo que pide a cambio es nada menos que lo que demanda un padre a su hijo: fidelidad y entrega absoluta. “Si al empleado lo escuchás, le das beneficios y le vendés la idea de que va a poder escalar, te va a producir mucho más, porque va a pensar que cuanto más trabaja más prospera”, dice Hernán. Hace un tiempo atrás su empresa puso en marcha una política de paternidad destinada a lograr este objetivo: se organizó un concurso llamado “comentá tus ideas”, que buscaba que el empleado hiciera sugerencias para el mejor funcionamiento de la compañía. “Las ideas que aportaron le hicieron ganar a la empresa cerca de dos millones de pesos”, comenta entusiasmado. “Entonces a fin de año el empleado que aportó la mejor idea se va a llevar un premio de hasta diez mil pesos”, explica. El saldo para la empresa es más que beneficioso, ya que logra ligar emocionalmente al personal con la organización. “¿Querés estudiar inglés? Te hacemos estudiar inglés, la empresa se hace cargo. ¿Querés comprarte una casa? La hipoteca de tu casa te la pagamos nosotros”. El discurso patronal se vuelve así paternal, y como un chico ansioso por devolver una imagen deseable a los ojos de la autoridad, el empleado se esmerará ahora por saldar su deuda trabajando más y mejor.
Perros de Pavlov
”Hay infinidad de formas para hacer que el empleado se ponga la camiseta de la empresa” Lalo Huber
¿Por qué será que los perros empiezan a salivar cuando tienen en frente la comida? ¿Por qué será que los trabajadores producen más cuando se les ofrece un premio? Para los formateadores, una de las herramientas de motivación por excelencia es el otorgamiento de beneficios. “No se trata de que los empleados trabajen sólo porque se les paga, sino de que lo hagan fundamentalmente por un compromiso con la organización”, explica Lalo Huber, profesor de la facultad de Ciencias Económicas de la UBA, la UCA y El Salvador, y director de una importante empresa de informática. Para este experto formateador, el primer paso a seguir en el proceso de motivación es la creación de una lista de comportamientos que se pretende que el personal adopte (iniciativa, creatividad, puntualidad, etc). El paso siguiente consiste en premiar esos comportamientos. “Si yo quiero puntualidad, tengo que premiar a los puntuales, aunque más no sea un simple comentario halagatorio, o la posibilidad de acceso a una capacitación”, explica. Los jugosos premios ofrecidos por la empresa pueden ser desde seguros médicos privados, medios de transporte o planes de pensiones, hasta reconocimientos públicos de valor simbólico: un mail del jefe, una felicitación verbal frente al resto de los empleados o los famosos cuadritos del empleado del mes.
Como ratitas de laboratorio, los trabajadores son sometidos a un proceso de estímulo- respuesta, premios y castigos. El resultado es una mayor productividad, un quiebre de lazos de solidaridad entre los propios trabajadores (inducido a partir de un ambiente en el que todos quieren ser “el favorito”) y un plus adicional para el empresario, quién detrás del reality show de los premios, se evita el pago de cargas sociales (jubilación, vacaciones, cobertura médica, etc).
”Me están parando la planta”
Los grandes procesos de sindicalización de la clase trabajadora, sobre cuyos escombros se monta la nueva organización productiva, no parecen haber transcurrido en vano. Las empresas aprendieron una lección: el trabajo no debe ser visto por el empleado como lo que es, una actividad obligatoria que se realiza para obtener un salario con el cual satisfacer necesidades, sino que debe ser percibido como una forma de autorrealización, de alcanzar objetivos e ideales, de sentirse, en suma, feliz. Este simulacro implica no sólo una estrategia hacia una mayor productividad, sino también un antídoto contra la amenaza siempre latente de la organización gremial de los trabajadores. Si la tarea fuese sencilla, el departamento de Recursos Humanos no se habría convertido en un brazo fundamental de la nueva estructuración laboral.
“En una empresa de producción tenés que cuidar el capital humano, porque es fuerza de trabajo que viene con ciertas complicaciones, como los gremios, los sindicatos”, dice Hernán. Una de las mayores dificultades que recuerda haber vivido en la empresa fue cuando uno de sus colegas olvidó poner el ítem “cuenta de futuros aumentos” en el sueldo de los empleados, lo que significaba una quita de doscientos pesos al salario básico. A mitad de mañana todos los jefes de producción estaban parando la planta. “Tuvimos que salir de Recursos Humanos a la planta, ir al de los gremios y decir: muchachos, fue una equivocación humana, no les vamos a sacar del sueldo los doscientos pesos”. La aclaración consiguió volver a poner en marcha la producción, pero no logró salvar el puesto de quien cometió el error.
“¿Y si me toca a mi?”
Luego de esta anécdota, Hernán decidió profundizar el relato. Pero esta vez el tono de la conversación sufrió un cambio notable. Pasó a hablar como un pibe de 25 años preocupado por su propia estabilidad laboral. Así, las explicaciones sobre cómo cuidar el capital humano mutaron hacia la historia del “chico que se equivocó y lo rajaron”. “Diego hacía mucho que trabajaba en la empresa, pero estuvo solo un año en Recursos Humanos. No tenía experiencia, entonces lo mandaron a hacer cursos de liquidación, lo capacitaron. Pero al tipo le costaba, se mandaba muchas cagadas”, explica. “Fue ahí cuando entré yo, como pasante. Y ahora yo ocupo su puesto”. Su tono era pausado y lánguido, como quién da extrañas vueltas para no transmitir una noticia dolorosa. Se produjo una pausa. “Yo no hice nada para que lo rajaran, ¿está bien? Tengo la conciencia tranquila”, expresó entre risas. Sus gestos, sin embargo, parecían hablar otro idioma. “¿Ven?”, dijo volviendo a mirarnos a los ojos. “Así funciona la psicología en la empresa. Me pusieron a trabajar al lado de Diego para que él sintiera la presión”. Hablaba como un maestro a su discípulo, pero cada palabra parecía pesarle una tonelada, y la rueda de la conversación fue extinguiéndose hasta quedar flotando en el aire un silencio molesto. “¿Y si ahora me ponen a mí un pasante?”, dijo con un hilo de voz y tomó rápidamente lo poco que quedaba de Coca.
Extraído del sumplemento Precario de la revista La Brumaria Nº2
Gaza, racismo, epifanía de lo atroz
Dov Lior es considerado aun dentro de los propios círculos hebreos como un extremista de derecha. Cuando en los ’80 Lior propuso el uso de presos palestinos para investigaciones médicas, aunque era ya un hombre de poder, le costó el puesto a que aspiraba en el Consejo Rabínico Supremo de Israel. Pero el desparpajo de su propuesta revela la índole de su universo ideológico y ético.
Por Luis E. Sabini Fernández
Fue de siempre un sostenedor de que había que barrer militarmente el suelo palestino desde donde surgieran resistencias o ataques a la población israelí. En apoyo a esa política ha firmado dictámenes rabínicos, como otros rabinos de su misma contextura ideológica, reclamando ya no el derecho sino la obligación de disparar contra quienes atentan contra el Estado de Israel.
En 1993, ante asesinatos de civiles palestinos en la ciudad de Rafah por fuerzas israelíes afirmó públicamente que la matanza de civiles no judíos está permitida por las leyes religiosas judías. Lior manifestó a este respecto que «durante la guerra el matar civiles no judíos está permitido si salva vidas judías».
En 1994, Lior apoyó el asesinato “colectivo” de 29 palestinos a manos de otro rabino, Baruch Goldstein, originario de EE.UU., dentro de una mezquita en Hebrón. Lior manifestó entonces que «un millar de vidas no judías no valen lo que la uña de un solo judío» y calificó a Goldstein de «gran santo y gran rabino, cuyo recuerdo será bendecido (por los fieles judíos)». Varios meses después de la masacre, Lior dijo a sus discípulos en Kiryat Araba, un asentamiento judío situado cerca de Hebrón, que «la sangre judía es más roja que la de los no judíos y el Señor prefiere una vida judía a otra no judía».
Cuando en 2003, el ejército de “Defensa” de Israel asesinó a mansalva a ocho palestinos que protestaban contra la ocupación israelí [episodio de Nadav Shragai], hubo una reacción al menos de grupos llamados “izquierdistas” dentro de la sociedad israelí, que organizaron una protesta ante el “Ministerio de Defensa”. Se trataba apenas de cientos de manifestantes moralmente indignados, organizados como “Coraje para rechazar” y fueron apaleados y detenidos a montones por la policía del estado israelí. Así atraparon a un militar graduado y refuseñik, al capitán David Zonenshein, que se había negado a ser militar en territorios “ocupados” (en rigor, en los últimos territorios ocupados).
Estos protestatarios afectados por la muerte en frío y en masa de los protestatarios palestinos entendían que con ese acto “el ejército [israelí] ha perdido su legitimidad moral”. Es un juicio francamente tardío, cuando los militares israelíes han estado asesinando inmisericordemente “enemigos” y “obstáculos” desde hace décadas, pero aun así, la protesta revelaba algo de la hondura del conflicto en que está metido el diferendo palestino-israelí.
Las reservas humanistas, morales, de población israelí se podían entonces percibir en que ante la matanza señalada hubo también manifestaciones conjuntas de repudio de árabes y judíos, e incluso también resistencia unida contra el derribo de casas palestinas “marcadas”.
En ese clima, el rabino Dov Lior, presidente del Consejo Rabínico Yesha [de enorme peso entre los colonos israelíes] dictaminó que el “Ejército de Defensa” de Israel está religiosamente habilitado para herir y matar a los llamados inocentes durante la guerra. Lo hizo en declaración conjunta con otros rabinos archiortodoxos como Yuval Sharlo:
“La ley de la Torá se refiere a tener merced con nuestros soldados y de salvarlos a ellos.” “No tenemos que sentirnos culpables sobre la base de morales extranjeras.”
Observe el lector que no hemos oído estas frases ni siquiera de los imperialistas norteamericanos, que aun llevando sistemáticamente a cabo tal política, de asesinatos colectivos, jamás la asumen. Tenemos que remontarnos a la “franqueza” nazi para oír semejantes razonamientos de la soberbia, que indudablemente no era pecado mortal para los nazis.
Pero en el 2003 todavía había en Israel quienes caracterizaron el concepto de “enemigo” de Lior como algo para avergonzarse. Aunque se tratase de voces aisladas, como la de Ran Cohen, del partido Meretz.
Bueno es recordar que nuestro “nazi sionista” –al decir del inolvidable Yeshayahu Leibovitz, un rabino con otra estatura humana, ciertamente– había evitado problemas de conciencia a la soldadesca israelí cuando el arrasamiento de Jenín, en 1985 emitiendo un dictamen rabínico entonces con los mismos argumentos.
En 2004, la derecha religiosa emitió más comunicados conducentes a liberar de toda carga moral los asesinatos siempre impunes de palestinos, tanto en territorio todavía palestino como en territorio legalmente israelí. Se trata de catorce rabinos que en total alcanzan un amplio espectro dentro del estado israelí. Entre ellos: Haim Drukman, Yehoshua Shapira, jasídico, Yuval Sharlo, director de la escuela talmúdica en Petah Tikva, que capacita a sus alumnos en armas espirituales y de las otras, Yuval Cherlow, Zefania Drori un rabino con enorme influencia en jóvenes.
¿Qué ha pasado con la invasión punitiva del 27 de diciembre de 2008?
En primer lugar, hay que verificar que las tesis de Lior se han oficializado y se han socializado. Es decir, tanto el estado israelí como la sociedad israelí han adoptado el comportamiento elogiado y postulado por el nazi sionista Lior: matar sin problemas de conciencia a civiles desarmados e incluso acusar de tales asesinatos a los propios palestinos o a Hamas.
En segundo lugar, se puede comprobar el debilitamiento de la conciencia de rechazo y resistencia al fanatismo y a la intolerancia dentro de la sociedad israelí y especialmente dentro de sus sectores “izquierdistas”.
Hicieron un llamamiento y se juntaron unas 150 judíos israelíes en Tel-Aviv el 28 de diciembre reclamando por “los niños palestinos muertos por los bombardeos israelíes”. Fueron “corridos a huevazos e insultos” según testimonio directo de uno de los participantes. Ciento cincuenta manifestantes, no quince, corridos por huevazos e insultos no a palazos o balazos. ¿Qué nervio moral tenían esos ciento cincuenta para ser persuadidos con unos insultos y unos huevazos? No hay más remedio que pensar que llegaron a la “esquina céntrica” de Tel-Aviv ya interiormente derrotados, o que en todo caso, llegaron “para cumplir”, pero sin un vigor interior que los impulsara a resistir el abuso atroz.
Porque la única explicación para que Israel responda a los cohetes Qassam (que no son misiles) con semejante tratamiento es el racismo, aquel aducido por Lior; de que un judío vale más que cientos, miles de gentiles, goim o como se les quiera llamar.
Ése es el comportamiento habitual de toda colonización, de todo racismo. Si los nativoamericanos llegaban a matar a un invasor huinca, la respuesta era sistemáticamente arrasar la aldea de donde provenía, matando sistemáticamente a toda la población al alcance, hubiese o no participado del hecho. Si un indio “delinque”, todos son culpables; si un blanco delinque, él es el culpable (sobre todo si no tiene dinero).
El cálculo racista israelí, sionista, se presenta más pesado que el de los mismos nazis, que por ejemplo, para vengar el atentado contra 33 miembros de su ejército de ocupación en Nápoles, Italia, detuvieron a 330 habitantes de la cercanía al atentado y los “ajusticiaron” a razón de diez por uno. Algo sin duda insuficiente para la bíblica aritmética de Lior.
Es que si uno mantiene un diálogo fluido con dios (Yahvé, en este caso), ninguna proporción resultará aceptable: para el pensamiento absoluto, no hay comparaciones ni proporciones. Todo un pueblo, toda una nación, puede devenir una minucia ante un miembro del pueblo elegido. Y la dirección política de Israel conserva un fluido diálogo con la élite de poder de EE.UU. que es, a los efectos prácticos, como mantener un diálogo “espiritual” con dios.
Política interior
Por Slawomir Mrozek
Juanito le quitó un juguete a Pedrito. Pedrito se quejó de ello a su hermano mayor. El hermano mayor de Pedrito se dirigió inmediatamente al patio y le dio una patada a Juanito. Juanito fue corriendo a la cercana planta embotelladora de agua con gas donde estaba empleado su hermano mayor y le informó de la patada. Aquel mismo día, al anochecer, el hermano de Pedrito fue víctima de una fuerte paliza.
El padre del agredido era colega del dueño de la planta embotelladora de agua con gas donde estaba empleado el autor de la agresión. El hermano de Juanito fue despedido. Pero su tía era cocinera de la cuñada de la mujer del director del Departamente de la Pequeña Industria, y al dueño de la planta embotelladora de agua con gas le quitaron la licencia.
El sobrino del dueño de la fábrica de agua con gas trabajaba en la policía secreta. El director del Departamento de la Pequeña Industria fue arrestado. El gobernador de la región, pariente lejano del arrestado, lo consideró una provocación e intercedió por él en la capital.
El gobierno del país, temiendo un aumento de la influenciad de la policía, se aseguró el apoyo del ejército y destituyó al ministro del Interior de su cargo. La influencia del Ejército aumentó.
A pesar de la enérgica acción del gobierno, Pedrito no recuperó su juguete, que se quedó en poder de Juanito.
Pero Juanito no disfrutó de él por mucho tiempo. Se lo quitó Pepito, que tenía un hermano en la Primera División Acorazada.
fuente: www.mquinadecoserpalabras.blogspot.com/2007/07/sawomir-mroek_18.html
Estados Unidos es una religión *
Los gobernantes estadounidenses se ven a sí mismos como sacerdotes, con una misión divina, eliminar los demonios de la faz de la Tierra.
Por George Monbiot
El artículo de G. Monbiot fue publicado hace un año, cuando las tropas de ocupación detectaron y dieron muerte a dos hijos de Saddam Hussein. Su comienzo describe hechos de ese momento y la pertinaz falla del “comando civil y militar de las tropas estadounidenses” para ver la realidad. Por ello, se pregunta, por ejemplo: “¿Se supone acaso que tengamos que creer que los servicios de seguridad son los únicos que no pueden ver que hay muchísimos iraquíes que se quieren desembarazar de EE.UU. como en su momento querían desembarazarse de Hussein?
Monbiot llega así a la cuestión nodal, que desarrollará en el resto del artículo y que traducimos y publicamos íntegramente a partir de su hipótesis: No hay un fallo de información, hay un fallo ideológico.
Para entender porqué persiste este fallo debemos primero captar una realidad que se aborda infrecuentemente en el periodismo. Estados Unidos ya no es una nación. Hoy en día es una ideología. Sus soldados han incursionado en Irak para exonerar a su pueblo no sólo de su dictador, su petróleo y su soberanía, sino también de sus penumbras. Así lo dijo George Bush cuando le habló a las tropas el día en que anunció la victoria: “Donde vayan, ustedes llevan consigo un mensaje de esperanza, un mensaje que es antiguo y a la vez novísimo. En las palabras del profeta Isaías, «a los cautivos, ‘salgan’ y a quienes estaban en las penumbras ‘sean libres’».
Así que los soldados de EE.UU. ya no son meramente combatientes terrenales; han devenido en misioneros. Ya no matan sencillamente enemigos, están eliminando demonios. El pueblo que reconstruyó los rostros de Uday y Qusay [los hijos de Hussein eliminados violentalmente, a los que alude el principio del artículo; n. del t.] olvidó desprolijamente restituirles el par de cuernitos, uno encima de cada ceja, pero las autoridades norteamericanas se encargaron de transmitir claramente que se trataba de oponentes pertenecientes a otro reino. Como todos aquellos que envían misioneros a ultramar, el elenco de sacerdotes mayores de EE.UU. no puede concebir que los infieles puedan resistir por su propia y libre voluntad; si rechazan la conversión que se les ofrece, es porque interviene la labor del demonio, en su disfraz como precedente dictador de Irak.
Como nos lo muestra Clifford Longley en su fascinante libro Chosen People [Pueblo elegido], publicado en 2002, los “padres fundadores” de EE.UU., aunque alguna vez se desviaron de ello, en general sentían que estaban guiados por un propósito divino. Thomas Jefferson argüía que el sello oficial de EE.UU. tendría que representar a los israelitas “guiados por una nube durante el día y una colmuna de fuego en la noche”. George Washington clamaba, en su alocución inicial que todo paso hacia la independencia “se caracterizaba por una señal de acción providencial”.
Longley sostiene que la formación de la identidad estadounidense fue parte de un proceso de “sobreseimientos sucesivos”. La Iglesia Católica romana sostenía que ella había suplantado a los judíos como pueblo elegido, en tanto los judíos habían sido repudiados por Dios. Los protestantes ingleses acusaron a los católicos de quebrar la fe y aclamaron a los cuatro vientos que ellos se habían convertido en el pueblo elegido por Dios. Los revolucionarios independentistas fundadores de EE.UU. sostuvieron a su vez que los ingleses habían roto el pacto divino y que ahora los estadounidenses se habían convertido en el pueblo elegido, con el divino deber de poner a disposición del dominio de Dios a todo el mundo. Y como para mostrar que estas creencias persisten, George Bush recordó un llamado de Woodrow Wilson. “EE.UU.”, citó, “tiene una energía espiritual en sí mismo que no tiene ninguna otra nación para contribuir a la liberación de la humanidad.”
Poco a poco, esta noción de ser elegido ha ido confluyendo con otra idea, todavía más peligrosa. No es exactamente que los yanquis son el pueblo elegido por Dios sino que el mismísimo EE.UU. configura en sí mismo un proyecto divino. En su adiós presidencial, Ronald Reagan habló de su país como “una ciudad luminosa sobre una colina”, una referencia al Sermón de la Montaña. Pero lo que Jesucristo describía no era un Jerusalem terrenal, sino el reino de los cielos. En las alusiones de Reagan no sólo se daba por descontado que EE.UU. constituye el reino de Dios sino que también se puede ubicar al reino del infierno aquí en nuestro planeta: entonces se trataba del “reino del mal”, Unión Soviética, contra el cual estaban encomendados los guerreros sagrados.
Desde los ataques a Nueva York, la noción de divinidad para EE.UU. no ha hecho sino extenderse y acentuar sus rasgos. En diciembre de 2001, Rudy Giuliani, el intentente neoyorquino hizo su discurso mayor en la capilla de San Pablo, cerca del lugar donde se levantaban las Torrres Gemelas recién destruidas. “Todo consiste”, sostuvo, “en que abraces la causa de EE.UU. y entiendas sus ideales y lo que está en juego. Abraham Lincoln solía decir que la comprobación de tu americanism era… cuánto creías en EE.UU. Porque somos como una religión, realmente. Una religión secular.” La capilla en la que habló había sido consagrada no exactamente por Dios sino por el hecho de que George Washington una vez había orado en ella. EE.UU. no tiene ya necesidad de invocar a Dios: es Dios, y los que marchan al exterior lo hacen para distribuir la luz y hacerlo en nombre de un reinado celestial. La bandera se ha convertido en algo tan sagrado como la Biblia: el nombre de la nación se ha hecho tan sagrado como el de Dios. La presidencia se ha convertido en consonancia, en un sacerdocio supremo.
Así que aquellos que cuestionan la política exterior de Bush ya no son sólo críticos, son blasfemos. Los estados extranjeros que procuran modificar su política malgastan su tiempo: se puede negociar con políticos, pero no se puede negociar con sacerdotes. EE.UU. tiene una misión divina y como sugirió Bush en enero de 2003: “defender… las esperanzas de toda la humanidad” y guay de quienes ponen sus esperanzas en algo distinto al american way of life [awol].
Los peligros de una divinidad nacional apenas si necesitan explicitarse. Japón marchó a la guerra en la década de los 30 convencido, como Bush, que poseía un mandato divino para “liberar” al Asia y extender el reino del Imperio Divino. Iban a, como predijo el teórico fascista Kita Ikki, “iluminar la oscuridad del mundo entero”. Los que buscan traer el cielo a la tierra están únicamente destinados a configurar un infierno.
N. del T.: Nos atrevemos a cerrar la fermentaria nota de Monbiot con una cita de Blas Pascal que no hace sino concebir lo mismo cuatro largos siglos atrás: ‘El hombre es medio ángel y medio bestia, y cada vez que procura convertirse totalmente en ángel se convierte totalmente en bestia.” [cit. p. Mario Sambarino, seminario de Filosofía de la práctica de la Fac. de Humanidades y Ciencias, Montevideo, 1971].
nota:
* Título del original: “America is a religion”. El original juega con el apócope habitual del nombre, United States of America, y la habitual mención ideológica al americanismo. Nosotros no admitimos que desde EE.UU se usurpe el nombre de todo el continente llamado eurocéntricamente “El Nuevo Mundo”. [n. del ed.]
Publicado en Guardian Weekly, Londres, 7-13/8/2003.
Traducción del inglés: Luis E. Sabini Fernández
artículo publicado en Revista futuros nº7. https://revistafuturos.noblogs.org
La medicalización de la vida cotidiana
«Al amanecer, armados de una ardiente paciencia, entraremos en las espléndidas ciudades» Arthur Rimbaud
Por Enrique Carpintero
I
En el 2007 se produce un hecho histórico: es la primera vez en la historia de la humanidad que viven más habitantes en las grandes ciudades que en zonas rurales. Sin embargo cada día se hace más difícil vivir en la ciudad del capitalismo mundializado. Paul Virilio habla de la ciudad pánico . La fragmentación social que aparece en el desarrollo urbano muestra espacialmente lo que se inscribe simbólicamente en la subjetividad de aquéllos que la habitan. Desde el poder se genera esta violencia simbólica que enmarca nuestra identidad y legitima nuestras conductas en la afirmación individual no como una posible autonomía, sino como un yo hermético, sin fronteras, en cuyo espacio no entra nadie más y su cumplimiento es el encierro narcisista. En estas circunstancias el yo-soporte es dominado por las pulsiones destructivas y autodestructivas produciendo los síntomas característicos de nuestra época.
Como dice Remo Bodei el yo de la modernidad hecho de acero y cemento se ha transformado en un yo de plástico biodegradable. En un yo video tape que se cambia según las circunstancias. En “la era de la dominación de las conciencias” el poder disciplina nuestra subjetividad banalizando la experiencia donde el dolor y el conflicto dejan de ser una fuente de energía. Por el contrario, hay que evitarlos. El consumo de bienes, el alcohol, los tranquilizantes, la dependencia de los medios de entretenimiento es lo que ofrece la cultura para que anestesiemos nuestra subjetividad.
En este sentido la actual evolución de las biotecnologías, las neurociencias, las técnicas médicas y farmacológicas que pueden estar al servicio de la emancipación del sujeto se las utiliza para adaptarlo a la cultura del sometimiento. Por ello el medicamento que estaba exclusivamente al servicio del “arte de curar” hoy se lo ofrece como un objeto necesario de consumir para soportar las incertidumbres de un futuro que es vivido como catastrófico.
II
Medicar es un acto médico. En cambio la medicalización alude a los factores políticos, sociales y económicos que intervienen en la producción, distribución y venta de las grandes industrias de tecnología médica y farmacológica.
La medicalización es un término que se viene usando desde hace muchos años para demostrar los efectos en la medicina de la mundialización capitalista donde lo único que importa es la ganancia. Es así como las grandes industrias redefinen la salud humana acorde a una subjetividad sometida a los valores de la cultura dominante. Muchos procesos normales como el nacimiento, la adolescencia, la vejez, la sexualidad, el dolor y la muerte se presentan como patológicos a los cuales se les puede aplicar un remedio para su solución. Al dar una resignificación médica a circunstancias de la vida cotidiana el sujeto no solo se convierte en un objeto pasible de enfermedad, sino también culpable por padecerla. La búsqueda de la salud se transforma en una exigencia que en mucha ocasiones genera enfermos imaginarios de enfermedades creadas por los propios laboratorios.
Estos para aumentar se rentabilidad establecen nuevas indicaciones para sus productos o bien cambian los valores normales de determinados parámetros fisiológicos para construir “factores de riesgo” que pueden ser tratados. Su resultado es una información que varía permanentemente . Al leer los suplementos de salud un día nos enteramos que la carne es tóxica, luego que es necesaria; es importante tomar vitaminas o, por el contrario, las vitaminas pueden traer dificultades; las frutas y verduras son valiosas para la alimentación pero hay que cuidar que no estén contaminadas; el colesterol cada día hay que tenerlo más bajo, lo cual es imposible sostenerlo sin medicación; hay que evitar la grasas, mantener el volumen de la cintura, etc. En definitiva, las compras deben ser realizadas con una guía de riesgos a asumir que nos indica la posible enfermedad y la tranquilidad por el correspondiente medicamento que la puede evitar. De esta manera la necesaria información sobre determinados problemas sanitarios se transforma en generar enfermos que pueden consumir medicamentos o tecnología médica.
Lejos estamos de Sabín y Salk que no patentaron sus vacunas antipoliomelíticas por considerarlas un beneficio para la humanidad. Hoy la salud es un valor del mercado donde lo importante son las cifras que se facturan. El marketing predomina sobre la epidemiología. Esta red de intereses altera la relación médico-paciente y ha llevado al aumento en forma alarmante de la automedicación. Grandes campañas publicitarias en los medios de comunicación ofrecen las bondades de un medicamento como si fuera cualquier producto para consumir. La ingesta de remedios se la ha naturalizado como una forma de vida. Ansiolíticos, analgésicos, laxantes, antiácidos y multivitamínicos no sólo se venden en las farmacias sino en quioscos y supermercados. Se estima que el 20 % de los medicamentos se ofrecen por fuera de los circuitos legales de comercialización. Su consecuencia es que nuestro país esta considerado un “subconsumidor” de medicamentos y se encuentra entre los primeros del mundo en el consumo de psicofármacos. Una consulta de la Universidad Maimónides y el Instituto Argentino de Atención Farmacéutica realizado a 3000 pacientes y 400 farmacéuticos muestran que el uso de medicamentos sin control médico adecuado conduce a que 100.000 personas se internan por esta causa en los hospitales públicos y más de 770 terminen muriendo . En EE.UU. se ha transformado en la tercera causa de muerte después de las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.
Los diferentes factores que se ponen en juego para difundir la medicalización en la sociedad explican las fabulosas ganancias que tienen los grandes laboratorios, las cuales deben ser repartidas entre los diferentes actores que participan en este proceso. Un informe de la Asociación de Agentes de Propaganda Médica afirma que la diferencia entre lo que pagan por las drogas en el mercado mayorista y el precio que esa droga se vende en las farmacias llega al 55.281 por ciento. Por ejemplo el Diazepam, que el laboratorio suizo Roche comercializa con la marca Valium, el precio por kilo es de $ 235 (0,0002 por miligramo), la presentación que se ofrece es de 10 mg. por 50 unidades, lo que supone 12 centavos por la droga que lleva esa presentación, pero en las farmacias se vende a $ 40,40, es decir el 33.633 por ciento más . Este margen extraordinario sobre el que el Estado no interviene, dificulta el acceso de la mayoría de la población a los medicamentos y le permite a la industria seguir haciendo lobby en las diferentes estructuras del Estado, realizar grandes campañas publicitarias y ofrecer promociones y descuentos.
Este monopolio médico-tecnológico, nacido en Europa y EE.UU., da lugar a modelos neopositivistas donde la única valoración es la biología como determinante del proceso salud-enfermedad. Desde allí no se piensa en enfermos sino en enfermedades de pacientes que pueden pagar los altos costos de la tecnología médico-farmacológica. Esta situación esta llevando a que millones de personas en nuestro país y en el mundo mueran por no poder acceder a tratamientos básicos o mueran de paludismo, chagas, dengue y tuberculosis. Es decir, enfermedades que no dan rédito económico ya que para evitarlas es necesario el trabajo preventivo y mejorar la calidad de vida de la población afectada.
III
En el campo de la Salud Mental la medicalización se fomenta a partir de la hegemonía que ha adquirido la psiquiatría biológica. Frente al desarrollo de las neurociencias la psiquiatría ha dejado de lado el modelo de la psicogénesis para resolver el conflicto en beneficio de una clasificación de las conductas que reduce el tratamiento a la supresión de los síntomas. La enfermedad es una falla que hay que suprimir y no un problema a entender donde hay que dar cuenta de una etiología. Desde esta perspectiva el psicoanálisis es cuestionado por aquellos que han retrocedido a un neopositivismo que reduce el pensamiento a un circuito neuronal y el deseo a una secreción química.
Para ello cuentan con el DSM IV (Manual de Diagnóstico y Tratamiento de los Trastornos Mentales de la American Pychiatric Association) que psiquiatrizó la vida cotidiana en tanto toda conducta puede ser definida como un trastorno. Este es un manual basado en el esquema de síntomas-diagnóstico-tratamiento elaborado a partir de las neurociencias y el uso de psicotrópicos. A pesar de su utilidad epidemiológica el paciente es etiquetado con un diagnóstico que deja de lado su particularidad y las posibilidades de realizar un trabajo pluridisciplinario. Su objetivo no es organizar un tratamiento psicoterapéutico sino clasificar cada trastorno para poder aplicar la droga correspondiente: trastorno de aprendizaje con déficit de atención, Ritalina ; depresión, Fluoxetina; ansiedad generalizada, Lorazepam y así sucesivamente.
De esta manera el diagnóstico realizado sobre la base del DSM IV se adecua a las necesidades de las obras sociales y los pre-pagos que al disminuir los costos de las prestaciones priorizan la rapidez en los tratamientos . Pero si la medicalización de la psiquiatría se ha expandido es porque los pacientes acorde con los tiempos que corren reclaman que sus síntomas psíquicos tengan una causalidad orgánica ya que al depositar la ilusión en una pastilla evitan el camino de la resolución del conflicto.
También la locura se redujo nuevamente a sus componentes biológicos. Para realizar semejantes cambios fue necesario echar por tierra muchos años de trabajo teórico y experiencias de comunidad terapéutica, hospital de día, etc . Hoy el loco no es un sujeto con el que se establece una relación terapéutica, sino se ha convertido en un objeto cuyos síntomas pueden ser tratados químicamente si tiene dinero para pagar los psicofármacos de última generación. Si es pobre será enviado a un manicomio.
El manicomio es el paradigma de la segregación. Nadie le reconoce su efectividad curativa pero permanece mostrando su funcionalidad. Nadie discute su efecto iatrogénico y todos están de acuerdo en limitar las internaciones psiquiátricas a cuadros agudos y períodos breves. Sin embargo la ley 448 de Salud Mental de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que sostiene esta perspectiva, es permanentemente limitada en su aplicación por diferentes poderes instalados en las estructuras del Estado .
En este sentido creemos que son secundarias las cuestiones que enfrentan a médicos y psicólogos o a psiquiatras y psicoanalistas. Lo importante es unificar a todos los que cuestionan el neopositivismo biológico rescatando el trabajo pluridisciplinario donde la medicación es un instrumento adecuado cuando se da cuenta de una subjetividad construida en su dimensión biológica, psíquica y social. Es decir, humana.
IV
Los ricos no sólo viven mejor que los pobres, viven más tiempo. Uno de los datos de la desigualdad es cuánto se vive y cuanto se sobrevive a la enfermedad y al riesgo. Como venimos diciendo en anteriores artículos la protección de la vida es una tarea de los gobiernos por que las circunstancias de que la gente viva o muera es un hecho político. Si se deja que las condiciones de vida, la enfermedad y la muerte esté en manos de los votos o de la leyes del mercado, las familias pobres no pueden sobrevivir. Esta es la función de un Estado que represente los intereses de la mayoría de la población. Sin embargo la lógica del capital desnuda un Estado que no es objetivo, sino que defiende los intereses de los sectores empresarios, al no garantizar las leyes que protejan a los sectores de menores recursos.
Su resultado es la precarización de las redes sociales donde la cultura dominante sólo ofrece la ilusión del consumo. De esta manera la medicalización es la respuesta que permite sostener la fragmentación de las identidades individuales y colectivas. Para eliminar sus consecuencias no es suficiente con una condena moral ya que estas reproducen el modelo social y económico. Plantear su necesaria transformación requiere tener en cuenta que los sectores dominantes crean sus instrumentos de poder, de civilización y de cultura, así como los medios para realizarlos. De allí la importancia de la fuerza del colectivo social para permitir formas organizativas que generen comunidad. Es decir, como plantea Spinoza, no es solamente el afán desmedido de manipulación y dominio de un sector social el que genera el poder.
También podemos observar en muchos otros un afán de servidumbre, una impotencia que los lleva a esperar sus alegrías y felicidad de supuestos poderosos: creer en la salvación que le propone la cultura de consumo. Los seres humanos sufren la servidumbre de sus pasiones tristes que disminuyen su propia potencia. En esta perspectiva el camino ético -según Spinoza- no es una supresión de las pasiones sino enfrentar las pasiones tristes (la depresión, la melancolía, el odio) con la fuerza de las pasiones alegres (el amor, la solidaridad, etc.). Por ello la importancia de una política liberadora que tenga en cuenta las pasiones. Una política basada en una razón apasionada que se transforme en una guía para la acción potenciando la fuerza del colectivo social contra el poder que la limita. Es decir, una política que permita reconstruir los lazos de solidaridad necesarios para hacer habitable nuestras ciudades.
notas:
· Virilio, Paul, Ciudad pánico. El afuera comienza aquí, libros del Zorzal, Buenos Aires, 2006. Si bien no coincidimos con su posición postmoderna describe con cierta elocuencia las problemáticas que atraviesan las grandes ciudades en el mundo. Aunque en una característica típica de un pensador eurocéntrico confunde los problemas que atraviesa la Argentina con las favelas de Brasil (pág. 102).
· “… el yo es el resultado de elecciones de objeto que llevan a identificaciones que permiten soportar la emergencia de lo pulsional. Este yo-soporte se constituye como garantía del proceso de estructuración-desestructuración del interjuego entre las pulsiones de vida y de muerte. Por ello, en el caso de una estasis pulsional, el yo desaparece en su función soporte al quedar atravesado por los efectos de la pulsión de muerte. En este sentido, el necesario trabajo con el yo permite que el sujeto se encuentre con su ‘potencia de ser’ para posibilitar un revestimiento narcisista del yo en una identificación sostenida en un proyecto como ideal del yo.” Carpintero, Enrique, “El Yo- soporte. La clínica en el trabajo con lo negativo”, revista Dialogantes, Buenos Aires, 2002.
· Bodei, Remo, Destinos personales. La era de la colonización de las conciencias, El Cuerno de Plata, Buenos Aires, 2006.
· Sobre este tema se puede consultar “Medicina Familiar y Comunitaria” en www.medicinafamiliar.org
· Ver “Salud para Tod@s. Blog de información y opinión sobre Salud en Argentina y en el mundo”, www.saludargentina.info
· Diario La Nación, 7 y 8 de enero de 2007.
· Diario Página/12, suplemento CASH, 26 de noviembre de 2006.
· Sobre este tema leer Pavlovsky, Federico, “La tentación: vicisitudes de un psiquiatra”, revista Topía, N° 47, agosto de 2006. También “Medicamentos, médicos y laboratorios: una cuestión del campo de la Salud Mental”, Gustavo Lipovetzky, José C. Escudero y Diana Kordon, revista Topía, N° 48, noviembre de 2006.
· Leer en este número, Janin, Beatriz “La medicalización de la infancia”.
· Para un crítica más desarrollada del DSM IV ver Roudinesco, Élizabeth, ¿Por qué el psicoanálisis?, editorial Paidós, Buenos Aires, 2000. El paciente, el terapeuta y el Estado, editorial Siglo Veintiuno Argentina, Buenos Aires, 2004.
· Esta situación es una tendencia mundial. Para ver lo que ocurre en Francia se puede leer Coupechoux, Patrick, “Hasta la locura es sospechosa. La psiquiatría arrastrada por la tormenta securitaria”, Le Monde Diplomatique, julio de 2006. Sobre un desarrollo de este tema en nuestro país leer Vainer, Alejandro, “La contrarreforma psiquiátrica”, revista Topía, N° 47, agosto de 2006.
· Barraco, Angel, Kazi, Gregorio, Vainer, Alejandro y Carpintero Enrique, “Desmanicomializar. Pasado y presente de los manicomios”, en este mismo número.
· Leer Vainer, Alejandro, “La contrarreforma psiquiátrica”, revista Topía N° 47, agosto de 2006.
· Carpintero, Enrique, La alegría de lo necesario. Las pasiones y el poder en Spinoza y Freud, editorial Topía, segunda edición corregida y aumentada, marzo de 2007.
fuente: www.topia.com.ar/
La medicina ¿el cuarto poder?
Bajo este epígrafe, la revista Esprit lanzaba en 1950 una encuesta a un buen número de médicos. Esta fue la respuesta de Pierre Mabille, singular surrealista francés, jefe de Clínica de la Facultad de Medicina de París.
Por revista Etcétera
Debo felicitaros muy sinceramente por la encuesta que estáis realizando, la considero muy oportuna. Contestaré con mucho gusto debido a que durante estos últimos años ya sea en conferencias, en diferentes artículos o en mi libro Iniciación al Conocimiento del hombre he insistido en los peligros que representa la utilización sistemática de la psicología y de la psico-fisiología moderna en la opresión del individuo o en la represión de las actividades opositoras. He defendido la idea de que, a la larga, estos peligros podían ser más graves que los que significan en la actualidad las bombas atómicas u otros procedimientos de destrucción militar.
La psicología experimental moderna presenta enormes posibilidades entre las que podemos resaltar las de una transformación de los individuos y de la sociedad provocando una «sobredomesticación» de la especie. Una vez señalado el peligro he recogido varias opiniones contradictorias que vale la pena analizar. Me gustaría resumirlas.
¿Cuáles son los logros modernos que pueden preocuparnos?
1º El conocimiento de las correlaciones psico-fisiologicas puede permitir modificar la energética interior mediante: a) un régimen alimenticio apropiado (vitaminas); b) suprimiendo ciertas secreciones glandulares (castración en casos de reacciones antisociales y agresivas), mediante la inyección o el implante de hormonas (aumento de la energía, de la virilidad, de la feminidad, del instinto maternal, etc.); c) mediante medicamentos sintéticos aplicados durante largos períodos de tiempo (cambios de humor); d) interrumpiendo vías de comunicación intracerebrales ‘lobotomía’ (modificación de la afectividad y de la sensibilidad)
2º Una mejor comprensión de los mecanismos psicológicos (psicoanálisis) permite atribuir nuevas interpretaciones a las tendencias instintivas mediante la utilización de una verdadera alquimia que opera mediante: la transferencia, la represión, la sublimación, etc.
3º Los tests objetivos permiten seleccionar a los individuos no sólo según sus aptitudes en vistas a un aumento del rendimiento sino incluso según sus reacciones psicológicas (no conformistas, revoltosos, etc.) para impedir el acceso de ciertos individuos a puestos de responsabilidad o para anular posibles opositores.
Podemos plantearnos si esta manera actual de actuar representa algo nuevo y si su eficacia es realmente tan grande como podríamos temernos. Deberíamos acudir a toda la historia de la humanidad, desde Babilonia a la Inquisición y a las expediciones coloniales, para constatar que desde siempre y en todas partes, los hombres han ingeniado métodos más o menos sutiles para doblegar a sus semejantes a las fantasías del poder. Los métodos modernos no son otra cosa que perfeccionamientos de los procedimientos antiguos. Teóricamente pueden ser más peligrosos debido a la sistematización científica. En el momento que escribimos esto los resultados, prácticamente son todavía fragmentarios. El fracaso de la política biológica hitleriana de eliminación de las razas denominadas «inferiores» nos lleva a la situación clásica de otras épocas de desnutrición de las clases pobres y del reforzamiento del potencial energético de las elites mediante un aumento del bienestar, aumento que se logra mediante intoxicaciones y una especulación psicológica que demandan el aporte de nuevos elementos de población.
En el dominio de la hormonoterapia, además de la castración de elementos antisociales practicada en algunos países anglosajones, no tengo constancia de ninguna otra intervención sistemática que no sea la destinada al tratamiento de síndromes netamente patológicos. Si algunos ensayos pueden parecer peligrosos, lo son al igual que todas las «locuras» terapéuticas (regímenes extravagantes, sangrías intempestivas). Da igual que se trate de terapias de choque que de lobotomías. Los nuevos tratamientos comportan errores y abusos. Parece ser que es el tributo que debe pagarse por el progreso. Y éste es constatable. Hasta hace poco, el psiquiatra de los asilos, como no podía curar, se convertía en un simple auxiliar del conformismo social al que se recurría como «experto» para que decidiera si el comportamiento de un individuo era conforme a las normas establecidas. Los directores de los manicomios privados, víctimas a menudo de la influencia de su entorno no poseían a menudo la mentalidad que esperaríamos encontrar en unos médicos. Los psiquiatras actuales se preocupan por curar a sus pacientes y lo logran aunque sea de manera parcial; la intención es de todas maneras excelente. Aunque hay que deplorar errores de diagnóstico no podemos sino alegrarnos por el cambio experimentado.
Estoy convencido que mis colegas especialistas han luchado para tranquilizar las opiniones referentes al narco-análisis, los medicamentos psicotrópicos y la utilización de los tests psicológicos.
El lector puede sorprenderse de que por un lado defienda la idea de que la humanidad corre un grave peligro y que por otro lado sostenga que las técnicas actuales ni son tan nuevas, ni tan poderosas como se podría creer.
Estoy convencido de que el hombre ha estado siempre amenazado. Su libertad no ha cesado de estar en peligro mortal y esta lucha parece hallarse escrita en las mismas condiciones de su vida. Afirmar que todos los instrumentos pueden utilizarse tanto para el bien como para el mal parece una perogrullada pero también le gana en evidencia la constatación de que los instrumentos de liberación (formas políticas, religiosas, científicas) se convierten a la larga en formas de dominación.
En esta lucha sin fin, el campo de los opresores no precisa ayudantes; cada uno de nosotros le presta nuestras propias tendencias sado-masoquistas, cada vez más poderosas. El fuego de la libertad, por el contrario, nos exige una constante vigilancia. Hay que mantenerlo y a menudo reanimarlo. Estáis en lo cierto al querer despertar las conciencias en un momento en el que algunos quieren hacernos creer que el paraíso de la libertad existe ya realmente, que con una revolución política y económica que establezca un orden social que excluya la alienación capitalista es ya suficiente para consolidar la liberación del hombre. Esta afirmación mesiánica fue el punto más débil de la filosofía de Marx. Y fue, a la vez evidentemente el más explotado.
El verdadero peligro reside en cualquier filosofía que legitimice el poder de los gobernantes. La mentira democrática reside en haber pretendido que se había acabado con los conflictos entre gobernantes e individuos ya que los primeros procedían del sufragio universal y eran, teóricamente, independientes de cualquier tiranía económica. La resistencia del individuo frente al Estado, derecho sagrado de autodefensa y de rebelión corre el riesgo de desaparecer. Otro peligro reside en que, debido a la progresiva especialización del individuo, éste se ve cada vez más impulsado a delegar ciegamente sus poderes a especialistas y a descargar en ellos las propias responsabilidades.
Debemos temer que sólo se producirán diagnósticos falsos o incluso sectarios, manías personales o compromisos excepcionales mientras los métodos psicológicos y terapéuticos estén en manos de un cuerpo médico relativamente independiente y de carácter liberal.
Pero, desde el momento en que la medicina del cuerpo y del espíritu se convierta en un servicio público sometido absolutamente a las directrices gubernamentales, hay que empezar a temer lo peor. El enfrentamiento que actualmente mantienen las profesiones liberales con la empresa estatal tiene, evidentemente, razones interesadas (intereses corporativos) pero tiene una explicación de un nivel superior. El enfermo si cesa en su condición de cliente del que se depende, de ser libre para ir a uno u otro, capaz de elegir su propia terapia o rechazar una operación puede convertirse, dentro de un sistema rígido de cuidados obligatorios en un sujeto anónimo sin defensas al que se le puede hacer de todo.
Pero además, haría falta que la idea de la experimentación encontrara su equilibrio con una cultura general satisfactoria. Pero esta cultura se halla en decadencia. Entre los sabios se ha ido creando poco a poco un estado de opinión como si se trataran de demiurgos capaces de negar cualquier armonía natural. Sólo ven una conjunción de casualidades, imaginando, de manera casi infantil, que al igual que se hace con los cuerpos químicos, se puede transformar desde sus raíces al hombre y a las especies vivientes. Tal alucinación es en extremo peligrosa, puede llevar a experimentos colectivos comparables a los que conocimos bajo el dominio nacional-socialista. Deben emplearse el máximo de esfuerzos para impedir que las investigaciones que sean necesarias no se orienten hacia fines neuróticos muy contagiosos.
Todo depende, en definitiva, de la organización del poder. El peligro de las nuevas técnicas y de las más precisas que irán creándose a medida que avance el desarrollo científico puede ser insignificante o no según el poder sea o no dictatorial, si hay lugar para que una oposición pueda o no existir y luchar.
Así pues, la ciencia psico-fisiológica moderna permite racionalizar de manera incontestable la dictadura gubernamental. ¿Cuáles son los métodos tradicionales de defensa individual? huir, disimular, aislarse, luchar de manera abierta. La lucha abierta parece cada vez más difícil: el conflicto de tendencias, como durante las guerras de religión, se resuelve eliminando al adversario.
Aislarse, en el seno de un Estado organizado aparece cada vez más como una opción casi imposible (la subsistencia de un hombre es muy difícil fuera de la maquinaria social). Creo que se podrá disimular durante un tiempo. Es un método muy antiguo, la de los hermetistas; es el camino de la clandestinidad que conlleva la creación de cofradías ocultas dentro de las cuales se salvaguarda el espíritu de libertad. No podemos considerar la «huída» como una posibilidad debido al carácter cada vez más internacional del «Orden» social.
En definitiva, dentro del universo cada vez más concentracionario que se está construyendo en la mayor parte del planeta, el hombre se hallará cada vez más en peligro. Deberá perfeccionar nuevas formas de defensa. Pero las referencias a un largo pasado de represión nos permiten tener esperanza. No se doblegará y contará, además, con la ayuda de un cierto número de intelectuales que continuaran a estimular su instinto de libertad.
Llamemos la atención, como hacéis vosotros, a los espíritus clarividentes para que el progreso de los conocimientos del que somos testigos se utilice para la liberación y no para la opresión. Reforcemos mediante una incesante lucha el campo de la libertad y, para lograrlo, empecemos a sacudir de nosotros mismos las tendencias que nos conducen a la alienación de la libertad del otro. Preparémonos a imaginar las condiciones de defensa individual dentro de un orden social que corre el peligro de convertirse muy rápidamente en mundial.
Artículo extraído de la revista Etcétera nº 42, junio de 2007. www.sindominio.net/etcetera/
Medicina y sociedad capitalista
La enfermedad es correlativa al tipo de sociedad, tanto por las patologías que en ésta se desarrollan, como por el concepto mismo de patología y de enfermedad. Nuestra sociedad capitalista, en la que domina el valor de cambio, es decir que pone el trabajo y la producción al servicio de la valorización y no al servicio de las necesidades del hombre como parte de la naturaleza, va a generar sus propias patologías. Al ser considerados la naturaleza y el hombre sólo como fuente de valor, la generalización de la miseria, la radioactividad, la contaminación (del aire, agua, alimentos…), la actual aceleración de la vida cotidiana, etc., entrarán dentro del desarrollo lógico de esta sociedad y no sólo como excepción.
Por revista Etcétera
Tal tipo de desarrollo provoca una serie de patologías propias como por ejemplo el sida, el cáncer, el stress, los desequilibrios psíquicos, etc. Están aún por ver las patologías que puedan derivarse de los últimos avances de la Técnica: los organismos genéticamente modificados (OGM), las plantas genéticamente modificadas (PGM), la nanotecnología (técnicas que trabajan la materia átomo a átomo: nanotubos de carbono, nanoláseres en los lectores de DVD…), la telefonía móvil, etc. con su impacto contra la salud. Por ejemplo las consecuencias de la inhalación de las nanopartículas de carbono dispersadas en el aire que pueden fijarse en los alvéolos pulmonares y provocar, como antes el caso del amianto, cánceres. Detrás de todo este desarrollo está el mercado y la valorización, y no cabe por tanto pensar que su rechazo ético prevalecerá sobre su desenlace mórbido; sabemos que hoy la Técnica se ha autonomizado y no atiende a otras instancias, como por ejemplo la ética, sino sólo al principio técnico: si algo se puede hacer se hará.
La enfermedad es concebida como la llegada de un agente patógeno que viene a dañar un órgano de un cuerpo entendido, a su vez, como la suma de órganos, especie de marioneta a reparar. La medicina, la institución médica, el cuerpo médico jerarquizado van a reparar este órgano (o recambiarlo), luchando contra la enfermedad, contra lo que dicen que la ha causado (virus, microbio, bacteria…), y desarrollando, en su contra, una de las mayores industrias: la hospitalaria, la farmacéutica, el enorme negocio con las patentes… En tal concepción de enfermedad, la morbilidad propia de nuestra sociedad capitalista antes apuntada queda pues fuera de la causa desencadenante de la enfermedad.
La curación se entiende igualmente dentro de la lógica de la valorización y por tanto contempla el cuerpo como fuerza de trabajo. Llevando hasta el extremo la irracionalidad del sistema capitalista, no se contempla la cura como un fortalecer el goce de vivir, sino como la restauración del cuerpo para arruinarlo de nuevo en el trabajo (cualquier tipo de trabajo); igual que fertiliza la tierra para hacerla más productiva y no para que coma más gente sino para que de más beneficio. Sanear rima con destrozar, contaminar, valorizar y esto es lo que se lleva a cabo con el sanear la tierra (fertilizantes que agotan la tierra, plantas genéticamente modificadas que matan, transgénicos, patentes, etc.), con sanear la empresa (hacerla más rentable para el accionista…), sanear el cuerpo (para hacerlo más útil para el trabajo…). En este mundo al revés, en nombre de la vida se generaliza la muerte (aumento del hambre, de las enfermedades…). El mismo sistema que contamina, que generaliza la pobreza… es pues el que desencadena la enfermedad y el que a continuación desarrolla la industria para paliarla (Valium contra el stress, Prozac para soportar una vida insoportable, etc.).
La medicina bajo la órbita de la valorización
Una mirada a la actual medicina, lo más ingenua posible, no puede dejar de constatar la enorme industria que la contiene. Así la duda más cerrada sobreviene sobre el arte de curar desligado de la finalidad industrial del máximo beneficio; como la industria cultural, por ejemplo, que acaba con cualquier veleidad informativa para ser simplemente propaganda al servicio de la rentabilidad. Esto, claro está, es así en el límite, pues algo queda en ambas industrias de cura y de información, resto gracias al cual se sostienen. Si la tendencia del capital es reducir el valor de uso y aumentar el valor de cambio, siempre queda algo de valor de uso en la mercancía producida, como algo de cura queda en la industria médica o algo de información en la industria cultural.
Un respeto atávico a todo aquello que concierne a la vida y a la muerte, a las prácticas curativas y a sus expectativas, favorece la creación de un mito sobre la actual medicina alopática, que consiste en considerarla como un arte de curar por encima de todo. Pero una observación cualitativa y cuantitativa de este arte nos lo da a entender como una práctica (e ideología y propaganda) al servicio de la valorización: como industria (de la salud) propiamente, y como medio de facilitar el proceso de valorización (producción industrial o inmaterial y consumo) mediante la reparación de la fuerza de trabajo, objetivo no accidental o de añadido, sino prioritario, o haciendo aumentar la producción, mediante la detección de enfermedades contagiosas, vacunación, técnicas de orientación profesional… Reparar el cuerpo para hacerlo útil al trabajo y al consumo es el objetivo primero de la medicina y del cuerpo médico. Acelerar el proceso de «curación» vía antibiótico en lugar de esperar el lento proceso de recuperación del propio cuerpo a través de sus defensas naturales (a través de la propia enfermedad). En la orientación del saber médico lo que prima es el aspecto económico: horas de trabajo perdidas, coste de las patologías, etc.
Otra cuestión es que tal saber se convierte él mismo en industria, hoy una de las industrias más desarrolladas. La industria farmacéutica es la segunda en EEUU, y marca con su lógica del máximo beneficio la vida en el planeta a través de los medicamentos cuyo campo de acción se amplía sin cesar y a través de las patentes, que aseguran su monopolio.
La medicina invade cada vez más campos: la escuela, la vida cotidiana, la salud. Así la industria farmacéutica, para optimizar sus ventas se dirige ahora a los sanos para decirles que están enfermos. Manipulando el concepto de salud inventan nuevas enfermedades: lo que siempre ha sido, por ejemplo, un niño más movido hoy es catalogado médicamente como con síntomas de hiperactividad, o a uno más tímido se le adjudica un trastorno de ansiedad. Y tal catalogación se hace imperativa a través del miedo que imparte: ¡si no se atiende a tiempo tal disfunción puede acarrear problemas graves! La medicina invade así la salud misma: siempre somos posibles enfermos y para descubrir nuestras enfermedades se pone en marcha una gran industria. Situaciones normales o temporales de menor actividad sexual son calificadas de disfunción eréctil o de síndrome distónico premenstrual, lo cual generará un incremento de ventas de viagra o prozac. Con las patentes, la industria farmacéutica se arroga también el monopolio de los medicamentos. En nombre de la necesaria inversión en investigación y tecnologías reclama el derecho de patente e impide el desarrollo y venta de genéricos.
Otros saberes
Cualquier otra concepción de la enfermedad, cualquier otro saber es anatematizado, perseguido o simplemente despreciado por la medicina imperante. (Sin ir más lejos, los médicos colegiados de Barcelona acaban de impugnar el decreto de las terapias naturales con el que se quería dar cabida a la homeopatía, la naturopatía, la acupuntura y otras terapias). Erigida en ciencia, en logos, la medicina «oficial» remite a los anteriores saberes sobre el cuerpo al mito, a la vez que crea ella misma un mito.
Queremos ahora ver estos otros saberes, que vienen de un pasado más o menos lejano, sin mitificarlos: al revés, abordarlos con precaución y miedo: no por su antigüedad tienen más crédito. Como hemos anotado en otras ocasiones, al hablar por ejemplo de la historia, es muy fácil una mirada ideológica del pasado. La crítica que hacemos hoy a saberes religiosos para nosotros alienantes no podemos dejar de hacerla a otros saberes que así nos parezcan, por el mero hecho de ser arcaicos. No podemos desvalorar el esfuerzo de desencantamiento del mundo que la humanidad ha ido realizando a lo largo de su historia, lo cual no quiere decir que demos primacía a la razón sobre el mito. El mito y la razón son construcciones, cosmovisiones derivadas de las distintas formas de organización social.
El mito es una narración relacionada con una práctica mágica-religiosa, el rito, sin el cual el mito cae y se convierte en literatura. La razón occidental, instrumentalizada por la valorización, entiende la naturaleza sólo como dominación y explotación. Hoy, en nombre de no volver a una interpretación mítica de la naturaleza, corremos el riesgo de considerarla sólo como objeto a explotar, y no considerarla como una relación ínter subjetiva, y no considerar la ambivalencia del relato mítico, la parte que tiene de verdad i la parte de falsedad que consiste precisamente en reducir lo histórico a lo natural, tarea primordial del mito de ayer y de hoy. Hoy, el mito de la razón médica trata como hechos naturales las consecuencias mórbidas de nuestra sociedad capitalista.
El psicoanálisis discute la concepción organicista de la medicina imperante al abrir una profunda brecha en la seguridad del sujeto cartesiano, introduciendo la hipótesis de otro sujeto, el del inconsciente, que no es otro que el efecto estructural de la represión. El síntoma, expresión de deseos reprimidos, no puede desaparecer más que si la represión es levantada. Para permitir este paso, para tener conciencia de lo inconsciente, para acceder a lo inaccesible, Freud inventó una técnica: la verbalización a partir de la libre asociación sin crítica alguna.
La homeopatía, a partir de los descubrimientos de Hahnemmen en el s. XVIII al comprobar que algunos medicamentos administrados a un hombre sano provocan los mismos síntomas que habitualmente curan, entiende a la persona como un todo inseparable cuerpo-mente, y la enfermedad como el proceso de curación. Respeta los mecanismos propios de defensa y estimula, con substancias vegetales, animales y minerales, el sistema inmunitario. Trata los síntomas como defensas del cuerpo ante una enfermedad y por tanto deben ser ayudados y no suprimidos.
La antigua medicina china se basa en la circulación de la energía, el Qi, la energía vital que constituye el universo. Tiene una visión psicosomática de las patologías, dando importancia a los problemas emocionales y mentales relacionados con los órganos internos. No se trata de hacer desaparecer los síntomas sino restablecer la circulación armónica del Qi, el principio vital, lo cual evitará la enfermedad que se considera como un desequilibrio energético.
La medicina maya, curiosamente en continuidad con la medicina tibetana, otras medicinas ancestrales, el vasto campo del esoterismo, de las medicinas naturales, de las medicinas alternativas, etc., son igualmente saberes sobre el cuerpo, que discuten el saber médico occidental erigido en verdad al servicio de la valorización.
No se trata ahora de ver las respectivas formas curativas de estos otros saberes, de estas otras medicinas, ni del estudio de las sociedades que les han dado origen, sino de escuchar y acumular los saberes que sobre el cuerpo (enfermo) tienen. En síntesis, todas ellas insisten en una concepción holística de la persona, y no dualista a base de la dicotomía cuerpo-alma, enfermedades físicas y psíquicas; insisten en una concepción unitaria del cuerpo y en no considerarlo como suma de órganos. La enfermedad misma es, en todas ellas, considerada como proceso de curación, siendo las causas de la enfermedad múltiples (sociales, posturales, alimentarias, etc.) y siendo el protagonista de la curación el propio sujeto. Insisten también en una concepción unitaria con la naturaleza, hombres y mujeres como parte de la naturaleza, y en una concepción del sujeto basada en su autonomía.
Esta autonomía que requiere un saber propio sobre nuestro cuerpo, es lo que con la actual medicina y con la medicalización de la vida se ha perdido. Otros saberes se pierden a instancias de un saber hegemónico guiado, como hemos visto, no por el arte de curar sino por la lógica mercantil. Insistimos, no se trata de recuperar, sin más, prácticas ancestrales, también ellas recorridas por relaciones de poder, sino de hacernos cargo de nuestra salud, incorporando lo que reconozcamos de estos otros saberes. La cuestión es cómo. Cuando la industria médico-farmacéutica controla el mercado mundial de la salud, cuando están esquilmando las plantas medicinales que aún quedan en territorios vírgenes codiciadas por la industria farmacéutica, ¿cómo hacer frente a tal poder? Cuando el individuo ha perdido su autonomía y su relación con la naturaleza y con la comunidad, ¿es posible aplicar tales saberes sin invertir la actual tendencia del desarrollo técnico-capitalista?, ¿pueden estos otros saberes sobre el arte de curar enfrentarse a unas patologías que son provocadas por modos de vida que le son contrarios en su esencia?, ¿la curación no está precisamente en el abandono de estas nocivas formas de existencia?, porque es ya en la vida y no en la enfermedad o en su terapia donde se disocian cuerpo-psique, hombre-naturaleza, donde se pierde la autonomía del sujeto y el protagonismo de éste sobre su propia existencia.
Artículo extraído de la revista Etcétera nº 42, junio de 2007, www.sindominio.net/etcetera/
El negocio de la salud y la medicalización de la vida
En el nº 38 de Etcétera hablamos y escribimos sobre El cerco a la Vida. El poder del Capital también bajo su forma de dominio político, mediante el Estado y sus burocracias, pretende y en mucho consigue apoderarse del control sobre la vida de sus «súbditos/ciudadanos». Los seres humanos, cada vez más, constituimos una multitud de repeticiones uniformadas, de clones. El control sobre la vida forma parte esencial de los objetivos de los poderes económicos y políticos: «el poder se hace cargo de la vida» y esto da lugar entre otras consecuencias a individuos aislados, inmersos en la fragorosa soledad de la aglomeración.
Por revista Etcétera
El incremento y la aceleración en el desarrollo de las técnicas biomédicas amenazan con una modificación significativa de la biología que está dirigida, además de promover el consumismo, a la búsqueda de nuevos medios y canales de control sobre los seres humanos. Nuevas formas de control y de dominio se gestan a la sombra de la medicalización de la vida (1), ocultas por la propaganda y el ruido que genera la autoproclamada «revolución» biotecnológica y su ideología, la bioética.
La industria farmacéutica: otra forma más de control
Iniciada en el siglo XIX, fue a lo largo del siglo XX que la industria farmacéutica y de las drogas se desarrolló tan aceleradamente que es junto a las industrias de las armas y las petroquímicas la que más beneficios le permite acumular al Capital. La industria farmacéutica, tal como actualmente está estructurada, surgió de las potentes corporaciones que dominaban la industria del petróleo y de la química, como una manera de diversificar sus ganancias y realizar nuevas inversiones que aportasen suculentos beneficios (en EE.UU. el impulsor fue el grupo Rockefeller que en las primeras décadas de este siglo controló el 90% de la industria petroquímica de América).
Principalmente después de la 2ª Guerra mundial estas ya grandes corporaciones se organizaron con el objetivo de controlar los sistemas sanitarios de todo el mundo, en primer lugar del llamado primer mundo capitalista que era donde más medicamentos podía consumir la población de manera inmediata y posteriormente del resto de países, promoviendo epidemias que se han convertido en plagas como el Sida. La nocividad capitalista origina enfermedades que se extienden sin querer entender sus causas, como el desmesurado aumento de todo tipo de cánceres o el de la diabetes, etc. El cuerpo humano y su salud se convierte en un medio para seguir acumulando beneficios y poder.
Actualmente las empresas farmacológicas más importantes son de EEUU, Europa y Japón. Sólo 25 empresas controlan más del 50% del mercado mundial de medicamentos. De las 10 empresas farmacéuticas y biotecnológicas más importantes 6 son de EEUU. Sus tasas de beneficios son las más elevadas de todos los sectores de la producción, en el año 2005 vendieron medicamentos con un beneficio de 605.400 millones de dólares. En el año 2004 los beneficios de Pfizer, la mayor multinacional farmacéutica, superó los 53 mil millones de dólares. Por el contrario y a pesar de sus ganancias billonarias, la carga impositiva del Estado sobre las empresas de este sector es la más baja de todas, pues cuentan con la justificación de invertir en la salud pública.
La industria farmacéutica forma el mayor lobby de Estados Unidos; durante el año 2004 invirtió más de 120 millones de dólares en influir sobre el gobierno, en los últimos siete años ha invertido más de 700 millones de dólares para este fin, esto supone el mayor gasto realizado desde un sector de la industria para influir en las decisiones del ejecutivo de EEUU; empresas como Pfizer o Glaxo fueron de las que más dinero donaron en las últimas elecciones que hicieron presidente a Bush II.
Algunos datos que sirvan de ejemplo: según un informe de la Asociación de Agentes de Propaganda Médica de la Argentina,1 la diferencia entre lo que realmente cuesta fabricar una droga y su precio en las farmacias puede alcanzar el 55.281 por ciento. El Valium, Diazepán fabricado por la multinacional Roche tiene un incremento del 33.623%. Un informe sobre las tendencias farmacéuticas elaborado por el Deutsche Bank afirma que los ciudadanos del planeta gastaremos en el año 2010, 40.000 millones de euros en comprar medicinas que no curan nada.
Los beneficios de la industria farmacéutica crecen vertiginosamente a nivel mundial: los ingresos para el sector fueron en el año 2004 de 550 mil millones de dólares, un 7% más que los registrados en el año 2003; pero en el año 2005 los beneficios ascendieron a 605.400 millones de dólares.
Los beneficios del 2004 para las principales empresas corporativas son estos: (cifras de beneficios netos, se han de añadir otras inversiones como las de I+D para obtener las cifras del beneficio global).
Empresa Ingresos (millones $)
1º.- Pfizer (EEUU) 46.133
2º.- Glaxo Smith Kline (EEUU) 31.377
3º.- Sanofi _ Aventis (Francia) 30.919
4º.- Johnson & Johnson (EEUU) 22.128
5º.- Merck (EEUU) 21.493
6º.- Astra Zeneca (Inglaterra) 21.426
7º.- Novartis (Suiza) 18.497
8º.- Roche (Suiza) 17.322
9º.- Bristol- Meyers (EEUU) 15.482
10º.- Wyeth (EEUU) 13.964
11º.- Abbott Labs (EEUU) 13.756
12º.- Eli Llilly (EEUU) 13.059
13º.- Amgen (Canadá) 10.600
14º.- Boehringer- Ingelheim (Alemania) 8.698
La industria farmacéutica gastó el año 2004 en propaganda para promocionar sus medicamentos más de 60.000 millones de dólares, cifra que representa el doble de lo que las diversas empresas invierten en investigación.(2)
Ante estos datos es evidente reconocer los efectos iatrogénicos, es decir de origen médico, derivados de la medicalización de la vida. Las compañías farmacéuticas priorizando la usura han sometido a muchas personas a medicamentos y tratamientos que enferman y matan, usándonos como cobayas. Con procedimientos mafiosos han impuesto el uso de productos de dudosa eficacia y riesgos conocidos, comprando médicos a los que convierten en simples agente comerciales. Igualmente han salido victoriosos de los pleitos que les han puesto los afectados. No paran de inventar malestares para, gracias a la propaganda de los Medias y con la colaboración del Estado y de su Sistema Sanitario, convencer al máximo número posible de personas de que están enfermas, difundiendo falsas enfermedades que promueven males que no existen. Por ejemplo, según un estudio realizado por el «Public Library of Science Medicine», en EEUU últimamente se han hecho públicos informes que afirman que el 43% de las mujeres padecen disfunción sexual, cosa que es falsa; también promueven como enfermedades condiciones normales como la menopausia o que simples factores de riesgo como el colesterol sean presentados como enfermedades.
El establecimiento de unos estándares de normalidad en el funcionamiento de todos nuestros órganos impone que por encima o por debajo de ellos caigas en su categoría de enfermo; estas pautas son universales, iguales para niños o ancianos, asiáticos u africanos y válidas en cualquier circunstancia. Con ello se impone la neurosis del control médico, los análisis, las pruebas y sus consecuentes medicaciones de estabilización. Estos parámetros alcanzan incluso las categorías estéticas de estatura, peso, color, forma del físico y de cada uno de sus miembros. Fuera de ellos caemos en la desgracia social y personal, emprendiendo una carrera por la cirugía y sus implantes que no acaba con la vejez, porque tampoco se aceptan las secuelas de esta condición natural. Los pensionistas, inútiles ya como productores, se convierten en los mejores clientes de la industria farmacéutica ofreciendo sus vidas, como los niños, a las vacunas y a las visitas de ambulatorio. Esta situación de locura que impone el mercado provoca múltiples desarreglos mentales y miles de inadaptados que serán otro de los pilares del negocio químico que intenta reinsertarte con sus drogas allá de donde saliste rebotado o al menos paliar la incomodidad social del rechazado «normalizándolo».
Siempre enfermos
La medicalización de la vida o la influencia de la medicina sobre las costumbres (y por lo tanto sobre la moral), ha tomado actualmente tales proporciones que los conceptos de salud y enfermedad constituyen grandes criterios morales en los países avanzados del capitalismo. El Estado y sus burocracias sanitarias en una interesada interpretación de la «sanidad pública», se han adueñado del control de la salud de sus súbditos, convirtiéndose en los mediadores que deciden sobre el estado de salud o enfermedad de nuestros cuerpos. Como todos estamos afiliados al sistema sanitario (SS: Seguridad Social), desde que el Estado tomó su control (3), la población en general pasa a ser potencialmente paciente y potencialmente enferma, desde el momento en el que todos integramos las listas de sus estadísticas y de que todos somos objetivo de sus controles, estudios o propagandas médicas. La salud ya no es responsabilidad de cada uno de nosotros (lo es tan sólo en la culpabilización por nuestra mala salud), una relación o diálogo de uno mismo con su cuerpo sino que es el Estado, instrumento del Capital, como mediador de nosotros mismos y la salud de nuestro cuerpo, quien señala e impone las pautas y normas de comportamiento a obedecer respecto a la «cultura de la salud».
La imposición de la medicalización de la vida o el triunfo de la burocracia médica transforma la relación, siempre jerárquica, entre médico y paciente que al verse mediada por el Estado, en tanto que gestor económico del sistema sanitario, convierte la cuestión y el concepto de salud en una cuestión moral, en una de las moralinas civiles de las democracias capitalistas.
Ecológicamente constatamos que el «progreso» técnico de la humanidad, que ha evolucionado en razón de su dominio y control sobre la naturaleza, no ha significado implantar los medios suficientes para paliar la necesidad y encontrar una nueva libertad. Al contrario, los medios, la técnica, se han convertido en el único fin y en medio de dominación y control sobre la mayoría de los seres humanos. Esta supuesta «línea de progreso» se representa realmente como una regresión y más a partir del triunfo total del sistema capitalista, mediante el cual la potencia técnica de destrucción de la naturaleza (también de la humana) avanza en progresión geométrica. Es un hecho que con el Capital la destrucción del ecosistema abarca el mapa planetario, los efectos globales de las heridas producidas por la cultura del carbón y la electricidad o la nuclear y del petróleo son evidentes en el mundo entero. Este desprecio del sistema capitalista sobre el medio que lo alberga, es decir sobre la naturaleza, toma proporciones catastróficas y el único criterio que no altera ni alterará jamás es el del máximo beneficio, que permita la máxima acumulación de capital en el menor tiempo posible.
La destrucción del ecosistema plantea los mayores peligros para la salud medioambiental y por lo tanto para la in-salud de los seres humanos. La patología humana del ecocidio _patogénesis por alteración de los elementos: la tierra, el agua, el aire, y los alimentos, etc._ adquiere características de nuevas epidemias (se han curado viejas pandemias, se han generado nuevas), en forma de enfermedades respiratorias crónicas, alergias, cáncer, malformaciones congénitas a causa de productos químicos o nucleares, mutaciones de microorganismos y órganos, trastornos del comportamiento, estrés, enfermedades inducidas desde los laboratorios, etc. La patodicea ecológica, es la clave de las patologías que, en esta época intersecular, han convertido al ser humano en un ser doliente, así como la Tierra en un planeta enfermo.
Extraído de Coice de mula, dado que coincide con el objetivo de nuestro número al hablar de otro de los grandes campos de la industria química aplicado a la alimentación, traducimos unas líneas de la Revista Sentidos, Lisboa, Primavera de 2006: (…) Según muchos investigadores, gran parte de los síntomas como los dolores de cabeza, fatiga, problemas gastro-intestinales, debilitamiento del sistema inmunitario y hasta perturbaciones de orden sexual, que surgen sin relación directa con una patología concreta, ocurren como consecuencia de nuestro estilo de vida «moderno». Tales disfunciones pueden desencadenar posteriormente enfermedades como artritis, alergias, obesidad, problemas de piel (acné), cáncer, afecciones cardiovasculares, entre otras.
La Organización Mundial para la Protección ambiental publicó recientemente un estudio llevado a cabo en Europa con vistas a la detección de la presencia de productos químicos en la sangre. Efectuado en tres generaciones de familias (abuelos, sus hijas y nietas), los resultados finales son preocupantes: Se encontraron 63 productos químicos en los abuelos, 49 en las madres y 59 en las hijas.
Este hecho está relacionado con la presencia de productos químicos, tales como pesticidas, en los diversos productos que consumimos diariamente. Como es obvio, el organismo humano posee un sistema de eliminación complejo preparado para expulsar las toxinas. Pero las complicaciones surgen cuando los órganos que efectúan la eliminación están sobrecargados por el exceso de sustancias nocivas, lo que a largo plazo origina algunos de los estados patológicos referidos.
En realidad el sistema médico y la medicina en la historia de la humanidad (fundamentalmente desde el triunfo de la sociedad jerarquizada y de dominio), siempre ha ejercido un poder normalizador, es decir, de control social que se basa en los conceptos y criterios de salud y enfermedad, lo normal o sano que señala la adaptabilidad y funcionalidad en el orden establecido y lo patológico que debe apartarse o encerrarse. La medicina como cosa de especialistas que quizás nació junto y paralela a la religión como especialización de saberes, logró crear un orden normativo y de derecho propios, alejado y ya rival de la religión, como otro poder. Pero será con el triunfo de la burguesía y su toma del poder del Estado, que le permitirá la implantación de la ideología surgida de la Ilustración, con el que el sistema médico adquirirá un auténtico y «racional» estatuto científico, profesional y político.
Es, sin embargo, a partir de la 2ª Guerra mundial y de las nuevas condiciones de ella surgidas (keynesianismo como modo de restaurar una Europa y parte de Asia completamente destruidas), que se impone este sistema sanitario ahora mundialmente dominante (cuya única variación es el modelo estatal o privado, desposeyendo ambos al ser humano de una autonomía respecto a su salud). Este sistema sanitario se basa en la medicalización de la vida como sinónimo de cultura de la salud. Esta medicalización se fundamenta en el enganche masivo de los pacientes a los fármacos. Categoría, la de pacientes, que pretende y cada vez consigue englobar más a todos los seres vivos del mundo. Este enganche masivo de los humanos y también de animales y plantas a los fármacos ha convertido a las empresas que los producen en riquísimas y poderosas corporaciones mundiales, con un poder que supera al de la mayoría de Estados. Bajo el nombre de sistema o «cultura» del bienestar y de la salud enfermó completamente el Planeta.
Pero tras la crisis del petróleo, en la década de los 70, aparecen en torno del poder de las burocracias del Estado, también en la medicina, nuevos discursos para imponer viejas ideas de dominio y de control sobre los «súbditos/ciudadanos», a los que a partir de ahora se los culpabiliza y se los considera responsables de los males del Planeta, de la contaminación de la tierra, del aire y el agua, y también de su mala salud generalizada, de la que se hace responsable al paciente por su mala conducta y mal estilo de vida. De esta manera el sistema médico consigue imponer la mala salud iatrogénica, y por lo tanto la expropiación del cuerpo por los profesionales de la salud. El ser humano no es ya una forma particular de vida, pasa a ser un objeto de control y estudio biológico, un número dentro de las estadísticas: un paciente. Para lograr convertir el género humano en pacientes el sistema sanitario impone la consigna extraída de una comedia: «La gente sana son enfermos que se ignoran».
Pero no sólo los seres humanos son convertidos en pacientes, todas las especies de plantas y animales que el hombre produce industrialmente en cautividad están sometidas al control de los técnicos, a la química y a los fármacos. Incluso ni los llamados «animales salvajes» se libran del manoseo y las molestias de los burócratas ecologistas en acción y cada vez que cae un animal en sus manos, además de colocarles chips, collares y anillas son controlados médicamente por especialistas veterinarios y, por lo tanto, medicalizados, entrando a formar parte del aislamiento de la estadística que los transforma en pacientes, pues padecen el sufrimiento que estos burócratas les infligen.
Las burocracias del Estado y entre ellas la del sistema sanitario medicalizan la vida, también, por supuesto, a través del lenguaje imponiendo un determinado uso de éste, señalando el uso de unos términos y el olvido de otros y lo que es más importante: aniquilando otros saberes. Se crea una muy determinada forma de acultura, mediante la propaganda masiva que difunde unas formas políticas que pretenden disciplinar y controlar a sus «súbditos», al igual que el sistema sanitario «cuida», es decir, disciplina y controla a sus pacientes.
El uso corriente de metáforas médicas en el lenguaje de los políticos no es un hecho de hoy, desde siempre los políticos han gustado de imaginar la sociedad como una masa enferma y a ellos mismos como los especialistas capaces de curarla, tienen «el hábito de describir exhaustivamente una enfermedad social y luego ponerle la correspondiente droga», (Chesterton).
Actualmente, en los medios de comunicación de la propaganda política, asistimos a la multiplicación de estas metáforas médicas en boca de los políticos, hay recetas políticas y económicas que son distribuidas por determinados órganos burocráticos del poder para que intercambiables políticos las apliquen y así tratar de recuperar la salud económica del país.
Así las categorías de salud y enfermedad, normal y obediente o díscolo y patológico, son trasladadas de la experiencia carnal o corporal del humano aislado al desorden de la organización social bajo el sistema capitalista. Mayoritariamente se nace en un hospital, pero también se muere en un hospital
Hasta los inicios del siglo XIX la función del médico no se entrometía directamente en la muerte de los humanos, cumplía su tarea de curar o aliviar enfermedades, evitar la muerte quizá sí entraba en sus funciones, pero diagnosticar la muerte no. Con el invento del estetoscopio en 1818 la técnica proporciona al sistema médico un instrumento adecuado, entre otras cosas, para certificar la muerte del ya paciente. En el siglo XX, con el dominio absoluto de la técnica sobre el sistema médico éste se convierte en sistema sanitario, regulado por el estado, que no sólo tiene que evitar la enfermedad, sino también controlar la salud de todos los súbditos que son ya pacientes. El médico se convierte, pues, en experto en controlar y corregir, no sólo la salud, sino también el cuerpo de todos los pacientes.
La formación de este formidable sistema burocrático y la aparición en los hospitales de departamentos especializados en «cuidados intensivos», combinado con la implantación de todas las «novedades» técnicas, permitieron definitivamente convertir al médico en el especialista que diagnostica la muerte, de hecho en su formación se halla «la enseñanza y el diagnóstico de la muerte». Uno no está muerto hasta que el médico correspondiente lo certifica.
Con el control médico de la muerte, ésta deja de ser un dominio exclusivo de la religión o de la especulación filosófica o de la poesía, etc., para pasar a ser patrimonializada por la ciencia, es decir, por la técnica. La muerte, por lo tanto, ha de producirse en el centro donde se almacena la mayor cantidad de técnica médica, en el hospital.
Al dejar de ser una cuestión que se dirime en el hogar para pasar a decidirse en un hospital, la muerte ya no se nos presenta como una cuestión personal y una realidad existencial a la que uno se enfrenta en común junto a los allegados y conocidos, sino que pasa a ser un asunto técnico y por lo tanto de técnicos y de especialistas, por lo que siempre ha de llevar añadido un calificativo también técnico: muerte asistida, muerte clínica, muerte cerebral, etc. En el hospital, en este ámbito tan jerarquizado como burocrático el paciente se enfrenta a la muerte aíslado, sometida totalmente su agonía al control y al orden del sistema sanitario.
Con la muerte en el hospital, concebido éste como el lugar de la muerte moderna, el sentido de ésta ha cambiado radicalmente. Lo que antes era anunciado (el moribundo sabía que se preparaba para la muerte), ahora es ocultado (muere ignorando su llegada). Lo que antes era finalmente una decisión de aceptación, ahora es censurado como no colaboración con la medicina. Lo que antes era un acto público, familiar, ahora es un acto privado, se muere en secreto y no se habla de ello. La muerte se ha convertido en un tabú, en palabras de Philippe Aries: «la muerte, esa compañera familiar, desaparece del lenguaje y su nombre se vuelve prohibido».
El consumo de medicamentos en el mundo en el año 2005
América del Norte 44,4%
Europa (CE + Comunidad Estados Independ.) 30,8%
Japón 11,4%
Asia Sudoriental 4,6%
América Latina 4,4%
Oceanía 1,3%
Subcontinente indio 1,2%
África 1,1%
Oriente Medio 0,9%
notas:
1) Revista Topía, nº 45, Abril 2007. Editorial: «La medicalización de la vida cotidiana»: «Los diferentes factores que ponen en juego para difundir la medicalización en la sociedad explican las fabulosas ganancias que tienen los grandes laboratorios… Un informe de la Asociación de Agentes para la Propaganda Médica afirma que la diferencia entre lo que pagan por las drogas en el mercado mayorista y el precio que esta droga se vende en las farmacias llega al 55.281 por ciento. Por ejemplo el Diazepan, -principio activo- que el laboratorio suizo Roche comercializa con la marca Valium@, el precio por kilo es de $235 (0’0002 por miligramo), la presentación que se ofrece es de 10 mg. por 50 unidades, lo que supone 12 centavos, pero en las farmacias se vende a $40’40, es decir el 33.623 por ciento más».
2) Ver en todo esto el importante libro de Ivan Illich, Némesis Médica, Barral Editores. 1975. Barcelona.
www.sindominio.net/etcetera/REVISTAS/NUMERO_42/42-negsal.htm
3) El control del Estado sobre la salud no se corresponde con la reivindicación de una sanidad pública. Esta reivindicación originó un movimiento popular que posteriormente se perdió en la estatización del servicio sanitario.
Publicado en revista Etcétera nº 42, junio de 2007. www.sindominio.net/etcetera/
Sobre la técnica médica
En las postrimerías del siglo XIX, la ciencia había perdido los últimos restos de ilusoria independencia que aún se le daba y se había puesto decididamente al servicio del nuevo orden económico capitalista nacido en occidente.
Por revista Etcétera
Entre la movilización y la paz social subvencionada
Indicaciones acerca de la situación social en el Estado Español
Por Corsino Vela
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Escuelas contra la idiosincracia indígena
Penetración neocolonialista de la Escuela en el área indígena mejicana
Tradicionalismos revolucionarios
1) Partimos de una intuición teorética que nuestras experiencias de cooperación con organizaciones campesinas e indígenas del área centroamericana han corroborado plenamente: la existencia de “tradicionalismos revolucionarios”…
Andrei Tarkovsy hizo decir al protagonista de su película “El sacrificio” unas frases muy bellas en su aparente paradoja, que subrayan el circunstancial valor transformador del inmovilismo, la eventualidad de que también la tradición pueda revestirse de un potencial revolucionario:
“Sabes, algunas veces me digo a mí mismo que, si cada día, exactamente a la misma hora, realizara el mismo acto siempre, como un ritual, inmutable, sistemático, cada día a la misma hora, el mundo cambiaría. Sí, algo cambiaría, ¡a la fuerza!”
La Modernidad puede verse, de hecho Henri Lefebvre quiso verla así, como un “rodillo compresor”, un rodillo que oprime y aplasta la alteridad. Donde subsiste una peculiar especie de lo no-moderno, a un tiempo pre-moderna y anti-moderna, resistencia pos-moderna grávida de un futuro impensado, palpita también una forma de diferencia que el poder teme y persigue: no son “modernas”, por ejemplo, las Comunidades indígenas “en Usos y Costumbres” que persisten en varios estados de México; se apegan, de hecho, a unos valores y unas formas de organización “tradicionales” contra los que se dispone en nuestro tiempo el rodillo homogeneizador del Capitalismo tardío (1).
No es irrelevante que la “democracia directa”, bajo una versión no-occidental, y la “propiedad comunera” de la tierra, entendida de un modo que tampoco cabe en los idearios colectivistas o cooperativistas clásicos del utopismo europeo, ocupen un lugar muy destacado en los Usos que estos indígenas defienden con tanta tenacidad. No es irrelevante que el modelo de “transmisión cultural” sancionado allí por la costumbre, que podríamos denominar “la educación comunitaria”, en todas partes herida y en todas partes desfalleciente, nada tenga que ver con el consentido horror de nuestras Escuelas, con el crimen cotidiano de la Enseñanza Moderna.
2) A finales del período colonial se generaliza la “comunidad indígena” como forma peculiar de organización política y económica, resultado de una dura batalla campesina en un contexto histórico que, por otro lado, le garantizaba opciones de victoria; se forja así una estructura que, manteniéndose fiel a sí misma en lo sustancial, atravesará el espesor de los siglos y llegará hasta nuestros días como un “aspecto tradicional”, como una reificación del pasado, sobre todo como un inmovilismo estrictamente revolucionario.
La lucha contemporánea de las organizaciones indígenas que defienden, contra el neo-liberalismo hegemónico, la subsistencia de las “Comunidades en Usos y Costumbres”, el CIPO-RFM entre ellas (Comité Indígena y Popular de Oaxaca “Ricardo Flores Magón”, con quien tuvimos el privilegio de cooperar), recuerda, mantiene viva y reproduce en sus rasgos de fondo y en sus objetivos aquella otra lucha inicial de los “macehuales”, de las gentes “del común”, contra los poderes caciquiles y colonialistas (2).
Para que esta tradición de lucha desfallezca, la “revolución hecha gobierno”, como gusta de escribir Armando Bartra, las administraciones pos-revolucionarias del siglo XX, contarán con un aliado de excepción, con una herramienta idónea, con un expediente ‘universal’ de probada eficacia: la Escuela, dispuesta a resolver, como en cualquier parte y en todo tiempo, un “problema de orden público”. Sólo hizo falta una cosa, para redondear la estrategia: que el propio indígena la demandara, que pudiera aparecer como una aspiración popular, como un reclamo campesino…
La demanda “indígena” de escolarización: ¿un nuevo candor, medio milenio después?
3) Una literatura historiográfica simplificadora y experta en levantar cortinas de humo ante las atrocidades de los occidentales allende los mares habló de “candor” para señalar la actitud en ocasiones patéticamente bondadosa, crédula, bienpensante, de los indígenas americanos ante los españoles armados en los prolegómenos de la Conquista. Cabe dudar de ese cuadro; y habría que evaluar su cuota de verdad para cada caso concreto, en cada contexto específico. Consideramos, sin embargo, que sí se ha dado un segundo candor, un nuevo candor, una actitud peligrosamente acrítica, benevolente, idealizadora, en la relación de los indígenas con la Escuela, con el modo occidental de “administrar” (en el sentido fuerte, politológico, del término) la Educación. Candorosa está siendo también, en nuestra opinión, la actual práctica escolarizadora que promueve el zapatismo en sus territorios autónomos.
La demanda indígena de “escolarización” se fragua en la arena económica y es inseparable del proceso que convierte a la comunidad campesina en condición del desarrollo industrial nacional mejicano. Como “vivero” de mano de obra, la comunidad campesina relativamente autónoma, relativamente ‘autosuficiente’, proporciona a los sectores modernos de la economía fuerza de trabajo barata, pues el indígena obtiene “a su manera” los medios fundamentales de subsistencia (con el cuidado familiar de las parcelas que le surten de maíz, fríjol, chiles, calabaza,…). Cuando el campesino de la comunidad indígena se desplaza a la plantación, a la mina, a la factoría industrial, a la ciudad, en busca de un “complemento” para su economía personal, no será necesario retribuirle con un salario apto para cubrir toda su reproducción en tanto fuerza laboral –la lógica material de la comunidad libera al Capital de esa exigencia y permite sueldos literalmente irrisorios.
Esta increíble baratura de los bienes-trabajo de origen campesino, inconcebible sin el tradicional policultivo indígena de autoconsumo, se erige, así, en premisa de la acumulación de capital en los sectores sobreprotegidos de la economía mejicana: agricultura de exportación, empresas agro-industriales, enclave energético,…
Por otra parte, el variable excedente agrícola de las comunidades, de una fracción de ellas al menos, así como el monto de sus producciones circunstancialmente especializadas (café, azúcar, cacao, jitomate…), constituyen una fuente primordial de materias primas para determinados ramos industriales y de alimentos básicos para la hacinada población urbana; y, repercutiendo también en la índole de este aporte estratégico, la tradicional “economía de subsistencia” campesina, preservada por la comunidad y preservadora de los hombres de la comunidad, permite el mantenimiento de precios bajos para tales productos agrícolas, proporcionando especialmente maíz y fríjol ‘devaluados’ con que alimentar, a bajo costo, a las masas de trabajadores de la industria y de los servicios, que de este modo presionarán menos sobre el nivel de los salarios. El incremento de la tasa de ganancia capitalista proviene, pues, no sólo de la depreciación permanente de las materias primas, sino de la estabilidad asegurada en el coste de la reproducción de la mano de obra por la provisión de alimentos y artículos de primera necesidad indefectiblemente baratos –favoreciendo el descenso, la congelación o en todo caso el alza moderada de las remuneraciones.
De esta inserción inducida de la comunidad en el desarrollo económico de México arranca también la “demanda” campesina de instrucción y el interés gubernamental en la escolarización de la población rural. Los indígenas que salen a trabajar fuera de la comunidad, que venden sus productos a intermediarios ‘ciudadanos’, que se integran de un modo u otro en la economía estatal y federal, y por fuerza han de solicitar créditos, asesorías técnicas, insumos urbanos, etc., sienten como una necesidad acuciante el dominio de determinadas facultades y destrezas (la expresión oral y escrita en lengua castellana, la familiaridad con determinados aspectos contables y matemáticos elementales, el conocimiento somero de la historia y de la organización político-económica regional,…) a fin de defender cabalmente sus intereses, evitar fraudes, abusos y discriminaciones de todo tipo, desenvolverse mejor en un medio extraño y a menudo hostil. La Escuela aparece como el medio más sencillo y más rápido de subvenir a esas necesidades… Y la clase política no dejará pasar la ocasión de injertar, en el tejido extraordinariamente tupido de la comunidad, ese “cuerpo extraño” capaz de desgarrarla, deshilarla, descomponerla y recomponerla a voluntad. Cuerpo extraño de la Escuela occidental, avezado en las artes de la domesticación social, de una pacificación interna resuelta como docilidad y mimetismo.
4) La historia contemporánea de México nos muestra que esta “demanda de educación” y aquel interés estatal-empresarial en satisfacerla bajo los modos de la Escuela se acentúan en los períodos en que las fuerzas políticas de izquierda, socialistas, reformistas radicales o populistas, acceden al gobierno de la Nación…
Para Cárdenas (1934-1940) como para Echeverría (1970-1976), la Escuela es el Estado que penetra por fin la intimidad indígena; el Estado y su proyecto de “ciudadano”; el Estado con su concepto particular de Progreso, de Desarrollo, de Justicia; el Estado y los intereses que, para preservar mejor, vela y no nombra. Para Cárdenas como para Echeverría la Escuela es el Estado, es la Modernidad y es la Nación; es decir, el principio del fin de la autonomía indígena. El “deseo de saber”, la “necesidad de educación”, es una bandera popular, obrera y campesina, robada por estos gobiernos reformistas como robaron también, desde un primer momento, la bandera de la “reforma agraria”, del “derecho a la tierra”.
5) La “petición de Escuela” surge en la medida en que se desdibuja la comunidad indígena tradicional, autónoma y casi autárquica. Desde la educación informal indígena no se puede “castellanizar” con eficacia; desde ella no se puede imbuir a nadie de “espíritu nacional”; desde ella no se pueden forjar jornaleros dóciles, votantes crédulos, consumidores compulsivos, individualistas viscerales; desde ella no se puede vaciar la conciencia comunitaria hasta el punto de generar “emigrantes”, hombres sentimental e intelectualmente ‘disponibles’,… Desde la educación tradicional de los pueblos indios no se puede llevar la Comunidad al lugar que, en secreto, anhelan todas las fuerzas políticas del país: el lugar de un “residuo”, de un “resto”, de un “sobrante”, reminiscencia del pasado que se mantendrá con vida si y sólo si no concurre un interés económico concreto por el territorio que ocupa (explotación de la biodiversidad, minas, negocios madereros, proyectos turísticos, canales de paso, ubicación de maquiladoras,…), y que se mantendrá, además, con una vida ‘alterada’, tiznada de modernidad capitalista y de alineación cultural, una vida ‘para el afuera’, como correspondería a un mero reservorio desnaturalizado de mano de obra empobrecida.
El desengaño ante la institución escolar y la “vacuna” contra el desengaño
6) Mario Molina Cruz, escritor indígena, natural de Yalálag, comunidad zapoteca de la Sierra Juárez de Oaxaca, aparece como un admirable exponente del “desengaño” ante la institución escolar. En su opinión, la Escuela, al promover valores de éxito individual, personal, contribuye a la erosión de la diferencia indígena, una idiosincrasia étnica construida en torno a un fuerte sentido de los comunitario. La Escuela invita a una promoción social que tiene por sujeto al individuo, a la familia en todo caso, y que conlleva, como condición de su posibilidad, la exigencia de la emigración. El emigrante, esta figura social emergente a partir de la segunda mitad del siglo XX, refleja, al mismo tiempo, el declive de la educación comunitaria y los progresos de la Escuela occidental en su labor descampesinizante y erosiva de los valores indígenas.
7) Hace algunos años, Roland Barthes hablaba de una estrategia por la cual los poderes políticos y culturales se inmunizaban para la crítica radical auto-infligiéndose un pequeño correctivo, denunciándose a sí mismos en términos moderados, señalando sus propios “males menores” para ocultar el “mal mayor” que los constituía. Despistaban así a sus adversarios y alardeaban de una sana capacidad de auto-crítica y auto-enmienda… La nombró “estrategia de la vacuna”.
La intelligentsia indígena involucrada en los programas de educación “bilingüe”, en las campañas de escolarización y alfabetización en lengua castellana, etc., ha sabido, constantemente, de esa estrategia. Indígenas enquistados en el aparato educativo del Estado se han encargado de “vacunarla” periódicamente, desde los años 70. El antídoto que se inocula al intelectual indio implicado en la destrucción cultural de su pueblo se presenta como una forma atenuada de “desengaño”, desengaño retórico, “para la ocasión”, desengaño “de usar y tirar”, un lavarse las manos antes de estrangular al hermano caído.
Los gobiernos neoliberales que se suceden en el poder a partir de 1982 prorrogan y aumentan las prerrogativas de la capa étnica (ampliada y “funcionarizada” con Cárdenas y Echeverría), consolidan este “estado de las cosas indígenas oficiales”, en el convencimiento de que, para gestionar el espacio social de las comunidades, es imprescindible contar con una tropa en parte estabilizada y en parte remozada de malinches burocratizados. Para uso interno de estos funcionarios indios del consenso, se difundirán periódicamente documentos amargos, casi derrotistas, en los que se dejará constancia, una y otra vez, de lo poco que se ha avanzado en el camino de la educación “intercultural” y de lo mucho que queda por hacer. Es el antídoto, la vacuna que inmuniza contra todas las críticas posibles; es el testimonio de un “desengaño” deslavado, un desengaño engañoso.
Miseria de la educación “multicultural” mejicana
8) El multiculturalismo deviene como forma sofisticada del asimilacionismo; su objetivo sigue siendo la “incorporación”, marcando por añadidura al estudiante ‘distinto’ de cara a su desenvolvimiento futuro por la sociedad mayor.
Por otro lado, la Escuela, como fórmula educativa particular, una entre otras, hábito relativamente reciente de sólo un puñado de hombres sobre la tierra, no se aviene bien con unas culturas (indígenas) que exigen la informalidad y la interacción comunitaria como condición de su producción y de su transmisión. La Escuela sólo podría desnaturalizar, violentar, amputar, tergiversar, en el caso que hemos elegido como ejemplo, el legado cultural zapoteco. Convertir la cultura zapoteca en “asignatura”, “materia”, “currículum”, “objeto de examen”, etc., es asestarle un golpe de muerte. Probablemente, se le haría más daño que con la exclusión actual… Por la Escuela no caben, en modo alguno, las cosmovisiones indias, debido a la desemejanza estructural entre la cultura occidental y las culturas indígenas. Sostener lo contrario es atribuir a la modalidad educativa de una determinada cultura, da igual que se pretenda la más influyente, un poder codificador universal, un privilegio hermenéutico incondicionado, una capacidad de captación y transmisión de conceptos literalmente sobreterrenal.
Nada garantiza que la Escuela como fórmula pueda preservar la cultura zapoteca; antes al contrario, en la medida en que la Escuela excluye y condena las maneras tradicionales de la “educación comunitaria indígena” atenta contra la pervivencia del mencionado legado cultural. Una cultura es también sus modos específicos de producirse y socializarse. Desgajar los contenidos de los procedimientos equivale a destruirla.
La leyenda zapoteca de la langosta, por ejemplo, tan henchida de simbolismos, se convierte en una simple historieta, en una serie casi cómica, si se ‘cuenta’ en la Escuela, y en un insulto a la condición india si, además, la relata un “profesor”. La leyenda de la langosta sólo despliega el abanico de sus enseñanzas si se narra en una multiplicidad ordenada de espacios, que incluyen la milpa, el camino y la casa, siempre en la estación de la cosecha, si se temporiza adecuadamente, si se va desgranando en un ambiente de trabajo colectivo, en una lógica económica de subsistencia comunitaria, si parte de labios hermanos, si se cuenta con la voz y con el cuerpo… El mito de la riqueza, que encierra una inmensa crítica social, y puede concebirse, por la complejidad de su estructura, como un “sistema de mitos”, se dejaría leer como una tontería si hubiera sido encerrado en una unidad didáctica. Convertir el ritual del Cho’ne en objeto de una pregunta de examen constituye una vileza, una profanación, un asalto a la intimidad,…
Por añadidura, la educación “bicultural” no es psicológicamente concebible. De intentarse en serio, abocaría a una suerte de esquizofrenia. En ninguna subjetividad humana caben dos culturas. El planteamiento meramente “aditivo” de los defensores de la interculturalidad sólo puede defenderse partiendo de un concepto restrictivo de “cultura”, un concepto positivista, descriptivista, casi pintoresquista. Decía Artaud que la cultura es un nuevo órgano, un segundo aliento, otra respiración. Y estaba en lo cierto: el bagaje cultural del individuo impregna la totalidad de la subjetividad, determina incluso el aparato perceptivo. Por utilizar un lenguaje antiguo, diríamos que la cultura es alma, espíritu, corazón,… Y no es concebible un ser con dos corazones, con dos percepciones, con un hálito doble. La educación “bicultural” se resolvería, en la práctica, como hegemonía de la cultura occidental, que sería verdaderamente interiorizada, apropiada, ‘encarnada’ en el indígena; y, desde ahí, desde ese sujeto mentalmente colonizado, como apertura ‘ilustrativa’, ‘enciclopedística’, a la cultura étnica, disecada en meros “contenidos”, “informaciones”, “curiosidades”,… La posibilidad contraria, una introyección de la cultura indígena y una apertura “ilustrativa” a la cultura occidental no tiene, por desgracia, los pies en esta tierra.
Ni desde el punto de vista de la psicología social, ni desde el de la lógica expositora diferenciada de la culturas, ni desde el de las utilidades económicas y políticas de la escolarización es defendible el fantasma de la educación “bilingüe-bicultural”.
9) Un objetivo inextirpable de la organización escolar es reproducir la estructura de clases y cuenta con medios sobrados para que el indígena “fracase”, “deserte” y continúe en posiciones sociales subordinadas.
La intelligentsia india ha denunciado incansablemente la discriminación de esos jóvenes, los mecanismos que los apartan de las carreras y de las titulaciones que dan acceso a los empleos mejor retribuidos y a los cargos públicos o de responsabilidad en las empresas; se ha hablado de un proyecto universitario “criollo”, de una secundaria “etnocida”, de un clasismo voraz en el sistema educativo nacional,… Nosotros no vamos insistir en algo tan obvio. Pretendemos ejercer una meta-crítica, una crítica de las propuestas y alternativas que la capa ilustrada indígena, los prohombres de la cultura progresista mejicana y los reformadores del aparato del Estado ofrecen para “adaptar la educación a la realidad pluriétnica y pluricultural del país”, “construir un México nuevo en el que quepan todos”, etc.
Lo que estos políticos e intelectuales bienintencionados quisieran implantar en México, si damos fe a sus palabras, es algo que ya hemos conocido en Occidente, casi la cultura oficial educativa de Europa: la mentira de la educación “multicultural”, de la Escuela respetuosa con la diferencia cultural y psicológica, la Escuela del diálogo entre las alteridades,… Es ésta, no nos cabe duda, la Escuela que va a polarizar, en las próximas décadas, el debate pedagógico latinoamericano, el deux ex machina de la política cultural reformista en el Centro y Sur de América. Ajenos a la parcialidad constitutiva de la Escuela (3), los proyectos educativos interculturales, las experiencias escolares multiculturalistas, se prodigan, abrazando el tránsito de milenios, en los diferentes Estados de México.
10) La represión cotidiana de la Diferencia, que el indígena padece nada más salir del ámbito comunitario, se acentúa en las Escuelas, de uno u otro tipo (no menos en las pretendidamente “multiculturales” que en las “asimiladoras” clásicas), operando a través de la figura ‘moral’ del Educador y de la “opinión” consciente e inconsciente del conjunto de los estudiantes. Es una represión diaria, de cada hora, ejercida por la comunidad de estudiantes y profesores, que los alumnos indios se han acostumbrado a soportar como el precio psicológico de su proclamado derecho a la educación, la contrapartida ambiental de su formación académica secundaria y superior.
Los comportamientos que escapan a la racionalidad docente (o escolar) occidental son “atacados” de dos maneras: por la antipatía y la marginación con que el grupo responde al individuo ‘diferente’ y por la actitud “correctora” del Educador, que ve ahí un problema y procura subsanarlo por la vía de una ‘normalización’ del afectado (“no te aísles”, “intenta integrarte”, “haz un esfuerzo”,…). En muchos casos, por esa doble acción – segregadora/marginadora y normalizadora/integradora -, el estudiante indio se aboca, en variable medida, a una suerte de auto-coerción, a una deliberada “identificación” con el grupo, “convergencia” con las actitudes y manifestaciones de la colectividad – pugna, en definitiva, por ‘des-indigenizarse”… (4).
11) No hay ‘comentarista’ de la Escuela que no esté de acuerdo en que, tradicionalmente, se le ha asignado a esta institución una función de homogeneización social y cultural en el Estado Moderno: “moralizar” y “civilizar” a las clases peligrosas y a los pueblos bárbaros, como ha recordado E. Santamaría. Difundir los principios y los valores de la cultura ‘nacional’: he aquí su cometido.
Nada más peligroso, de cara al orden social y político mejicano, que los pueblos indios, con su historia centenaria de levantamientos, insurrecciones, luchas campesinas,… Nada más bárbaro e incivilizado, en opinión de muchos, que las comunidades indígenas. Nada más alejado de la “cultura nacional”, construcción artificial desde la que se legitima el Estado Moderno, que el apego al poblado, la fidelidad a la comunidad, la identificación “localista” de las etnias mejicanas, enemigas casi milenarias de toda instancia estatal fuerte y centralizada, como señalara Whitecotton… La Escuela habrá de hallarse muy en su casa en este escenario, habrá de sentirse muy útil, pues para este género de “trabajos sucios” fue inventada…
12) A la Escuela compete difundir una determinada selección y retranscripción de los materiales culturales disponibles -de por sí heterogéneos, ambivalentes, contradictorios. Aquello que circula por las aulas y recala en la cabeza de los estudiantes deviene siempre como el resultado de una discriminación sistemática, una inclusión y una exclusión, y, aún más, una posterior re-elaboración pedagógica (conversión del material en “asignaturas”, “programas”, “libros”, etc.) ejercidas sobre el variopinto crisol de los saberes, las experiencias y los pensamientos de una época…. El criterio que rige esa “selección” y esa “transformación” de la materia prima cultural en discurso escolar (‘currículum’) no es otro que el de propiciar una ‘integración’ no-conflictiva de la juventud en el orden social vigente, favorecer la adaptación de la población a los requerimientos del aparato productivo y político establecido -lo que exige su homogeneización psicológica y cultural…
Con el patrimonio cultural de los pueblos indios, la Escuela intercultural mejicana sólo puede hacer en rigor dos cosas, una contra la otra o ambas a la vez: desoírlo, ignorarlo y sepultarlo mientras proclama cínicamente su voluntad de protegerlo; o “hablar en su nombre”, subtitularlo interesadamente, esconder sus palabras fundadoras y sobrescribir las adyacentes, sometiéndolo para ello a la selección y deformación sistemáticas inducidas indefectiblemente por la estructura didáctico-pedagógica, currícular y expositiva, de la Escuela moderna…. (5).
13) Con diferencias de grado, las prácticas (“interculturales”) que se experimentan en los distintos estados apuntan hacia la asimilación del inmigrante, hacia su integración selectiva, y, al mismo tiempo, hacia la postergación y el olvido de las culturas autóctonas, cuyas ‘resonancias’ (la lengua, el atuendo, las costumbres, el folclore) se utilizan para segregar y discriminar a los recién llegados y a sus descendientes, separando a los que pueden y quieren promocionarse socio-económicamente -que darán la espalda a las asignaturas relacionadas con sus culturas de origen- de aquellos otros incapacitados para hacerlo, ‘fracasados’ escolares, provisión de subproletarios que podrán aferrarse a sus señas de identidad étnicas como quien busca un “refugio” o un “consuelo” (6).
Dolores Juliano ha hablado de “adscripción étnica asignada”, para caracterizar la estrategia subyacente, que pasaría, en el caso que nos ocupa, por la “asignación” de una especificidad étnica a la población no-mestiza de las ciudades, que se vería así ‘marcada’ con el propósito de discriminar su desenvolvimiento laboral y de pesquisar su circulación por las vías desdobladas del espacio social.
14) La hipocresía y el cinismo se dan la mano en la contemporánea racionalización “multiculturalista” de los sistemas escolares occidentales. Jorge Larrosa ha avanzado en la descripción de esa doblez: “Ser ‘culturalmente diferente’ se convierte demasiado a menudo, en la escuela, en poseer un conjunto de determinaciones sociales y de rasgos psicológicos (cognitivos o afectivos) que el maestro debe ‘tener en cuenta’ en el diagnóstico de las resistencias que encuentra en algunos de sus alumnos y en el diseño de las prácticas orientadas a romper esas resistencias.” En países como México, donde porcentajes elevados de estudiantes, por no haber claudicado ante la ideología escolar y por no querer “implicarse” en una dinámica educativa tramada contra ellos, son todavía capaces de la rebeldía en el aula, del ludismo, del disturbio continuado, etc., estas tecnologías para la atenuación de la “resistencia”, del atributo psicológico inclemente atrincherado en alguna oscura región del carácter, cobran un enorme interés desde la perspectiva de los profesores y de la Administración… La “atención a la diferencia” se convierte, pues, en un sistema de adjetivación y clasificación que ha de resultar útil al maestro para vencer la ‘hostilidad’ de éste o aquél alumno, de ésta o aquella minoría, de no pocos indígenas y demasiados subproletarios. Más que ‘atendida’, la Diferencia es tratada.
Las Escuelas del “multiculturalismo” trabajan en dos planos: un trabajo de superficie para la ‘conservación’ del aspecto externo de la Singularidad -formas de vestir, de comer, de cantar y de bailar, de contar cuentos o celebrar las fiestas, apunta Larrosa- (7), y un trabajo de fondo para aniquilar sus fundamentos psíquicos y caracteriológicos -otra concepción del bien, otra interpretación de la existencia, otros propósitos en la vida,… Y, en fin, la apelación a la “comunicación” entre los estudiantes de distintas culturas reproduce las miserias de toda reivindicación del diálogo en la Institución: se revela como un medio excepcional de ‘regulación’ de los conflictos, instaurado despóticamente y pesquisado por la ‘autoridad’, un ‘instrumento pedagógico’ al servicio de los fines de la Escuela… (8)
He aquí, para terminar con la sugerencia de Larrosa, el “beneficio” simbólico que nos reporta la utopía multiculturalista: usufructuar al extraño, físicamente como mano de obra, culturalmente como ‘valor’ enriquecedor; y extirpar su índole ‘rebelde’, ‘amenazante’, reduciendo y controlando los intercambios y las comunicaciones que establece con los ‘naturales’ de la región…
15) El modelo de la Escuela nacional, homogénea e igual a sí misma a lo largo de todo el territorio, cede, irreversiblemente, ante una tendencia a la atomización y la autonomía, sobre todo en lo concerniente a los currícula, a las asignaturas, a los programas. La administración federal mexicana ha dado pasos decisivos, durante los últimos años, en esta dirección, incrementando las potestades escolarizadoras de los Estados, transvasándoles competencias educativas, incrementando el margen de intervención municipal en la organización local de la enseñanza,…
Aún así, y de modo complementario, cabe constatar cómo los “rasgos estructurales” de la Escuela occidental se mundializan en nuestros días, se universalizan, y cómo determinadas orientaciones generales de los currícula se imponen también a lo largo y ancho de todo el planeta. J. Meyer, por ejemplo, ha hablado de la constitución de un “orden educativo mundial”, con unos currícula oficiales estandarizados y homologados planetariamente (9). Según este autor, los países ávidos de “legitimidad” y de “progreso”, que se quieren presentar como Estados en ascenso, tal el México contemporáneo, son muy receptivos a tales prescriptivas curriculares -que, de esta forma, tienden a aplicarse por todo el globo, motivando que, cada día más, se estudie casi lo mismo en toda la Tierra. Que se estudie lo mismo, y de la misma manera…
Y es por debajo de estas grandes líneas maestras, de estas orientaciones generales, donde se promueve la descentralización y la diversificación (los mismos marcos y semejantes pigmentos para una notable variedad de representaciones pictóricas, valga la metáfora).
notas:
(1) Cuando el presente tropieza con un pasado que apuntaba en otra dirección, donde no reconoce semillas de su ser, un pasado sin retoños o con retoños extraviados, un pasado hostil que lo cuestiona y deslegitima, un pasado eterno que, como apuntara incisivo Benjamin, sólo podría redimirse en un futuro escapado del continuum de la historia, entonces pone en marcha su pesada maquinaria compresora. Sólo es capaz de percibir en esa tradición esquiva, en esa diferencia añosa, un objeto que doblegar o que aniquilar – así lo exige la lógica del interés que lo constituye. Este es, exactamente, el caso de las comunidades indias de México regidas por “autoridades tradicionales” y organizadas política y económicamente en el respeto de la consuetudinaria “ley del pueblo”.
(2) Un anhelo igualitario de raíz genuinamente campesina y popular; una defensa de la tierra como “valor” cultural y hasta ‘religioso’, en contra de aquellos que sólo piensan en ‘explotarla’ y ‘rentabilizarla’, degradándola de paso, hiriéndola de muerte; una concepción radicalmente democrática del “cargo político”, entendido como ‘servicio’ no-remunerado a la colectividad, fuente de ‘prestigio’ si se desempeña con honestidad y dedicación, exigiendo de por sí un considerable “sacrificio personal”, siempre rotativo, siempre electivo, siempre bajo la supervisión y el control de esa Reunión de Ciudadanos, de esa Asamblea del Pueblo, que constituye el verdadero corazón político de la Comunidad; una insólita capacidad de reivindicación y de movilización, que agota prácticamente ‘todas’ las vías conocidas, desde la “petición” o “solicitud” formal y el recurso administrativo-judicial (que algunos traslumbrados de Occidente podrían execrar como “reformismo”) hasta la manifestación encorajinada, la ocupación audaz, el acto público temerario (causa de cárcel, exilio o desaparición para muchos de estos hombres), pasando por la infinitas variantes del apoyo mutuo, la solidaridad resistente y la imaginación combativa.
(3) Llama la atención que todas estas apelaciones al “diálogo entre las culturas” y a la “educación intercultural” soslayen un asunto capital: que la Escuela no está por encima de esas culturas colocadas, en pie de igualdad, unas al lado de las otras, no es un moderador neutral, un árbitro imparcial, no es un juez honesto ante la eventualidad de que se produzcan litigios, sino una parte interesada, representante de un fracción, defensora particular de intereses sesgados, voz específica de una cultura –la occidental. ¿Con quién dialoga la cultura occidental en su propio terreno de juego, la escuela occidental? Siendo juez y parte, moderadora y contertulio, árbitro y competidor, ¿dónde podemos hallar la garantía de su equidad?
(4) Adorno y Horkheimer hablaron, en relación con estas dinámicas, de la forja de un “carácter social” (pautas gregarias de conducta, formas coincidentes de pensamiento, modelos unívocos de sensibilidad)… Del “carácter social” que propende la Escuela mejicana contemporánea, aún o sobre todo en su facies intercultural, están excluidos los rasgos sobre los que se asentaba la especificidad psicológica india: la primacía absoluta de la comunidad sobre el individuo, la sobredeterminación de las consideraciones “espirituales”, morales o religiosas, en detrimento de los móviles crasamente materiales, económicos; el peso de la palabra en la interacción social, rigurosamente vinculado a la expresión ‘forzosa’ de lo que se siente como “verdad”, etc.
(5) Cabe concluir que el aparente multiculturalismo de la Escuelas extra-occidentales camufla la alienación cultural de esos países, que sacrifican sus señas de identidad para ‘asimilarse’ lo antes posible a la civilización occidental. La colonización cultural avanza, adornada con motivos ‘exóticos’ e inventarios ‘museísticos’; y la diferencia espiritual a duras penas sobrevive. Una escolarización “no-occidental”, alejada de los modelos hegemónicos en los países desarrollados, únicamente podría tentarse desde una esfera política absolutamente autónoma, al modo de los territorios zapatistas, y arrastraría siempre la falla de no ser congruente con su objeto declarado –la preservación de la cultura india. Por aquí se deja ver la tragedia de las escuelas zapatistas chiapanecas: en la medida en que abordan la re-transmisión de las culturas indígenas, las deforman y trivializan sin remedio; en la medida en que se centran en los aspectos inmediatamente utilitarios (lengua castellana, historia de las luchas indígeno-campesinas del siglo XX, matemáticas ‘modernas’,…), occidentalizan de hecho. No debemos olvidar que la “pedagogía implícita” portada por la Escuela moderna en tanto escuela (por la mera circunstancia de exigir un recinto, un horario, un profesor, un temario, una disciplina,…), su “currículum oculto” es, a fin de cuentas, Occidente –las formas occidentales de autoridad, interacción grupal, comportamiento reglado en los espacios de clausura, administración del tiempo, socialización del saber,…
(6) A los indígenas no-aprovechables, no-occidentalizados, se les marcará con el hierro de su identidad pretérita, se les atará a sus orígenes, a sus culturas de nacimiento, que arrastrarán en adelante como un estigma, como una señal de ‘derrota’ socio-económica y disponibilidad para una explotación sin límites. Malvivirán en los barrios periféricos, en los suburbios, conservando un tanto más sus vestimentas, sus símbolos, un poco como un “desafío”, un poco por orgullo ‘residual’, un poco porque ya no tienen nada que ganar disfrazándose… Los otros, los que se han apresurado a auto-neutralizarse como ‘diferencia’, triunfando por ello en la Escuela, y se han incorporado a la sociedad nacional-capitalista, pasearán, en el caso de la Ciudad de México, por los barrios céntricos, vistiendo cada vez más al modo euro-norteamericano y luciendo sus rasgos raciales, junto a algunos pequeños ‘signos’ de sus culturas originarias, como un mero adorno, un toque no-inquietante de ‘exotismo’, cifra de una alteridad domesticada.
(7) La “apertura del currículum”, su vocación ‘interculturalista’, tropieza desde el principio con límites insalvables; y queda reducida a algo formal, meramente propagandístico, sin otra plasmación que la permitida por áreas irrelevantes, tal la música, el arte, las lecturas literarias o los juegos -aspectos floklorizables, museísticos, diría Provansal…
(8) Todo este proceso de “atención a la diferencia”, “apertura curricular” y “posibilitación del diálogo”, conduce finalmente a la elaboración, por los aparatos pedagógicos, ideológicos y culturales, de una identidad personal y colectiva, unos estereotipos donde encerrar la Diferencia, “con vistas a la fijación, la buena administración y el control de las subjetividades” (Larrosa). El estereotipo del “indio bueno” compartirá banco con el estereotipo del “indio malo”, en esta comisaría de la educación vigilada y vigilante. El éxito de la Escuela multicultural en su ofensiva anti-indígena dependerá del doble tratamiento consecuente…
(9) Estos “currícula universales de masas” proceden de las prescripciones de poderosas organizaciones internacionales, como el Banco Mundial o la UNESCO, de los “modelos” aportados por los Estados hegemónicos (occidentales) y de las indicaciones de una “tecnocracia” educativa -reputados profesionales e investigadores de la Educación- influyente a escala mundial.
Publicado en revista Ekintza Zuzena nº35
fuente: https://www.nodo50.org/ekintza
Disipando los mitos de la vacunación
Introducción a las contradicciones entre la ciencia médica y las políticas de vacunación
Por Alan Phillips*
Cuando abusamos del abuso machista…
Lo que son y lo que queremos que sean las relaciones entre hombres y mujeres
«La igualdad como algo deseable ha quebrado la estructura misma de la lógica sexual. Cualquier sentimiento de particularidad sexual (reconocimiento de mis caracteres sexuales) ha sido tenido por irrelevante; y en el caso de los caracteres sexuales terciarios, como indeseables (cuando no ‘inestudiables’, ‘inanalizables’, y otros muchos ‘in’). Y ésta es la paradoja en la que el hombre se ha perdido en tanto concepto (lo que la mujer consiguió a mitad del siglo XIX el hombre lo ha perdido entrando el siglo XX). Dado que de negar alguno de los dos sexos, se ha negado el masculino: el opresor frente al oprimido». S. Sáez, 2002.
Una breve presentación:
Buenas:
Desde la publicación de «Cansadas de tanto neofeminismo y políticamente incorrectas» no han sido pocas las críticas que hemos recibido, algunas muy constructivas que nos han hecho reflexionar sobre nuestra postura y darnos cuenta de las limitaciones del texto, de sus vacíos y carencias y de aquellos aspectos en los que no fuimos demasiado claras a la hora de exponer nuestros argumentos; y otras que más que críticas eran insultos tras los que se parapeta un gran vacío teórico, pataletas de quienes no soportan que se cuestionen sus planteamientos y que preferimos ignorar. Lo último que se pretendía con el fanzine era comenzar una batalla maniqueísta (o estás conmigo o contra mí) con ciertos colectivos feministas, sino que esperábamos abrir un debate constructivo que nos permitiera avanzar en la lucha compartida, de hombres y mujeres, contra la opresión patriarcal. Así que agradecemos las primeras y suprimimos las segundas.
Entre esas aportaciones y críticas, recibimos una invitación de Ekintza Zuzena a colaborar en este número (con el que cumple su veinte aniversario, por cierto: Felicidades y muchas gracias por vuestro esfuerzo de estos años). Y en esta invitación encontramos una buena ocasión para aclarar todo aquello que parece haber dado lugar a confusión en el fanzine y profundizar en algunas cuestiones, en concreto lo relativo al «abuso del abuso machista» que, en ocasiones, vemos que se hace en nuestros entornos.
El discurso antipatriarcal y las relaciones entre los sexos
Antes de entrar de lleno en la cuestión del abuso, creemos que es importante echar la vista atrás y revisar de dónde proceden los actuales discursos antipatriarcales, y en concreto aquellos que se refieren a la sexualidad y otros aspectos de «lo privado»: La observación de que la opresión del patriarcado parecía que se mantenía a través de la historia y de las culturas por parte de las llamadas feministas radicales durante los años 70 y 80, reforzó la idea de que este sistema de opresión operaba con máxima efectividad en la esfera privada. La idea de que lo personal es político propulsada por Kate Millet en su obra «Política sexual» (1969) ganó empuje entre las feministas, y se comprendió que el escrutinio de las propias historias de vida era potencialmente liberador, acompañado por esfuerzos de cambio en la dinámica de las relaciones entre hombres y mujeres: No importaba lo bien intencionados que los hombres pudieran parecer, ya que como detentadores de un profundo interés en su status quo, al nivel de la sexualidad y la afectividad todos eran cómplices.
La sexualidad se convierte, en este momento, en un tema central en la agenda feminista: se critica la heterosexualidad dominante y las formas de sexualidad masculinas; se denuncia el sesgo androcéntrico de la sexología y el psicoanálisis y la relación entre los sexos queda definida como relación política, dando lugar a uno de los debates comunes entre las feministas de los 70 sobre la posibilidad de considerar el lesbianismo como única forma correcta de sexualidad para las mujeres. Los debates en torno a la erótica femenina que se plantean estas autoras -en respuesta a la heterogenitalidad promovida por las teorías reichianas, en pleno auge- se centraron en la concepción de la sexualidad femenina como un terreno de placer y peligro: El feminismo radical como movimiento reclama al feminismo que se cuestione el estatus de la sexualidad en el discurso feminista. Se deja de hablar sólo en términos de agresiones sexuales para hablar de poder: el placer es una fuente de poder y de vida, y no tanto debilitador y corrupto, como plantearán en los 80 otras grandes fracciones del feminismo y, en concreto, el feminismo cultural y antipornográfico.
El llamado feminismo cultural de los 80 llevará esta idea hasta el extremo, pasando, de culpabilizar al patriarcado -en tanto que sistema que concede el poder a los varones- a atacar directamente a los hombres, individual o colectivamente, por el mero hecho de serlo. Bajo este epígrafe se recogen las aportaciones de diversas autoras que, partiendo de un análisis esencialista de la realidad, acentúan las diferencias en lugar de las semejanzas: Si hasta ahora el feminismo se manifestaba en contra de lo biológico como determinante de las desigualdades sociales, el feminismo cultural da una vuelta de tuerca más al proponer que las mujeres han de confiar en sus instintos biológicos, se trata de «pensar a través del cuerpo». Se establece un vínculo directo entre las vidas de las mujeres, sus cuerpos y el orden natural.
Para las feministas radicales la violencia masculina era una estrategia política de dominación, la clave no estaría en la violencia sino en el poder: el pene como arma y el coito como sometimiento se entienden, desde esta perspectiva, como elementos dentro de un sistema de dominación más amplio. La violencia contra las mujeres deja de ser un suceso, un problema personal entre agresor y víctima para definirse como violencia estructural sobre el colectivo femenino. La violencia tiene una función de refuerzo y reproducción del sistema de desigualdad sexual. Frente a este planteamiento las feministas culturales harán del peligro el único foco de análisis, olvidando cualquier reflexión sobre el placer y planteando la violencia masculina como una cuestión identitaria. Desde esta perspectiva el hombre queda definido como violento, agresor potencial por el hecho de ser hombre. La sexualidad masculina: agresiva, irresponsable y genital, se sitúa como nunca antes en el punto de mira. El foco del problema no se sitúa ya en la construcción cultural de los sexos -género- sino en la propia naturaleza de ambos sexos.
La separación entre el feminismo radical y el cultural se produce, básicamente, en el terreno de la sexualidad y, más concretamente, en la relación entre feminismo y lesbianismo. El lesbianismo se planteó, dentro del feminismo cultural, como una opción política -y no como opción sexual- que implicaba el alejamiento del mundo femenino y el masculino. El lesbianismo se presenta como prueba del compromiso absoluto con el feminismo, produciéndose una separación obvia entre lesbianas y feministas heterosexuales:< /br> Ambos sectores -heterosexual y lesbiano- del feminismo cultural coinciden en el desarrollo de un «pensamiento maternal». Ser naturaleza y la capacidad de ser madres inclina a las mujeres hacia la salvación del planeta, dada su superioridad moral frente a los hombres.
El feminismo lesbiano -a caballo entre las propuestas del feminismo radical y el feminismo cultural-, dentro del que destacan autoras como Adrienne Rich y Mary Daly, define la maternidad como vínculo intrínsico y básico entre las mujeres. El lesbianismo es entendido como única alternativa de vida no susceptible de contaminación por el varón, convirtiéndose en una cuestión política que solidariza a las mujeres. La atracción entre mujeres no es sexual, porque eso es algo de varones, sino que se trata de una identificación consciente de unas con otras. Evidentemente, si la relación entre hombres y mujeres se entiende como opresión de unos sobre las otras, la postura de las feministas lesbianas, que deciden separar por completo su vida de la de los hombres, nos parece la más coherente: ¿Cómo vas a compartir tu vida con tu opresor, tu enemigo de clase? De hecho, lo que no entendemos es cómo estos mismos postulados pueden ser mantenidos -también ahora- por mujeres heterosexuales, que comparten y desean compartir su vida intima con hombres: ¿Se puede afirmar que todos los hombres son cómplices de la opresión de las mujeres, que las relaciones heterosexuales son el máximo exponente de esa dominación y, al mismo tiempo, desear y compartir nuestra vida con ellos?
A partir de algunos de los supuestos de estas feministas, y ya en la década de los 80, se crea entre el feminismo, el pacifismo y los movimientos ecologistas una unión que dará origen al actual ecofeminismo, el cual llevará esta separación entre lo «femenino-natural-bueno y lo masculino-cultural-malo» a su máxima expresión. Mientras que en lo que se refiere a la identidad femenina el feminismo cultural distingue entre aquellos rasgos que vienen del patriarcado -pasividad, docilidad…- y aquellos innatos o propios de la naturaleza femenina -bondad, cuidado, ternura…- en lo que se refiere a la naturaleza masculina no se admite tal distinción, definiendo lo masculino como algo innato, expresión de su naturaleza maligna y no como algo en parte construido por el patriarcado y la sociedad.
La sexualidad femenina según un amplio sector de las feministas culturales, se reduce a una expresión del dominio masculino. El deseo de las mujeres -ya sea hacia los hombres como hacia otras mujeres- y su gran variedad de experiencias sensuales, como la masturbación o el placer al dar de mamar o jugar con sus hijos, no se tienen en cuenta, quedan desplazados por la «opresión masculina» arrebatando a las mujeres su identidad como sujetos deseantes y transformándolas en mero objeto de deseo. Y este deseo, considerado exclusivo del sexo masculino, se llena de connotaciones negativas. El sexo y lo erótico quedan definitivamente ligados a la opresión y la violencia masculinas. En este sentido, Catherine MacKinnon afirma que «la socialización de género es el proceso mediante el cual las mujeres acaban identificándose como seres sexuales, como seres que existen para los hombres» (MacKinnon, en Flax 1995: 303).
Susan Brownmiller, Catherine MacKinnon y Andrea Dworkin son posiblemente las activistas que, desde esta corriente, más empeño pusieron en la criminalización de las relaciones entre los sexos. Partiendo de la premisa «La pornografía es la teoría y la agresión sexual es su práctica» (Dworkin, 1980) éstas y otras feministas culturales emprendieron una lucha contra la pornografía como símbolo de la opresión sexual a partir de la que el sexo queda ligado a la violencia al mismo tiempo que las identidades y relaciones de hombres y mujeres definidas en términos de agresión. De nuevo Dworkin afirma que «es difícil distinguir la seducción de la violación. En la seducción el agresor a veces se molesta en comprar una botella de vino» (Dowrkin, en Amezúa 2003:86)
La violación, el acoso sexual y la pornografía -a las que añaden la prostitución, el striptease, y todo aquello que guarde relación con el erotismo- forman un conjunto que pone en evidencia la misma violencia contra las mujeres: La dominación masculina se basa en el poder de los hombres para tratar a las mujeres como objetos sexuales.
La idea de que la violación es «un proceso consciente de intimidación por el cual todos los hombres mantienen a todas las mujeres en un estado de miedo» (Brownmiller, 1981) pronto será aceptada más allá de los círculos feministas iniciándose una fuerte persecución de la pornografía como puntal de la ideología masculina que rebasará también los límites del feminismo al encontrar un respaldo legal, mediante la configuración de nuevas figuras como el acoso sexual o los malos tratos, y el consecuente despliegue de leyes, instituciones y medidas penales. De esta manera, lo que estos sectores no habían logrado por la vía de la razón, fue finalmente impuesto por la presión social organizada en torno a la victimización de las mujeres y su instrumentalización.
La violencia contra las mujeres pasa a ocupar, en este momento, un papel central en el discurso feminista, siendo además un nexo de unión entre las feministas de la Igualdad y aquellas defensoras de la Diferencia. En este punto en el que la violencia es concebida como el elemento a través del que se mantienen las desigualdades entre los sexos y al mismo tiempo se ve reforzada por la desigualdad de poder; es en el que ambos discursos se solapan y apoyan, siendo este discurso el que, sumado a la ideología de la Igualdad, trascenderá los límites del movimiento feminista y se asimilará también en el seno de las instituciones democráticas.
Las aportaciones teóricas de estas feministas y las prácticas que de ellas se desprenden son de gran importancia al evidenciar que la represión de las mujeres operaba con mayor efectividad en el terreno de lo íntimo y señalar la necesidad de cambiar ciertas dinámicas en la relación con los hombres. Permitieron que las mujeres se replantearan su sexualidad y cuestionaran lo que venía siendo y lo que querían que fuera; cuestionaran la heteronormatividad impuesta y el poder otorgado a sus padres, compañeros, hermanos, hijos, etc. por el hecho de ser hombres; profundizaron en la importancia de la maternidad entendiéndola como una posibilidad positiva, y alejándose de aquellas feministas que la concebían como una carga, una limitación para el desarrollo y la autonomía de las mujeres; centraron el análisis en el propio cuerpo e invitaron a la reflexión sobre el propio poder. Ofrecieron a las mujeres la posibilidad de decir NO y que significara No… aunque podríamos cuestionarnos qué pasó con nuestra posibilidad de decir SÍ…
De estas aportaciones surgieron los primeros grupos de mujeres en los que éstas analizaban sus vidas, compartían sus problemas cotidianos en la relación con «lo masculino» y planteaban formas colectivas de lucha contra la dominación patriarcal. Sin embargo, al definir todas las relaciones con los hombres desde el punto de vista del poder masculino, olvidaron o silenciaron el poder de las propias mujeres en el terreno de lo íntimo y en la construcción de las relaciones, negándoles, por lo tanto, su responsabilidad y autonomía y su capacidad de cambiarlas. «Lo personal es político» se vio transformado en «lo personal es agresión y nosotras las víctimas».
La misión del feminismo es buscar la igualdad política completa de las mujeres y los hombres. No debería haber impedimentos para el avance social de las mujeres, pero somos mucho mayores que nuestro yo social. Nosotras contemplamos dos esferas: una es social, la otra es sexual y emocional. Puede que un tercio de cada esfera se superponga a la otra; esta es la zona donde el feminismo ha dicho correctamente que «lo personal es político». Pero hay muchísimo más en la historia humana. El hombre ha gobernado tradicionalmente la esfera social, el feminismo le dice que se eche a un lado y comparta su poder. Pero la mujer gobierna la esfera sexual y emocional, y ahí no tiene rival.
La ideología victimista nos parece una caricatura de la historia social e impide que la mujer reconozca su dominación, su papel activo en la construcción de este sistema de relaciones. Estas teóricas olvidaban la complicidad de las mujeres en la construcción de ese sistema de relaciones, mostrándolas constantemente como oprimidas -víctimas inocentes- e ignorando sistemáticamente su propia violencia y su poder, ofreciéndonos, un relato de la humanidad cortada en dos poco realista.
Por una parte las víctimas de la opresión masculina, y por la otra, los verdugos todopoderosos. Los postulados de estas feministas se basan más en sus experiencias personales (violaciones, abusos durante la infancia, lesbianismo militante… en el caso de Dowrkin y Mckinnon) con una fuerte carga emocional, que en la observación de los hechos. El carácter dramático de estos hechos -acosos, violaciones, agresiones, muertes… a partir de este momento calificados como sexuales- paraliza el razonamiento e impide una visión en conjunto que permita avanzar hacia su reducción y la convivencia armónica entre hombres y mujeres.
Tal carga emotiva eclipsó el debate de ideas en torno a los sexos recurriendo al atajo de la moral y, sobre todo, del Código Penal: es decir, una fijación de figuras delictivas para remediar unos problemas urgentes, más que un debate abierto y ordenado para enmarcar la relación entre los sexos y la lucha compartida por la libertad. Cuando aún no se habían digerido las consecuencias de la llamada revolución sexual de los 60, estas feministas junto a la amplia «derecha moral» estadounidense se encargarán de devolver lo sexual al terreno del pecado, lo sucio, el vicio y el delito y de culpar a los hombres de ello.
Creemos que este discurso, orientado a la criminalización de lo sexual y lo masculino en general, caló hondo en la mayor parte de las aportaciones feministas, también de aquellas hechas desde posturas antisistema y también desde el llamado anarcofeminismo, y por eso hemos considerado importante dedicar unas páginas a exponer sus aportaciones y contradicciones, a fin de entender el origen de lo que hemos llamado el actual «abuso del abuso», punto de unión de diversas aportaciones feministas, incluso de corrientes de pensamiento contrarias.
Abusos del abuso
Es desde este análisis de la gestación del discurso antisexual desde el que afirmamos que este feminismo victimista y antihombres desquicia la lucha antipatriarcal, al convertir a los hombres en el enemigo por el hecho de ser hombre, criminalizando lo masculino y enturbiando las relaciones heterosexuales en todos sus aspectos: erótico, convivencial, amistoso… Sabemos que una vez más nos hemos excedido al citar autoras, teorías, etc.
Sabemos que la lucha feminista, como cualquier otra, se hace en la calle, el día a día, y no en los libros; pero nos parece importante señalar las bases teóricas que la historia del feminismo nos ha dejado, al menos aquellas que más han influido en los posicionamientos actuales que consideramos peligrosos en tanto que nos desvían de nuestro objetivo: la lucha por la libertad contra cualquier opresión. En concreto, el empeño puesto en criminalizar nuestras relaciones con los hombres y en considerar cualquier conflicto entre hombres y mujeres como síntoma de la dominación de unos sobre otras.
Nuestras vidas son el testimonio de nuestra lucha, «lo personal es político», y nos partimos la cara a diario para que así sea, crecemos en nuestra lucha y no olvidamos que nuestro peor enemigo seguimos siendo nosotras mismas. Por eso nos esforzamos por comprender de dónde viene nuestro malestar, por ponerle cara al enemigo, saber quiénes somos, dónde estamos y dónde querríamos estar. Por eso nos negamos a asumir posturas victimistas, a renunciar a nuestra propia responsabilidad en todo esto, a echar balones fuera y culpar a los hombres de todos nuestros males… Somos defensoras del ya clásico «Ni una agresión sexista sin respuesta», y nos enorgullece, como ya hemos dicho otras veces, sabernos parte de un movimiento en el que existe repulsa contra las agresiones sexistas y se toman medidas colectivas contra las mismas.
Sin embargo nos entristece ver cómo desde nuestras filas el abuso o la agresión sexual se ha utilizado como pretexto para fines personales, cómo cada vez más situaciones se interpretan como abuso y cómo se enturbian nuestras relaciones. Obvia y lamentablemente la violencia machista existe y merece todo nuestro desprecio. Pero ¿qué ocurre cuando las cosas no son tan claras? ¿Dónde ponemos el límite de qué consideramos y qué no consideramos agresión? ¿Qué ocurre si para mi cualquier réplica a mis argumentos me parece agresiva e insultante, si califico de machista cualquier acto contrario a mis intereses ya venga de un hombre o de otras mujeres?
De toda relación existen al menos dos versiones, y pensamos que antes de posicionarnos y tomar medidas es necesario escuchar ambas. Si no, podemos meter la pata y joder la vida de algún compañero/a… Las relaciones personales son complicadas, existen los conflictos de intereses, se dan juegos de poder, interpretaciones, suspicacias… no podemos reducirlas a «buenos y malos», «víctimas y verdugos»… Si yo me he sentido agredida pero el otro/a no tenía intención de agredirme: ¿Ha habido agresión? Al hacer de esto un problema colectivo, como no podría ser de otra forma, ocurre que a la opinión de una y otro hay que añadir la de aquellos que se ven implicados en la situación y, sin pretenderlo la mayor parte de las veces, se ven convertidos en responsables de la solución.
Con frecuencia la «palabra de la víctima» es considerada prueba suficiente y otras veces ni siquiera se tiene en cuenta aunque existan «pruebas contundentes» -disculpad tanto entrecomillado, pero no nos sentimos cómodas manejando este lenguaje criminológico…- la reacción colectiva dependerá de muchas cosas, como el status político de uno y otra, las amistades que tengan, su implicación en las asambleas, su «curro» en según qué temas, etc. No es lo mismo acusar de agresor a un compañero «comprometido» y con cierto status en el mundillo que atribuir los mismos hechos a otro algo tímido, que a penas se implica y del que, como colectivo, se sabe más bien poco. Igual que no es lo mismo que la «denuncia» venga de una compañera con tablas y redes sociales amplias, caché político, etc. que de otra que no cuente con esos «recursos sociales» o, simplemente, nos caiga peor… Cada situación es completamente distinta, cada conflicto una historia, por lo que reducirlo todo a una cuestión de abuso machista o sexual nos parece un abuso en sí mismo.
Los juegos y abusos de poder en las relaciones existen, y negarlo sería una estupidez por nuestra parte, lo que queremos cuestionar es si este poder lo ostentan siempre los hombres y es un poder machista.
Si dos compañeros -hombres- discuten y uno termina soltando una ostia al otro, pensaremos que se le ha ido la olla, o que tenía razones de sobra porque el otro le estaba calentando, o que es un tío agresivo que todo lo resuelve igual, o pondremos como excusa que iba muy pedo o… habrá muchas respuestas posibles. Si la misma situación se da entre una compañera y un compañero y es él quien termina soltando la ostia, las posibles respuestas tienden a reducirse a una: es un capullo machista.
Pensemos, por ejemplo, en la habitual figura del «baboso» y en las diferencias entre ser un baboso y ser un ligón: Seguro que conocemos cantidad de ocasiones en las que acusar a alguien de baboseo ha servido para desprestigiarle y apartarle de algunas movidas. ¿Dónde ponemos el límite entre ligue y acoso? Nosotras lo ponemos en la negativa explícita por una de las dos partes de continuar por ese camino. Mientras no se muestre un rechazo explícito, por muy clara que creamos que está nuestra postura, el otro -o la otra- pueden interpretar nuestra actitud como parte del juego, y continuar con las insinuaciones o ir un poco más allá. Una violación -una relación sexual forzada- es un abuso de poder -de la mayor fuerza física, generalmente-, una paliza también lo es.
Pero que te toquen el culo intentando ligar, o te abracen más tiempo del deseado, se te «lancen al cuello» intentando besarte o te guiñen un ojo… sólo son eso, formas de continuar con el cortejo que había comenzado. Si tú no quieres continuarlo basta con decir «ya te vale», o ponerte un poco chunga, o soltarle una ostia si lo consideras oportuno y es lo que te sale. Tal vez habría sido más útil y menos violento para ambos no entrar en el juego, no permitir que se llegara a esa situación. ¿Dónde está la autonomía femenina de la que tanto hablan las feministas? Podremos pensar que es un pesado, que tiene un ego demasiado subidito al no haberse dado cuenta de que pasamos de él, que va demasiado pedo -el alcohol es un mal aliado en estas situaciones-, incluso asquearnos un poco y decidir no volver a verle o hablarle. Pero de ahí a acusarle de abuso hay un salto importante.
Y, ¿qué pasa cuando la situación es al revés? Cuando es una mujer quien se pasa de la raya o malinterpreta una situación e intenta ir más allá, lo más probable es que él intente pararle los pies, puede que comente lo «calienta pollas» que le parece -imbéciles hay en todas partes-, pero lo que seguramente no ocurra es que la acuse de abusar de él o de acosarle porque casi nadie le creería y porque probablemente la reacción que generase sería más de burla que de solidaridad… la recomendación de la ostia que hacíamos más arriba es impensable en este caso. En esto del ligoteo le hemos dado la vuelta a la tortilla: nosotras ahora somos quienes podemos mirar, piropear, insinuar o entrar directamente. A ellos, en algunos círculos, más les vale cuidarse mucho de lo que hacen o dicen… Algo tan simple como un «Joder, qué buena está» puede convertirse en la llave para una campaña masiva contra el «baboso» en cuestión por machista y por «permitirse semejante cosificación de las mujeres en espacios liberados»…
A lo que vamos: o ciertas actitudes se consideran válidas para todos/as o para nadie. Hablamos de respeto, y las faltas de respeto lo son independientemente del sexo de quien las hace. Ya va siendo hora de que nos planteemos, además, lo cerca que está nuestra intolerancia hacia cierto lenguaje de la mojigatería… Considerar agresión sexual ciertas expresiones, incluso ciertos insultos, es como afirmar que por fumar porros se terminará siempre enganchado al caballo. Nos parece algo exagerado, un mecanismo de control de la libertad de expresión ejercido con más fuerza sobre los hombres.
Sí, creemos que se abusa del abuso, y cuando todo se interpreta como abuso es imposible que se dé una relación entre iguales, puesto que uno -una- verá todos y cada uno de los gestos y actos del otro como síntomas de su condición de abusador, concibiéndose a sí misma, por lo tanto, como víctima en un estado permanente de inferioridad… En el maltrato psicológico o manipulación se concentran muchas de las cuestiones de las que venimos hablando hasta el momento. En principio, el maltrato psicológico podría definirse como la adopción de una serie de actitudes y palabras por parte de uno orientadas, de manera sistemática, a denigrar, desestabilizar y herir al otro -la otra-.
Pero, lejos de ese abuso y humillación sistemáticas, con frecuencia hemos visto que se apela al maltrato psicológico o la manipulación para tirar por tierra los argumentos de nuestros compañeros por ejemplo durante una discusión: «Me estás manipulando, le das la vuelta a todo, etc.» Acusar a alguien de manipularnos psicológicamente significa aceptar una superioridad argumentativa por su parte y reconocernos nosotras mismas como inferiores, poner al descubierto nuestras propias inseguridades y nuestra falta de confianza en nuestros propios argumentos, sensaciones, opiniones…
En realidad de lo que se le acusa es de ser capaz de razonar sus argumentos con cierta capacidad de convicción, como si esto se tratara de un mal a erradicar, en vez de cuestionarnos nuestra propia incapacidad -por oposición a su supuesta capacidad- y currarnos nuestras propias argumentaciones u otras formas de expresión. Y sabemos que esto no es siempre fácil, somos conscientes de la educastración que nos dieron nuestros padres -y madres, que no se nos olvide- y de la inseguridad que acarrea, pero esta educación castrante en el seno del «Patriarcado Capitalista Blanco» no es motivo ni pretexto suficiente para hacer de la carencia virtud.
En cualquier relación, sea del tipo que sea -familiar, de pareja, amistad, laboral, entre compañeros de lucha…- y sé de entre personas de igual o diferente sexo, habrá siempre alguien que tenga más tablas argumentativas para defender su postura respecto a ciertas cosas que el otro/a, habrá quien se exprese mejor, se muestre más seguro/a de sí, incluso quien grite más. También habrá una de las partes que sea más emotiva, lleve con menos calma ciertas situaciones o cuente con un gran sentido del humor que ayude a liberar ciertas tensiones… Insistimos en que estas diferencias se darán siempre que se junten dos o más individuos e independientemente de que sean hombres o mujeres, por lo que no podemos estar de acuerdo con quienes consideran alguna de estas cualidades como un signo de dominación sexista. Cada uno/a somos diferentes, únicos/as e irrepetibles, y cada una/o tenemos nuestras virtudes y nuestros defectos, sabemos cómo utilizar las primeras y cómo controlar o corregir los otros.
Habremos de esforzarnos por reconocer los propios y respetar los de los/as demás, esforzarnos por entenderlos y no utilizarlos para nuestro propio beneficio, para construir una relación en positivo y no sobre miserias. Al afirmar que «nos gustan vuestros penes» -afirmación que nos ha costado unos cuantos «enemigos»-, no pretendemos limitar el asunto a una cuestión genital ni coitocentrista, sino utilizar la misma figura -el pene- que usan desde estos feminismos como símbolo de la dominación masculina y darle la vuelta: Pene y coito se han visto culpabilizados, convertidos en herramientas de la dominación masculina.
Por supuesto, sabemos que no es la única forma de compartir placer sexual, el coito no es lo único ni tiene por qué ser lo mejor, y el placer masculino no puede reducirse a la sensibilidad de su glande. Nuestra expresión de la sexualidad es mucho más amplia y hay muchas otras prácticas eróticas que nos parecen tan placenteras o más que éste, pero de ahí a considerar al coito como el «Satanás» de las relaciones hay un trecho: No podemos evitar que se nos escape una risilla cuando oímos ese nuevo término tan extendido en nuestros círculos de «envolvimiento» con el que algunas pretenden sustituir el de «penetración» al que ellas mismas han llenado de connotaciones negativas. El coito supone la introducción del pene en la vagina o el ano, es éste y no aquellos el que se arrima e introduce, o sea, el que penetra y por lo tanto queda envuelto por las paredes de una u otra cavidad.
Penetración nos parece por lo tanto un término muy descriptivo y no encontramos por ninguna parte la supuesta violencia que conlleva, menos aún en las relaciones mutuamente consentidas. Por supuesto, comprendemos que el término envolvimiento tiene también sus ventajas, en tanto que resalta el papel activo de la mujer en el coito, aunque, al surgir como alternativa a la penetración por considerarla negativa o expresión de dominio, pierde parte de su valor.
Proponemos entonces hablar de coito, de follar, etc. expresiones en las que ambos quedan implicados por igual. La reducción del pene a instrumento de dominación, intimidación y agresión nos resulta absurda y vemos en ella mucho más esfuerzo intelectual por discutir la teoría freudiana del complejo de castración que por comprender los mecanismos fisiológicos y las estructuras anatómicas humanas. Así que lo repetimos y repetiremos las veces que haga falta, aunque se nos siga acusando de querer complacer y agradar a los hombres, o de estupideces varias como ser cómplices del falocentrismo imperante: Nos gustan vuestros penes, no los envidiamos, pero nos gustan porque nos gustáis vosotros. Nos alegramos de que seáis parte de nuestras vidas, de compartir con vosotros sueños y proyectos, de saberos cerca, de contar con vosotros para conspirar, afrontar y enfrentarnos a esta realidad de mierda. Gracias por contar también vosotros con nosotras.
Queremos construir espacios donde nuestras diferencias no se sitúen ni por encima ni por debajo de nadie. Queremos compartir con los hombres nuestras luchas, nuestras acciones, nuestra vida, y plantarle cara juntos al dominio patriarcal.
Queremos un mundo sin abusos, nos negamos a seguir siendo víctimas de igual forma que nos negamos a ser las nuevas agresoras. Queremos que se nos tenga en cuenta y queremos tenerles en cuenta. Que se nos respete y entienda, respetarles y entenderles. Combatir junto a ellos el sexismo y construir nuevas relaciones sobre la belleza de las diferencias.
Zaragoza, marzo de 2008
fuente: https://www.nodo50.org/ekintza/spip.php?article442
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No olvidéis a los presos de Action Directe!
La memoria del poder contra la memoria anticapitalista y viceversa
Por revista Ekintza Zuzena
Si la película «Salvador», a pesar de su eminente mediocridad, ha sido promocionada con tan gran despliegue de medios, entre los que no han faltado once nominaciones a los Goya y un premio, no será solamente porque la concentración de la oferta mediática haga que todo quede en casa, ni porque la mayoría de los «académicos del cine español» sean profesionales del espectáculo muy interesados en estar a bien con su productora, Mediapro, multinacional española de la «comunicación», prepotente en varios sectores del mercado correspondiente y un claro exponente de esa tendencia a la concentración. Será quizá también porque en el actual régimen totalitario de dominación mercantil-tecnológico-espectacular los medios se confunden absolutamente con los fines y la oferta crea directamente la demanda.
La historieta que cuenta sobre los últimos días de Puig Antich y los acontecimientos que le llevaron al garrote ha sido compuesta -partiendo de un libro del director de la televisión catalana, que también hizo un documental sobre el mismo tema- por unos mercenarios sin ideas. Su estilo es el de los telefilmes gringos, con el sentimentalismo como principal materia prima, moldeada en los humanitarios valores del individualismo burgués, pero, eso sí, en versión posmoderna. Así que no hace falta que el héroe tenga personalidad, basta con que sea guapo, amante de la familia y de talante bondadoso y tolerante, incluso con sus propios carceleros y verdugos, como corresponde a un «mártir de la lucha por la democracia».
Quizá otro de los factores de su éxito sea, precisamente, que lo cuenta todo desde la perspectiva de los arrepentidos, o más bien, de los que están de vuelta sin haber ido a ninguna parte, de manera que el espectador medio, por el precio de la entrada, pueda ver morir ejecutado al «joven idealista» que lleva dentro y volver, relajado después de la catarsis, a su vida normal de servidumbre voluntaria.
Por otra parte, semejante falsificación, no es más que una de tantas dentro de la corriente iniciada con la llamada «transición española a la democracia» y más vigente hoy en día que nunca, a través, por ejemplo, de la «ley de memoria histórica» o de los diversos intentos de revisión de hechos represivos de la dictadura, uno de ellos patrocinado por las hermanas de Puig Antich, las mismas que se han dejado manejar por los perpetradores de la película.
Un caso parecido es el engendro «Oriol Solé, el Che catalán», que maltrata la figura de otro miembro del MIL, asesinado dos años después que Salvador durante una fuga masiva de la cárcel, presentándole como una especie de «independentista catalán» y «luchador por la democracia», y que no nos sorprendería nada fuera llevado también al cine. Unos episodios cualesquiera de esa corriente revisionista animada desde sus inicios por el partido del orden producto de la reconciliación de todos los servidores fascistas o demócratas del capitalismo, los que ganaron la guerra para acabar con la revolución y los que acabaron con ella para perder la guerra.
La misma alianza que consiguió vencer durante la «transición» contra el proletariado autoorganizado que amenazaba sus sueños de prosperidad con su dinámica de huelgas salvajes, motines en las cárceles y otras actitudes insurreccionales, y que ha querido celebrar sus hazañas con tanto disimulo que pretende ocultar incluso la existencia de los vencidos. Las nuevas tendencias de moda entre la élite dirigente no parecen haber alterado gran cosa la dirección de esa corriente: ahora hablan de lo que ha estado censurado durante años, pero ocultando celosamente cualquier rasgo que pueda resultar peligroso para la dominación.
Los beneficiarios de esa victoria, los mismos que hoy se reparten el poder en la sociedad española, y sus servidores de todas las escalas, incluidos los recién llegados al socaire de la renovación tecnológica, estaban tan interesados entonces como lo están ahora en presentar el franquismo democratizado, una monarquía directamente heredera de Franco, con los mismos policías, jueces o militares que la dictadura y al servicio de los mismos intereses, como un régimen democrático y legítimo «al servicio de todos los españoles».
El mismo bajo el que nos encontramos ahora, así que, en realidad, estamos hablando de historia oficial. Al fin y al cabo, los subproductos mediáticos que sustituyen hoy en día la conciencia, histórica o de cualquier otra clase, son elaborados por un sector de esa capa social sin nombre que constituye la base humana del actual totalitarismo, para consumo de sus congéneres de otros sectores de la misma, de acuerdo con ellos en casi todo y, en primer lugar, en lo fundamental: en aceptar, comprar y vender, la falsificación de todos los aspectos de la vida en que consiste la dominación a la que sirven como si fuera vida auténtica.
Por eso, no se van a poner ahora unos mercachifles mediáticos a desenterrar las vergüenzas de sus mejores clientes contando la verdadera historia del Movimiento Ibérico de Liberación, para trasmitir su herencia envenenada contra el Capital y el Estado y ponerla a disposición de sus potenciales enemigos. No tiene nada de sorprendente que intenten ocultarla con esa especie de máscaras funerarias, verdaderos certificados de defunción de todo lo que tenían de revolucionarios sus protagonistas reales ¡Así se alimentan los chacales de la dominación con los despojos de los asesinados!
El verdadero MIL fue el producto efímero (de enero del 71 a agosto del 73) del acuerdo de personas y grupos de diferentes procedencias en apoyar los intentos de autoorganización del proletariado contra las maniobras dirigistas de los burócratas cristianos, leninistas y demócratas que luchaban por el poder dentro de las Comisiones Obreras de entonces. CCOO habían surgido unos años antes como espontáneos comités de huelga extendiéndose rápidamente por todo el territorio industrial, pero habían caído finalmente bajo la hegemonía de los estalinistas. Éstos propugnaban ya entonces la «Reconciliación Nacional» con el régimen franquista, la colaboración con sus estructuras sindicales, en una toma de posiciones con vistas a su posible democratización, y la negociación con los sectores liberales de la burguesía que habría de necesitar para sus proyectos de modernización económica y social «fuerzas políticas y sindicales progresistas» que, al estilo europeo, integraran en ellos a la clase obrera.
La línea del resto de las organizaciones izquierdistas sólo se diferenciaba en que soñaban con sustituir al PCE en la dirección mientras le seguían el juego. Frente a todo eso, los Grupos Autónomos de Combate, que utilizaron a veces la sigla MIL, o 1000, se propusieron contribuir al fortalecimiento de una corriente obrera autónoma y anticapitalista difundiendo textos antiguos y actuales en defensa de una concepción de la revolución comunista como insurrección general del proletariado autoorganizado.
Y también por medio de la agitación armada (consistente, en su caso, principalmente en expropiaciones de dinero y de material de impresión), que había de servir «como expresión de ira por la cotidianidad humillada del proletariado»; para autofinanciarse y apoyar económicamente las luchas autónomas y la agitación teórica en su defensa; y para demostrar que «el nivel de violencia con el que se puede, y por lo tanto se debe, responder a la violencia capitalista es mucho mayor de lo que comúnmente se cree».
Quisieron practicar, contra todo militarismo o vanguardismo, «el terrorismo mediante la palabra y el acto contra el capital y sus fieles guardianes, sean de derechas o de izquierdas». Para ellos la democracia era, como la dictadura, una forma de la dominación capitalista y los partidos llamados obreros y sus sindicatos, «la izquierda del programa político del Capital».
Tampoco es sorprendente que no cuenten nada nuestros serviciales publicistas del abandono en el que dejaron los «demócratas», empezando por la Asamblea de Cataluña (una especie de plataforma unitaria de la oposición democrática catalana) tanto a Puig Antich como al resto de los presos del MIL. Ni de la verdadera solidaridad con ellos, practicada, sobre todo en forma de atentados, manifestaciones violentas y alguna huelga salvaje, por algunos incontrolados, los cuales, a raíz de la condena a muerte y posterior asesinato de Salvador, respondieron al llamamiento lanzado un poco antes por el GAC Septiembre 73, que agrupaba a los antiguos miembros del autodisuelto MIL ahora presos, en el sentido de que «la intensificación de la lucha por la destrucción del sistema que engendra la represión es la mejor manera de desarrollar la solidaridad revolucionaria con los represaliados».
Hasta que cayeron presos algunos de los participantes, sólo se supo de ellos por sus actos, pues nunca utilizaron unas siglas fijas ni se pudo percibir ninguna estructura permanente en su manera de organizarse: se coordinaban sencillamente en y por la práctica. Y, de hecho, la mayor parte de sus acciones no las reivindicó nadie: se entendían por sí mismas y por el contexto. Todo lo cual recuerda también otra propuesta del MIL: «la organización es la organización de tareas».
La policía y la prensa, íntegramente adicta al régimen de dominación, más o menos como hoy en día, llamaron OLLA (Organització de LLuita Armada) a algunos detenidos, en un intento de aparentar que se había desarticulado una organización, supuestamente responsable de una parte de esas acciones. Además de en el territorio del Estado español, hubo acciones de ese tipo en Francia (donde, por ejemplo, fueron volados con explosivos varios puentes y otras vías de comunicación con España), en Suiza, Bélgica y otros países. Posteriormente, una coordinación de grupos autónomos utilizó las siglas GARI (Grupos de Acción Revolucionaria Internacionalista) para reivindicar una serie de acciones realizadas en territorio francés y belga entre mayo y agosto del 74, en solidaridad con los presos del MIL.
Por ejemplo: secuestro del director del Banco de Bilbao en París, atentado contra los autobuses de los peregrinos españoles a Lourdes, sabotajes contra el tour de Francia, atentados contra representaciones diplomáticas españolas, contra oficinas de Iberia, trenes y autobuses con destino a España, puestos fronterizos, etc. Otros grupos autónomos continuaron realizando después con parecido estilo acciones de solidaridad a ambos lados de los Pirineos.
Con todo, la peor omisión de ese «alegato contra la pena de muerte», como llama la crítica sumisa a la citada película, es que ni siquiera menciona el nombre de algunos antiguos miembros de varios de esos grupos, que continúan presos en Francia, condenados a una prolongada muerte en vida por haberse empeñado en continuar aquellas luchas bajo las siglas de Action Directe.
El Estado francés los mantiene encarcelados en un régimen de excepción parecido al FIES. Por ejemplo, Jean-Marc Rouillan, que participó en los GAC-MIL, en los GARI y en varios grupos autónomos posteriores; Nathalie Ménigon, miembro del Colectivo Autónomo de trabajadores de la Banca Nacional de París y de la coordinadora de grupos autónomos parisienses conocida por Camarades; Georges Cipriani, que militó también en diferentes grupos franceses y alemanes.Llos tres, condenados a dos cadenas perpetuas, cumplen este febrero los veinte años de prisión efectiva. Régis Schleicher, otro antiguo componente de los GARI, condenado también a cadena perpetua, lleva más de veintitres años en la cárcel.
Todos han pasado gran parte de ese tiempo en aislamiento sometidos a un verdadero programa de aniquilación en el que el Estado ha hecho de todo para destruirlos tanto física como psíquicamente. Desde luego, los citados productos «culturales» constituyen un insulto a la memoria de sus protagonistas y una provocación para quienes se identifiquen de alguna manera con sus propuestas, pero pueden tener un lado positivo: la posible reacción de los provocados.
Al contar, en versión amañada según los intereses de la dominación, lo que se puede considerar un episodio de su propia historia, les obliga a fijar la atención sobre la misma poniendo a prueba su memoria histórica, y les coloca ante la alternativa de abandonarla en manos del enemigo o dedicarse a fortalecerla. Por otra parte, los insultos duelen más cuanto más se corresponden con la realidad del insultado, y esta película recuerda por defecto que los presos de Action Directe, al fin y al cabo prisioneros de la guerra entre la dominación capitalista y las perspectivas autónomas, han sido abandonados en manos del enemigo por sus supuestos compañeros durante largos años y en las peores condiciones.
Ellos serán lo único que quede vivo de aquella historia a no ser que algunos de los que estamos en la calle decidamos darnos cuenta de que nosotros también somos prisioneros de esa misma guerra. Para terminar de explicar por qué decimos eso, vamos a continuar intentando reanudar, aunque sea parcialmente, el hilo roto de los acontecimientos. Aunque eso sólo se puede hacer realmente en la práctica.
Todavía no se había cerrado completamente la crisis revolucionaria en Portugal cuando en el territorio del Estado español se celebraba la muerte de Franco resucitando en multitud de frentes las tradiciones libertarias de acción directa. Las huelgas salvajes se extendían, poniendo en peligro tanto los beneficios capitalistas como los proyectos reformistas de la nueva «clase política» y haciendo efectiva la autonomía obrera a base de solidaridad, piquetes, asambleas soberanas y delegados revocables.
Mientras en la calle se luchaba, entre otras muchas reivindicaciones de quienes entendían la democracia a su manera y no a la del poder, por la ampliación de la amnistía a los acusados de delitos violentos, en las cárceles, los presos sociales, autoorganizados también por medio de asambleas y de una Coordinadora de Presos En Lucha, se amotinaban en cadena por una reivindicación no menos justa pero inaceptable para el sistema: que se les considerara presos de la dictadura y de la injusta sociedad correspondiente, o sea, presos políticos y que, por tanto, se les amnistiara. También se multiplicaban, con un elevado porcentaje de éxitos, los intentos de fuga, mientras crecía vertiginosamente el número de atracos, a bancos sobre todo, como si el MIL hubiera conseguido, al menos en este aspecto, el objetivo ejemplificante de su agitación armada.
Con todo y con eso, una gran parte de los componentes de los muchos grupos autónomos existentes entonces renunciaron a la defensa de la autonomía, tanto la suya personal como la de las luchas proletarias, participando en la reconstitución de la CNT o integrándose en otros sindicatos y grupúsculos izquierdistas. Sólo algunos individuos y grupos continuaron resistiendo, recurriendo a menudo a acciones violentas, como atracos, atentados con cócteles o explosivos y, en el caso de los autónomos vascos, algunos atentados personales, en apoyo de las luchas obreras autónomas, de las luchas de los presos o contra la represión estatal y paraestatal.
En el 81 cayeron los últimos participantes en una coordinación de grupos de Barcelona, Madrid y Valencia que habían continuado en activo a pesar de la detención de la mayor parte de sus compañeros, precisamente para intentar con todas sus fuerzas liberarlos. Los Comandos Autónomos Anticapitalistas de Euskadi todavía continuaron actuando hasta su desarticulación después de la matanza de Pasajes en marzo del 84, último episodio del verdadero linchamiento al que, una vez derrotados los intentos de autonomía proletaria, les sometieron en formación cerrada todos los poderes constituidos en las sociedades española y vasca, incluidos los sectores abertzales.
Entre el 68 y el 78, en Italia, alcanzó el grado más alto el enfrentamiento entre el proletariado salvaje y el Estado capitalista, el cual no retrocedió para vencer ante ningún medio (provocación, delación, leyes especiales, asesinatos, masacres…), siguiendo el camino abierto en Alemania occidental, en la guerra entre los grupos armados y el Estado, al recurrir éste a leyes antiterroristas, prisiones de alta seguridad con regímenes de tortura blanca y endurecer la represión hasta llegar al asesinato de los presos de la RAF, presentándolo como suicidio con la complicidad de la mayor parte de los medios de «comunicación» internacionales. Medidas que inauguraron el estado de excepción permanente en el que nos encontramos hoy. Los atentados de protesta se extendieron espontáneamente por toda Europa.
En Francia, a pesar del «reflujo» del 68, aún se producían algunas luchas obreras salvajes y ganaba fuerza una corriente autónoma. Eran numerosos los individuos y grupos que intentaban enfrentarse a la dominación capitalista, fuera de los partidos y sindicatos y casi siempre directamente contra ellos, organizando por sí mismos día a día su participación en las luchas sociales que se planteaba en diversos terrenos, como la lucha antinuclear o contra la precarización del trabajo, la solidaridad antirrepresiva, el movimiento anticarcelario, la autodefensa de los inmigrantes, las ocupaciones, etc.
Los intentos de coordinación práctica, aunque efímeros, se sucedieron unos a otros. Incluso en la extrema izquierda, algunas organizaciones se fragmentaron en pequeños grupos produciéndose una verdadera hemorragia de militantes hacia el área de la autonomía. De ahí proceden, por ejemplo, parte de los componentes de los NAPAP (Núcleos Armados Por la Autonomía Proletaria) que reivindicaron en 1977 varios atentados y sabotajes, empezando por la ejecución de un segurata de extrema derecha que en 1972 había matado, en un enfrentamiento entre vigilantes de la Renault y militantes de la GP (Gauche Proletarienne, organización del «maoísmo espontaneísta»), a uno de ellos, Pierrot Overney.
Muchos otros individuos y grupos autónomos anarquistas y comunistas, recurrieron también a acciones armadas, coordinándose de diversas maneras, unas veces coincidiendo espontáneamente en la elección de los objetivos, como las oficinas del paro, agencias de trabajo temporal, comisarías o juzgados, etc. Otras veces la coordinación fue más explícita recurriendo a siglas de circunstancias, al estilo de los GARI, algunos de cuyos antiguos componentes participaban también en ellas.
Por ejemplo, la «Nuit bleue» (Noche azul) antinuclear, jornada de lucha en la que se produjeron, en noviembre del 77, veintitantos atentados en todo el territorio del Estado francés, contra intereses ligados a la industria nuclear, sobre todo instalaciones de EDF (Electricité De France), reivindicados con la sigla CARLOS (Coordination Autonome Radicalement en Lutte Ouverte contre la Société); o las acciones del 78 en Toulouse contra oficinas de empleo y agencias de trabajo temporal en protesta por la precarización reivindicadas CACT (Coordination Autonome Contre le Travail).
De ahí surgió Action Directe, al decidir algunos de los grupos e individuos participantes en ese movimiento coordinarse bajo unas siglas permanentes en una estrategia común a más largo plazo. Mediante acciones armadas simbólicas, intentaron enfrentarse a la reestructuración capitalista que se iniciaba entonces, señalar sus puntos neurálgicos, poner de manifiesto sus principales líneas de fuerza, atacando, por ejemplo, en momentos clave, las sedes patronales, los ministerios de trabajo, comercio o sanidad, las oficinas de extranjería, del paro o de gestión urbanística, los bancos y empresas de armamento, inmobiliarias o de trabajo temporal, los bancos de datos informáticos, los comercios de artículos de lujo, las sedes del FMI o del Banco Mundial, de la UE, de INTERPOL o de la OTAN, atentando contra confidentes y policías, militares traficantes de armas, un dirigente empresarial responsable de miles de despidos… En una primera etapa, a partir del 1 de mayo de 1979, cuando hicieron su primera aparición reivindicando el ametrallamiento de la sede central de la patronal francesa, actuaron casi siempre en estrecho contacto con luchas sociales concretas. A principios del 81, al iniciarse la campaña para las elecciones presidenciales y legislativas a las que se presentaba una coalición de la izquierda liderada por François Mitterrrand, el número de presos de AD había crecido mucho. Durante la campaña y en la primera etapa de mandato de aquél la gente de AD decidió abandonar temporalmente las acciones armadas limitándose a apoyar las luchas de los presos por su libertad, las cuales se resolvieron con una amnistía del gobierno. A partir de ahí, actuaron durante un tiempo a la luz del día, participando abiertamente en las luchas sociales. Incluso mantenían una sede pública en una casa ocupada del barrio de Barbès. Muchos de sus integrantes decidieron abandonar el proyecto por no considerarlo ya necesario en la nueva situación. Entre los que quisieron seguir hubo varias escisiones. Aunque se mantuvieron las siglas, la organización resultó bastante disminuida numéricamente. Cuando el Estado volvió a declararla ilegal, y a medida que se iban debilitando las luchas sociales, la línea de acción, fue cambiando cada vez más en una dirección «antiimperialista», y de especialización en la lucha armada.
Finalmente se aliaron con la RAF alemana y otras «organizaciones de guerrilla» de corte leninista y los atentados se dirigieron mayoritariamente contra el «complejo militar-industrial» occidental, aunque sin olvidar la denuncia de la reestructuración capitalista. La última acción fue la muerte del director general de la Renault, un especialista en «reestructuraciones de plantilla», responsable de uno 50.000 despidos, reivindicada por el «comando Pierre Overney» en noviembre del 86. Poco después fueron detenidos los últimos militantes. Todavía siguen presos.
En la cárcel han mantenido siempre una actitud de enfrentamiento con el sistema penitenciario y contra el régimen especial que sufren. Han hecho varias huelgas de hambre reivindicado, por ejemplo, su abolición, o el reagrupamiento. Con muy poco apoyo exterior, han sufrido durante mucho tiempo lo peor de la represión. Las consecuencias se hacen notar: Georges fue psiquiatrizado a la fuerza; Nathalie ha sufrido varios ataques cerebrales y se encuentra semiparalizada y afectada por una grave depresión.
De un tiempo a esta parte ha habido movilizaciones en Francia, Alemania, Bélgica, Grecia y otros lugares, y alguna también en territorio del Estado español pidiendo su libertad. Pero no han sido suficientes. Sólo se consiguió la de Joëlle Aubron, que llevaba diecisiete años presa y sufría un tumor cerebral. Murió en marzo de 2006. Si los deseos que algunos manifiestan de que lleguen a reabrirse aquellas perspectivas revolucionarias han de cobrar siquiera un mínimo de realidad, se tienen que hacer cargo de sus presos, sin lo cual darían sencillamente risa por su falta de dignidad. Los presos de la lucha armada, son prisioneros de guerra, igual que otros miles de presos que abarrotan las cárceles del mundo: los presos de la precarización, de la inmigración, de la exclusión social, prisioneros de la reestructuración capitalista, igual que todos nosotros.
Ellos son, en relación con quienes estamos en la calle, lo mismo que los FIES respecto a los presos en general: son quienes sufren, como escarmiento por su rebeldía, la cárcel dentro de la cárcel. Pero, en realidad, todos estamos presos, más o menos voluntariamente. Las reivindicaciones actuales de la gente de Action Directe y de quienes les apoyan coinciden con las de quienes luchan hoy contra la cárcel, desde dentro y desde fuera, en Europa y en todo el mundo. La lucha por su liberación es un momento necesario de la lucha contra la opresión.
Más información: www.llibertatsebas.info
Cronología de Action Directe:
1979
– 1 de Mayo.: ametrallamiento de la sede central de la patronal francesa.
– 15 de septiembre: atentados contra los ministerios de Trabajo y Salud.
– 16 de septiembre: destrucción de la sede de la SONACOTRA (sociedad mixta que gestiona las residencias de trabajadores inmigrantes), después que los antidisturbios desalojaran las residencias tras varios meses en huelga de alquileres. Ametrallamiento de los locales oficiales del secretariado de los trabajadores inmigrantes.
– 27 de septiembre: atentado contra los locales de la patronal encargados de la gestión del empleo para la región parisiense.
1980
– 3 y 5 de febrero: atentados contra la dirección de la inspección de trabajo.
– 10 de febrero: atentado contra la UCPI, sociedad inmobiliaria implicada en expropiaciones de viviendas en barrios populares de París.
– 12 de marzo: atentado contra otra sociedad inmobiliaria implicada.
– 14 de marzo: atentado contra los locales de la DST (Dirección de Vigilancia del Territorio. Equivalente al CNI: Centro Nacional de Inteligencia). Atentado contra la sede oficial de la Organización Internacional de Cooperación de las Policías.
– 16 de marzo: ocupación armada del Ministerio de la Cooperación.
– 27-28 de marzo: 32 detenciones. Acciones de respuesta contra el cuartel del GIGN (Grupos de Intervención de la Gendarmería Nacional) y contra una comisaría de Toulouse.
– 15 de abril: lanzamiento de misiles contra Ministerio de Transportes y contra la Dirección de Seguridad de las Carreteras.
– 4 de julio: robo de documentación en blanco en la alcaldía del distrito XXIV de París.
– 28 de agosto: tiroteo con la policía durante un atraco.
– 13 de septiembre: detención de una docena de militantes después de otro tiroteo.
– 17 de septiembre: ametrallamiento del puesto de guardia de la Escuela de Guerra.
1981
– Al principio del invierno, AD suspende sus acciones durante la campaña presidencial.
– 15 de abril:: tiroteo durante el atraco a un banco en París; un policía muerto.
– Después de la elección de Mitterrand, dos huelgas de hambre de los presos de AD en seis meses con un gran apoyo en el exterior. Amnistía y liberación de todos los presos políticos comunistas y anarquistas. Escisión de AD en varias tendencias. Noviembre y diciembre: AD participa en la ocupación de talleres clandestinos en Le Sentier y de viviendas en Barbès (barrio de inmigrantes árabes en París).
– 22 de diciembre: Laouri «Farid» Benchelal, militante de AD, torturado hasta la muerte en la comisaría de Helsinki donde estaba detenido.
– 24/25 de diciembre: siete atentados contra tiendas de lujo, entre ellas la de Rolls Royce, en diferentes ciudades francesas.
1982
– 13 de febrero: ejecución del chivato Gabriel Chahine.
– 19 de febrero: atentado contra el local de las organizaciones fascistas turcas en París.
– 30 de marzo: ametrallamiento de la antena en París del Ministerio de Defensa israelí.
– Abril: sale el texto «Por un proyeto comunista», donde AD se define «comunista libertaria» o anarcomarxista, sin ninguna referencia a Lenin ni a Mao. Se dicen anarquistas, pero luchan por una «sociedad comunista». Detenciones y redadas en las okupas de Barbès. La sede de AD destruida por una bomba.
– Junio: cumbre del G7 en Versalles donde se están decidiendo las políticas neoliberales, atentado contra la sede del FMI y del Banco. Aparece el texto «Sobre el imperialismo», en el cual los USA y la URSS son equiparados como potencias imperialistas.
– Agosto: Acciones armadas contra empresas israelíes y norteamericanas, en respuesta por las masacres de refugiados palestinos en los campos de Sabra et Chatila. AD habla por primera vez de su alineación en el «Frente Antiimperialista».
– 19 de agosto: el Estado «disuelve» AD. Atentado contra el periódico fascista Minuit.
1983
– 31 de mayo: tiroteo con la policía: Dos policías muertos y uno gravemente herido.
– 26 de septiembre: atentado contra la Marina Nacional.
– 29 de septiembre: atentado contre el Círculo Militar Inter-aliado.
– 14 de octubre: tiroteo en París, Ciro Rizzato, militante italiano de los COLP (Comunistas Organizados por la Liberación Proletaria) muerto, y dos policías heridos. Otoño: aparición del mensual L’Internationale.
1984
– 29 de enero: atentado contra la empresa Panhard, que fabrica blindados militares.
– Febrero: detención de una decena de militantes en Francia y en Italia.
– 13 de marzo: emboscada de la policía en Bruselas. Varias detenciones a los pocos días.
– Primavera: con compañeros belgas, atracos a bancos, asalto la armería de un cuartel militar y robo de una tonelada de explosivos. Todo ello en Bélgica.
– 11 de julio: AD inicia la ofensiva «unidad de los revolucionarios en Europa del oeste» con un atentado contra el Instituto Atlántico.
– 12 de julio: atentado contra el Instituto de los Asuntos Atlánticos.
– 13 de julio: atentado contra los servicios informáticos de la oficina de investigación y programación del Ministerio de Defensa .
– 14 de julio: atentado contra edificios del Ministerio de Industria.
– 2 de agosto: atentado contra la sede de la ESA (European Space Agency).
– 23 de agosto: aparcan un coche-bomba bajo las ventanas del hemiciclo de la UE.
– 28 de agosto: atentados contra la sede del PSF y contra el Ministerio de Defensa.
– Septiembre: se inicia una huelga de hambre de 38 días de los presos de AD junto con otros presos por el reagrupamiento y contra el régimen de aislamiento.
– 20/21 de Octubre: atentados contra varias empresas de armamento. Diciembre: detenidos los miembros del colectivo de redacción de L’Internationale. Condenados a grandes penas por «asociación de malhechores».
– 31 de diciembre: Atentado contra la misión técnica del armamento de la Embajada francesa en Bonn.
1985
– 15 de enero: alianza con la RAF en un «frente antiimperialista».
– 25 de enero: ejecución del general Audran, responsable de los asuntos internacionales del Ministerio de Defensa (relación con la OTAN, venta de armas, etc.).
– 13 de abril: atentado contra la banca Leumi y contra la ONI.
– 14 de abril: atentado contra el periódico Minute.
– 27 abril: atentado contra la sede europea del FMI.
– 30 de abril : atentado contra las empresas de armamento TRT y SAT.
– 26 de junio: atentado contra el general Blandin, controlador general de los ejércitos.
– 8 de agosto: un comando común RAF-AD ataca la base aérea USA de Francfort. Tres soldados norteamericanos muertos.
– 5 de septiembre: atentados contra ATIC, Péchiney, Renault, Spie-Batignolles.
– Octubre: atentados contra Radio-France, Antena 2 y la Alta Autoridad del Audiovisual.
1986
– 15 de abril: atentado contra el vicepresidente de la patronal, Guy Brana, Presidente Director General de la rama de armamento de la multinacional Thomson.
– 16 de mayo: penetran en la sede de INTERPOL, ametrallan las diferentes oficinas y colocan varias decenas de kilos de explosivos.
– 21 de julio: atentado contra la sede de la OCDE.
– 9 de septiembre: el Estado francés adopta leyes de excepción antiterroristas. .
– 17 de noviembre : el comando Pierre Overney ejecuta a Georges Besse, PDG de Renault, responsable de 50.000 despidos. 1987
– 21 de febrero: detención de Nathalie Ménigon, Joëlle Aubron, Jean-Marc Rouillan y Georges Cipriani.
La residencia, eufemismos, paradojas, mitos y realidades
Un análisis sobre el papel de los centros de encierro modernos.
«La norma está representada por la eficacia o la productividad, quien no responde a estos requisitos tiene que encontrar su ubicación en un espacio en el que no entorpezca el ritmo social.» Franco Basaglia
Presentación
Las personas con grave discapacidad intelectual institucionalizadas en residencias conforman uno de los colectivos más olvidados de nuestra sociedad. En este artículo se pretende dar a conocer la situación de exclusión que padece este colectivo, así como los efectos negativos de la institucionalización. También se describe el funcionamiento y realidad interior de las residencias donde se materializa este género de marginación, haciendo hincapié en los aspectos técnicos que le dan cobertura.
A pesar de los esfuerzos por disfrazarla, la institucionalización de personas con graves discapacidades intelectuales sigue siendo uno de los escenarios donde más se vulneran los derechos humanos y una de las formas más graves de exclusión. Las instituciones dedicadas al confinamiento de este colectivo -oculto y marginado entre los marginados- pretenden adquirir un carácter terapéutico, huyen del término institución, incluyen en su propaganda conceptos como calidad de vida, atención especializada, rehabilitación, etc. Sin embargo, se utilizan exclusivamente como «depósitos» donde los internos son abandonados a una denigrante situación vegetativa, sin estimulación ni libertad alguna, y donde son víctimas de todo tipo de abusos.
Este es el caso, por ejemplo, de las macrorresidencias para «profundos» con capacidad para cien y más personas que, alejadas de los núcleos urbanos, controlan la totalidad de la vida de sus internos bajo el eufemismo atención integral (dispensan todos los servicios necesarios y «no hace falta salir para nada»). Gobernadas según criterios empresariales, en estas residencias se procura organizar la vida diaria de tantas personas con el mínimo gasto de recursos. De hecho, la única atención que reciben allí los residentes se limita a una misma y estricta custodia para todos. Asimismo los ambientes restrictivos y deshumanizados que reinan en su interior, lejos de ser terapéuticos, contribuyen a incapacitar totalmente a los individuos, aumentando sus minusvalías y cronificando su situación de dependencia.
De individuo a problema técnico
El internamiento en residencias de este tipo nunca es un acto libre y voluntario. En la mayoría de las ocasiones llega producto del deseo de los familiares, muchas veces tras conseguir éstos la incapacitación legal del afectado por sentencia judicial. Este mecanismo legal se basa en que un juez nombra un tutor (representante) «porque el individuo es incapaz de manifestar su voluntad puesto que su discapacidad se lo impide», limitando así la capacidad de obrar y de decidir sobre todos los aspectos de su vida.
En todos los casos el encierro supone reforzar los efectos negativos que se producen sobre la persona que padece una minusvalía. Estas instituciones anquilosadas y marginadoras no responden en absoluto a las necesidades de sus internos. Su ideología asistencial está cimentada sobre una manera superficial y obsoleta de concebir la realidad del colectivo, herencia de los prejuicios del pasado. Las personas con grave discapacidad intelectual son incapaces de aprender nada y muchísimo menos llevar una vida mínimamente independiente, tan sólo se les pueden cubrir las necesidades básicas (higiene, salud y alimentación).
Una vez dentro, el radical desarraigo que se produce con el mundo exterior y la vida diaria institucional originan un progresivo proceso de despersonalización. Al ingresar en grandes soluciones residenciales, donde es característica la masificación deshumanizante, los internos pasan a considerarse meros objetos pasivos de intervención técnica. Marcados, agrupados, clasificados y uniformados según su patología, van perdiendo paulatinamente su propia identidad. La persona que estaba ahí con sus dificultades y sus capacidades es despojada de toda su humanidad y convertida poco a poco en un cúmulo de registros e informes (control de crisis epilépticas, evaluaciones psicológicas, historias clínicas, informes médico-psiquiátricos, registros de medicación, de dietas, de actividades,…)
Efectos yatrogénicos
El entorno hostil y restrictivo en el que viven las personas institucionalizadas tiene realmente unos efectos catastróficos. Las relaciones humanas en el seno de estos centros son fuertemente jerárquicas. Evidentemente, los internos se encuentran degradados en el último peldaño de la estructura, obligados a adaptarse al disciplinado «existir» diario y sometidos al rígido reglamento de la institución, la cual no discrimina necesidades ni demandas particulares de los que allí residen. Todos reciben la misma oferta institucional basada en un «asistencialismo de contención».
Moldeados mediante la celosa privación de estímulos en un día a día absolutamente rutinario y vacío de contenido, los residentes son conducidos a la pasividad incondicional. No tienen derecho a manifestar preferencias ni derecho a decidir nada en ningún aspecto de sus propias vidas, teniendo que ir de una sala a otra en rebaño y resignándose a dormir, despertar, comer, hacer sus necesidades, etc. a la hora que toca y no a otra. Simplemente han de «portarse bien». Lo que quiere decir que su conducta ha de limitarse a la docilidad y a la obediencia. El interno «bueno» es el interno pasivo, el que no reniega ni perturba. Así, pasan la mayor parte del día sin hacer nada, vigilados de cerca por un escaso número de cuidadores no cualificados y en condiciones más que precarias.
La existencia en las entrañas de estas instituciones puede llegar a ser absolutamente tediosa y denigrante, inimaginable para quien no ha estado en una de ellas alguna vez. Los internos tan sólo reciben una cama para dormir, comida y se les pone delante de la televisión, que representa la única «ventana hacia el mundo». Nadie ha de preocuparse de nada porque todo lo deciden otros . La mayoría no desempeñan ningún tipo de actividad lúdica u ocupacional. Además la carencia de calor y de estimulación da lugar a una destrucción de las voluntades. Nadie tiene deseos ni esperanzas allí dentro. Todos los días son iguales.
La misma secuencia invariable de gestos y actos se repite diariamente hasta el infinito. Eventualmente este ambiente llega a proporcionar una falsa sensación de seguridad a los internos, que acaban temiendo cualquier cambio o novedad. Las pocas actividades y salidas que se realizan en la institución vienen rigurosamente programadas desde arriba y van dirigidas siempre al mismo grupito de internos (los que han aprendido a no crear problemas y a pasar desapercibidos). Pero la mayoría no tienen otra opción que replegarse en su autismo, indiferentes a todo lo que les rodea, abstraídos psíquicamente en cualquier rincón, sumergidos en una profunda apatía o golpeándose estereotipadamente contra la pared. De esta manera, día tras día, año tras año, la competencia y las aptitudes de los individuos se van deteriorando, se crean nuevas discapacidades adicionales y se fortalecen las dependencias. El resultado final es un grupo de personas totalmente ineptas para encarar los aspectos más básicos de su vida diaria.
Para facilitar este régimen carcelario en un contexto donde es característica la insuficiencia extrema de personal, existen todo tipo de medidas de control del comportamiento. Desde los cócteles de psicofármacos hasta las contenciones mecánicas como las muñequeras o el chaleco-cinturón son utilizados para acabar de restringir la capacidad funcional de aquellos posibles «alborotadores» del orden institucional.
Cobertura técnica
A pesar de la fachada terapéutica que le proporciona la presencia de médicos, psicólogos, asistentes sociales, rehabilitadores, etc., la residencia no es precisamente un espacio de salud ni de rehabilitación ni de integración social. El personal técnico se encarga básicamente de dar una apariencia ética a la institución. Cosa que no ha de ser nada fácil ya que, mientras por un lado se proclaman objetivos formales a favor de la inclusión social de sus internos, por el otro se ha de justificar la existencia de vallas, puertas cerradas, ventanas con rejas, aparatos de contención física, etc. Como dice Goffman respecto a las instituciones totales, «esta contradicción entre lo que la institución hace realmente y lo que sus funcionarios deben decir que hace, constituye el contexto básico donde se desarrolla la actividad diaria del personal» (Goffman: 2004, p. 83).
Las restricciones físicas, por ejemplo, se justifican argumentando razones terapéuticas o de seguridad (evitar caídas, eliminar conductas desadaptadas, mantener vías invasivas, vencer las resistencias a un tratamiento o alimentación, mantener la alineación corporal del interno,…) Sin embargo la mayoría de las veces se utilizan como simple castigo o como medida desesperada de un cuidador ante la terrible sobrecarga de trabajo. Cualquier indisciplina o desobediencia por parte de algún interno se interpreta como un síntoma de empeoramiento de su enfermedad y se corrige rápidamente con muñequeras y cinchas.
Posteriormente el incidente se traduce a un lenguaje técnico y queda registrado como una crisis de agitación psicomotriz. Sucede que ante la inexistencia de alternativas menos intransigentes, muchas de estas prácticas se acaban «institucionalizando», y a pesar de que atentan directamente contra los principios fundamentales del cuidado y chocan frontalmente con los fabulosos objetivos de la institución en relación con la autonomía, independencia y calidad de vida de los internos, la utilización abusiva de restricciones físicas termina formando parte de lo cotidiano y de lo habitual. De este modo podemos encontrarnos con residentes que pasan los días y los años atados «preventivamente» a la cama de manos y pies simplemente por el hecho de contar con antecedentes conflictivos.
Otros, los que presentan conductas «molestas» para sus cuidadores, pasan el tiempo inmovilizados por un acercamiento extremo entre la silla y la mesa, apretados como auténticos bocadillos humanos, o directamente sujetados a la silla con sábanas anudadas y correas. Es evidente que en estos casos el uso de dispositivos limitantes responde más a razones de gestión y organización que a criterios terapéuticos o de seguridad.
Lo mismo sucede con los psicofármacos. Las personas con discapacidad psíquica institucionalizadas constituyen una de las poblaciones más medicadas con neurolépticos. Aunque se argumenta para ello la alta frecuencia y gravedad de los trastornos de conducta presentes en esta población, no parece ser este el principal criterio para la utilización de estas drogas tan nocivas para la salud. Las prácticas de prescripción están fuertemente influidas por factores no médicos, como la falta de personal o la inexistencia de programas, actividades y estrategias más adecuadas. Además, pese a que los psicofármacos los prescribe un psiquiatra (que apenas pisa la institución), la persona que cuenta las gotitas de haloperidol que caen en el desayuno del interno es la misma persona que después ha de estar ocho horas custodiándolo (y… si hoy te has levantado un poco «motorizado» hoy te tomas cinco o seis gotitas extras).
Esencia y presencia
Muchas de estas instituciones desarrollan un obsesivo afán por el cuidado de su imagen. Se presentan a la sociedad como hogares donde las personas con discapacidad encuentran una atención especializada, y donde llegan a estar «mejor que en casa». Repetidamente los órganos directivos muestran en público su interés por la gestión de la calidad, pregonan principios de solidaridad, divulgan la mejora constante de sus servicios, anuncian su compromiso con las personas discapacitadas, se llenan la boca de objetivos y misiones, incluso inician procesos de certificación para acreditar la bondad de su manera de proceder.
En realidad esta gestión de la calidad nunca llega a salir de los despachos porque su verdadera finalidad es totalmente ajena al compromiso con sus usuarios. La implantación de un plan de calidad no deja de ser un lavado de cara de la organización que sirve para ganar posiciones en el mercado y estar en mejor situación para la consecución de subvenciones públicas. Subvenciones millonarias que sirven para engrosar las arcas particulares de gestores y fundaciones privadas, y que se justifican con la remodelación permanente de mobiliario y arquitectura del centro, pero que nunca suponen una mejora real para el usuario.
Se eliminan barreras arquitectónicas de los aseos para recibir una subvención, pero acto seguido se ha de derribar todo porque la próxima subvención exige lavabos individuales que preserven la intimidad de los residentes, se construyen de nuevo los lavabos y se vuelven a derrocar, se construye, se derriba… Esto explicaría la presencia continua de obras en estas instituciones.
Tras este discurso de sus gobernantes se oculta una clara preocupación por parchear los objetivos reales de la institución, procurando aparentar una realidad que, en el mejor de los casos, tan sólo existe sobre el papel. Todos los esfuerzos dirigidos a mejorar la imagen de la residencia son pocos. No obstante, de puertas para dentro la esencia sigue siendo la misma de siempre. De hecho, esa es precisamente la esencia de estas instituciones: que nada cambie, que siga todo igual.
Cualquier cambio es sinónimo de ansiedades, confusión y desconcierto, y no sólo para los internos. El personal, con el tiempo, también acaba padeciendo una institucionalización paralela donde la inercia es el motor de toda su actividad. Difícilmente cualquier innovación, por pequeña que sea, será tolerada por el rígido orden establecido. El tiránico equilibrio institucional entretejido durante años no es capaz de asimilar reformas que podrían llevar al caos. Todo está perfectamente dispuesto, jerárquicamente ordenado. Y eso hace que los profesionales se sientan terriblemente frustrados e insatisfechos, que no puedan desarrollar adecuadamente su profesión. Porque el buen hacer profesional es incompatible con la eficiencia institucional. Y tarde o temprano todos, internos y personal, tienen que adaptarse a las precisas «normas de la casa».
Lo cierto es que la última sensación que tienen los residentes es la de sentirse en su casa. Cada vez más medicados y menos autónomos, son sencillamente reducidos a un lamentable estado vegetativo, animados a dormir todo el día. Y así languidecen a través de los años hasta su extinción, víctimas día a día de la infantilización, los castigos corporales, las amenazas, las humillaciones y el trato vejatorio que reciben de sus cuidadores, los cuales, a su vez, son víctimas de un trato vejatorio por parte de su convenio laboral (célebre es la precariedad laboral que caracteriza al sector de las residencias privadas). Toda una violencia vertical que impregna la actividad diaria en el interior de la institución y que cristaliza en forma de clima humano irrespirable.
Es innegable que estas instituciones no tienen otra función que la de «almacenar» internos hasta el día de su muerte de la manera más económica posible. A pesar de su atención médica y «especializada», la residencia no cura ni rehabilita ni beneficia en nada. Más bien es un lugar oscuro de marginación y yatrogenia devastadora, del que ninguno de sus internos saldrá alguna vez para volver a su hogar.
Sílvia Broto Vizcaíno / silvia.broto@hotmail.com
Bibliografía
– Focault, Michel (1975): Vigilar y castigar: Nacimiento de la prisión. Siglo XXI Editores, S.A. 13ª reimp. (2005). p.338
– Goffman, Erving (1961): Internados. Ensayos sobre la situación social de los enfermos mentales. Amorrortu editores. 8ª reimp. (2004). p. 383.
– Basaglia, F., Carrino, L., Castel, R., Espinosa, J., Pirella, A., y Casagrande, D. Psiquiatría, antipsiquiatría y orden manicomial . Barral Editores, Barcelona, 1975. Recopilación de textos a cargo de Ramón García.
– Editar una vida, documental de Raúl de la Morena, 2005.
– L’atenció a la gent gran dependent a Catalunya: Informe extraordinari del síndic de greuges de Catalunya
La sociedad transparente. Tecnologías de control en la estructura empresarial moderna
Detrás de la inclinación del capitalismo occidental de exhibir de modo obsceno un agresivo «poder pastoral» (aquel capaz de desarrollar el doble juego de la ciudad y el ciudadano, y el del pastor y el rebaño) e imponer sobre la espalda del sujeto el peso inabarcable de una organización que le trasciende, se ocultan los mecanismos que protegen precisamente a aquello que otorga fundamento y eficacia a las prácticas del sistema.Se asiste así a un universo de imperceptibles coacciones que se incrustan en nuestras vidas cotidianas, una microfísica del poder que se infiltra en los cuerpos de los individuos allí donde se materializa la acción capitalista.
Por Carlos Hugo Sierra
Decía Michel Foucault que «el poder es tolerable sólo con la condición de enmascarar una parte importante de sí mismo».
Si bien eso es cierto, hoy en día difícilmente podemos encontrar una parcela de nuestras vidas que escape a su dominio, ya que el fondo ideológico y práctico que anima el discurso neoliberal (a pesar de que en apariencia resulte lo contrario) exige, para su perpetuación, la necesidad de intervención, de ordenación y ordenamiento de las colectividades. En este sentido, la floreciente emergencia de las tecnologías (ligadas a la información/comunicación) han contribuido a facilitar y, por ello, a «endurecer» el desarrollo de la economía neoliberal.
Algo que se contempla muy bien en el ámbito del trabajo, cuyas débiles resistencias (lo que queda de la histórica lucha de la clase trabajadora por sus derechos) ante cualquier ataque se han visto superadas por el ímpetu de toda una infraestructura tecnológica de control político/social. Del «departamento sociológico» encargado de investigar el comportamiento de los trabajador@s en las cadenas de producción fordistas se ha pasado a la integración en la gestión empresarial de las innovaciones y capacidades de los servicios de seguridad e inteligencia surgidos desde los Estados modernos.
Las tecnologías de control han favorecido una «humanización» de las relaciones con l@s trabajador@s, reduciendo la presencia de los actos de carácter represivo o de la disuasión basada en la fuerza, «normalizando» las condiciones de aceptabilidad del poder por l@s propi@s dominad@s. De esta manera las lógicas empresariales del liberalismo imperante no van a influir en la capacidad de elección de los trabajadores sino que, en un nivel más profundo, van a incidir en la elaboración de los criterios desde los que el sujeto selecciona la toma de una postura.
Hay pues «libertad» en la toma de decisiones del sujeto trabajador/a precisamente porque el sistema económico es capaz de naturalizar su imposición, es decir, de convencer de que la imposición a la que se ve sometido el individuo surge de su «libre actividad reflexiva» y de su «libre voluntad». Con ello se despliega una estructura disciplinaria de control basada en la ilusión ( ya lo dejó apuntado Bentham en «El panóptico») de l@s trabajador@s de estár bajo una vigilancia constante. De este modo, el sujeto termina por sumergirse en un «estado de conciencia y visibilidad permanente que asegura el funcionamiento automático del poder» (M. Foucault).
simultáneamente, parece evidente que el entramado de tecnologías de la información y de la comunicación han acelerado el proceso de reorganización de la estructura laboral y empresarial. Con su desarrollo se ha posibilitado la dispersión geográfica de l@s trabajador@s (teletrabajo) sin que por ello haya disminuído el poder de control sobre ést@s, ya que ahora la vigilancia empresarial puede introducirse en los espacios más íntimos con el fin de supervisar los horarios y la productividad. Hablamos, pues, de una reorganización de las estructuras de control desde la descentralización, algo que crea la figua del «cibersierv@» sujeto a un entramado comunicativo unidireccional que le lleva a convertirse en la parte terminal de la gestión económica.
Son las consecuencias de lo que David Lyon denomina «vigilancia desorganizada» y de lo que Abbe Mowshowitz, con cierta semejanza en sus planteamientos, sugiere con su término de «feudalismo virtual». En el desarrollo de ambos conceptos se reconoce el incremento de la vulnerabilidad del/la trabajador/a dado que las tecnologías se han convertido en instrumentos posibilitadores del «horario flexible», en mecanismos que revalorizan los aspectos de flexibilidad, rapidez, eficacia y productividad, y en las bases fundamentadoras de un discurso ideológico generado desde las instituciones políticas y socioeconómicas que prioriza la movilización del/la trabajador/a en un proceso cíclico de formación contínua, «normalizando» la arbitrariedad y la impunidad en las relaciones laborales (desde el contenido de las modalidades contractuales a los criterios de despido).
De igual modo, las tecnologías ejercen una labor de vigilancia interna (vigilancia reflexiva) que se ha convertido en fundamental en el aseguramiento de la «competitividad» de las empresas. No tenemos que ir muy lejos para escuchar este discurso: la Unidad de Consultoría Tecnológica de ROBOTIKER nos dice que «las personas deben tener conocimiento sobre su organización (misión, visión, valores, cultura, procedimientos, formas de trabajo, etc.) y las actividades que se realizan (ofertas, proyectos, cursos, ponencias, seminarios, artículos, etc.) de forma que se evite la duplicidad de esfuerzos, se aprovechen las lecciones aprendidas, etc. mejorando la productividad de las personas y su satisfacción» (en el Parque Tecnológico de Miramón, Donostia ya se están ofertando cursos de «Vigilancia Tecnológica e Inteligencia Competitiva» -BIC BERRILAN DIGITAL- cofinanciado por el Gobierno Vasco).
Esta «High Tech», esta sofisticada tecnología, le sirve a la clase empresarial para seleccionar, vigilar y controlar a l@s emplead@s, con el argumento justificativo de mejora de la competitividad de la productividad, de establecimiento de la Calidad Total, de la Reingenieria (Conceptos estos que ocultan toda una ideología de corte belicista que se añade a los fines del rancio liberalismo de siempre. Baste, para darse cuenta de ello, mencionar el éxito logrado en occidente de la traducción y aplicación de las técnicas del bushido japonés a la gestión empresarial). La ventaja de la vigilancia sistemática a l@s trabajador@s por parte de l@s empresari@s es clara, en la medida en que mejora el establecimiento de filtros de cara a reclutar al personal más conformista y sumiso ante las órdenes patronales, permite la elaboración actualizada de registros individuales de desempeño laboral y el perfeccionamiento de bases de datos con información personal e individualizada (datavigilancia), así como el establecimiento de medidas que garanticen el cumplimiento de las normas estándar de productividad.
El/la trabajador/a y, más allá, el individuo alcanza un grado de vulnerabilidad máxima pues se ha transformado en un sujeto «aislado, subcontratado en una red flexible» (Manuel Castells), al que se le conquistan los últimos espacios de intimidad que le quedan y acaba siendo «gestionado» sutilmente desde el control mediático y el procesamiento informacional. Convendría por ello, en lo que sigue, describir brevemente alguno de estos procedimientos a fin de ser conscientes de la real dimensión de este nuevo fenómeno.
Uno de los fenómenos más simples es el «monitoreo telefónico», en el que los números desde las extensiones de una línea telefónica pueden registrarse por medio de un aparato denominado «pluma registradora». Dicho aparato permite que el empresario disponga de una lista de los números de teléfono que se marcan desde la extensión que pueda poseer cada empleado, así como la duración de la llamada. No obstante, el procedimiento de control más generalizado es lo que R. Clarke denominó como «datavigilancia» que, aunque en un principio, se utiliza para referirse a la investigación de las personas utilizando la estela cibernética dejada, quizá hoy en día es aplicable además a los mecanismos de procesamiento, recuperación y consolidación de todo dato.
Para ello las tarjetas inteligentes (tarjetas de crédito, de control de asistencia, de identidad (ID), de identificación…) están siendo rediseñadas para facilitar la conexión de bases de datos múltiples. Mediante una técnica denominada «corrimiento de fusión» las nuevas tarjetas poseen un circuito microelectrónico que puede almacenar varias páginas de información de cada persona. Así se dispone de la capacidad tecnológica para elaborar perfiles sociales (data profiles) de l@s usuari@s (recordemos que ya existe software, como el llamado Falcon, capaz de reconocer patrones de conducta-cuándo y dónde se compra, cuándo y dónde se viaja, etc- tras el análisis de las transacciones económicas realizadas por l@s usuari@s). En ese sentido las tarjetas de identificación laboral son paradigmáticas ya que aseguran el control y localización del trabajador/a en las empresas públicas y privadas (controlando su rendimiento, cuánto tiempo tarda en tomarse el café, etc).
En todo caso, ésta no es la única técnica de vigilancia y de control de la identidad existente. Más allá del control básico a partir de la huella dactilar se están imponiendo las técnicas de verificación biométricas, o sea, sistemas automáticos que hacen «scan» electrónico y digitalizan partes del cuerpo humano singulares, y que nunca son idénticas a las de otra persona (iris, voz humana-sonometría…). Ejemplos de ello son el sistema de la geometría de la mano que mide, a través de un lector electrónico, la longitud y la distancia entre los dedos o, por otro lado, la terrmografía facial que mide las curvas del rostro desde varios ángulos, digitalizando la información y haciendo comparación computerizada con imágenes ya existentes en la bases de datos o en una tarjeta de identidad. En la actualidad ya es posible realizar una operación en un cajero automático mediante la exploración de la retina y el iris con unos lentes de cámara a las que se tendrá que aproximar el/la usuari@a (unos 30 ó 40 centímetros), esperando la confirmación de su identidad mediante el estudio comparativo con el código almacenado en la base de datos (se trata de una tecnología desarrollada en Gran Bretaña que «puede reconocer una huella ocular individual, el único patrón encontrado en el iris, una anilla coloreada de tejido que envuelve a la pupila. Cada persona tiene un patrón diferente de filamentos, marcas y estrías en el iris» Nigel Hawkes).
Otro de los métodos de vigilancia más extendidos es la introducción en las áreas de trabajo de las Cámaras de Televisión de Circuito Cerrado (CCTV). El sistema SEEHAWK, por ejemplo, es un modelo de la penetración del «ojo electrónico» proporcionada por la tecnología en el ámbito laboral, ya que mantiene las áreas vigiladas mediante una unidad conectada con cámaras que permite ver exactamente lo que sucede y llama al/la operador/a del PC controlador en el caso de que sucedan actividades sospechosas en las zonas monitoreadas, desplegando imágenes congeladas en la pantalla (es lo que se denomina «videocam», o sea, un sistema de cámaras dirigidas por ordenadores). El operador puede controlar la situación del empleado a distancia ya que dispone de una unidad remota manteniendo una red de seguridad que genera una grabación digital de ocho canales MPEG 1 (sistema de compresión) multiplexados. Termina por imponerse así, con este tipo de tecnología, la tendencia que deja a un lado la vigilancia con fines defensivos o de conservación de la empresa, y asume sin complejos el control activo de la localización de trabajador@s.
Sin embargo, si a este sistema se le añade el monitoreo de los sistemas computerizados, la vigilancia activa es casi completa. El empresario puede hacer uso de un software de ordenador que le permita ver lo que está en pantalla o guardado en las terminales y discos duros que vean los empleados. Además, las personas que trabajan intensivamente con procesador de palabras y captura de datos puede estar sujeta a la vigilancia del teclado (golpes por hora) e, incluso, es posible conocer y registrar el tiempo que desperdicia frente a la pantalla del ordenador o lejos de él.
Además, con la expansión del correo electrónico y del correo vocal como complemento indispensable en el trabajo han surgido simultaneamente los sistemas para su control. Si en la empresa funciona un sistema de correo electrónico el empresario es el dueño del sistema, y puede revisar el contenido. Es conveniente mencionar aquí que los sistemas de correo electrónico y vocal guardan los recados en la memoria del sistema, aún después de ser borrados, quedando registrados permanentemente en un archivo «respaldo» de cinta magnética, junto con el resto de información importante del sistema computerizado.
La cibervigilancia que puede realizar el/la empresari@ se incrementa mediante el registro de las cookies (códigos incrustados en el disco duro que identifican al usuario de la red), ya que a través de ellas es posible conocer las páginas web a las que entra el/la trabajador/a. No es de extrañar, entonces, que estados como Gran Bretaña, país pionero en la legalización de la intervención de las comunicaciones electrónicas sin autorización judicial, planteen la elaboración de normativas como las Lawful Business Practices Regulations, en desarrollo de la Regulation of Investigatory Powers Act 2000, que autorizan a la empresa a controlar, interceptar y grabar cualquier llamada telefónica, correo electrónico o la navegación por internet sin conocimiento del/la trabajador/a, «siempre que la finalidad de tal interceptación encaje en alguno de los supuestos que se establecen».
COmo consecuencia de ello, comienzan a surgir sistemas de vigilancia y control como el programa SurfWatch que está diseñado para bloquear los contenidos pornográficos y el lenguaje injurioso. El Spector 2.1 lleva a cabo pantallazos cada pocos segundos que, posteriormente se pueden contemplar como si se tratara de una sucesión de imágenes-del ordenador en el que está instalado. Estas se almacenan en un servidor, al que el/la espía puede acceder por contraseña o bien recibir las imágenes vía correo electrónico.
Las contramedidas tecnológicas tradicionales que se utilizan normalmente no sirven para Spector (no se pueden cifrar los mensajes con PGP ni ocultar las huellas en la web mediante un programa anonimizador). Y si con estos procedimientos tecnológicos de control no tenemos bastante siempre nos queda esperar a la aplicación en el terreno laboral (todavía tiene un uso estríctamente militar) de la tecnología TEMPEST, capaz de interceptar directamente (sin necesidad de red) las comunicaciones del ordenador y de penetrar en su disco duro aprovechando las radiaciones electromagnéticas que emite. O de otro modo, interceptar las comunicaciones laborales realizadas desde los teléfonos móviles mediante el control de las estaciones a las que llegan las señales (Reg Whitaker, en este sentido nos propone, como si de un juego se tratara, que tecleemos la siguiente dirección de AT&T: www.anywho.com y, una vez allí, tecleemos nuestro número de teléfono. Sorprendentemente quizá podamos encontrar información sobre nuestra propia localización). Así las cosas, si nos atenemos a las cifras que se dan en el más grande Estado policial laboral del mundo (EEUU) nos daremos cuenta de la importancia de todo ello: un 45% de las grandes empresas tienen instalados sistemas de vigilancia interna para controlar el correo electrónico de sus emplead@s (50 millones). De ellas más del 30% almacena y revisa los correos electrónico envíados y recibidos por sus empleados. El 20% de las compañías tienen instaladas cámaras de vigilancia.
La prolongación de la vigilancia del/la trabajador/a presenta otra dimensión que en un futuro ya cercano puede resultar trascendente como es la aplicación de las tecnologías a los procesos vitales del sujeto, es decir, la ingeniería genética. Los análisis genéticos se enmarcan en el contexto de la vigilancia médica de l@s trabajador@s, debido a la necesidad de prevención o protección de la salud del/la futur@ trabajador/a. Con ello se puede desencadenar un riesgo de medicina de la obediencia que intente establecer cuerpos menos opacos, más transparentes, más sujetos al «cuidado» y al «control». Aplicados por el/la empleador/a como instrumento de selección de l@s candidat@s en aras de la mejora de la productividad y de la rentabilidad de sus empresas, los análisis genéticos tienen el riesgo de abocar a la exclusión sistemática de ciertas personas y de crear también un «proletariado genético».
En definitiva, la productividad como valor no sólo sociopolítico sino también ético/moral (el/la empresari@ se transforma no sólo en un agente capaz de orientar los procesos políticos de primer orden sino en un verdadero «benefactor social» investido de un conjunto de atribuciones morales) se sobrepone e, incluso, justifica la intervención en la gestión de lo íntimo y de la corporalidad del sujeto. El empleado se encuentra así atrapado en una red de influencias coercitivas sutiles que descansan en un orden de «seguridad».
Orden generado por una tecnología que propicia, por su propia estructura panóptica, la interiorización de los propios esquemas de control -debido al miedo a ser vigilados- y genera actitudes de autocensura por parte del propio trabajador sin necesidad de que existan otros sistemas de control manifiestos. Y es que la tecnología sutiliza los sistemas de control social, haciéndolos invisibles a los ojos de los individuos aunque éstos se expongan con toda desnudez a la visibilidad de los propios sistemas. Esta lógica bipolar enfatiza y desarrolla actitudes de sumisión y de aceptabilidad por parte del sujeto.
En última instancia, parece evidente que el orden establecido asume sin tapujos unos dispositivos de control y vigilancia cada vez más complejos y eficaces. El neoliberalismo se ha metamorfoseado en una sofisticada red de gestión de los individuos. Sin embargo, en nuestro mundo contemporáneo todavía pueden encontrarse rendijas por las que escapar a ese dominio.
Es necesario recordar aquí que la propia tecnología, fuente de control y represión, puede convertirse también en el principal instrumento de liberación y de lucha. Una primera vía que se plantearía sería la propia defensa frente a la ofensiva controladora, que las estructuras neoliberales fortalecen desde la tecnología de control mediante programas «trituradores de cookies», sistemas de «retransmisión» (re-mailing, en los que las personas envían sus comunicaciones canalizadas por un centro de retransmisión que presenta la capacidad de borrar marcas de identificación o trayectorias virtuales tanto del/la emisor/a como del/la receptor/a), encriptación en clave pública de los mensajes (sistema asimétrico en el que se utiliza una clave pública y otra privada de decodificación de los mensajes imposibles de relacionar entre sí y que permite únicamente al receptor la posibilidad de leerlos.
Al mismo tiempo, mencionemos la versatilidad defensiva de programas de encriptación de mensajes como el PGP-Pretty Good Privacy, capaz de asegurar la inviolabilidad del mensaje gracias a un sistema de 128 bites, frente a los de 56, o la llamada «esteganografía» (ocultación de mensajes en otro conjunto de información para que se ignore y no se intercepte. Normalmente se mezclan los bites del mensaje con los de un archivo de imagen o de sonido). La segunda vía, complementaria a la primera, se hace eco de la capacidad subversiva de la tecnología para infiltrarse en los centros económicos y políticos principales del sistema para desestabilizarlo.
Los ciberasaltos a las agencias de seguridad, la emisión de virus informáticos y saqueo de los centros informáticos de las grandes estructuras económicas, así como la llamada «infoguerra» organizada sobre las bases de datos de los estados y el aprovechamiento de la infotecnología como un elemento de guerra mediático desde el que es posible acceder y proyectar las situaciones reales de ciertas luchas (Palestina, Euskal Herria, Chechenia…) suponen un conjunto de posibilidades y recursos que ofrece la propia tecnología a muchos colectivos y que son imposibles de eludir si se desea afrontar con realismo la compleja trama del poder existente en las sociedades modernas.
Vivimos cada vez más en la ciudad de cristal que tan brillantemente muestra Zamiatin en su obra «Nosotros», un cristal transparente a través del cual el poder dominante contempla las trayectorias vitales de todos sus «subdit@s». Si la tecnología de control ha contribuído a su consolidación quizá también nos permita, por otra parte, construir espacios de invisibilidad, lugares «conspirativos» y opacos, ajenos a la mirada vigilante del poder contemporáneo.
fuente: https://www.nodo50.org/ekintza
Congo, siglos de saqueo
Los delitos contra el Congo se repiten siglo tras siglo. Hoy hay allí un gobierno corrupto y ávidas compañías transnacionales mantienen al país en un estado de semicaos para poder seguir extrayendo los riquísimos minerales qua hay en su suelo al menor costo posible, sin consideración alguna a las vidas humanas. El tenebroso corazón del colonialismo late de modo tan repugnante hoy como hace cien años.
Por Carolina Jemsby
Hay una piedra verde en mi escritorio. Es una piedra de cobre, de la mina de Ruashi en Kongo-Kinshasa. Cuando nadie veía me agaché rápidamente y me la metí en el bolsillo, después la escondí mejor y la saqué del país. Ahora resplandece venenosa en el medio de mi escritorio, denunciando siglos de despojo.
A primera vista, la mina Ruashi es un hormiguero. Miles de seres humanos que cavan en una mina a cielo abierto, que llevan con grandes esfuerzos pedazos de metal que extraen de la arena plateada y verde brillante que cubre la zona.
Parece algo irreal. Desde el borde superior se ve a los trabajadores mineros como pequeños muñecos que tropiezan y avanzan a los tumbos con enormes bolsas con piedras de cobre, con pantalones cortos gastadísimos y con ojotas deshechas. Damos una vuelta por el borde para ver la mina en toda su extensión. Tropezamos, nos resbalamos. Mis borceguíes reforzados para escalar montañas resbalan en algo más resbaladizo que el hielo. Me siento una infeliz, deslizándome por la pendiente, recupero el equilibrio y puteo para mí misma mientras veo que al fotógrafo le pasa lo mismo y entonces sí tengo miedo, porque el fondo de la mina está a por lo menos 50 o 60 metros, pero se reincorpora con su cuerpo y la cámara a salvo.
–No tenemos ningún equipo de seguridad, nos dice, con amargura, Patrick, 35 años, que hace uno trabaja en la mina y nos relata de los accidentes que se suceden uno tras otro.
–Cada semana muere o se lastima alguno; necesitamos yelmos y overoles. Es peligrosísimo trabajar así. Y ganamos poco. A gatas si cobramos, murmura con rabia.
Alrededor se apresuran los trabajadores. Muchos son niños y llevan enormes bolsas pesadas sobre sus enjutas y pequeñas espaldas. Todos los rostros están impregnados de polvo, un polvo brilloso blanquiverdoso, de aspecto muy venenoso que se asienta alrededor de la nariz y la boca.
En los caminos alrededor de la mina transitan camiones permanentemente, que cargan el cobre y desaparecen tan rápidamente como vinieron. ¿Adónde? Nadie lo sabe con certeza. Pero fuera del país. De eso y sólo de eso se trata.
La República Democrática del Congo es un país desangrado, deshecho, saqueado por Occidente desde hace más de un siglo. Las riquezas del país son enormes, tal vez sea la región de mayor riqueza minera del mundo entero.
Es repugnante ver cómo los delitos contra el Congo se repiten. Jospeh Conrad en El corazón de las tinieblas describe el saqueo del marfil. Luego se dedicaron a saquear el caucho en condiciones igualmente terroríficas. Hoy son diamantes, aceite, oro, coltán, cobre y cantidad de otros minerales que atraen a compañías mineras sin escrúpulos. Y las compañías hacen todo lo posible por mantener la guerra en el Congo y el desorden generalizado, que les permite aumentar los precios.
Imagínese que usted es un director de una minera transnacional importante. Haga usted lo que hiciere, su objetivo es siempre encontrar tanto metal como sea posible al más bajo precio, factores que harán que tu compañía resulte la mayor y más exitosa.
Puede resultar éticamente problemático trabajar en el Congo, pero aquí están los mayores yacimientos del planeta de, por ejemplo, coltán, un metal que se usa en celulares y del que no se conoce otros yacimientos.
Si hay paz, no hay más remedio que conseguir un costosa licencia para explotar el mineral, Además hay que pagar regalías al gobierno y a las autoridades locales y una parte de los metales hay que purificarlos en el lugar, en el Congo. No se puede exportar directamente el mineral en bruto, se necesita algún tipo de inversión en el lugar. Todo esto, siguiendo las leyes nacionales e internacionales, lo cual es complicado y costoso.
Pero si en cambio rige un estado de conflicto de baja intensidad, todas las legislaciones quedan fuera de juego. Y si se pone un importe adecuado en una cuenta suiza del presidente, se compra una licencia de explotación que te conceda un líder local o un señor de la guerra, es fácil ponerse a extraer el mineral. Y cuesta sólo una fracción de todo el procedimiento “legal” y no
hay que costear inversiones locales. Todo se hace ilegalmente, pero ¿quién controla?
Ése es, por ejemplo, el concepto de éxito que tiene Lundin Minings, empresa sueca, que está por cierto en la primera línea de “trabajo” dentro del Congo.
La guerra en el Congo viene arreciando desde 1997. Se la ha denominado Primera Guerra Mundial africana y parece haber hecho estallar todos los límites para la crueldad y la maldad humanas. La población civil está siendo permanentemente maltratada, perseguida, violada, mutilada y aterrorizada desde hace casi una década.Ninguna guerra desde fines de la Segunda
Guerra Mundial ha aniquilado tantas vidas como la del Congo, se estima que han muerto hasta ahora unos cinco millones de seres humanos.
Uno siente que se trata de una grosera reiteración de la historia. A fines del siglo XIX, el Congo pertenecía al rey Leopoldo II, de Bélgica y durante su treinta años de “gobierno” se estima que entre tres y veinte millones [sic] de congoleses fueron asesinados. Los sicarios de Leopoldo presentaban manos derechas seccionadas de sus cuerpos para que se contaran los asesinados y recibir la recompensa calculada sobre esas bases. Los congoleses sobrevivientes fueron forzados a la esclavitud en los plantíos de caucho o en las construcciones ferroviarias y en caminos.
Hoy tiene lugar un proceso de paz. Por primera vez en cuarenta años hay elecciones en el país. Pero, irónicamente, la paz y la democracia están amenazadas por las enormes riquezas del suelo y el subsuelo. Las compañías mineras tienen muy escaso interés en un proceso de democratización.
Un ejemplo es la empresa minera australiana Anvil Mining. Anvil Mining proveyó a soldados congoleses de camiones y aviones para llevar a cabo una matanza y volverlos a sus sitios. Con ese operativo un centenar aproximado de seres humanos fue masacrado a sangre fría. La empresa también avitualló a los soldados durante el operativo. Ahora ha sido llevada a juicio.
Lubumbashi es una ciudad pletórica de sedes de companías mineras transnacionales y a su ingreso hay un enorme portal que da la bienvenida a “la capital del cobre”.
Como en el Lejano Oeste o en Disneylandia, como si se tratara de cavar y ponerse contento, se hacen cruceros para ricachones en enormes camiones blancos que desfilan por los pésimos caminos hasta que resultan casi intransitables. Desde Lubumbashi a Zambia es corto el camino y por lo tanto no es tan difícil llevarse por allí los metales fuera de frontera. A lo largo de las rutas se ven enormes propagandas de camiones Volvo. Lundin Mining no es por cierto la única empresa sueca que se aprovecha de la situación en el Congo.
La mina de Ruashi queda apenas fuera de la ciudad. Yendo para allí, pasamos al lado de mujeres que venden frutas a la orilla de las rutas, alguna vende carbón para conseguir alguna extra. La pobreza en el Congo es enorme y pocos son los que tienen la posibillidad de comer a satisfacción cada día.
–Ganamos un par de dólares diarios, nos diche Patrick en la mina. [Unos seis pesos argentinos. Unos cincuenta uruguayos].
De aquí procede el bienestar occidental, pienso y contemplo los cuerpos que se hacen trizas buscando afanosamente metales que aquí son tan baratos, con los cuales se hacen celulares baratísimos, baratísimos anillos de matrimonio o diamantes. ¿Cuál es la responsabilidad para los habitantes cualesquiera de los países enriquecidos? ¿Y cuánto derecho tenemos de descargar la responsabilidad sobre las empresas mineras que a su vez tiran tan abajo los precios?
Un muchachito se nos aproxima agitado. Jean-Jacques Lumumba tiene 13 años y arrastra, tira y lucha para poder llevar consigo la bolsa cargada de cobre a lo largo del camino.
–No, si no pesa nada, nos dice. No pasa nada.
El polvo ha coloreado su nariz de un blanquecino brillante y sus ojotas están destrozadas.
–Mis padres no tienen trabajo, no tienen guita y yo quisiera estudiar, verdaderamente, nos cuenta. Por eso va a la escuela de mañana y trabaja en la mina de tarde. Consigue dinero para los gastos escolares, lapiceras, cuadernos de apuntes y libros.
Serge Kapend es geólogo y está preocupado por el trabajo infantil. Nos acompaña hasta el lugar de extracción del cobalto, algunos kilómetros más adelante. Hay cada vez más niños que trabajan en las minas. A menudo son huérfanos que tienen que trabajar para sobrevivir. Son los que hacen los peores trabajos, los más pesados, transportan las bolsas del pozo hacia afuera, por ejemplo. Serge es congoleño y trabajó antes en distintas empresas multinacionales en Lubumbashi. Al día de hoy se cambió de bando y trabaja para el sindicato minero, se hastió de ver y formar parte del saqueo.
–Se necesitan mejores leyes respecto de la explotación de nuestras minas. En la situación actual, las normas se acomodan a lo que se hace. Quien gobierna localmente, o los señores de la guerra, venden el derecho a explotar un sitio, la empresa minera va a ese lugar, extrae las riquezas y se marcha con el botín. El proceso da algunas, muy transitorias, posibilidades de trabajo, pero los recursos desaparecen para siempre del país.
Uno de los objetivos del sindicato es el de poner en regla la extracción y retener una parte de las ganancias dentro del país, nos explica un colega de Serge, Komichelo.
–En verdad, habría que conseguir que las licencias sean otorgadas exclusivamente por el gobierno. Hoy en día cualquiera que tiene una Kalaschinov vende licencias para explotaciones mineras.
–El problema que tenemos hoy en día es que las empresas procuran mantener en pie los conflictos, porque ganan mucha plata con eso. Y mientras el Congo hace todo lo posible por alcanzar la pacificación, hay un actor muy poderoso que hace todo lo posible en sentido contrario, continúa Komichelo.
Alrededor suyo seres humanos se hunden en agujeros negros de cobalto. Ese metal, por ejemplo, se usa en los auriculares de los pequeñísimos MP3.
De pronto estalla el caos y se oyen voces airadas que hacen eco y salen del pozo mayor.
–¡Una mujer en la mina! ¡Esto significa una desgracia! ¡Debe ser una bruja! ¡Mátenla!
Algunos de los revoltosos son sujetados por los guardias que nos acompañan, otros vuelven al trabajo. Yo me voy de allí de prisa. El linchamiento en una mina congoleña pertenece a una de mis pesadillas.
El MONUE, de la ONU, tiene como cometido vigilar la llamada paz en el Congo. Alexandre Essome es jefe de esa repartición en Lubumbashi. Participará de las elecciones como observador y supervisor de la ONU. Su principal preocupación son las minas extranjeras y la presión extorsiva que ejercen sobre los políticos locales y los grupos armados.
–¿Cómo vamos a tener elecciones democráticas y como vamos a poder soñar en alcanzar la paz cuando hay intereses tan poderosos para que continúe la guerra? Las empresas mineras ganan enormes ganancias gracias a la guerra, nos aclara.
En Lubumbashi. hay todo un semillero de empresas mineras extranjeras. En el ámbito del desarrollo global que hoy impera no son sólo empresas occidentales las que llevan delante el despojo; al lado de las belgas, francesas, canadienses y australianas también las hay sudafricanas, libanesas, indias, israelíes y sobre todo, chinas. Todas igualmente brutales en su rapiña.
–Aquí puede pasar cualquier cosa, si contás con el dinero suficiente. Las minas son saqueadas, los interesados son incontables. Hemos comparado la compra de metales y la importación de armas: van juntas: cuanto más metales se embarcan hacia el exterior, más armas entran de contrabando, sostiene Alexandre.
–Le he escrito a las autoridades y les he pedido que hagan algo, pero no hay respuesta.
Levanta los hombros en señal de impotencia. Su oficina está en un barracón en un descampado limitado por alambre de púa en Lubumbashi. Los supervisores para las elecciones ya han llegado y se están entrenando en control de ejercicios democráticos. De alguna manera hay una esperanza de paz y democracia en el Congo. Pero la inmensa mayoría de los delitos desaparecen como en un agujero negro, de ceguera y olvido. Bajo responsabilidad “occidental”.
El artículo con fotografías www.argentina.indymedia.org/news/2007/06/530314.php con fotos del artículo
artículo publicado en Revista futuros nº10 (2007) https://revistafuturos.noblogs.org
La Huerta Orgázmika de Caballito corre peligro de desalojo
La Huerta Orgázmika de Caballito se encuentra entre una sociedad que mira, en general, para otro lado y el Gobieno de la Ciudad de Buenos Aires que emitió un decreto intimatorio, ilegítimo y por supuesto arbitrario.
Por raas
raas@riseup.net
9-8-2008
«La idea de que el mundo que debería ser, existe verdaderamente, es una creencia de los improductivos, que no anhelan crear un mundo tal y como debería ser. Consideran que existe ya, buscan los medios para llegar a él.» Friedrich Nietzsche (1)
La Sala
Hace unos meses largos la Huerta se vió amenazada por el gobierno de Tellerman que quizo extender la basofia arquitectónica, aunque muy ‘bella’ estéticamente hablando, sobre todo con esos hermosos hierros grises bordeando el perímetro de la plaza Giordano Bruno.
No pudieron por entonces doblegar la resistencia aunque muy focalizada y casi aislada -socialmente hablando- (2) de la Huerta, que mancomunadamente con el Centro Cultural La Sala, Avellaneda 645 (3), intentan modificar la absurda existencia humana en algo digno de ser vivido y disfrutado.
Basta con darse una vuelta por la Huerta, Rojas y las vías del ferrocarril TBA (Sarmiento) o por La Sala para apreciar lo que allí se cocina diariamente, que contrariamente a lo que se ‘vive’ (4) en las calles de toda ciudad neoliberal, postcapitalista o como un@ la quiera mencionar la gente -el grueso- no espera más que la llegada del fin de semana, después de una semana de tedioso trabajo (si es que lo tiene) enfermizo, alienante, estructurante, y disciplinario para poder descansar frente al televisor, tomar pastillas para dormir plácidamente, sacar a los hijos a pasear por patios de comidas, shoppings, drogarse con sustancias u objetos inanimados, o cualquiera otra diversión espectacular y masiva de esta sociedad de adictos (5).
Decía que cuando se ingresa a La Sala si se presta atención y no se es un enfermo mental medicado por los medios masivos, el consumo, la publicidad (la megamaquinaria de control) percibe claramente una atmósfera distina, un universo que vale la pena disfrutar: profilácticos para agarrar, carteles de actividades, afiches anti-sistema, hasta que uno llega a donde está la biblioteca popular ‘Los Libros de la Buena Memoria’ que se había iniciado enfrente de la ex plaza- devenida en cárcel de paseo verde- en Giordano Bruno 831.
En este lugar, además, funcionan cooperativas y colectivos de trabajo como la imprenta Kosme y Fulanito y la editorial Pedaladeorxs del Infierno (6) (que ya editó 2 libros), la cooperativa de productos de limpieza Burbuja Latina (7) que acaba de cumplir seis años, la cooperativa y taller de serigrafía Pedaledorxs, la cerveza artesanal Barbarie, el grupo El Cineasta Ameba (edición de video, salas y problemas), el taller de zapatos y destrucción de la casa King Kong y Pocahontas, el espacio de recuperación y reparación de bicicletas Bicichorros. una cooperativa de consumo responsable, además de talleres de danza, plantas medicinales, y un largo etcétera.
Pero para no alejarme del tema central que nos ocupa y preocupa les cuento que además de una biblioteca hay una pequeña sección de libros y folletos de plantas medicinales, algo tan caro a nuestra civilización que los habitantes de las ciudades (y much@s otro@s también) desprecian con santa ignorancia apoyándose automátamente en el saber biomédico, o sea los grandes laboratorios biotecnológicos (8) de producción de venenos agroquímicos – (9) (10) que se usan para producir más rápidamente cantidades industriales de soja -por ejemplo-, y medicamentos (drogas legales) para hospitales, manicomios y otros centros de encierro- y en la dependencia absoluta que genera esta organización social de libre mercado que cuanto más lejos estén los productores de los consumidores mayor la ganancia y mayor la cantidad de intermediarios que posibilitan que el precio final de un producto alimenticio aumente considerablemente.
No hace falta ser muy sabio para calcular lo que podría pasar a nivel social-alimenticio, amen de la gravedad ya existente para grandes sectores poblacionales, si nuevas crisis como las que se avecinan (11) llegan a golpear en esos y otros sectores de la población de bajos y medios recursos económicos.
Decía que el archivo que tiene la Huerta en la biblioteca sobre el uso medicinal de plantas es un tesoro que no debe perderse, como así tampoco que se efectúe el desalojo anunciado por la administración del mafioso mega-negociante Mauricio Macri y sus secuaces para agrandar el espacio de cemento y control de la plaza Giordano Bruno que el poder -y la desidia, el apoyo pasivo e ignorancia del grueso social- convirtió paulatinamente en un (casi) no-lugar del que Zygmunt Bauman nos habla. (12)
Tampoco deberíamos permitir las personas y grupos resistentes ceder las semillas ancestrales a los grandes grupos transnacionales (13) armando bancos de semillas dispersos por muchos lugares e intercambiarlos entre sí para que no se agoten la variedad de dichas semillas, como vienen haciendo ancestralmente los mapuche y hace un tiempo ‘Semillas para la Vida’ de Marcos Paz en los regulares encuentros de intercambio de semillas (14) en los que la Huerta Orgázmika participa; el Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MO.CA.SE.), La Cooperativa de Trabajadores Rurales (C.T.R.) de San Vicente y tantos otros espacios minúsculos.
La Huerta Orgázmika
«Los consumidores guiados por el deseo deben ser ‘producidos’ constantemente, a expensas de una fracción intolerablemenente grande de los costos totales de producción- una fracción que tiende a crecer, y no a achicarse, con la competencia-. Pero (afortunadamente para los productores y consumidores de productos de consumo) el consumismo actual, no se basa en la regulación (estímulo) del deseo, sino en la liberación de fantasías y anhelos» Zygmunt Bauman (12)
Es casi lógico que una sociedad -y no me refiero sólo a la gente y los sectores que tienen con qué comprar o hipotecarse y tampoco sólo de Argentina o de Buenos Aires- que guía sus pasos a la velocidad del que más tiene (que es la imagen que emana del poder establecido) no vea ni asocie las consecuencias de sus actos (consumir acríticamente, repetir maquínicamente lo que en los medios grandes ‘aparece’ como válido), o mejor dicho, de sus no-acciones, de sus ‘yo no fui’, ‘a mi nunca me va a pasar’ reiterados, aburridos, pro-liberalismo y tampoco, claro está, prevea el drama social en el que está inmerso -ni hablar del que se avecina con la grave crisis socio-política-alimentaria a las puertas- pero que ni siquiera se sospecha, no ya como parte integrante del desastre y caos social, sino como generador-productor-repetidor constante de actitudes, acciones, opiniones que configuran una red social complejamente destructiva y arrasadora, en donde la ‘guerra de tod@s contra tod@s’ (15) pareciera ser la pintura más exacta para describir lo que nos sucede.
En este contexto de grave incomunicación entre las personas, enorme carencia de ver y sentir al ‘otro’ como parte integrante de la ‘misma realidad’ (aunque muy dispar entre sí), donde todos los gobiernos sólo corrigen y siguen el rumbo -que es un mandato- de lo que ya está planificado globalmente por el Mercado, en donde cada cual se acopla como puede o quiere al aparato estatal-privado de gestión del desastre (16), ya sea en pequeñas, medianas o grandes empresas, o en el abanico de instituciones y ramas que conforman el Estado, donde el crimen violento- por ‘ser’, ‘tener’ o ‘pertenecer’- contra la propiedad de mercancías o personas, donde una persona puede llegar a matar a otra porque ‘ya no le pertenece’, donde el ‘vale todo’, ‘a mi no me importa’, donde las personas y sectores empobrecidos económicamente hablando (acorralados por todos lados) razonan con la misma vara -y la misma lógica- que el poderoso y el rico (17), donde el delincuente-asesino es juez, policía, trabajador, desempleado, lumpen, político, obrero, capataz, encargado, empresario, ateo, religioso, hombre o mujer. (18)
En este contexto de fricciones y contradicciones constantes existe la Huerta Orgázmika de Caballito, en medio de un barrio en general ‘bien puesto’, en el barrio donde también existe un agrupamiento de vecin@s que lucha contra la construcción de más y más torres (porque l@s van a perjudicar directamente a est@s vecin@s oportunistamente resistentes), en el barrio que recorren cartoneros en busca de desechos, en el barrio donde las gentes-bien pasean sus mascotas o asean sus autos lujosos, en el barrio donde se realiza todos los jueves al mediodía Comida No Bombas (*). Pegada a las vías del conflictivo y desastroso ferrocarril Sarmiento (propiedad de Trenes de Buenos Aires -T.B.A.), enclavada geográficamente en lo que antes era «…En el 2002, un basural estéril, completamente ignorado por el Estado, y se recuperó desde una iniciativa de los vecinos de la zona. Ahora es un lugar de búsqueda y encuentro, de trabajo y descanso: un desafío al cemento y la vida urbana en el que crecen y se cuidan más de cien variedades de plantas». Además, la huerta, utiliza los desperdicios orgánicos para así fomentar el ciclo natural de la tierra y sus componentes no generando basura que de otra manera (la mía por ejemplo que tiro todo, orgánico o no, en la misma bolsa) irán a parar a los basurales tóxicos a cielo abierto (19) de graves consecuencias socio-ecológicas. Ahí crece la huerta flanqueada por el cemento de las casas del lado de la calle Giordano Bruno, las vías y casi inmediatamente edificios que ‘rompen’ la vista desde la huerta.
Hay que dejar pues, inexorablemente, de reaccionar tarde a los acontecimientos (20) y al status quo que el poder diseña y estampa aquí y allá, antes y ahora; la Huerta de Caballito es un espacio que ‘se anticipa a los hechos’. Asumiendo que ‘debemos comer lo que cosechamos’, alterando el flujo ‘normal’ de la civilización de consumidores y pasivos receptores de valores, creencias y acciones, ralentizando la destrucción casi total de los espacios verdes y desalentando la intención siempre oculta del poder -a veces no tanto como es el caso del actual gobierno de la ciudad- de mantener a las poblaciones aisladas, separadas, dependientes de centros lejanos de producción de alimentos en manos, como es obvio, de grandes terratenientes y otros adinerados que siguen las directrices del capital y monopolizan y explotan la tierra- y todo lo que se encuentre dentro- sin miramientos de ninguna índole.
Mientras se formen organizaciones y grupos ‘después’ de que el accionar capitalista actuó sobre el cuerpo, ‘desapareciéndolo’ como en la última dictadura cívico-militar iniciada en 1974 (21) -que aún hoy día no termina de terminar- matándolo con cáncer (en el caso de las antenas de celular de las empresas de telefonía) (22) enfermándolo de mil maneras (con el glifosato lanzado por avionetas para el crecimiento ‘sano’ y ‘libre’ de la soja transgénica), eliminando de la faz de la Tierra parte de un bosque como pasa en Jujuy, Salta y otros muchos lugares de Argentina y el mundo; seguiremos padeciendo el avasallamiento, pero percibiéndolo aislada e individualmente como si fueran ataques personales y no sociales. Si la huerta desaparece de la Tierra, habrá desaparecido otro espacio de acción y producción autónomo y sustentable (en pos del ‘desarrollo’ y ‘progresos’ capitalistas), pero no su recuerdo, ni todo lo que se logró con semejante espacio de contra-información ‘verde’, de resistencia, de producción e intercambio de saberes.
El legado de la huerta seguirá en nuestros recuerdos, corazones y caminos emprendidos pase o no pase este impedimento burocrático-estratégico-comercial…
Y toda esta perorata sirvió para no poder describir con palabras todo lo que hace la gente de la Huerta de Caballito con un espacio tan acotado en espacio, pero tan hermoso y creativo.
Pase y vea…
Audios relacionados:
· Entrevista de Radio La Colectiva www.lacolectiva.com.ar (6-9-2008)
www.argentina.indymedia.org/uploads/2008/09/2008_09_06_-_orgaz_en_lacolectiva_comprimido.mp3
· Entrevista en el Programa La Mar en Coche www.marencoche.wordpress.com, de FM La Tribu www.podcast.fmlatribu.com (9-8-2008)
www.argentina.indymedia.org/uploads/2008/09/2008_09_08_-_orgazmika_en_tribu_edit_comprimido.mp3
· Sitios de la Huerta Orgázmika
www.orgazmika.blogspot.com * www.flickr.com/photos/orgazmika (fotografías de actividades, acciones, talleres, etc…)
notas:
1) ‘La Voluntad de poder. Ensayo de una transmutación de todos los valores’ (1888)
2) ¿Qué lucha acaso goza del apoyo ‘masivo’ y ‘popular’ en territorio argentino?, quizá tendríamos que remontarnos a la resistencia activa del pueblo de Oaxaca, y más lejos en el tiempo -aunque todavía en pie- del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (E.Z.L.N.) en Chiapas. Para tratar de encontrar algún ejemplo contemporáneo de un grupo social más o menos unido en cuanto a resistencia a los planes y los deseos del poder. La ciudad de Esquel, enfrentando a la mina de oro, de alguna manera representa también este modo de resistir un designio del capital. El M.S.T. brasilero es otro ejemplo que me viene a la memoria. Los mapuche en tierra chilena pueden ser otro buen ejemplo de resistencia. Pueblos Originarios y acción directa ambientalista www.nodo50.org/ekintza/article.php3?id_article=423
3) http://cclasala.blogspot.com/
4) Permítaseme este oxímoron tragicómico
5) Vease ‘La Sociedad del Espectáculo’ (1967) de Guy Debord
6) www.pedaleadorxs.blogspot.com ‘Salud Mental y revuelta’ (agotado), y ‘Anarquía Ontológica’ de Hakim Bey, compilación de textos del escritor-poeta neoyorkino. En breve saldrán a la luz ‘El resurgir de los bárbaros’ de Willful Desobedience y ‘Dejar de pensar’
7) Entrevista al colectivo de trabajo Burbuja Latina- 6 años de vida! http://argentina.indymedia.org/news/2008/09/624885.php
8) Bayer, Monsanto, Bagó, Novartis y un largo etcétera.
9) Los efectos de los agroquímicos y otros contaminantes en la salud, de Sandra V. Miguez http://www.ecoportal.net/Contenido/Contenidos/Eco-Noticias/Los_efectos_de_los_agroquimicos_y_otros_contaminantes_en_la_salud
10) Es sabido por quienes buscamos más allá de lo que nos muestran los ‘mass media’ que Mosanto junto a Dow Chemical fabricaron el gas naranja que las tropas norteamericanas echaron desde 1961 a 1971 en el territorio invadido de Vietnam. Cerca de tres millones de vietnamitas sufren los efectos del gas naranja, de Dani Triadó http://www.asiared.com/noticia_pais_info.php?ident=398&id_pais=VN
11) Las soluciones mágicas y las inevitables catástrofes subsiguientes, del Grupo de Reflexión Rural http://argentina.indymedia.org/news/2008/08/621518.php
12) Modernidad Liquida (2000)
13) El Mundo Según Monsanto (2007) de Marie-Monique Robin http://www.imdb.com/title/tt1189345/
14) 2º Feria Intercambio de Semillas de 2008 http://organicsa.net/2%C2%BA-feria-intercambio-de-semillas-de-2008.html
15) «Moralistas, filósofos, legisladores, aduladores de la civilización, he aquí el plano de vuestro París puesto en orden, he aquí el plano perfeccionado en el que están reunidas todas las cosas semejantes. En el centro, y en un primer recinto: hospitales de todas las enfermedades, hospicios de todas las miserias, casas de locos, prisiones, presidios de hombres, de mujeres y de niños. En torno del primer recinto, cuarteles, tribunales, comandancia de policía, casa de los esbirros, emplazamiento de los patíbulos, morada del verdugo y de sus ayudantes. En los cuatro extremos, cámara de los diputados…, Instituto y palacio del Rey. Al margen, lo que alimenta el recinto central, el comercio, sus bribonadas, sus bancarrotas; la industria y sus luchas furiosas; la prensa, sus sofismas; las casa de juego; la prostitución, el pueblo muriéndose de hambre o revolcándose en el desenfreno, siempre al acecho de la voz del Genio de las Revoluciones; los ricos sin corazón… en fin, la guerra encarnizada de todos contra todos» La Phalange, 10 de agosto de 1836, París, Francia. Extraído del libro de Michel Foucault ‘Vigilar y Castigar, el nacimiento de la prisión’ (1976)
16) Entrevista a ‘Los Amigos de Ludd’ http://www.nodo50.org/ekintza/article.php3?id_article=440
17) Entrevista al líder (encarcelado) de Primer Comando Capital http://argentina.indymedia.org/news/2006/09/441276.php
18) Las redes del poder (1976) Michel Foucault http://ecotropia.noblogs.org/post/2008/09/08/las-redes-del-poder
19) Los desechos cotidianos de una sociedad moderna, accidental… y cretina, de Luis E. Sabini Fernandez http://revistafuturos.com.ar/index.php/otros-escritos/44-otros-escritos/60-desechos-cotidianos-sociedad-moderna
20) El negocio del hambre, de Devinder Sharma http://ecotropia.noblogs.org/post/2008/09/04/el-negocio-del-hambre
21) Se podría decir que, de alguna manera, en este suelo nunca exisitó nada siquiera parecido a la ‘democracia real’ (al menos en grandes porciones de territorio) y que entonces algo que nunca dejó-de-ser no puede ‘empezar’ por consiguiente. Sólo basta recordar o analizar cómo se fundó el Estado-Nación argentino.
22) Ahogándonos en un mar de microondas, de Mae Wan-Ho http://revistafuturos.com.ar/index.php/editorial/30-editorial/46-ahogandonos-en-microondas
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Decreto de desalojo de la huerta
El día miércoles 3 del corriente mes llegó la cédula de notificación con el decreto firmado por el Jefe de Gabinete del Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, intimando a la desocupación de la Huerta Orgánica de Caballito en los próximos 5 días.
La Huerta Orgázmika de Caballito se encuentra entre la calle Rojas, las vías del Ferrocarril Sarmiento (a 30 metros de la estación de Caballito) y la Plaza Giordano Bruno. Este espacio era, en el 2002, un basural estéril, completamente ignorado por el estado, y se recuperó desde una iniciativa de l@s vecin@s de la zona. Ahora es un lugar de búsqueda y encuentro, de trabajo y descanso: un desafío al cemento y la vida urbana en el que crecen y se cuidan más de cien variedades de plantas.
Desde hace varios años, la huerta viene siendo “llamativamente” amenazada, pudiendo, mediante el trabajo cotidiano, seguir creciendo. En este sentido y ratificando nuestra labor, el día 3 de noviembre de 2007, recibimos el dictamen favorable del Representante Fiscal remitiendo la causa al Juzgado Nacional en lo Correccional Nº 5 para su resolución ordenando el archivo de la causa por usurpación DECLARANDO LA INEXISTENCIA DE DELITO.
Ahora, el gobierno, ignorando el dictamen citado pretende: “recuperar el terreno de la huerta” argumentando ponerlo a disposición toda la comunidad, haciendo, de esta forma, notorio su absoluto desconocimiento de la realidad, siendo que el espacio siempre fue objeto de goce y uso de la comunidad toda.
Frente a este ATAQUE A LA LIBERTAD por parte de la gestión macrista vamos a estar en la Huerta Orgázmika de Caballito y en el Centro Cultural La Sala en forma permanente realizando una mesa informativa y continuando con la recolección de firmas.
En las horas siguientes estaremos comunicando las próximas iniciativas y actividades que estaremos realizando durante estos días.
Las redes del poder
Vamos a intentar hacer un análisis de la noción de poder. Yo no soy el primero, lejos de ello, que intenta desechar el esquema freudiano que opone instinto a represión -instinto y cultura. Toda una escuela de psicoanalistas intentó, desde hace decenas de años, modificar, elaborar este esquema freudiano de instinto vs cultura, e instinto vs represión-me refiero tanto a psicoanalistas de lengua inglesa como francesa.
Por Michel Foucault
La sociedad industrial- del espectáculo (fragmento de 1836)
Por Michel Foucault
«Moralistas, filósofos, legisladores, aduladores de la civilización, he aquí el plano de vuestro París puesto en orden, he aquí el plano perfeccionado en el que están reunidas todas las cosas semejantes. En el centro, y en un primer recinto: hospitales de todas las enfermedades, hospicios de todas las miserias, casas de locos, prisiones, presidios de hombres, de mujeres y de niños. En torno del primer recinto, cuarteles, tribunales, comandancia de policía, casa de los esbirros, emplazamiento de los patíbulos, morada del verdugo y de sus ayudantes. En los cuatro extremos, cámara de los diputados…, Instituto y palacio del Rey. Al margen, lo que alimenta el recinto central, el comercio, sus bribonadas, sus bancarrotas; la industria y sus luchas furiosas; la prensa, sus sofismas; las casa de juego; la prostitución, el pueblo muriéndose de hambre o revolcándose en el desenfreno, siempre al acecho de la voz del Genio de las Revoluciones; los ricos sin corazón… en fin, la guerra encarnizada de todos contra todos» La Phalange, 10 de agosto de 1836, París, Francia
Extraído del libro de Michel Foucault, Vigilar y Castigar, el nacimiento de la prisión (1976). Fondo de Cultura Económica.